La Filosofía de Sócrates: Vida, Doctrina Moral y Método Dialéctico

SÓCRATES

Atenas (469-399 a.C)

Sócrates es una figura fundamental en la historia del pensamiento occidental. Es crucial notar que no escribió nada. No tiene obras; todo lo que conocemos de su pensamiento es gracias a otros autores, siendo Platón el más importante.

De vida austera y ascética, dedicada al saber y la enseñanza, Sócrates vivió la grandeza de Atenas y también su decadencia política y moral. Él culpaba de esta decadencia a los sofistas, a quienes odiaba, tanto a ellos como a su filosofía. Sócrates criticaba a los políticos, a los sofistas, a gente de clase alta, por lo que, al restaurarse la democracia en Atenas (que era corrupta), fue injustamente condenado a muerte.

Para condenarle, fue acusado y denunciado por dos razones principales: impiedad (ateísmo), ya que Sócrates criticaba la religión griega; y por corrupción de la juventud, una acusación que era falsa.

El tribunal era democrático, y todo el mundo sabía que los testigos habían sido comprados, probablemente por los sofistas, y aun así le condenaron a muerte. Cuando llegó la hora de la ejecución, le envenenaron. Antes de este momento, la familia de Platón, que eran amigos de Sócrates, le ofrecieron pagar para sacarle de la cárcel y evitar su muerte, pero él no quiso. Estaba tranquilo ante su ejecución. Platón, por su parte, nunca entendió cómo se podía comprar un tribunal democrático.

Doctrina Socrática: Conciencia Moral, Conocimiento y Felicidad

La doctrina socrática tiene una finalidad moral sustentada por los siguientes principios:

  • El criterio de la moralidad universal. El criterio básico de la moral radica en la fidelidad a la propia razón, que Sócrates llama voz, espíritu o divinidad interior. Se debe obrar conforme a la razón, que va ligada a nuestra conciencia y es un principio universal. Su frase “conócete a ti mismo” es el primer paso, que pide retirarse a la interioridad para dar el segundo paso, que consiste en obrar de acuerdo con su dictamen. Por tanto, la moral va asociada al autoconocimiento.

  • Conocimiento y bien (Intelectualismo Moral). La clarificación interior debe ir acompañada de la información y el conocimiento, porque la ignorancia es causa de las malas conductas. Quien tiene conocimiento sabe elegir bien y dirigir rectamente su conducta. Un ejemplo es una persona que se metió en el mundo de las drogas. Según esta doctrina, se le debe dar una segunda oportunidad, porque la culpa no es solamente de la persona; en realidad, el malo no es malo, es un necio o ignorante. La culpa es social, la sociedad en general es la que no hace las cosas bien. Necesitamos la educación para librar a las personas de la ignorancia. Por tanto, como él mismo dice, “Ciencia y virtud se identifican”: la ciencia es saber y la virtud es educación, que nos lleva al comportamiento, y en la ignorancia radica el verdadero mal.

  • La felicidad (Eudemonismo). Quien sabe escoger, el que no es un ignorante, tendrá felicidad duradera con el tiempo, lo que le llevará a prescindir de los placeres momentáneos. La ética socrática no es hedonista, como la sofista, que busca el placer inmediato, sino que es eudemonista, es decir, busca la felicidad en la vida presente, bajo el dictamen de la razón.

  • La injusticia es el peor de los males. No tienen cabida la injusticia ni la malevolencia hacia los demás en su búsqueda de la felicidad, porque eso supondría perjudicarse a sí mismo. La injusticia hacia el débil es el peor de los males para el alma. Por eso es preferible sufrir la injusticia que cometerla.

El Método Socrático: El Diálogo Dialéctico

Sócrates usaba el lenguaje como herramienta de una manera muy diferente a la de los sofistas, ya que no se trataba de un discurso retórico, sino de un diálogo, entendido este como intercambio de razones y argumentos entre varios interlocutores.

Condiciones del Diálogo

  • Los acuerdos no son consecuencia de opiniones, sino de argumentos expuestos por cada interlocutor. Cada cual alega las que considera mejores razones, porque para todo hay argumentos más fuertes y más débiles.

  • Los interlocutores llegan a conclusiones que consideran siempre probables, sin zanjar definitivamente los asuntos y sin definiciones definitivas. No es fácil establecer verdades con rango científico. Nadie se encuentra en posesión de la verdad; la verdad es un camino que hay que recorrer y continuar hasta que uno muera.

  • El recurso al diálogo nos irá convenciendo de que tenemos muchas más ignorancias que conocimientos, nos hará darnos cuenta de lo mucho que no sabemos. El tópico “solo sé que no sé nada” quiere expresar esa sincera voluntad de aprender a partir de todo y de todos.

Sócrates reconoce que “no hace más que recibir los razonamientos de otros y ordenarlos”. La característica propia del filósofo es la conciencia de que la verdad está siempre por venir. Sócrates es el primero que entiende la verdad explícitamente como “búsqueda de la verdad”. Se distancia así del discurso excluyente del sofista, que defiende sus opiniones como verdades únicas e indiscutibles.

Estructura y Fases del Diálogo Socrático

En el método dialéctico socrático pueden distinguirse dos actitudes, la crítica y la doctrinal, para llegar a una conclusión. Ambas se entrelazan en la discusión y configuran lo que el propio Sócrates llama dialéctica, que consiste en “saber preguntar y responder”.

  • La Ironía. (Actitud crítica) La ironía es la actitud que aminora las certezas, las pone en entredicho y suscita desconfianza frente a lo que alguien dice saber. Partiendo de la premisa de la propia ignorancia, la ironía pretende hacer que el otro se reconozca ignorante, que se dé cuenta de que no sabe.

  • La Mayéutica. (Actitud doctrinal) Esta es la segunda parte del proceso, que significa “ayudar a generar, a nacer ideas”. Todo individuo puede alcanzar conocimientos, pero hay que ayudarlo a engendrarlos. De ahí que Sócrates comparase su método con el de su madre, que era una comadrona (matrona), que ayudaba a dar a luz. El nacimiento de ideas y conocimientos es siempre fruto de la ayuda mutua, del diálogo entre varios y de la búsqueda compartida. Por mucho que uno sepa, siempre está en el camino de aprender, por ello hay que considerarse ignorante. La mayéutica se basa en la imagen de que alguien lleva dentro la verdad y el otro tiene que ayudar a sacarla de dentro. Como Sócrates dijo, “conócete a ti mismo”, la interioridad; hay que descubrirse a uno mismo. La mayéutica es ayudar al otro a descubrir la verdad de su interior mediante el diálogo.

  • Conclusión del Diálogo. Los dos momentos del método van encaminados a una conclusión: formular una definición universal al asunto tratado. Así lo entendió Aristóteles, que decía que Sócrates fue el primero en utilizar el método inductivo en el ámbito de la moral, que parte de un caso concreto y llega a descubrir algo aplicando el pensamiento de las definiciones que tengan validez para una clase o serie de objetos. (Sócrates dice que dentro de nosotros sabemos perfectamente lo que es la justicia.)