Historia de España: Conceptos Fundamentales desde la Antigüedad al Siglo XVIII

La Península Ibérica en la Antigüedad (hasta el 711)

Pueblos prerromanos

Conjunto de pueblos que habitaban la península ibérica antes de la conquista romana (iniciada en el 218 a. C.). El territorio se dividía en dos grandes zonas culturales. Por un lado, los íberos (turdetanos, etc.), situados en la costa levantina y andaluza. Influenciados por fenicios y griegos, desarrollaron una incipiente cultura urbana, la metalurgia, la moneda e incluso la escritura. Por otro lado, los pueblos celtas (arévacos, lusitanos, etc.), que se situaban en la meseta y en el norte. Estos mantenían una organización de carácter tribal, eran principalmente ganaderos y carecían de escritura. Rasgos distintivos celtas fueron también el dominio del hierro y sus características necrópolis de «campos de urnas». Junto a ellos, otros pueblos como vascones, cántabros y astures habitaban la zona cantábrica.

Vascones

Pueblo prerromano del norte peninsular, asentado en la zona entre Oiartzun (Guipúzcoa) al oeste, Jaca (Huesca) al este y La Rioja Baja al sur, incluyendo toda la actual Navarra. Poseían las características de los pueblos del norte: dieta escasa, ganadería pobre, organización en clanes, restos de matriarcado y bandolerismo, sin núcleos poblacionales destacados. Su origen étnico y su lengua (el vasco) son de origen desconocido. La conquista romana se realizó en el siglo I a. C. y el territorio fue asignado a la provincia Tarraconense. La romanización fue intensa en la zona llana próxima al Ebro (ager) y muy escasa en la zona cercana a los Pirineos (saltus).

La conquista romana de Hispania

Fue un proceso largo (siglos III al I a. C.) que comenzó durante la Segunda Guerra Púnica, cuando las tropas romanas de Escipión desembarcaron en Ampurias (218 a. C.) para cortar los suministros del general cartaginés Aníbal. Durante esa guerra, los romanos conquistaron la costa mediterránea y los valles del Ebro y del Guadalquivir. La posterior conquista de la meseta fue larga por la oposición de pueblos celtíberos (resistencia de Numancia) y lusitanos (liderados por Viriato). Los pueblos del norte (astures, cántabros, etc.) no serían conquistados hasta la época de Augusto (19 a. C.).

Romanización

Proceso que experimentaron los pueblos conquistados por Roma, por el que adquirieron su cultura y su organización política, económica y social. En Hispania fue un proceso largo (del siglo III a. C. al siglo V d. C.) y desigual: más rápido y profundo en el sur y en la costa mediterránea, y más tardío y menos intenso en el norte. Los principales agentes que contribuyeron a la romanización fueron:

  • La fundación de ciudades y colonias.
  • El trazado de una red de calzadas.
  • La concesión de la ciudadanía a las élites indígenas y a quienes sirvieran en el ejército romano.
  • La adopción del derecho romano, del latín como lengua y, posteriormente, del cristianismo como religión.

Andelos

Antigua ciudad romana situada a orillas del río Arga, cerca de Mendigorria (Navarra). Fundada sobre un asentamiento anterior de la Edad del Hierro, alcanzó su máximo esplendor en el siglo II d. C. Gracias a la Historia Natural de Plinio el Viejo, sabemos que era una ciudad estipendiaria del convento caesaraugustano. Diversas excavaciones han sacado a la luz su trazado urbano, un importante sistema de abastecimiento de aguas e interesantes hallazgos como el mosaico del Triunfo de Baco y la placa de bronce de hospitalidad.

Monarquía visigoda

Reino creado por los visigodos en la península ibérica durante los siglos V al VIII d. C. Tras llegar como aliados de Roma, llevaron a cabo un proceso de unificación territorial, con el control de astures y vascones y la expulsión de los bizantinos. El reino quedó fortalecido por la posterior unificación jurídica (con el Liber Iudicorum y la autorización de los matrimonios mixtos) y religiosa (conversión de los visigodos del arrianismo al catolicismo), llevada a cabo por Leovigildo y sus sucesores. Sin embargo, la dificultad para pasar de una monarquía electiva a una hereditaria hizo que la nobleza conservara un importante poder. Precisamente, las disputas nobiliarias por la sucesión al trono provocaron la invasión musulmana y el fin de la monarquía visigoda en el año 711 d. C.

La Edad Media (711-1492)

Califato de Córdoba

Etapa de máximo esplendor del dominio musulmán en la península (929-1031), que comenzó tras la ruptura con Bagdad del emir de Córdoba Abderramán III. Este, como último miembro de los Omeyas, se proclamó califa, es decir, máximo dirigente político y espiritual de la comunidad islámica. El Califato, tras el esplendor cultural de Alhakén II, adquirió su mayor expansión territorial con el hachib Almanzor y sus continuas razias sobre los territorios cristianos del norte. Acabó a comienzos del siglo XI con su fragmentación en diferentes reinos de taifas.

Reinos de Taifas

Reinos independientes surgidos en Al-Ándalus tras la desaparición del Califato de Córdoba (1031). Suelen clasificarse en árabes, bereberes o eslavas según la composición étnica y cultural de sus dirigentes. La debilidad de estos reinos, que a menudo estaban enfrentados, fue aprovechada por los reinos cristianos del norte para avanzar en la Reconquista y exigir el pago de tributos (parias) a cambio de protección. A pesar de los intentos de unificación protagonizados por almorávides y almohades, las taifas acabaron sucumbiendo al avance cristiano. A partir del siglo XIII, solo consiguió resistir el Reino Nazarí de Granada, conquistado en 1492 por los Reyes Católicos.

Mozárabes

Cristianos que durante la Edad Media vivían bajo la dominación musulmana en Al-Ándalus. Amparados por la tolerancia islámica, conservaron su organización política, jurídica y religiosa, aunque estaban obligados a pagar impuestos específicos. A mediados del siglo IX, su resistencia a la arabización provocó una serie de revueltas, a partir de las cuales muchos emigraron a los nacientes reinos cristianos, jugando un importante papel en la vida cultural de estos (arte mozárabe) y en la repoblación de los nuevos territorios conquistados. Estas migraciones fueron reduciendo su importancia numérica en Al-Ándalus, hasta que finalmente los almohades decretaron su expulsión.

Reconquista

Proceso histórico desarrollado durante la Edad Media (722-1492) por el que los reinos cristianos peninsulares fueron arrebatando territorios a los musulmanes. Fue un proceso largo y discontinuo. Durante los tres primeros siglos se produjo la consolidación de los reinos cristianos. El avance fue notable tras la desaparición del Califato de Córdoba (1031), aunque fue frenado temporalmente con la llegada de los almorávides y los almohades. La victoria cristiana en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) fue un punto de inflexión definitivo. Tras el parón de los siglos XIV y XV, provocado por la crisis de la Baja Edad Media (Peste Negra, guerras civiles), el proceso terminó con la conquista del Reino de Granada por los Reyes Católicos en 1492.

Reino de Pamplona

Núcleo político surgido a mediados del siglo VIII en las comarcas pirenaicas que rodeaban Pamplona. Comenzó a forjarse con la progresiva autonomía del linaje local de los Arista frente a musulmanes y francos, aunque no adquirió la condición de reino hasta Sancho Garcés I (905-925), que logró la definitiva independencia y expandió sus dominios por Tierra Estella y parte de la actual Rioja. Alcanzó su máximo esplendor con Sancho III el Mayor (1004-1035). A partir de Sancho VI el Sabio (1162), pasará a denominarse Reino de Navarra.

Formación y estructura de la Corona de Aragón

La Corona de Aragón surgió en 1137 tras el matrimonio entre Petronila, heredera del Reino de Aragón, y Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona. Desde entonces, el Reino de Aragón y los condados catalanes quedaron unidos bajo un monarca común, pero manteniendo cada territorio sus propias leyes e instituciones. Lo mismo ocurrió con los territorios conquistados posteriormente, que se configuraron como nuevos reinos: así, en el siglo XIII y gracias a las conquistas de Jaime I, se incorporarían los reinos de Valencia y Mallorca, y tras la expansión aragonesa en el Mediterráneo, los de Sicilia, Cerdeña y Nápoles. La Corona de Aragón fue una de las grandes potencias comerciales de la Baja Edad Media, pugnando por el control del Mediterráneo occidental frente a Génova, Venecia y, más tarde, Francia.

Cortes medievales

Asambleas políticas surgidas en los diferentes reinos hispánicos desde el siglo XII (las de León de 1188 son consideradas las primeras de Europa). Reunían, bajo la convocatoria y presencia del rey, a los representantes de los diferentes estamentos o brazos del reino: nobleza, clero y burguesía (representantes de las ciudades). Su poder variaba según los reinos. En la Corona de Aragón tenían capacidad legislativa y de control de las decisiones del monarca. En Castilla, aunque votaban los subsidios, tuvieron un carácter principalmente consultivo. Las Cortes navarras tuvieron también una capacidad limitada de elaborar leyes, pero ampliaron sus atribuciones durante la crisis del siglo XV.

La Edad Moderna: La Monarquía Hispánica (1492-1700)

Unión de Castilla y Aragón

Unión dinástica iniciada tras el matrimonio de los herederos de ambos reinos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, en 1469. Quedó consagrada cuando Isabel fue coronada en medio de la guerra civil castellana (1474) y Fernando heredó la Corona de Aragón (1479). La unión, regulada por la Concordia de Segovia, fue una unión personal, no territorial ni institucional, ya que cada uno de los reinos mantuvo sus fronteras, leyes e instituciones. Sin embargo, ambos monarcas (los Reyes Católicos) actuaron conjuntamente en el gobierno de sus dominios y persiguieron objetivos comunes: el fin de la Reconquista, la unidad religiosa o el fortalecimiento de la monarquía frente al poder de la nobleza, sentando las bases de uno de los estados más modernos y poderosos de la Europa de su tiempo.

Incorporación de Navarra a Castilla

Unión del Reino de Navarra a la Corona castellana, llevada a cabo en 1512 por Fernando el Católico (rey de Aragón y regente de Castilla), tras la conquista del reino aprovechando su guerra con Francia y el enfrentamiento en Navarra entre agramonteses y beaumonteses. La unión fue sancionada por las Cortes de Castilla reunidas en Burgos en 1515. Navarra mantuvo su condición de reino y sus propias leyes e instituciones (Cortes, Consejo Real, Cámara de Comptos), que con el tiempo incluso ampliaron sus atribuciones (creación en 1576 de la Diputación del Reino de Navarra).

Diputación de Navarra

Comisión permanente formada por siete diputados de las Cortes de Navarra, que vigilaba el cumplimiento de las decisiones de las Cortes cuando estas no estaban reunidas. Creada en 1576, sus miembros eran elegidos por los tres brazos de las Cortes: un eclesiástico que la presidía, dos caballeros y cuatro representantes de las buenas villas (aunque solo tenían dos votos). Con el tiempo, y especialmente en el siglo XVIII, fue aumentando sus competencias (fiscalidad, reclutamiento, defensa de los fueros o contrafueros, etc.). Tras la Ley de Modificación de Fueros de 1841, pasó a denominarse Diputación Provincial de Navarra.

Expulsión de los judíos

Medida adoptada por los Reyes Católicos en 1492, por la que se expulsaba a la población judía de las Coronas de Castilla y Aragón. Hay que enmarcarla en la política de unificación religiosa llevada a cabo por los monarcas y en el ambiente de antisemitismo que caracterizó la crisis de la Baja Edad Media. Aunque algunos se convirtieron y permanecieron en la península (conversos), la mayoría, unos 100.000, se marcharon hacia el norte de África y el Mediterráneo oriental, donde mantuvieron su lengua romance y su cultura propia (sefardíes). Su salida tuvo importantes consecuencias sociales y económicas.

Casa de Contratación

Institución con sede en Sevilla, creada por los Reyes Católicos en 1503 para controlar el comercio con América, garantizando el monopolio real sobre el mismo. Sus atribuciones estaban fijadas por las Reales Ordenanzas: control de las mercancías y viajeros que salían o llegaban de las Indias (cobrando el correspondiente quinto real), centro cartográfico y de formación de pilotos, y tribunal comercial. En 1717 se trasladó a Cádiz y finalmente desapareció en 1790, cuando las reformas borbónicas liberalizaron el comercio con América.

La herencia de Carlos I

Conjunto de territorios que recibió en herencia Carlos de Habsburgo (1500-1558) y que fueron la base de su posterior política imperial. Recibió:

  • De su abuelo paterno, Maximiliano I de Habsburgo: el archiducado de Austria y los derechos al título de Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
  • De su abuela paterna, María de Borgoña: el ducado de Borgoña (Países Bajos y el Franco Condado).
  • De su abuelo materno, Fernando el Católico: los territorios de la Corona de Aragón (Aragón, Valencia, Cataluña, Mallorca, Rosellón y Cerdaña) y sus posesiones mediterráneas (Sicilia, Cerdeña y Nápoles).
  • De su abuela materna, Isabel la Católica: la Corona de Castilla, con Navarra, además de todas sus posesiones americanas y norteafricanas.

Validos

Persona que, por delegación del rey, ejerció el poder efectivo en la España del siglo XVII. Era un cargo no oficial, ocupado por miembros de la alta nobleza o el clero que se habían ganado la confianza personal de monarcas que se desentendían de las cargas del gobierno. Aunque fue un fenómeno característico de la Europa del siglo XVII (Richelieu con Luis XIII en Francia o el duque de Buckingham en la Inglaterra de Jacobo I), en España alcanzó especial relevancia con validos como el duque de Lerma, con Felipe III, y especialmente el conde-duque de Olivares, ya en tiempos de Felipe IV.

Expulsión de los moriscos

Medida adoptada por Felipe III en 1609 por la que se decretaba la expulsión de sus reinos de los moriscos: antiguos musulmanes que habían sido forzados a convertirse al cristianismo en tiempos de los Reyes Católicos. La medida se adoptó por el recelo que despertaba esta minoría, que seguía hablando su lengua, mantenía sus costumbres, formas de vestir y, en ocasiones, su antigua religión, sin integrarse en la sociedad cristiana. Además, se temía que pudieran estar en contacto con musulmanes norteafricanos o con los turcos y poner en peligro la seguridad del país. Su expulsión tuvo graves consecuencias demográficas y económicas, especialmente en los reinos de la Corona de Aragón.

Paz de los Pirineos

Tratado firmado entre España y Francia en la Isla de los Faisanes, en la frontera del río Bidasoa, en 1659. Francia había declarado la guerra a España en 1635, aprovechando que esta estaba envuelta en la Guerra de los Treinta Años. Tras las derrotas españolas en batallas como Rocroi o las Dunas, España se vio obligada a pedir la paz. Aunque los territorios perdidos no eran extensos (Artois, algunas plazas en Flandes, el Rosellón y parte de la Cerdaña), este tratado suponía el fin de la hegemonía española en Europa y el comienzo de la hegemonía de la Francia de Luis XIV. El tratado sería ratificado con el matrimonio entre Luis XIV de Francia y la infanta María Teresa, hija de Felipe IV, lo que permitiría años después la llegada a España de la dinastía Borbón.

El Siglo de las Luces: Los Borbones en España (Siglo XVIII)

Guerra de Sucesión Española

Conflicto internacional y civil (1701-1714) que comenzó tras la muerte sin descendencia de Carlos II de España. La designación como sucesor de Felipe de Anjou (futuro Felipe V), nieto de Luis XIV de Francia, alarmó a las potencias europeas (Gran Bretaña, Austria, Holanda), que, temiendo el excesivo poder francés, apoyaron la candidatura alternativa del archiduque Carlos de Austria. La cuestión sucesoria dividió también a los territorios peninsulares: Castilla y Navarra apoyaron a Felipe V; los reinos de la Corona de Aragón, al archiduque Carlos. La larga guerra no tuvo un vencedor claro en el plano militar. Sin embargo, la subida del archiduque Carlos al trono imperial de Austria hizo que el temor a una nueva hegemonía, esta vez austriaca, llevara a la firma de la Paz de Utrecht (1713). Por ella se reconocía a Felipe V como rey de España, tras renunciar a sus derechos al trono francés y ceder las posesiones europeas españolas.

Decretos de Nueva Planta

Conjunto de leyes promulgadas por Felipe V entre 1707 y 1716 que suprimían los fueros e instituciones propias de los reinos de la Corona de Aragón (Valencia, Aragón, Cataluña y Mallorca), sustituyéndolas por las de Castilla. Suponían una represalia por el apoyo prestado al archiduque Carlos en la Guerra de Sucesión y un claro ejemplo del nuevo modelo de Estado centralizado que, a imitación de la Francia de Luis XIV, quería introducir la nueva dinastía. Establecían que los reinos dejaban de serlo para convertirse en simples provincias, abolían sus fueros, instituciones propias, fronteras y aduanas, y hacían obligatoria la utilización del castellano en las instituciones. Navarra y las Vascongadas conservaron, por su fidelidad a Felipe V, sus fueros e instituciones y, en el caso de Navarra, su categoría de reino con virrey.

Despotismo ilustrado

Doctrina política característica de la Europa del siglo XVIII, por la que la monarquía absoluta asumía las ideas de la Ilustración, siempre y cuando no cuestionaran los fundamentos del Antiguo Régimen, con el fin de modernizar la administración e impulsar la economía del país. Su lema era «Todo para el pueblo, pero sin el pueblo». En España destacaron los reinados de Fernando VI y, sobre todo, de Carlos III y sus colaboradores: Ensenada, Campomanes o Floridablanca. A pesar de la oposición de los grupos privilegiados (motín de Esquilache, 1766), se llevó a cabo un amplio programa de reformas económicas (limitación de los privilegios de la Mesta, libertad de comercio con América), sociales (fin de la deshonra legal del trabajo) y culturales (apoyo a las Sociedades Económicas de Amigos del País).