Descartes y Kant: Pilares del Pensamiento Moderno sobre Conocimiento y Ética

El Camino hacia el Yo según Descartes

En su ambición por desarrollar una nueva filosofía, Descartes pone en tela de juicio todos los conocimientos anteriores, buscando evitar caer en el error y establecer un principio firme y sólido del cual no quepa duda alguna. Este proceso sigue varios pasos:

  1. Sentidos: Descartes desconfía de los sentidos como fuente de conocimiento fiable, ya que a menudo nos engañan.
  2. Vigilia-Sueño: Cuestiona la capacidad de distinguir claramente entre el estado de vigilia y el sueño, lo que pone en duda la realidad de nuestras experiencias. Aun así, reconoce que ciertas verdades, como las matemáticas, parecen mantener su certeza independientemente de si estamos despiertos o soñando.
  3. Genio Maligno: Postula la hipótesis de un “genio maligno”, un ser engañador todopoderoso que podría hacernos errar incluso en las verdades aparentemente más evidentes, como las matemáticas.
  4. El Cogito: A pesar de todas estas dudas, Descartes concluye que el propio acto de dudar demuestra su existencia como ser pensante. Si duda, es porque está pensando, y si piensa, necesariamente tiene que existir. Esto se resume en su célebre frase: «Pienso, luego existo» (Cogito ergo sum).

La Teoría del Conocimiento en Kant

Para Immanuel Kant, la razón es unitaria, pero opera de dos modos distintos: el uso teórico y el uso práctico.

  • Uso Teórico: Aquí, Kant se pregunta ¿cómo se produce el conocimiento? Afirma que «Todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia», pero sostiene que no todo el conocimiento proviene de ella. El sujeto cognoscente aporta estructuras innatas al proceso. Lo que el sujeto aporta son las llamadas formas a priori:
    • De la sensibilidad: El espacio y el tiempo.
    • Del entendimiento: Las categorías (conceptos puros como causalidad, unidad, etc.).

Conceptos Clave de Descartes y Kant

Cogito ergo Sum

«Pienso, luego existo». Es el primer principio indubitable de la filosofía de Descartes. Constituye el fundamento de la verdad y la certeza para él. Es una intuición simultánea del acto de pensar y del hecho de existir.

Escepticismo

Corriente filosófica que afirma la imposibilidad de alcanzar un conocimiento seguro. Los escépticos influyeron en Descartes, pero este utilizó la duda solo como un método (duda metódica) para alcanzar la certeza, no como una conclusión final.

Duda Metódica

Punto de partida del método cartesiano. Consiste en cuestionar sistemáticamente todas las creencias y certezas adquiridas previamente, con el fin de encontrar un fundamento sólido e indudable para el conocimiento, libre de todo posible error.

Sentidos (según Descartes)

Para Descartes, los sentidos son una continua fuente de errores y desconfianza. Los considera facultades pasivas que simplemente reciben ideas, pero no garantizan la verdad sobre el mundo exterior.

Mecanicismo

Doctrina filosófica según la cual la realidad, especialmente la material, puede explicarse completamente a partir de leyes mecánicas y causas eficientes (causa-efecto), sin necesidad de recurrir a fines o propósitos (causas finales).

Solipsismo

Forma radical de subjetivismo según la cual solo existe o solo puede conocerse con certeza la propia mente o el propio yo. Descartes roza esta posición tras el Cogito, pero la supera mediante la demostración de la existencia de Dios.

Racionalismo

Movimiento filosófico predominante en Europa Continental durante los siglos XVII y XVIII (cuyos exponentes incluyen a Descartes, Spinoza, Leibniz). Sus características principales son:

  1. Confianza fundamental en la razón como fuente principal del conocimiento, por encima de los sentidos.
  2. El conocimiento se construye deductivamente a partir de principios evidentes o ideas innatas.
  3. Afirmación de la existencia de ideas innatas en la mente.
  4. Consideración de las matemáticas como el modelo ideal de ciencia por su rigor y certeza deductiva.

Empirismo

Teoría o corriente filosófica (principalmente británica, con exponentes como Locke, Berkeley, Hume) que sostiene que el origen y el límite del conocimiento humano se encuentran en la experiencia sensible (percepciones). Sus características incluyen:

  • El origen del conocimiento está en los sentidos, no en la razón pura.
  • Niega la intuición intelectual y favorece el método inductivo.
  • Rechaza las ideas innatas; la mente es una “tabla rasa” al nacer.
  • Toma como modelo de ciencia las ciencias naturales basadas en la observación.

Fenómeno (Kant)

El objeto de nuestro conocimiento tal como se nos aparece, es decir, las cosas ya estructuradas por nuestras formas a priori de la sensibilidad (espacio y tiempo) y las categorías del entendimiento. Es la realidad tal como podemos conocerla.

Noúmeno (Kant)

La “cosa en sí”, la realidad tal como es independientemente de nuestra forma de conocerla. Según Kant, los noúmenos no son objetos de nuestro conocimiento posible, ya que no se adecúan a nuestras capacidades cognitivas (espacio, tiempo, categorías). Podemos pensarlos, pero no conocerlos.

Estética Trascendental (Kant)

Parte de la Crítica de la Razón Pura que estudia la facultad de la sensibilidad. Esta es considerada pasiva en cuanto recibe impresiones del exterior, pero activa en cuanto les impone las formas a priori del espacio y el tiempo.

Analítica Trascendental (Kant)

Parte de la Crítica de la Razón Pura que estudia la facultad del entendimiento. Analiza cómo los datos sensibles (intuiciones), ya ordenados por el espacio y el tiempo, son conceptualizados y unificados mediante las formas a priori del entendimiento, llamadas categorías.

Dialéctica Trascendental (Kant)

Parte de la Crítica de la Razón Pura que estudia la facultad de la Razón (en sentido estricto). Examina la tendencia de la razón a buscar lo incondicionado (Dios, alma, mundo como totalidad), lo que la lleva a traspasar los límites de la experiencia posible, cayendo en ilusiones, sofismas y antinomias (contradicciones irresolubles). Las Ideas de la razón (Dios, alma, mundo) no proporcionan conocimiento, pero pueden tener un uso regulativo.

Categorías (Kant)

Conceptos puros o formas a priori del entendimiento (no derivados de la experiencia) que nos permiten pensar y unificar la diversidad de las intuiciones sensibles, estructurando así nuestra experiencia y haciendo posible el conocimiento objetivo. Ejemplos: unidad, pluralidad, totalidad, causalidad, sustancia.

Revolución Copernicana de Kant

Giro fundamental propuesto por Kant en la teoría del conocimiento. Así como Copérnico cambió el centro del universo de la Tierra al Sol, Kant cambia el foco de la epistemología: en lugar de suponer que nuestro conocimiento se rige por los objetos, propone que son los objetos los que deben regirse por nuestras facultades de conocimiento (las estructuras a priori del sujeto).

Éticas Materiales

Término acuñado por Kant para referirse a las teorías éticas anteriores a la suya. Se caracterizan por:

  • Proponer un bien supremo o fin último concreto (felicidad, placer, utilidad) que debe perseguirse.
  • Ser heterónomas: la ley moral viene dada desde fuera de la propia razón del sujeto (por la naturaleza, Dios, la sociedad).
  • Sus mandatos (imperativos) son hipotéticos: ordenan una acción como medio para conseguir un fin (“si quieres ser feliz, haz X”).

Ética Formal

La propuesta ética de Kant, que se opone a las éticas materiales. Se caracteriza por:

  • No establecer un bien supremo concreto, sino centrarse en la forma del deber moral.
  • Ser autónoma: la ley moral emana de la propia razón del sujeto.
  • Basarse en el deber desinteresado, guiado por la razón pura práctica.
  • Sus mandatos son categóricos: ordenan una acción como buena en sí misma, incondicionalmente.

Deber (Kant)

Kant lo define como «la necesidad de una acción por respeto a la ley» (la ley moral dictada por la razón). Distingue entre acciones contrarias al deber, acciones conformes al deber (realizadas por inclinación o interés) y acciones realizadas por deber (motivadas únicamente por el respeto a la ley moral). Solo estas últimas tienen verdadero valor moral.

Imperativo Categórico

Mandato moral absoluto, con carácter universal y necesario. Prescribe una acción como buena de forma incondicionada, independientemente de las consecuencias o fines ulteriores. Para Kant, es el imperativo propio y único de la moralidad. Lo formuló de diversas maneras, como: «Obra solo según aquella máxima por la cual puedas querer que al mismo tiempo se convierta en ley universal».

Autonomía Moral

Rasgo esencial de la ética kantiana. Significa que la ley moral se origina en la propia voluntad racional del sujeto, que se da la ley a sí mismo. Kant considera que la autonomía de la voluntad es el principio supremo de la moralidad, oponiéndose a la heteronomía (recibir la ley desde fuera).

Comentario de Texto de Kant: «El ser humano como fin en sí mismo»

Autor

Immanuel Kant (1724-1804) fue un filósofo prusiano de la Ilustración, considerado uno de los pensadores más influyentes de la filosofía moderna y universal. Su obra, conocida como criticismo, intenta superar la dicotomía entre racionalismo y empirismo, realizando un giro fundamental en la concepción de la metafísica, el conocimiento y la moralidad.

Ideas Principales

  1. Los seres humanos, en cuanto seres racionales, poseen un valor intrínseco (dignidad) y deben ser tratados siempre como fines en sí mismos, nunca simplemente como medios para los fines de otros.
  2. Las inclinaciones, deseos o necesidades otorgan valor a los objetos deseados, pero este valor es siempre condicionado y relativo. Las inclinaciones por sí solas no tienen valor moral absoluto.
  3. Existe una diferencia fundamental de valor entre los seres racionales (personas), que tienen valor absoluto (dignidad), y los seres irracionales (cosas), que solo tienen un valor relativo y pueden ser usados como medios.

Explicación

Kant advierte sobre la inmoralidad de utilizar a otros seres humanos meramente como instrumentos para conseguir nuestros propios fines. La base de la moralidad reside en reconocer la racionalidad inherente a cada persona, lo que exige tratarla siempre también como un fin en sí misma. Es la capacidad de razonar y de darse a sí misma la ley moral (autonomía) lo que confiere a los seres humanos un estatus especial: son «personas», no «cosas». Este estatus implica que poseen dignidad, un valor absoluto e incomparable que exige respeto.

Uno de los rasgos fundamentales que definen a los seres humanos es su valor intrínseco, su dignidad. Esto obliga moralmente a tratarlos siempre con respeto, reconociendo su autonomía y su capacidad de fijar sus propios fines.

Kant plasmó esta idea fundamental en una de las formulaciones del Imperativo Categórico, conocida como la fórmula de la humanidad: «Obra de tal modo que uses a la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio».

Comentario de Texto: Descartes, Discurso del Método, IV

Autor

René Descartes (1596-1650) fue un filósofo, matemático y científico francés del siglo XVII, considerado el padre de la filosofía moderna y uno de los principales iniciadores del racionalismo. Sostuvo que el fundamento de todo conocimiento cierto debe buscarse en la razón. Su obra más famosa es el «Discurso del Método» (1637).

Ideas Principales

  1. Dado que los sentidos nos engañan en ocasiones, debemos dudar de la validez de toda la información que proviene de ellos.
  2. Puesto que a veces cometemos errores incluso en los razonamientos matemáticos más simples, debemos suponer que todas nuestras demostraciones podrían ser falsas.
  3. Como no siempre es posible distinguir con certeza entre los estados de sueño y vigilia, debemos considerar la posibilidad de que todo lo que hemos tomado hasta ahora como mundo real sea una ilusión.
  4. La proposición «Pienso, luego existo» (Cogito ergo sum) emerge como una verdad tan firme y segura que resiste incluso las dudas más extremas de los escépticos, sirviendo así como el primer principio de la filosofía que buscaba.

Explicación de las Ideas

Descartes busca establecer la autonomía del conocimiento humano basado en la razón, independientemente de la fe religiosa. La razón es la única guía fiable en la búsqueda del saber. Su objetivo es encontrar una verdad absoluta e indudable, tomando como modelo la certeza y el método deductivo de las matemáticas.

Para ello, propone su duda metódica: rechazar como si fuera falso todo aquello de lo que sea posible dudar, por mínima que sea la duda. Identifica tres niveles principales de duda:

  1. La fiabilidad de la información proporcionada por los sentidos.
  2. La certeza de las demostraciones científicas y razonamientos (incluso matemáticos).
  3. La existencia misma del mundo real (la posibilidad de estar soñando o engañado por un genio maligno).

Sin embargo, el propio acto de dudar revela una verdad incuestionable: para dudar, hay que pensar, y para pensar, hay que existir. De ahí surge su primera certeza: «Pienso, luego existo». A partir de esta verdad fundamental, Descartes establece el criterio de certeza: todo aquello que se perciba con la misma claridad y distinción que el Cogito será verdadero. Utilizará esta base para intentar demostrar la existencia de Dios y, a través de la bondad divina como garantía, la existencia del mundo real (materia extensa). Esto le lleva a postular las tres sustancias que forman la realidad cartesiana: la sustancia infinita (Dios), la sustancia pensante (res cogitans, el yo o alma) y la sustancia extensa (res extensa, la materia o el cuerpo).