El partenon

La civilización romana se desarrolló en la península itálica en torno al s. VIIIa.C. Históricamente, Roma fue fundada el 21 de Abril del 753 a.C. Por parte de Rómulo. Esta ciudad ubicada en la regíón de la Lacio, se establecíó en el fondo de un valle rodeada por siete colinas: Aventino, Palatino, Viminal, Esquilino, Celio, Capitolio y Quirinal. Su historia quedó dividida en tres etapas: − Monarquía: 753-509 a.C. − República: 509- 30 a.C. − Imperio: 30- 395 d.C. Durante el período monárquico, Roma quedó gobernada por un rex doctor, es decir un general elegido por sus cualidades personales. En cuanto a los patricios, éstos se reservaron el derecho de integrar el Senado, una institución encaminada a aconsejar al monarca. Por último, la población quedó representada en la Curia, aunque apenas tuvo atribuciones importantes. A partir del 509 a.C. La República se instauró en Roma. Desde entonces el poder quedó condensado en tres instituciones: comicios, magistraturas y el senado. La figura del rey desaparecíó y en su lugar se establecieron dos cónsules que asumían un poder temporal, puesto que el cargo era anual. Las guerras civiles internas provocaron la caída de la República y el establecimiento en el 27 a.C. Del Imperio Romano, tras el nombramiento de Octavio como Imperator Caesar Augustus. El emperador pasó entonces a ejercer un poder absoluto, aunque continuó manteniendo el senado y las magistraturas. En cuanto a la sociedad, la ciudadanía quedó organizada en varios grupos sociales: − Patricios: hijos de familias pudientes que poseían plenos derechos y ocupaban los cargos de las magistraturas. − Plebeyos: ciudadanos libres dedicados a todo tipo de menesteres. − Esclavos: considerados jurídicamente como cosas”. A nivel artístico, Roma desarrolló un arte propagandístico al servicio del Estado, puesto que a través de las obras y monumentos se pretendíó dar a conocer la magnificencia y el poder de la civilización romana. El arte romano llegó a asumir las influencias artísticas de los pueblos sometidos, y sobre todo de la cultura helenística y la cultura etrusca, aunque con el tiempo llegaron a infundir a sus manifestaciones artísticas de una personalidad propia, fruto del carácter pragmático y utilitario de este pueblo.


Tendencia al colosalismo, de modo que se pretende exaltar el poder de Roma − Arquitectura funcional y útil − Uso del arco, bóvedas de cañón y cúpulas, de tradición etrusca, dando lugar a estructuras abovedadas. A su vez, los romanos aportan las bóvedas de arista − Mayor tratamiento de los espacios internos − Empleo de la piedra, hormigón (mezcla de agua, cal, arena y guijarros) y ladrillo. Las obras de piedra se conocen como opus incertum, las de hormigón opus cementitium y las de ladrillo opus latericium. En cuanto a la disposición de los materiales, una de las técnicas empleadas es la soga y tizón, que consiste en la disposición de los materiales en sentido paralelo y perpendicular al muro. También se emplearon la técnica del opus mixtium, que combinaba la piedra y el ladrillo creando un bello contraste cromático. En definitiva, se empleaban materiales baratos y que se podían hallar en cualquier parte. El único inconveniente era la tosquedad que ofrecían y de ahí la necesidad de recubrirlos con placas de mármol. − Predominio de la simetría y la perspectiva − Aportación del capitel compuesto: mezcla del jónico y corintio, y del orden toscano, de tradición etrusca. Este último orden presenta similitudes y diferencias con respecto al orden dórico. Una de las diferencias es que el orden toscano presenta una basa formada por un toro y un plinto, además el fuste es completamente liso y carece de acanaladuras.

La escultura romana está también vinculada a dos tradiciones: la helena y la etrusca. La influencia griega es patente en el clasicismo. Los romanos, al saquear Grecia, se llevaron consigo tanto obras artísticas como escultores, los cuales pasaron a desarrollar su producción en la ciudad de Roma. En cuanto a la tradición etrusca, ésta es visible en el Realismo de los retratos romanos. – La temática escultórica continúa siendo la figura humana, por lo que principalmente nos encontramos con una escultura antropomorfa. Sin embargo, el hombre va abandonando el idealismo griego, al tiempo que se le va otorgando un carácter más realista. Concretamente, este Realismo que adquiere la plástica romana puede deberse a varias razones: – La influencia artística de los etruscos – El sentido práctico de los romanos – Interés de dejar memoria de sus


hechos. – A pesar de las influencias artísticas de las culturas citadas anteriormente, los romanos consiguen una serie de logros propios. Uno de ellos es el Naturalismo de los retratos y, por otro lado el desarrollo de la técnica del relieve. – Los romanos llegan a cultivar varios géneros escultóricos: la escultura de bulto redondo, el relieve y el retrato. (contsntino,columna de trajano, arco de tito, Ara Pacis, coloso constantino, marco aurelio,pima porta, lucio brutus, panteón, arco séptimo severo, arco contsantino,arco de tito, columna trajano,coliseo,treato de sagunto)

La imagen que observamos hace referencia al Partenón, templo griego del periodo clásico, ubicado en la Acrópolis de Atenas.
Esta obra arquitectónica religiosa fue realizada en torno al 447 a.C. Y en ella participaron artistas destacados como Calícrates e Ictino en la construcción y, Fidias en la labor escultórica. Des del punto de vista formal, el Partenón es un templo dórico, octástilo y de planta períptera, puesto que todo su perímetro aparece rodeado por una hilera de columnas. Además, presenta una estructura arquitrabada, por lo que se da un predominio de líneas horizontales rotas por la verticalidad de las columnas, contribuyendo con ello a la estabilidad y equilibrio del edificio. Para su construcción se empleó el mármol y en cuanto a la iluminación, es natural y procede de la parte superior de la techumbre de doble vertiente. El espacio interior se encuentra estructurado en tres estancias. La primera de ellas es la pronaos, a partir de la cual se accede al espacio más importante del templo, la cella o naos. En su interior se albergaba la famosa estatua criselefantina de la diosa Atenea esculpida por Fidias. La estatua medía más de 12 metros de altura y representaba a la diosa de la sabiduría ataviada con su casco y su escudo que sosténía en su mano izquierda, mientras que en la mano derecha llevaba una Niké, símbolo de victoria. El último espacio es el conocido opistódomos, lugar en el que se guardaban las ofrendas realizadas a la diosa y parece ser que se tejía el velo que luego las jóvenes atenienses ofrecían en procesión a la diosa. La labor escultórica de Fidias abarcó los relieves de las metopas, tímpanos y frisos. Concretamente, en las 92 metopas se representaron escenas que aluden a la Gigantomaquia,


es decir, lucha entre gigantes y dioses en el lado este, al oeste escenas de la Amazonomaquia, es decir, el enfrentamiento entre griegos y amazonas, al norte las escenas de la guerra de Troya y, al sur, escenas de la Centauromaquia, es decir, lucha entre centauros y lapitas. En definitiva, toda una decoración escultórica que alude al triunfo de la civilización frente a la barbarie. Los frontones por el contrario, quedaron decorados con relieves alusivos a la divinidad a la que se le dedica el templo: Atenea. En el tímpano oriental se narraba el nacimiento de Atenea, mientras que en el occidental se representó el enfrentamiento entre Atenea y Poseidón por el control del Ática. Según la mitología griega ambos dioses se enfrentaron por el dominio de dicha regíón, siendo favorable el combate para la diosa Atenea. En el friso de orden jónico de la naos, de unos 200 metros, se representó la procesión de las Panateneas, que se realizaba el último día de las celebraciones en honor a Atenea. En ella, participaba el pueblo y las jóvenes vírgenes atenienses de clase acomodada ofrecían el velo o peplo para la estatua antigua de Atenea. El Partenón, como cualquier otro templo griego, está proporcionado a escala humana, debido al desarrollo de una cultura antropocéntrica, en la que el hombre se convirtió en medida de todas las cosas Cabe recordar que, para los griegos, una obra era bella si ésta manténía una proporción y en definitiva una armónía de cada una de las partes con su conjunto. Con este objetivo, los griegos fijaron la construcción a una serie de órdenes arquitectónicos, siendo el dórico el empleado exteriormente, pero también pasaron a emplear toda una serie de recursos para reducir los efectos ópticos que distorsionaban dicha armónía y que pueden observarse en dicha construcción: – la curvatura del estilóbato y entablamento para evitar el efecto de pandeo – la inclinación de las columnas hacia el interior para evitar el efecto de caída. – el éntasis para aminorar el efecto de concavidad. – desigual distancia de los intercolumnios – incremento del volumen de las columnas de los extremos para darle solidez A pesar que la construcción ha prevalecido hasta nuestros días carente de cromatismo, cabe señalar que en su origen presentaba policromía, sobre todo, en los triglifos y las metopas. En el exterior nos encontramos ante un


tratamiento más cuidado, puesto que los cultos a los dioses se realizaban al aire libre. Tras la finalización de las Guerras Médicas, aproximadamente segunda mitad del s. Va.C., Pericles gobernador de Atenas, impulsó la reconstrucción de la Acrópolis y lo hizo con una clara intención propagandística, puesto que pretendíó dar a conocer a toda la Hélade la importancia de la polis ateniense, la cual empezó a experimentar un gran desarrollo político , económico y cultural. La Acrópolis de Atenas constituye el prototipo de las acrópolis griegas. En su origen, la acrópolis albergó la primitiva ciudad, por lo que se emplazó en un lugar estratégico. Sin embargo y, ante el crecimiento de la población y la necesidad de situarse cerca de las vías de comunicación, la polis acabó ubicándose en el fondo del valle, reservándose este espacio a las divinidades. En la Grecia Antigua el templo se convirtió en la tipología arquitectónica más importante y fue concebido como morada de la divinidad puesto que su finalidad y, como hemos señalado anteriormente, era la de albergar la estatua de la divinidad que se veneraba en cada una de las polis, mientras que el culto se realizaba en el exterior. La civilización griega desarrolló un arte humanista y realista como consecuencia de una cultura antropocéntrica y un pensamiento racionalista. En un principio, recurrieron al mito para explicar el origen del cosmos pero, más tarde, fueron sustituyéndolo por el logos, es decir, la palabra razonada con la que pasaron a explicar los enigmas de la vida, dando lugar al desarrollo del pensamiento racionalista. A nivel político, la Hélade quedó configurada por ciudades-estado o polis cada una de las cuales llegó a disponer de un sistema político y económico independiente. Entre las polis más destacadas se encontraba Atenas con un sistema democrático y una economía abierta basada en actividades tales como la agricultura, la artesanía y el comercio. Por lo que respecta a la religiosidad, los griegos llegaron a divinizar todo tipo de fenómenos naturales constituyendo con ello una religión politeísta. A estos dioses se les confirió el aspecto de hombres y mujeres de gran belleza y se les dotó de un poder del que carecían los humanos: la inmortalidad.