Géneros y subgéneros de la literatura

La literatura medieval española comprende las obras literarias escritas en castellano medieval entre los comienzos del Siglo XIII y finales del Siglo XV. Las obras de referencia para esas fechas son el Cantar del Mío Cid, cuyo manuscrito más antiguo sería de 1207, y La Celestina, de 1499, obra ya de transición hacia el Renacimiento. Dentro de la literatura medieval española podemos encontrar géneros de carácter popular. Por ejemplo, las jarchas, los cantares de gesta (siglos XII y XIII) o los romances (Siglo XV). Y géneros de carácter culto, como las obras del mester de clerecía (siglos XIII-XIV), los cuentos del infante don Juan Manuel (Siglo XIV) o la producción de los poetas mayores del Siglo XV, tales como Jorge Manrique, Juan de Mena y el marqués de Santillana. La carácterística principal de estos géneros es que fueron escritos para enseñar y para ser transmitidos oralmente. También, los autores escribieron estos géneros con el objetivo de transmitir valores cristianos y ofrecer modelos de comportamiento. Para alcanzar este cometido, procuraron entretener a su auditorio. Es por esta razón que las obras son de carácter de literatura oral-popular, lo que implicaba su recitado con frecuente acompañamiento musical. Los primeros géneros que hay que considerar son la lírica tradicional y la poesía épica (cantares de gesta y romances). Habiéndose recogido por escrito a partir del Siglo XIII, serían testimonios de composiciones orales anteriores en el tiempo. Ambos géneros conforman lo que se denomina la literatura del mester de juglaría, esto es, literatura compuesta para ser recitada. Dentro de los géneros de la literatura medieval, la poesía lírica es el que muestra la realidad en primera persona. Es decir, desde el punto de vista del ser humano, con una visión personal e intimista de la vida. La poesía lírica era utilizada por el poeta para dar salida a sus sentimientos, opiniones, experiencias o estados de ánimo. La poesía lírica cuenta con dos subgéneros: Géneros mayores: Canción – Suelen ser obras optimistas y de admiración. Su temática mayoritaria es el amor. No obstante, la belleza, la amistad o Dios, también son recurrentes. Himno – Canción de exaltación de sentimientos a todos los niveles. Desde religión a patria. Son poemas que celebran la uníón de un grupo humano concreto. Elegía – Es un poema melancólico y, habitualmente, de despedida. Viene dado por la muerte o ausencia de una persona allegada, ya sea en lo personal, ya sea en lo colectivo. Égloga – Se trata de una charla amistosa en ambiente pastoril, en la que se pondera el amor y la naturaleza. Se usa un lenguaje muy cuidado para ser entre pastores. Oda – Otra canción que, en este caso, expresa sentimientos de forma más mesurada y reflexiva. El lenguaje es más cuidado y la exaltación queda en un segundo plano. Sátira – Es una crítica satirizadora de elementos censurables, ya sean particulares o colectivos. Géneros menores: Madrigal – Es un poema de amor corto, con afán de cortejo. Un piropo escrito. Epigrama – También es un poema corto pero, en este caso, con ánimo de burla. Letrilla – Poema con estribillo y metro corto que se escribía para ser cantado. La narrativa en verso es otro género de la literatura medieval. En este caso, cuenta una realidad que puede ser real o inventada, pero ajena al autor. Es decir, sin relación a su vida o su forma de pensar. Básicamente, la narrativa en verso cuenta historias que tienen lugar en un espacio y tiempo diferente o no al del autor. Pero los personajes de la obra tienen entidad propia y no describen situaciones reales o sentimientos verdaderos. Así, el autor se convierte en narrador de la historia, y no en el protagonista como era hasta ahora.  La narrativa en verso cuenta con tres subgéneros: Géneros narrativos en verso: Epopeya – Se trata de una narración densa y detallada sobre hechos de especial relevancia para una comunidad. Eso sí, en la epopeya se combina la realidad con la leyenda, la fantasía y la imaginación, consciente de que pasará a la posteridad. Poema épico – Poema que sirve para ensalzar las hazañas de un héroe nacional para convertirle así en leyenda de una comunidad. Se conocía como cantar de gesta por aquel entonces. Romance – El nombre no engaña: es la narración de un romance.
Eso sí, con escenario popular, métrica fija y versos octosílabos, asonantados en los pares.
Romancero Viejo – Son los más antiguos, se transmitían oralmente del Siglo XIV al XVI. Romancero Nuevo – Son romances creados por los autores más cultivados entre el XVI y el XX. Romancero Moderno – Romances que combinan lo popular, con lo oral y la música entre el XVI y el XX. Géneros narrativos en prosa: Novela – Narración extensa en la que se combina descripción y diálogos, con varios personajes en la trama. Se mueve por varios escenarios, incluso líneas temporales. Bizantina – Novela de complicadas aventuras. Caballeresca y cortesana – Novela que narra aventuras y romances de caballeros de la época. Libro de caballerías – Novela de caballeros cuya máxima en la vida es la justicia y el amor. Sentimental – Novelas ROMánticas. Pastoril – Novelas bucólicas y amores platónicos. Morisca – Novelas de amor y aventuras entre moros y cristianos. Picaresca – Novelas de un pícaro en las que él mismo es el narrador. Pedagógica – Novelas políticas, históricas, psicológicas, aventuras, fantasía, humor o policíaca. Cuento – Novela breve con una sola trama y pocos personajes cuyo origen suele ser ancestral. Géneros narrativos menores: Leyenda – Cuento o poema de corta extensión que combina misterio y fantasía, pero con una base de realidad. Fábula – Se trata de un cuento didáctico cuya moraleja pretende dejar un poso moral y una reflexión. Sus protagonistas suelen ser animales. La prosa narrativa de ficción es un tercer género de la literatura medieval. Su temática suele girar en torno a los conflictos y complicaciones que han derivado de las relaciones de varios personajes. Estos no necesitan presentación, sino que son sus diálogos, pensamientos y acciones quienes les describen. La acción sucede en varios lugares y tiempos a la vez, por lo que en el teatro necesitaban varios actores y actrices. Y muchas veces, varios escenarios para la puesta en escena. El teatro medieval es el último de los géneros de la literatura medieval. La pena de éste es que el legado que ha llegado a nuestros días es escaso y confuso. De hecho, se ha llegado a dudar que existiera este género hasta finales del Siglo XV. No obstante, hasta finales del Siglo XV, Juan de Encina no publicará sus obras de teatro medieval. El considerado padre del teatro castellano, irá mejorando con el paso del tiempo, alcanzando su cénit en un viaje a Roma, en 1499. La Égloga de Plácida y Vitoriano es su última obra de teatro medieval y, sin duda, la mejor.