Descartes y el Método de la Duda: Un Enfoque Filosófico Profundo

EL MÉTODO

La razón podría alcanzar a conocerlo todo si lograra encontrar un método seguro. Descartes coloca al ser humano en el centro del mundo y de la filosofía. La razón puede alcanzar un conocimiento de todo lo que hay dándose un método a sí misma. El método que Descartes recomienda para la razón tiene su origen en las matemáticas (aunque se puede aplicar a todo el saber). La palabra método designa el camino para llegar al saber.

Preceptos del Método:

  • Primero: Admitir como verdadero sólo lo evidente y considerar falso todo aquello de lo que podamos dudar. Hay dos vicios que debemos evitar: la precipitación, ya que consideramos algo verdadero mucho antes de tener pruebas, y la prevención, cuando no aceptamos algo como verdadero cuando ya tenemos pruebas suficientes de que lo es.
  • Segundo: Dividir las dificultades en trozos tan pequeños como sea posible, convirtiendo los problemas grandes en problemas pequeños hasta llegar al límite de “las naturalezas simples”, aquellos que no pueden dividirse más.
  • Tercero: Cuando el análisis nos ha permitido comprender las diferentes partes del problema, hay que unirlas para obtener la solución al problema global.
  • Cuarto: Comprobación del análisis mediante la enumeración y el recuento, y de la síntesis mediante la revisión.

LA DUDA

La duda es metódica; todo aquello de lo que se puede dudar es falso. Una vez encontremos algo de lo cual no podamos dudar, podremos extraer de él todas las verdades, recuperando buena parte de las cosas de las que habíamos dudado. Es necesario dudar para saber si hay algo de lo cual no podamos dudar bajo ningún concepto. Descartes duda del conocimiento que proviene de los sentidos; lo “real” no es algo que “veamos”, es algo que construimos con lo que vemos. Descartes nos dice que no hay motivos para creer que las cosas sean tal y como aparecen en nuestras imágenes mentales.

Los objetos matemáticos no parecen referirse a nada y las demostraciones matemáticas no ofrecen duda. Hay una forma de la que sí podríamos dudar de las matemáticas: todo lo de nuestro alrededor podría ser falso y creado por un geniecillo maligno, poderoso y malvado, que ha creado nuestro mundo “real”. Así que podemos y debemos dudar de las matemáticas. En condiciones normales no podemos dudar de ellas, pero si introducimos esta hipótesis, sí podemos hacerlo. Esta hipótesis conlleva que podemos dudar prácticamente de todo.

EL COGITO

Cuando parece que podemos dudar de todo, aparece la primera e indudable certeza: que yo que pienso, existo. Si hay un geniecillo que me engaña, si dudo, si me equivoco, es porque yo existo. “Pienso, luego existo” es indudable y verdadera, cada vez que la pienso. Cuando no pienso, dejo de tener seguridad de mi existencia, mientras que cuando pienso, sí tengo seguridad de ello. Esto significa que su existencia no será segura. Aparece el gran problema de la filosofía cartesiana: ¿qué soy yo? Descartes responde que soy una cosa que piensa y que es indudable que tenga ideas, que tenga pensamiento, término que es producto de una intuición y algo que se capta de modo inmediato. Todo lo que percibimos inmediatamente puede incluirse bajo el término “pensamiento”.

LA CLASIFICACIÓN DE LAS IDEAS

Somos seres pensantes y tenemos pensamientos, pero no sabemos si esos pensamientos reflejan el mundo existente o no. Cada una de las formas de nuestro pensamiento es lo que Descartes llama “idea”. En nuestras ideas tenemos:

  • Ideas innatas: Conocimientos que tenemos desde nuestro nacimiento (Dios, justicia, sustancia).
  • Ideas adventicias: Ideas extrañas que parecen venir de fuera de mí.
  • Ideas facticias: Aquellas que yo he construido (centauro).

Si aceptamos que de la nada, nada sale, entonces hemos de concluir que en la causa de las ideas adventicias tiene que haber al menos tanta realidad como hay en ellas. Según Descartes, no hay otra salida que demostrar la existencia del autor que nos ha hecho a nosotros y que ha hecho las cosas: Dios. Existe también la posibilidad de que las ideas provengan de nosotros mismos; en ellas debería haber cosas semejantes a las que nos constituyen.

LA EXISTENCIA DE DIOS

El Dios de Descartes pasa a ser garante de las relaciones entre el “yo pienso” y el mundo fuera de sus pensamientos. Descartes da tres pruebas de la existencia de Dios:

  • Primera prueba: Causalidad formal; la idea que tengo de Dios es la de un ser infinito y yo soy finito, como lo demuestra el hecho de que yo dude. Dios es eterno y yo soy mortal. Dios lo conoce todo y yo no, por lo que la realidad que cause en mí esta idea de Dios sería Dios mismo.
  • Segunda prueba: Nosotros no nos hemos creado a nosotros mismos, luego no podemos conservarnos. Por tanto, necesitamos de alguien que nos conserve sin necesidad de ser conservado, y ese ser es Dios.
  • Tercera prueba: El argumento de San Anselmo; aquello que existe es más perfecto que aquello que no existe. Por tanto, si la idea de Dios es de un ser perfecto, Dios tendría que existir, y si no existiera, no sería el ser más perfecto. Dios se sabe que es un ser perfecto, y nos ha dado así la garantía de que estamos en un mundo que se asemeja a las ideas. El error surge cuando la voluntad sobrepasa al entendimiento.

LAS SUSTANCIAS

La sustancia es una cosa existente que no requiere más de sí misma para existir; sólo Dios puede ser considerado una sustancia. Para solucionar esta limitación, Descartes distingue:

  • Sustancia infinita: No depende de nada para existir, Dios.
  • Sustancias finitas: Sólo requieren de Dios. Dos tipos:
    • Sustancias pensantes: atributo principal es el pensamiento, individual y eterna, constituyendo el alma.
    • Sustancia extensa: atributo principal es la extensión; no hay diferencia entre materia y espacio.

EL DUALISMO

El dualismo cartesiano presenta al hombre formado por sus dos sustancias: alma (eterna y pensante) y cuerpo (extenso y cambiante). Descartes intentó explicar su interacción a través de la glándula pineal como su punto de conexión.

Definiciones Clave:

  • Intuición: Concepción libre de dudas que surge de la razón.
  • Método: Concepto de origen griego que significa camino.
  • Evidente/cierto: Lo que es claro, distinto, cierto e indudable.
  • Claro: Lo que está presente de un modo manifiesto a un espíritu atento.
  • Distinto: Lo que es preciso y diferente a todo lo demás.
  • Precipitación: Creer algo verdadero sin prueba de lo que es.
  • Prevención: No aceptar algo como verdadero cuando hay pruebas suficientes.
  • Naturaleza: Lo que no puede dividirse en partes distintas.
  • Síntesis: Unión de las diferentes partes del problema para obtener la solución final del problema.
  • Pensamiento: Cualquier operación mental, razonar, imaginar, intuir…