El Ser Humano en la Filosofía: De la Duda de Descartes al Dualismo de Platón

La Duda Metódica de Descartes

El Discurso del método de René Descartes propone un camino a seguir respecto al conocimiento, partiendo de una reflexión sobre la validez de sus fuentes habituales. Descartes identifica varias fuentes de conocimiento de la realidad y las somete a una duda radical:

  1. Los sentidos: A menudo nos engañan y pueden proporcionar información falsa.
  2. Las producciones de nuestra razón: Nuestro propio pensamiento y razonamientos fallan muchas veces.
  3. Los sueños: Es difícil distinguir con certeza entre el estado de vigilia y el sueño.
  4. Las enseñanzas recibidas: Todo conocimiento adquirido puede y debe ser puesto en duda.
  5. La hipótesis del genio maligno: Podría existir un ser superior y engañador que nos hace ver como cierta una realidad que no lo es.

Descartes aplicó esta duda a todas las fuentes de conocimiento, convirtiéndola en la base del pensamiento cartesiano. Este método lleva la duda a su extremo, transformándola en una duda hiperbólica. A través de este proceso, Descartes llega a negar que exista un conocimiento válido, alcanzando un escepticismo provisional.

Sin embargo, consigue salir de esta duda con su famosa máxima: “Pienso, luego existo” (Cogito, ergo sum). Esta es una fórmula en tiempo presente que hace referencia a la primera persona del singular (yo). Aunque tiene la limitación de afirmar únicamente la existencia del propio yo en el momento presente, se presenta como una evidencia irrefutable. Esta certeza se caracteriza por la claridad (se presenta a la mente sin necesidad de una reflexión previa) y la distinción (es una proposición independiente y separada de cualquier otra).

La Visión del Hombre en el Cristianismo

La visión antropológica cristiana se basa en varias ideas fundamentales:

  • Creación a imagen y semejanza de Dios: El ser humano es considerado el centro de la creación y debe vivir por y para Dios. Es un ser contingente y finito (puede ser y dejar de ser). El cristianismo defiende la dignidad e igualdad de todas las personas.
  • Inmortalidad del alma: El alma es el nexo de unión con el Creador, la parte espiritual de la persona que permite acceder a la resurrección. Frente al alma se sitúa el cuerpo, que es mortal y puede incitarla al pecado.
  • Resurrección y tiempo lineal: Al final de los tiempos, el hombre resucitará en cuerpo y alma. El tiempo se concibe de forma lineal y progresiva. El progreso de la humanidad se produce avanzando en la historia, y los acontecimientos de nuestra vida tienen importancia para una posible vida futura.

El cristianismo propone el concepto de resurrección, donde los hombres volverán a la vida, pero en otra dimensión. Además, aporta novedades en el campo de la moralidad humana:

  1. Moralidad basada en la ley divina: La moral no depende de la razón humana, sino de las leyes de Dios. El hombre debe respetar estas leyes; de lo contrario, cae en el pecado.
  2. Libertad y responsabilidad: El ser humano es libre y tiene la posibilidad de elegir entre el bien y el mal. Es libre de aceptar o no la palabra de Dios, siendo el único responsable de su salvación o condena.

La Naturaleza Humana según Sócrates

Frente a la opinión de los sofistas, Sócrates ofreció un punto de vista diferente a la pregunta: ¿cuál es la esencia del hombre? Para él, el hombre es su alma, dado que esta es lo que lo distingue de forma específica de cualquier otra cosa. Sócrates identifica el alma con la razón y la inteligencia, considerándola responsable tanto de nuestra actividad pensante como de la moral.

En esta visión, se desprecia el cuerpo, que no es más que un mero instrumento del alma. De esta concepción se desprenden varias ideas importantes:

  • El autodominio: El alma y la razón otorgan al hombre una cualidad fundamental: la capacidad de autodominio, es decir, de controlar los propios instintos e impulsos ligados a las necesidades del cuerpo.
  • Libertad a través de la virtud: Mediante el autodominio, el ser humano puede alcanzar la virtud moral y ser verdaderamente libre, ya que consigue dominar su parte animal. El hombre libre es aquel que domina sus instintos.
  • Autonomía del sabio: El autodominio y la libertad convierten al hombre en un ser autónomo. El hombre sabio es aquel que no necesita nada material, pues le basta con su razón para ser feliz y no depende de los instintos.
  • La felicidad interior: La felicidad humana no puede venir de factores externos, sino del propio orden espiritual y de la armonía interior del alma que cada persona sea capaz de alcanzar.

Así, Sócrates cree que el hombre puede ser feliz cualesquiera que sean sus circunstancias, pues es el artífice de su propia felicidad o infelicidad.

El Problema de la Relación Alma-Cuerpo en Platón

Desde la Antigua Grecia, la postura dualista ha sido una de las más aceptadas para explicar la relación entre el alma y el cuerpo. Para Platón, esta relación se define por los siguientes puntos:

  • Composición dual: El ser humano se compone de cuerpo y alma, pero el alma tiene prioridad sobre el cuerpo, ya que es la fuente de todo lo bueno y verdadero.
  • El cuerpo como cárcel: El cuerpo es solo el recipiente o la “cárcel” del alma, a la que arrastra con sus pasiones e instintos animales, conduciéndola a los errores y al mundo sensible.
  • Eternidad del alma: El alma humana es eterna e inmortal. Su unión con el cuerpo es transitoria y accidental. Cuando una persona muere, su alma se desprende del cuerpo y regresa al mundo de las Ideas.

Las Tres Partes del Alma

Platón también postuló que el alma está dividida en tres partes, cada una con sus propias funciones, virtudes y correspondencia en la ciudad ideal:

Partes del AlmaFuncionesVirtudesClase Social
RacionalFuente del conocimiento y del bienPrudencia y sabiduríaGobernantes-filósofos
IrascibleFuente de los sentimientos nobles y la voluntadFortaleza, valorGuerreros (defensores del Estado)
ApetitivaFuente de pasiones y placeres sensiblesTemplanzaProductores (resto de ciudadanos)