El Sistema de la Restauración (1875-1902): Política, Corrupción y Movimientos Sociales en España

La Restauración Borbónica (1875-1902)

El Bipartidismo y la Alternancia Política

El Sistema Canovista

Este sistema fue impuesto por el político Antonio Cánovas del Castillo, inspirado en el modelo británico de alternancia en el poder. Los dos partidos principales se turnaban en el gobierno y coincidían en los ideales fundamentales: la defensa de la monarquía, el mantenimiento del orden social y un estado centralista.

Los partidos dinásticos eran:

  • Partido Conservador (Liderado por Cánovas):
    • Apoyo de la Iglesia y los financieros.
    • Poder ejecutivo mayor que el legislativo (el poder ejecutivo recaía en el Rey).
    • Defensa inicial del sufragio censitario (miedo a la democracia).
    • Estado confesional.
  • Partido Liberal (Liderado por Sagasta):
    • Recibía apoyo de la burguesía urbana.
    • Pretendía equilibrar el poder legislativo y ejecutivo.
    • Buscaba la implantación del Sufragio Universal Masculino (S.U.M.).
    • Defendía la libertad de culto.

La Constitución de 1876

Esta constitución estableció las bases del nuevo régimen:

  • Organización Territorial: España se configuró como un estado centralizado. Se suprimieron las leyes municipales y los fueros.
  • Religión: El catolicismo fue la religión oficial y sería mantenida por el Estado. Se prohibieron otras manifestaciones religiosas públicas.
  • Derechos: Se recogió un gran número de derechos, aunque su aplicación quedaba expuesta a futuras leyes que los regularían.
  • Sufragio: Aunque se recogía la posibilidad del sufragio universal masculino, diversas leyes retrasaron su aplicación hasta 1890.
  • Poder Ejecutivo: Recaía en el Rey, cuyos poderes eran amplios: podía nombrar o destituir ministros, convocar o disolver las Cortes y tenía derecho de veto.
  • Poder Legislativo: Estaba compuesto por dos cámaras. El Rey nombraba a los senadores, mientras que el Congreso de los Diputados se elegía por sufragio.

La Corrupción del Sistema: El Caciquismo

El sistema bipartidista solo pudo mantenerse mediante un mecanismo corrupto conocido como caciquismo.

Organización del Fraude

El sistema se activaba cuando un partido se desgastaba y el Rey convocaba elecciones. El encasillado era un acuerdo previo entre los dos partidos por el cual se repartían los candidatos ganadores antes de las elecciones, aunque siempre dejando algunos puestos para la oposición.

Desarrollo y Manipulación Electoral

Esta idea era más efectiva en los pueblos, porque allí era donde los caciques tenían más influencia, muchas veces con más poder que el propio alcalde. Este cacique podía controlar la vida de los habitantes y así presionarles para que votaran lo que él dijera; de lo contrario, podían ser castigados.

Llegadas las elecciones, los caciques organizaban la votación y recurrían a diversas formas de fraude:

  • Compra de Votos: Generalmente se compraba el voto, dando el equivalente a un jornal diario.
  • Intimidación: Para el que votara la opción incorrecta, se le intentaba asustar por la violencia, y solía ser agredido (a menudo con un garrote en la cabeza).
  • Voto Múltiple: Era frecuente que las personas votaran más de una vez para asegurarse de que ganara el partido correcto.
  • Votantes Lázaros: Consistía en apuntar en el censo electoral a personas ya fallecidas para contar con su voto.
  • Pucherazo: Si el cacique intuía que la votación no le convenía, rompía el puchero de barro donde se echaban los votos, invalidando la votación.

Todo este sistema de manipulación se mantuvo hasta la proclamación de la Segunda República.

Ideologías y Nacionalismos en la España de la Restauración

Movimientos Sociales

Surgieron movimientos obreros que desafiaron el sistema:

  • Anarquismo: Consideraba que votar era inútil. Era un movimiento predominantemente campesino que abogaba por el reparto de tierras. Lema: “Sin Dios, sin Patria, sin Rey”.
  • Socialismo: Defendía la no colaboración con otros partidos burgueses y pedía la jornada laboral de ocho horas.

El Nacionalismo Periférico

Nacionalismo Vasco

El País Vasco era una sociedad campesina amante de sus libertades (fueros) y cuyos habitantes creían que era un pueblo único, pues nunca habían sido invadidos. Con la llegada de la industria se produjo un cambio de ideología. La nueva burguesía vasca veía con desprecio la llegada de inmigración española a sus industrias.

En este contexto, aparece Sabino Arana, que en su libro Bizkaitarra recoge las bases de un nacionalismo floreciente:

  • Una raíz muy católica.
  • Una raza diferenciada y superior (uso del racismo).
  • Creencia en un gen diferente.
  • Defensa del euskera.

La burguesía vasca creó el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que lucharía por que el País Vasco fuera algo diferente a España y buscaría la unificación de las “siete provincias”. El lema de este partido era “Dios y las viejas leyes”, un nacionalismo muy conservador que se basaba en los valores propios de los caseríos.

Nacionalismo Catalán

La industria desarrolló económicamente la región, y con esto surgió una burguesía catalana muy fuerte en lo económico que pretendía separarse de España, a la cual consideraba un freno. Al final del siglo XIX surgió la Unió Catalanista, un partido burgués conservador que se apoyaba en las tradiciones, como los llamados Jocs Florals (Juegos Florales).

El programa ideológico del nacionalismo catalán quedó recogido en las Bases de Manresa. En este documento, elaborado por Francesc Cambó, se recogía un proyecto de estatuto de autonomía y se proponía limitar la presencia de “charnegos” (inmigrantes de otras regiones españolas).