Una teoría ética es una reflexión o investigación filosófica sobre cuáles son los criterios que determinan cómo los seres humanos juzgamos que una acción es moralmente correcta o no. Hay dos tipos de teorías éticas: las éticas consecuencialistas, que determinan que lo bueno son las acciones de las que obtenemos buenas consecuencias, y las éticas formales, que determinan que lo bueno es actuar de cierta forma o manera.
En su obra El existencialismo es un humanismo (1945), Jean-Paul Sartre, pensador francés del siglo XX, presenta su explicación de la acción moral. Sartre parte de tres rasgos que caracterizan a la corriente existencialista:
1. Los Rasgos Fundamentales del Existencialismo de Sartre
1.1. La Situación y las Circunstancias Personales
Sartre sostiene que no nacemos con una esencia fija, como los objetos o animales, sino que nacemos con una condición humana común, pero nuestras circunstancias concretas son diferentes. No las elegimos; simplemente nos “tocan”:
- Nuestro cuerpo, con afectos, impulsos y emociones personales.
- Nuestra familia, amigos, colegios, etc., que influyen en nuestra forma de ser y en las relaciones personales biográficas.
- Nuestra posición social o trabajo, que condiciona nuestra mentalidad e intereses.
- El momento histórico en el que nacemos, que define lo que podemos o no podemos hacer (más o menos oportunidades).
Esta es la vida que nos viene dada.
1.2. Toma de Conciencia, Decisión y Proyecto Personal
A diferencia de los animales, que ya vienen “terminados” (por ejemplo, un gato siempre se comportará como un gato), los humanos estamos inacabados; tenemos que construirnos a nosotros mismos.
- Tomar conciencia realista de la circunstancia.
- Cada persona debe decidir quién quiere ser como proyecto.
- Cada elección que haces te define como persona. Por ejemplo, si tu meta es ser rico, puedes hacerlo de muchas formas: robando, trabajando, innovando. Cada forma dice “algo” de ti: si eres criminal, trabajador, ambicioso… Decidimos qué y quiénes somos. Así, no nacemos con una identidad; la vamos creando con cada decisión que tomamos. Por eso, Sartre afirma: “la existencia precede a la esencia”; primero existimos y después construimos quiénes somos. Aunque no elegimos las circunstancias en las que nacemos, sí somos responsables de lo que hacemos con ellas. “Somos responsables de lo que el mundo ha hecho con nosotros”. No vale decir “yo soy así” o “mis circunstancias no me lo permiten”; lo importante es cómo respondes a eso. Tú decides si aceptarlas, rechazarlas o darles un sentido nuevo.
1.3. La Creación de Sentido
El sentido o significado en el mundo es una construcción humana. Las cosas no tienen sentido por sí mismas. Por ejemplo, una piedra no tiene sentido por sí misma; es el ser humano quien se lo proporciona. Para un geólogo, (es magmática o sedimentaria); para un escultor, le da forma, estética de belleza o adorno. El sentido no está dado; se crea desde la cultura o el individuo. Por eso, cada persona debe dar sentido a su vida desde sí misma, aunque pueda equivocarse. Esta libertad genera angustia por miedo a fallar, y muchas personas huyen de esa responsabilidad, refugiándose en lo que “se dice” o “se hace”.
2. Criterios de la Acción Moral Correcta: Una Perspectiva Humana
Sartre afirma esta ética formal mediante el lema: “Ten el valor de tomar las riendas de tu propia vida en la sociedad y época que te ha tocado; ten el coraje de ser tú mismo.” Estos criterios son:
- La Autenticidad: Consiste en asumir la situación y las circunstancias conscientemente de modo realista, reconocer el significado objetivo socialmente dado de la decisión tomada y aceptar como propias todas las consecuencias o implicaciones de su decisión. Por ejemplo, en una situación donde surgen los celos, hay siempre al menos dos opciones de autenticidad entre las que se puede elegir o decidir:
- O bien se acepta y se exige a otros adaptarse (con consecuencias sociales, como ser criticado, y personales);
- o bien se intenta superarlos como parte del proyecto de vida (con esfuerzo, aunque puede fallar).
- El Compromiso: Consiste en no ser cómplice con el tipo de mundo contrario a los principios que afirmamos defender con cada decisión o elección:
- Creamos un ejemplar de lo que el mundo llega a ser.
- Creamos todo un mundo de relaciones e interacciones sociales definido por nuestra elección, como cada grano de arena que forma la playa. Por ejemplo, una madre joven con dos hijos pequeños, a los que dejaría huérfanos porque necesita un trasplante de riñón que no le llega, descubre que el órgano disponible ha sido conseguido por tráfico ilegal. Si lo acepta, sería cómplice de un mundo contrario a los principios que afirma defender. Rechazarlo, aunque tenga consecuencias dolorosas, es coherente con crear el tipo de mundo que deseamos.
3. Desafíos y Críticas
3.1. El Exceso de Exigencia
Hay situaciones donde es imposible actuar auténticamente por presión externa o ignorancia.
Ej.: En La decisión de Sophie, donde es obligada a escoger entre sus hijos en un campo de concentración.
4. El Legado del Pensamiento Existencialista de Sartre
4.1. La Autenticidad como Orgullo y Reivindicación
- Movimientos sociales que reivindican con orgullo su diferencia:
- Ej.: Black pride, gay pride, curvy, discapacidad digna.
No se ocultan ni se asimilan a lo normalizado, sino que muestran que su identidad también es valiosa.
4.2. El Compromiso como Responsabilidad Ética Global
- No ser cómplices del mal o de sistemas injustos.
- Asumir las consecuencias globales de nuestras decisiones.
- Ej.: No usar plástico, ser vegano, no comprar productos de empresas contaminantes.
A través de nuestras decisiones, participamos en cambiar el mundo o en mantener su injusticia.