Industrialización en vizcaya

tema 5 La industrialización en el País Vasco

La industrialización afectó de diferentes maneras al país vasco creando grandes desigualdades entre las provincias costeras, especialmente Bizkaia y el interior. Los sectores dominantes fueron: la minería del hierro, la siderurgia y la construcción naval vizcaínas, mientras que Guipúzcoa se especializaba en la metalurgia y en otras industrias ligeras.

La industrialización en Bizkaia

En la modernización de Bizkaia y Guipúzcoa va a ser importante la presencia de industrias de tipo tradicional, ferrerías y astilleros, la localización costera estratégica entre el continente y la península, así como la existencia de una materia prima importante: el mineral de hierro. Fue a partir del traslado de las aduanas de la costa en 1841 y la consiguiente integración del País Vasco en el Estado liberal cuando se asentaron las bases sobre las que luego se desarrollará la industrialización y el capitalismo en Bizkaia y Guipúzcoa.

Con el traslado de las aduanas y ante las dificultades del comercio exterior, los comerciantes bilbaínos comenzaron a invertir en la industria siderúrgica autóctona. Así nacieron los primeros altos hornos de Santa Ana de Bolueta, Ntra. Sra. De La Merced y Ntr. Sra. Del Carmen con capital de la familia Ibarra. Progresivamente en estas fábricas introduciéndose como combustible el carbón mineral más barato que el carbón vegetal.

Sin embargo, la burguesía vasca no poseía capitales suficientes como para llevar a cabo una industrialización; ésta se produjo gracias al descubrimiento en 1855 del convertidor Bessemer para la elaboración de acero.

Desde 1865 se formaron varias compañías con capital mayoritariamente extranjero, con una pequeña participación de la burguesía vasca que consiguió grandes beneficios que luego fueron reinvertidos en la industria siderúrgica vasca. Las compañías más importantes fueron “The Bilbao River and Cantabrian Railway C.L.”, “La Orconera Iron Ore C.L.” y “La Sociètè Franco-Belge des Mines de Somorrostro”. Estas dos últimas con participación de los hermanos Ibarra. Además de estos, varios empresarios vascos comenzaron a explotar y a exportar las minas de hierro: Martínez de la Rivas, Chavarri, Aznar… este grupo de la burguesía vizcaína acumuló grandes capitales gracias a la exportación de hierro.

Entre 1879 y 1882 se formaron en Bizkaia las 3 siderúrgias más importantes del Estado: San Francisco de Mudela, La Vizcaya y Altos Hornos de Bilbao. El hierro y el acero vizcaíno se exportaba a toda Europa.

El crecimiento de la siderurgia vizcaína va a producir la aparición de la metalurgia asociada, grandes empresas de construcción naval creadas con beneficios de la siderurgia y capitales repatriados tras la independencia de Cuba de 1898.

La industria vizcaína se caracterizó por: la concentración empresarial, la presencia de abundante capital extranjero junto al autóctono, predominio de la industria siderúrgica y la concentración geográfica en torno a Bilbao y municipios adyacentes como Baracaldo, Sestao o Portugalete.     

La industrialización en Guipúzcoa

Guipúzcoa siguió un modelo diferente al de Vizcaya tanto en sectores industriales como en su localización geográfica. Con la apertura del mercado interior español en 1841 se desarrollaron diversas industrias papeleras, metalúrgicas, textiles, pesqueras, de alimentación… de pequeño y mediano tamaño, que estuvieron localizadas a lo largo de tolos los valles. Los capitales extranjeros invirtieron en mucha menor medida que en Bilbao y fueron los comerciantes, los propietarios rurales y los guipuzcoanos los que aportaron el capital necesario.

Durante la restauración, el sector que más se desarrolló fue el metalúrgico, gracias a la inversión bilbaína. Numerosas empresas de pequeño tamaño, entre ellas CAF y la armera de Eibar, se dispersaron por la provincia. También, los astilleros de Pasaia y Zumaia se sumaron al auge de la construcción naval.  

En el resto de Euskadi, el impacto de la industrialización fue escaso y se centró en pequeñas industrias de bienes de consumo, principalmente agricoalimentarias, calzado, muebles…

Las consecuencias sociales

Este proceso industrial tuvo una gran repercusión social como fue la llegada de miles de trabajadores. La situación de la clase obrera en el País Vasco a finales del Siglo XIX presentaba importantes diferencias en las tres provincias debido a su desigual ritmo de industrialización.

En Vizcaya, el proceso industrial dio lugar a una gran concentración obrera. Estos provenían de las provincias más cercanas a Álava, Navarra, La Rioja, Cantabria, a las que más tarde se unieron de otras zonas de España. Este crecimiento dio lugar a importantes problemas sociales en una zona que carecía de las infraestructuras básicas para acoger a esta inmigración. Para poner fin a esta situación y al mismo tiempo para tener controlados a los trabajadores, los empresarios levantaron barracones próximos a las minas y abrieron cantinas donde se proveían de suministros básicos cuyo elevado importe se les descontaba del salario. Las malas condiciones de alojamiento e higiene tomaron parte en la degradación de las condiciones de vida y a la proliferación de enfermedades respiratorias y del aparato digestivo, enfermedades que serán la primera causa de mortalidad entre los mineros. La alimentación era totalmente desequilibrada, además, los alimentos se vendían en unas pésimas condiciones higiénicas debido a la falta de una inspección sanitaria rigurosa.  Hay que añadirle las difíciles condiciones de trabajo en las minas. Es cierto que los salarios eran muy superiores a los del campo pero el elevado coste de los alquileres y el precio de los alimentos reducían el poder adquisitivo de los mineros. El salario era correspondido debido a las grandes horas de productividad que se lograba gracias a las largas jornadas laborales y a los trabajos a destajo. Se trabajaba de sol a sol, pero tras la huelga de 1890 se fijará la jornada de 10 horas laborales. Los accidentes de trabajo eran continuos, de hecho, las muertes por accidentes de trabajo llegarían a formar la segunda causa de mortalidad masculina en la cuenca minera. Esta situación llevo a los patronos a la formación de la Sociedad Anónima de los Hospitales de Triano, cuyo mantenimiento salía del 2% del salario de los mineros. Las grandes transformaciones que lleva a cabo la industrialización tenía graves consecuencias sociales.

En cuanto a Guipúzcoa, la llegada de inmigrantes fue muchísimo menos, lo que favoreció una situación social menor complicada que la de Vizcaya e hizo que Guipúzcoa emprendiera un proceso de modernización sin verse sometida a las enormes tensiones sociales que soportó aquella. Esto indicará de un modo determinado en las condiciones sociales de los trabajadores que, salvo en casos concretos, no sufrirá situaciones semejantes a las de Vizcaya.

En Álava, los cambios fueron aún menores ya que a principios del Siglo XX seguía siendo un territorio dominado por una economía agropecuaria.