Claves de la España del Siglo XIX: Desamortización, Carlismo y Liberalismo

Características del Carlismo

Es un movimiento político que defiende los valores más tradicionales de la sociedad española. Su lema, «Dios, Patria, Rey y Jueces», resumido en el binomio «Trono y Altar», articula toda su teoría política. A estos elementos se suma la defensa del foralismo particular de cada uno de los territorios, así como la defensa de la religión. Los carlistas pretendían, además, restaurar la legitimidad política, puesto que no reconocían el valor jurídico a la Pragmática Sanción y defendían la Ley Sálica, por la que Don Carlos tendría que haber sido rey.

La Constitución de 1845

Rechazaba la soberanía nacional y establecía una soberanía compartida entre el Rey y las Cortes. Recortaba las atribuciones de las Cortes, ampliando las del poder ejecutivo y, por tanto, el poder de la Corona. Establecía la confesionalidad del Estado y la pérdida de poder por parte de ayuntamientos y diputaciones. El sufragio censitario restringía de forma importante el derecho a voto.

Introducción a las Desamortizaciones en el Siglo XIX

Probablemente, uno de los aspectos más conocidos del liberalismo español del siglo XIX sean las desamortizaciones. Este proceso, por el que las tierras y otros bienes en “manos muertas” (pertenecientes a la Iglesia y a los municipios, que no podían ser vendidos) pasaban a pertenecer al Estado y posteriormente eran puestos en venta en pública subasta, tendrá una gran trascendencia. Asociadas a las desamortizaciones se hallan numerosas personalidades, entre las que sobresalen Mendizábal y Pascual Madoz. Hay que relacionarlas con uno de los principios doctrinales de la ideología liberal: el derecho a la propiedad privada y a la venta de la misma.

2. La Propiedad de la Tierra a Principios del Siglo XIX

En la España del Antiguo Régimen, la propiedad de las tierras correspondía mayoritariamente a la Realeza, la Nobleza y la Iglesia:

  • La Realeza: Poseía grandes territorios a lo largo y ancho de la nación.
  • La Nobleza: Mediante la institución del mayorazgo, tenía un inmenso patrimonio de bienes que no podían ser ni comprados ni vendidos.
  • La Iglesia: Poseía grandes propiedades de tierras que no se podían vender ni ceder a terceros.

Los municipios también eran propietarios de tierras que tenían su origen en concesiones reales.

3. Medidas Liberales sobre la Propiedad de los Bienes

La tierra a la que se podía acceder como propietario era muy escasa y muy cara. Era urgente convertir en libres las propiedades inmovilizadas. Para ello, los gobiernos, especialmente los progresistas, tomaron varias medidas:

  • La abolición de los señoríos.
  • La supresión de los mayorazgos.
  • La desamortización de bienes eclesiásticos y comunes.

4. El Proceso Desamortizador

4.1. Antecedentes (Antes de 1836)

El proceso se había iniciado ya en el siglo XVIII. En el siglo XIX, las desamortizaciones no constituyeron un proceso continuo, sino el resultado de sucesivas aplicaciones:

  • La de Godoy (1798).
  • Las de las Cortes de Cádiz (1811-1813).
  • Las del Trienio Liberal (1820-1823).

4.2. La Desamortización de Mendizábal (1836-1837)

Sobresalen las dos últimas grandes desamortizaciones, sobre todo la de Mendizábal. Cuando en 1835 llegó desde Londres para presidir el gobierno, lo que le preocupaba era garantizar el trono de Isabel II y consolidar el nuevo Estado liberal. Era necesario ganar la guerra carlista y era preciso eliminar la deuda hasta entonces contraída.

4.3. La Desamortización General de Madoz (1855)

El 1 de mayo de 1855, Pascual Madoz sacó a la luz su Ley de Desamortización General. El procedimiento para la venta de las tierras fue una copia del de Mendizábal, pero con dos diferencias clave: el destino del dinero, que se dedicó a la expansión del ferrocarril, y la propiedad de dicho dinero, ya que el Estado no era el propietario final, sino los ayuntamientos.

5. Valoración de las Medidas Desamortizadoras

El impacto de las desamortizaciones se puede valorar desde diferentes puntos de vista:

  • Social: No originó una clase media de campesinos propietarios partidarios del régimen liberal.
  • Económico: Posibilitó la expansión de la superficie cultivada y una agricultura algo más productiva. Sin embargo, los beneficios para la Hacienda fueron menores que los esperados.
  • Político: Contribuyó a la consolidación del régimen liberal. Los más beneficiados fueron los liberales moderados.
  • Urbanístico: Las desamortizaciones fueron muy importantes en las ciudades, donde muchos conventos se convirtieron en edificios públicos.
  • Cultural: Supuso la desaparición y dispersión de patrimonio de estas instituciones religiosas.
  • Religioso: Provocaron una ruptura entre el Estado y la Iglesia, relaciones que se normalizaron con la firma del Concordato de 1851.

6. Conclusiones

El proceso desamortizador tuvo aspectos tanto positivos como negativos.

Aspectos Positivos

  • Aliviaron el déficit de la Hacienda pública.
  • Aportaron recursos para sufragar los gastos de la guerra carlista.
  • Permitieron ampliar la superficie cultivada.

Aspectos Negativos

  • Fue considerada una “reforma agraria al revés”, ya que no significó una redistribución de tierras en beneficio de los campesinos no propietarios.
  • Sirvió para acrecentar los patrimonios de la antigua aristocracia latifundista y la nueva burguesía.