Importancia del proceso de exploración y ocupación del territorio venezolano

1.2. Los pueblos prerromanos. Colonizaciones históricas: fenicios y griegos. Tartessos

Los pueblos prerromanos que se asentaron en la Península a lo largo del primer milenio antes de Cristo (Edad de Hierro), son:

  • Los iberos (VI-I a. C.), en el Levante, organizados en ciudades-estado dirigidas por élites guerreras llamados régulos, practicaban la Devotio Ibérica (una forma de clientelismo). 

  • Los celtas (V-III a.C.), en la Meseta y en la costa atlántica, organizados en tribus, se asientan en poblados amurallados o castros. Destacan varias culturas: cultura castrense, cultura de los Campos de urnas y cultura de los verracos. Practican la ganadería trashumante, se relacionan a través del Hospitium (obligación de ofrecer hospitalidad a los extranjeros).

  • Los celtíberos, ocuparon ambas submesetas (el centro de la península). Practican la agricultura cerealística y se asientan en pequeños poblados.

  • Los tartessos se extienden por el suroeste peninsular. Su máximo esplendor coincide con la presencia de los fenicios. Desarrollan una escritura con clara influencia fenicia e incorporan algunos dioses fenicios y ritos religiosos, así como un modelo aristocrático de influencia oriental. Practican la agricultura y la ganadería, aunque su esplendor económico se funda en la explotación minera de plata y cobre y en el control de las rutas comerciales de estaño a las islas británicas. La ausencia de hallazgos arqueológicos ha contribuido a dotar a esta cultura de un carácter enigmático. Los conocimientos de esta civilización se limitan a los tesoros de La Aliseda y de El Carambolo. Hoy en día se plantea que entre tartesios y fenicios se dio una auténtica fusión cultural.

Las colonizaciones históricas llegan desde Oriente por motivos económicos, extendíéndose a lo largo del primer milenio antes de Cristo. Nos aportan el alfabeto, la moneda, el horno de fuego oxidante y el torno alfarero. Estos pueblos eran:

  • Los fenicios (VIII a. C.), con factorías como Gades, Malaka; aportan el torno de alfarero, escritura alfabética y generalizaron el uso del hierro. 

Los griegos (mitad VII a.C.), procedentes de la ciudad griega de Focea fundaron colonias como Emporion y Rhode, introdujeron la vid y el olivo, y la acuñación de moneda


1.4. El reino visigodo: Origen y organización política. Los concilios

Los visigodos, llegaron a Hispania a principios del siglo V como aliados de los romanos para ayudarles a expulsar a diversos pueblos bárbaros invasores (alanos, vándalos y suevos).  En el 476, cuando cae el Imperio romano, los visigodos ocupaban la mayor parte de la península, que formaba parte del Reino visigodo de Tolosa (la capital era Toulouse, en la Galia, actual Francia).

En el 507 los Visigodos se ven obligados a  cruzar los Pirineos y a abandonar el actual territorio francés, empujados por los francos, y fundan el Reino visigodo de Toledo (la nueva capital).  El reino visigodo tan solo cubría el territorio peninsular y el sur de Francia, ya que Baleares estaba bajo soberanía bizantina.

Los hispanorromanos manténían sus propias leyes, gobernadores, costumbres y religión y los visigodos las suyas. 

Leovigildo logra el fortalecimiento de la monarquía, la unificación política, la contención de los francos y la expulsión de los suevos. Recaredo logra la unificación religiosa entre arrianos (visigodos) y católicos (hispanorromanos) tomando como base el catolicismo, en el III Concilio de Toledo. Recesvinto realiza la unificación jurídica al promulgar el Fuero Juzgo (Líber Iudiciorum) (654). 

La monarquía, casi siempre electiva, gobernaba con el Oficio Palatino, y dos instituciones: el Aula Regia (colaboradores y alta nobleza) y los Concilios de Toledo. Los Concilios de Toledo eran asambleas convocadas por el rey y presididas por el obispo de Toledo, a las que acudían los miembros de la nobleza y de la Iglesia, en las que se trataban y decidían asuntos políticos y religiosos.


    1. Los primeros núcleos de resistencia cristiana. Principales etapas de la Reconquista. Modelos de repoblación.

En las áreas cantábricas y pirenaicas surgieron entre los siglos VIII y X los primeros reinos cristianos. En la Cordillera Cantábrica comienza a formarse el reino de Asturias. El reino de Asturias surgíó tras la victoria de Pelayo en Covadonga (722), reino que con Alfonso III tuvo una ampliación sobre el valle del Duero, pasando la capital a León y creándose así el reino de León (Siglo X). Castilla era un condado vasallo de León hasta que Fernán González (929-970) lo hace independiente. 

En los Pirineos, Navarra, parte de la Marca Hispánica, surge como reino con Iñigo Arista en el 824 alcanzando su mayor expansión con Sancho III el Mayor que al morir en 1035 reparte su territorio entre sus hijos surgiendo así el Reino de Aragón. Los condados catalanes bajo dominio carolingio quedarán ligados a finales del siglo IX a Wilfredo el Velloso (predominando el Condado de Barcelona sobre los demás) y a finales del Siglo X se volverán independientes. Cuando Petronila, la hija del rey de Aragón Ramiro el monje, se casa con Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, se crea la Corona de Aragón.

Desde el siglo IX surge el proceso de la reconquista seguido del proceso de repoblación, entendido como la ocupación y colonización cristiana de las tierras conquistadas. Durante la primera etapa (VIII-X) los reinos cristianos avanzan hasta el Duero ocupando la zona conocida como “tierra de nadie” con un modelo de repoblación por iniciativa de los campesinos (presura o aprisio, concesión de tierra por el rey, mediante Carta Puebla) que da lugar a pequeñas y medianas propiedades, formándose vicos o villas rurales, a las que se les concedían fueros y privilegios. Son comunidades de campesinos libres y propietarios. En la segunda (XI-1150) avanzan hasta el valle del Tajo (Toledo en 1085) y del Ebro, aprovechando la debilidad militar de los reinos de taifas hasta que son frenados por los almorávides. El modelo de repoblación es el concejil mediante fueros dando lugar a una mediana propiedad. Durante la segunda mitad del Siglo XII se produce la tercera etapa de la reconquista tras el derrumbe de los almorávides y la creación de los segundos reinos de taifas llegando hasta el Guadiana; avance que se ve frenado esta vez por los almohades. La repoblación durante la primera mitad del Siglo XIII dará lugar a latifundios mediante las encomiendas de las órdenes militares. Por último, tras la batalla de las Navas de Tolosa, 1212, los reinos cristianos protagonizaron una gran expansión territorial, con la rápida ocupación del valle del Guadalquivir (Córdoba, Sevilla, etc) por el rey de Castilla Fernando III el Santo (1252) y de Valencia y las Baleares por el rey de Aragón Jaime I el Conquistador (1276). Alfonso XI de Castilla conquistará Algeciras. Por tanto, Al-Ándalus quedará reducido al reino de Granada, cuya reconquista se estancará hasta 1492, con los Reyes Católicos. En esta etapa la repoblación es mediante repartimientos dando lugar a grandes latifundios (segunda mitad del XIII)


v

    1. política Organización de la Corona de Castilla, de la Corona de Aragón y del Reino de Navarra al final de la Edad Media.

En Castilla se produce un fortalecimiento de la Monarquía. Para gobernar se sirve de una administración central compuesta por la Curia Regia (Consejo Real, Cortes), Audiencia o Chancillería, Hacienda (Mayordomo Mayor), Corte (Chanciller, Condestable). En la administración territorial, destacan las merindades y adelantamientos y en la administración local, destacan concejos y regidores.

En Castilla en 1350 ascendía al trono Pedro I que con el respaldo de las ciudades logra reducir el poder de la nobleza. En 1366, su hermanastro Enrique II de Trastámara, se proclama rey con el apoyo de la nobleza. Se desencadena una Guerra Civil, en la que Enrique II vence a Pedro I en la batalla de Montiel. 

La Corona de Aragón no era un Estado único, sino una uníón de reinos (Cataluña, Valencia, Baleares, Aragón), en la que cada uno conservaba instituciones y leyes particulares. La debilidad del poder real se manifiesta en el pactismo, por el que se respetaban fueros y privilegios en esos territorios y los nobles tenían libertad y autonomía en sus señoríos. En la administración central destacan el Consejo Real, las Cortes, la Hacienda (Diputación General y Generalitat), la Audiencia y la Corte. En la administración territorial, en cada reino el rey tenía un lugarteniente o gobernador (virrey en Mallorca). Los territorios se dividían en honores, en Cataluña en veguerías. En la administración local, los Concejos o municipios se fueron convirtieron en instituciones controlados por las oligarquías ciudadanas.

En Aragón asciende al trono Fernando I de Trastámara tras la muerte de Martín I sin descendencia. Se abre un conflicto entre Fernando I y Jaime de Urgel, pero se firma el compromiso de Caspe y se resuelve a favor de Fernando. Se convierte en conde de Barcelona al firmar los usos y costumbres catalanes. 

En Navarra, las instituciones representativas fueron las siguientes: el Rey, las Cortes, el Consejo Real, la Corte Mayor y la Cámara de Comptos. La incorporación de Navarra a Castilla se hizo bajo el principio de que Navarra conservaba su condición de Reino (virrey) y sus instituciones privativas.

En Navarra el matrimonio entre Blanca I de Navarra con Juan II de Aragón propició la llegada de la dinastía Trastámara al Navarra. Al morir Blanca de Navarra, Juan II despojó de sus derechos de sucesión a su hijo, Carlos, a favor de su hija Leonor. Provocó una Guerra Civil entre los agramonteses, partidarios de Leonor y los beamonteses a favor de Carlos. Este conflicto debilita Navarra hecho que aprovecha Fernando el Católico para anexionarlo a Castilla en 1515. La guerra Navarra tuvo su reflejo en el conflicto catalán de la Busca y la Biga