La Generación del 14 y las Vanguardias: Movimientos Clave de la Literatura Española del Siglo XX

1. Novecentismo (o Generación del 14)

En España se conoce como Novecentismo el movimiento cultural que sucede a la Generación del 98. A él pertenece un grupo de intelectuales y escritores conocido como Generación del 14 (nombre que coincide con el inicio de la I Guerra Mundial en 1914).

1.1. Características del Novecentismo

Su objetivo principal era renovar estéticamente la literatura y el arte de la época y abrir así nuevos caminos artísticos. Los autores tratan de acercarse a un estilo más moderno, propio del siglo XX, que rechaza el castellanismo noventayochista y se convierten en un referente europeísta. Algunos de ellos serán transmisores de los movimientos vanguardistas que se estaban gestando en Europa.

La Generación del 14 comparte una sólida formación universitaria y defiende el rigor intelectual unido a la claridad expositiva. La obra bien hecha, lejos de toda improvisación, y el cuidado exquisito por la forma se convierte en una obsesión para ellos.

Según este grupo, el arte debe cumplir una función puramente estética:

El arte debe limitarse a proporcionar placer estético y no debe ser un instrumento al servicio de la política, de la religión o de la emoción personal del autor.

A veces, esta postura hace del arte novecentista un puro juego intelectual, dirigido a minorías selectas.

1.2. Autores Representativos

Los escritores pertenecientes a este grupo generacional abordaron diferentes aspectos del saber, sin ceñirse exclusivamente al ámbito literario. Al Novecentismo pertenecen:

  • Pensadores: José Ortega y Gasset, Eugenio D’Ors, Gregorio Marañón y Manuel Azaña.
  • Novelistas: Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró y Ramón Gómez de la Serna.
  • Poeta: Juan Ramón Jiménez.

Tales autores comparten con la Generación del 98 la inquietud por el problema de España, pero no la visión dramática y subjetiva de sus predecesores, adoptando una postura más equilibrada e intelectual. Este enfoque hizo que en este movimiento de principios de siglo tuvieran una función especial los ensayistas, cuyo principal representante fue José Ortega y Gasset.

2. Vanguardias (Los Ismos)

Los ismos o movimientos de vanguardia son las corrientes que surgieron en los primeros años del siglo XX con un claro afán renovador respecto a los enfoques precedentes. En el marco de la posguerra y lo que esta conllevaba, se oponían a la virulencia del pasado y rápidamente se sucedieron en América y Europa.

Los movimientos vanguardistas fueron introducidos en España especialmente por dos autores clave: Ortega y Gasset con su ensayo La deshumanización del arte y Ramón Gómez de la Serna. Este último inventó su propio ismo, al que bautizó como Ramonismo, además de ser el creador de las greguerías (metáforas con un toque humorístico).

2.1. Principales Movimientos Vanguardistas Europeos

  • Futurismo (Marinetti): Ensalza las máquinas, el progreso, la velocidad y la guerra.
  • Dadaísmo (Tzara): Cuestionó de forma radical los valores tradicionales, predicando el nihilismo. Ataca los principios de la razón hasta el punto de escandalizar.
  • Cubismo (Apollinaire): Aplica a la literatura las técnicas del collage y desarrolla los caligramas.
  • Surrealismo (Bretón): Fue el movimiento más longevo y de mayor calado. Tomó como base doctrinal al psiquiatra Freud y al marxismo (Karl Marx). El interés por el subconsciente, los sueños y los mecanismos mentales no sometidos a la razón supuso una ampliación de los límites de la imaginación y un notable enriquecimiento del lenguaje literario. Pretende liberar al hombre y a su poder creador.

2.2. Movimientos Hispánicos

En el ámbito hispánico, el Creacionismo (Vicente Huidobro) y el Ultraísmo (Jorge Luis Borges) sintetizan algunos de los rasgos de los movimientos anteriores.

3. Juan Ramón Jiménez: Poeta Clave del Novecentismo

Juan Ramón Jiménez fue un extraordinario cultivador del género novecentista y los ismos, obteniendo el Premio Nobel. Dedicó su vida exclusivamente a la poesía.

En su primera etapa (ej. Arias tristes) presenta una fuerte influencia del Modernismo. Más adelante, su poesía experimenta un alejamiento de la tendencia modernista (ej. Jardines lejanos), se vuelve más intimista y de expresión más escueta. Aparecen así unos poemas de apariencia sencilla, pero a veces de difícil comprensión (ej. Diario de un poeta recién casado).

Durante sus últimos años vivió en el exilio y su poesía se volvió aún más cerrada y trascendental. El ansia de eternidad se convierte en un tema constante que lo conduce a la Naturaleza y al Arte. La repercusión de su obra en la poesía española posterior fue extraordinaria. De hecho, todos los poetas de la Generación del 27, una de las más brillantes, fueron discípulos suyos.