Comentario de los jugadores de cartas cezanne

Los jugadores de cartas” es el lienzo más famoso de una serie que Cézanne pintó durante la década de 1890. Los protagonnistas de las telas son los campesinos de Aix y el jardinero de Jas de Bouffan. La comenzó estando en Suiza y la acabó en Aix-en-Provence. Esta obra pertenece a la época de madurez en la que Cézanne produce sus principales lienzos. Sobre el mismo tema de la partida de cartas, pintó cinco cuadros diferentes, de los cuales éste es el más sobrio. Puede decirse que Cézanne crea el puente entre el impresionismo del XIX y el nuevo estilo de principios del Siglo XX, el Cubismo. Cézanne recibíó la influencia del Impresionismo y reacciónó contra él. Su fórmula era la forma
color.
Ël cree que la naturaleza no se dibuja, sino que se manifiesta a través del color.La pintura de Cézanne no es una pintura dibujada, sino una pintura de volúMenes, de formas. Y una vez creadas, hay que relacionarlas entre sí, surgiendo aquí el problema de los planos, que lo impulsa a mirar los objetos desde varios puntos de vista. Cézanne seguramente había visto en el museo de Aix-en-Provence “los jugadores de naipes”, atribuidos a los hermanos Le Nain. También ha sido un tema plasmmado por Caravaggio. Durante muchos años la obra de Cézanne sólo fue conocida por sus antiguos colegas impresionistas y por unos cuantos artistas jóvenes radicales  de la línea del postimpresionismo, entre los que se incluían Vicent van Gogh y Paúl Gauguin. Esta generación posterior aceptó prácticamente todas las rarezas de Cézanne. Fueron las exploraciones de Cézanne de simplificación geométrica y fenómenos ópticos los inspiraron a Picasso, Braque, Gris, y otros para experimentar con múltiples visiones aún más complejas del mismo tema. El término postimpresionismo fue acuñado por el crítico Roger Fry. En 1910 organizó en Londres una exposición sobre pintura francesa de finales del Siglo XIX que tituló “Manet y los postimpresionistas”. Los artistas que mejor representados estaban en dicha exposición fueron Cézanne, Gauguin y Van Gogh. Los pintores postimpresionistas forman un tronco común del que arrancarán las diversas tendencias artísticas. En la etapa siguiente al triunfo de los grandes maestros del impresionismo, se origina cierta oposición al carácter fugaz de los objetos, a su visión moemntánea debido a la importancia que dan a la luz del sol, pues cambia la apariencia de los objetos. Estas críticas han de conducir a la búsqueda de un lenguaje artístico diferente: se recupera la importancia del dibujo y la preocupación por captar no sólo la luz sino también la expresividad. Cézanne queire representar al objeo, su volumen, su densidad, hallar la forma sin recurrir al contorno. Busca la en la naturaleza las formas esenciales, las figuras geométricas. Subraya la forma mediante el color. Para lograr formas y volúmen recurre a la gradación tonal. El dibujo se obtiene con el color. Obras como “las grandes bañistas”, ” los jugadores de cartas”, etc, resuelve el problema de la luz y el espacio rompiendo el sistema de pespectiva. Se desconocen las razones por las que Cézanne pintó la serie de “los jugadores de cartas”. Durante la década de 1890 pintó una serie de cuadros con la temática de los jugadores de cartas, siendo este lienzo que contemplamos el más famoso de la serie. Cuando el artista mostró este trabajo en una sociedad local de pintores aficionados, fue recibida con incomprensión por parte de todos, exepto el joven poeta Gasquet. Cézanne firmó la pintura y se la regaló en agradecimiento. Dos años después de la muerte de Cézanne, Gasquet lo vendíó. Cézanne se forma con los impresionistas pero pronto inicia un camino que le lleve a la reconstrucción de las formas, de las líenas y los volúMenes, a la vez que se conjuga la búsqueda de la belleza: el postimpresionismo. París constituye el marco en el que se mueven estos artistas. Reúne a una serie de pintores que se forman en el impresionismo. Reaccionan contra el abandono de la forma y del volúmen que el impresionismo había practicado y quieren recuperar el dibujo aunque sin renunciar al color, buscan el análisis de aquello sobre lo que la luz incide. París era un bullicio centrado en los cabarets de Montmartre que llenaban de animación, color y luces de la vida nocturna. Este óleo sobre lienzo representa a dos figuras masculinas jugando a las cartas, alrededor de una mesa sobre la que apoyan los codos. Situados frente a frente están concentrados observando sus propias cartas en actitud sosegada. El hombre de la derecha viste una chaqueta de tonalidades grises amarillentasque tiene su continuidad en el pantalón de su compañero, vestido éste con una chaqueta de tonalidades malvas que se mezclan con diversos colores. La gran masa cilíndrica del jugador de la pipa se ve entera y detrás tiene el vacío; la masa más suelta y luminosa del otro jugador está cortada por el borde del cuadro. El espectador se convierte en uno de los frecuentes observadores que contemplan estas partidas en las tabernas, al situarnos en un plano cercano a la escena. Una alta botella nos da paso hacia la cristalera del fondo. El reflejo blanco de la botella es el eje del cuadro, que no coincide en la mitad exacta, de tal manera que la composición es ligeramente asimétrica. La escena está iluminada por luz artificial, cuyos reflejos se aprecian en el mantel de la mesa, la botella y la pipa. Es el colorel que la produce. El protagonista del lienzo es el color que inunda todos los rincones de la tela. El fondo se obtiene gracias a una mezcla de tonos aunque abunden los rojizos, en sintonía con la mesa y el mantel. El color azul tiene la propiedad de dar al espacio profundidad y altura.Con el color intenta destacar el relieve. Realiza los contornos con trazos violetas, rechazando el negro. La aplicación del color se realiza a base de fluidas ponceladas que expresan volumen. Actualmente la obra se encuantra en el Museo d’ Órsay. Respecto a contexto histórico, a partir de 1870, las relaciones entre los países europeos, a pesar de la falsa apariencia de paz, se tornaron cada vez más tensas Se intensifica el imperialismo de Europa sobre el Pacífico, Asía y especialmente Äfrica.