Claves de la Narrativa Hispanoamericana del Siglo XX: Del Realismo a lo Fantástico

El ensayo español y la narrativa hispanoamericana del siglo XX

Ensayistas españoles de posguerra

…sociedad (Ética, 1958) y cuestiones religiosas (Catolicismo y protestantismo como formas de existencia, 1952).

Enrique Tierno Galván (1918-1986)

En el ámbito político destaca por su oposición al régimen franquista y su papel en la reciente democracia. Sus ensayos se centran en la sociología (Sociología y situación, 1955), la cultura (La novela picaresca, 1974) y el problema del regeneracionismo (Costa y el regeneracionismo, 1960).

Julián Marías (1914-2005)

Aborda temas filosóficos (Idea de la metafísica, 1954) y aspectos relacionados con la cultura y la política (Los españoles, 1962). Fruto de su colaboración en prensa y en revistas son Aquí y ahora (1954) y El intelectual y su mundo (1956), entre otros.

La narrativa hispanoamericana

El desarrollo de la narrativa hispanoamericana en el siglo XX ha estado condicionado por el modo de entender y narrar los hechos históricos y las realidades sociopolíticas y culturales. En los años veinte, las vanguardias generaron las primeras innovaciones, que se alejaban del realismo tradicional; el influjo de la narrativa europea y estadounidense dio origen a la literatura moderna.

Panorama general

Se distinguen dos orientaciones:

  • El realismo: En los primeros treinta años del siglo prevalece el interés por la expresión de los rasgos específicos políticos y sociales, que tiene en cuenta diversas realidades: la del indígena, la de la población negra, la del mestizaje y la heterogeneidad cultural. En esta etapa domina el realismo, que considera posible representar una realidad percibida como objetiva.
  • La nueva narrativa: La obra de Borges y la influencia del surrealismo fueron determinantes en estos cambios. En los cuarenta se publicó una serie de obras que mostraban el cambio. Sin embargo, anteriormente se habían escrito textos que anticipaban esta orientación. En la nueva narrativa dominan dos tendencias: una que cultiva el realismo, renovado en sus aspectos narrativos y lingüísticos, y otra que desarrolla la fantasía, cuyas manifestaciones principales son el realismo mágico y el realismo fantástico.
  • Últimas tendencias: En los últimos años del siglo XX se aprecia un distanciamiento de la complejidad estructural y lingüística, y del cuestionamiento de la realidad. Hay un regreso al realismo, un estilo más accesible al lector, la presencia del humor y la parodia, y la preferencia por el tema del amor; aunque existe una corriente que continúa con el experimentalismo y el antirrealismo. Se pueden distinguir tres líneas: la novela testimonial, la novela histórica y la novela detectivesca.

Rasgos de la nueva narrativa

Rasgos temáticos

  • La fantasía: Lo irracional aparece como un ingrediente más de la realidad. Lo maravilloso proviene de creencias populares en mitos prehispánicos, supersticiones, sueños… Esta es la línea del realismo mágico.
  • Lo fantástico: Se percibe una realidad compleja, desordenada, ambigua, que se refleja o en la irrupción de lo misterioso o inexplicable en lo cotidiano o en elementos o mundos extraordinarios.
  • La condición humana: Se plantean los problemas del ser humano en la sociedad contemporánea. La visión es bastante pesimista: predominan el fatalismo y la desesperanza, la derrota y la infelicidad, el determinismo, la soledad y la circularidad de la historia, y destacan los temas de la angustia existencial, la incomunicación, la soledad y el tiempo.
  • La literatura y el lenguaje: La literatura constituye uno de los temas de las ficciones. Se polemiza sobre ella y existe una gran preocupación por la renovación del lenguaje poético.
  • El humor: Presenta diversas expresiones: burla divertida, sátira y humor metafísico o trágico.
  • El erotismo: Forma parte de la condición humana y se relaciona con las circunstancias sociales y culturales de los personajes, aunque el amor no constituye una salida de la angustia existencial.

Rasgos formales

La renovación atañe a las técnicas narrativas y al lenguaje. En las primeras, se advierte una complicación de la estructura: fragmentación, presencia de historias alternadas o intercaladas, alteración del desarrollo cronológico y lógico de las acciones mediante el regreso al pasado, anticipaciones o alternancia de espacios y de tiempos. El narrador omnisciente se combina con otras voces narrativas o el monólogo interior, lo que conduce a la superposición y multiplicidad de distintos puntos de vista. Existe una búsqueda de un nuevo lenguaje literario: destaca el empleo de la variedad lingüística local, especialmente la lengua hablada o popular; la elaboración poética, el lenguaje simbólico y los neologismos.