Héroe a mi pesar

CRITICA LITERARIA: SAN Manuel BUENO, MÁRTIR:


A) ENCUADRE


“San Manuel Bueno, Mártir”, es una obra narrativa, de subgénero nivola. Fue escrita en 1931 y publicada en 1933, por lo tanto corresponde a la corriente literaria de la generación del 98. En esta lectura podemos apreciar los temas del conflicto entre la fe y la razón, el problema de la salvación o el amor al prójimo. La obra fue escrita por Miguel de Unamuno, nacíó en Bilbao en 1864 y murió en 1963, cultivó géneros literarios como novela, ensayo, teatro y poesía. En la obra se ve reflejada la crisis económica de principios del Siglo XX, concretamente la crisis religiosa- espiritual, esta crisis viene enmarcada por la situación internacional ya que se difunde la Gran Depresión iniciada en Estados Unidos en 1929.  

B) VALORACIÓN CRÍTICA:


La nivola es narrada por Ángela que recuerda sus vivencias de niña, contando la historia del cura llamado Don Manuel, que rige su vida al servicio de los demás pero vemos que le atormenta un secreto que lo acabará convirtiendo en su mártir. Los personajes que encontramos en esta obra son: Don Manuel, que a pesar de no ser un buen ejemplo de párroco porque no cree, no abandona el sacerdocio por el amor a sus feligreses y por su compromiso con el pueblo, protegíéndolo de lo que le haría daño. Ángela, por un lado tiene la función de narradora y por otro, actúa como personaje, hija espiritual de Don Manuel, al que admira y respeta pero ese sentimiento es confuso cuando se le revela el secreto del párroco. Y por último está Lázaro, hermano de Ángela, criticó mucho la religión hasta que se volvíó de Estados Unidos y trato con Don Manuel, con ello representa la resurrección de la fe pero en realidad solo se trataba de guardar las apariencias. Lázaro tuvo tal confianza con el cura, que este le confesó su secreto. La estructura externa de la obra está dividida en 25 secuencias breves y sin numeración ni título, la última secuencia en un epílogo del autor, Unamuno. La estructura interna de la obra se puede representar por lo círculos concéntricos de las voces y las confesiones que lo entrelazan, cabe distinguir tres partes, la primera de ellas de las secuencias 1 a 8, noticias preliminares de Don Manuel; la segunda del 9 a la 20 en la que Ángela y Lázaro regresan al pueblo  se descubre el secreto del cura y este fallece y la tercera de ellas de la 21 a la 24, Ángela termina de relatar la nivola. La obra transcurre en el pueblo y la parroquia de Valverde de Lucerna, en Sanabria. En cuanto al tiempo encontramos el tiempo externo que se remite a la España de principios del Siglo XX y el tiempo interno se divide en presente de la narradora y el pasado de los hechos ya recogidos, todo ello guiado por la edad de Ángela.


Destaca el momento en el que Lázaro a pesar de mostrar ideas progresistas y anticlericales, poco a poco es influenciado por Don Manuel y a la vez sus posturas sobre la iglesia van cambiando y termina siguiendo la misión del cura y finge su fe. Otro momento importante es cuando Don Manuel le revela su secreto a Lázaro, este secreto consistía en que el religioso no cree en la vida después de la muerte y por ello vive al servicio de su gente. En Don Manuel encontramos varias virtudes: la honestidad, a la hora de contar sus secretos a Lázaro, solidaridad porque a pesar de no creer, él continúa profesando la fe para hacer feliz a sus feligreses. En Ángela, la virtud de lealtad, siempre estuvo en todo momento con Don Manuel a pesar de que entró de sus secreto. Y en Lázaro, la virtud de respeto, ya que a pesar de que en un principio no le gustaba que Ángela siguiera a Don Manuel, y fuera creyente, lo acaba aceptando. Esta obra cuenta con dos narradores, uno omnisciente que domina el hilo del relato, sabe todo lo que sucede, conoce a todos los personajes, lo que sienten, dicen, piensan y ven. Y un narrador protagonista, Ángela, cuenta su historia con sus palabras centrándose en ella, narra en primera persona. Organiza hechos y expresa criterios, es alguien que siempre se expresa desde sus sentimientos. Unamuno, por Ángela, que es quien nos cuenta la historia de Don Manuel y Lázaro , juzga la fe de ambos y en vez de admitir abiertamente que fueron incrédulos, nos dice que “creyeron no creer” pero que en el fondo se creían. Al final del camino se dieron cuenta de que no era así. Una frase que cabe destacar, es: “Pensar ocioso es pensar para no hacer nada o pensar demasiado en lo que se ha hecho y no en lo que hay que hacer. A lo hecho pecho, y a otra cosa, que no hay peor que remordimiento sin enmienda.” Esta frase la dice Don Manuel a Ángela, esta reflexión es muy sabia ya que muchas veces se dan mucha vueltas a las cosas o actos que ya un hizo o que no hemos hecho por alguna razón, y que no podemos cambiarlo, nos preocupa demasiado por lo que hubiera pasado o dejar de pasar si lo hubiéramos hecho o no.

C) CONCLUCIÓN:


La nivola “San Manuel Bueno, Mártir” de Miguel de Unamuno, refleja la trascendencia religiosa y la inmortalidad aportando su intención de renovar el lenguaje, la forma y las técnicas narrativas, estas serán más directas y según su propia ley. Es una obra con gran capacidad de adaptar se significado a lo que los lectores de cada época necesita y renovar su sentido con el transcurso del tiempo por eso a día de hoy la seguimos leyendo.