La Literatura del Renacimiento: Temas, Estilos y Obras Inmortales

El Legado Narrativo: De la Antigüedad al Renacimiento

Desde tiempos remotos, los relatos de los héroes han sido una de las mejores formas de entretenimiento general. La Ilíada y la Odisea, atribuidas a Homero, fijaron las características de los héroes: Héctor, Aquiles o Ulises fueron modelos de valor y constancia. En la Edad Media, a este imaginario se unió el legendario Rey Arturo.

Las Novelas de Caballerías: Popularidad y Función Social

En la sociedad del Renacimiento, las novelas de caballerías cumplieron varias funciones. Durante los siglos XV y XVI, fueron la literatura popular por excelencia. Eran, además, divertidas y apasionantes, y pretendían que sus personajes fueran modelos de conducta en el trato social, la guerra o el amor.

Las dos novelas más importantes fueron: Tirant lo Blanc y Amadís de Gaula. Tirant lo Blanc es una novela de caballerías escrita por el caballero Joanot Martorell, quien creó un héroe muy parecido a la realidad. La novela se solía presentar como un manuscrito en lenguaje exótico, hallado accidentalmente por el autor. La lengua es arcaizante. Se distinguen dos tipos de narración: uno donde el caballero ama a una dama, y otro con combates de guerra.

El Renacimiento: Contexto y Humanismo

Se denomina Renacimiento al movimiento estético que abarcó los últimos años del siglo XV y todo el siglo XVI. Los hombres de esta época buscaron la inspiración en la antigua cultura grecolatina para renovar el pensamiento y la estética medievales. El Renacimiento orientó su mirada hacia el hombre, en lo que se conoce como Humanismo. El pensamiento humanista se desplaza desde el teocentrismo medieval hacia un nuevo punto de vista en el que el hombre es el centro del pensamiento, conocido como Antropocentrismo. Además, le dieron importancia a la razón como método para conocer el mundo y sintieron interés por las lenguas clásicas.

Los nuevos aires del Renacimiento trajeron formas métricas distintas, temas literarios nuevos y una concepción del arte muy diferente a la que compartían los autores medievales. Durante la primera mitad del siglo XVI se aspiraba a conseguir una lengua hermosa, sencilla y clara; posteriormente, se evoluciona hacia una búsqueda de la belleza por encima de la sencillez.

Temas Literarios del Renacimiento

Los temas más frecuentes de la literatura renacentista son el amor, la naturaleza y la mitología. El amor a la amada se concibe desde un punto de vista neoplatónico, según el cual la unión espiritual de los amantes era superior al goce físico. En el amor a Dios, se describe el goce del alma al ponerse en contacto con Dios. La naturaleza aparece siempre idealizada y en perfecta armonía; y en la mitología, los dioses paganos se convierten en protagonistas de las obras literarias.

La exaltación de la belleza femenina se plasma a través del canon de belleza renacentista, semejante al del mundo clásico, que se basa sobre todo en la armonía y proporción de una mujer rubia, de cabello largo, piel blanca, mejillas sonrosadas y ojos claros. Otro tópico importante en la época es el Carpe Diem, en el que el poeta se dirige a una joven incitándola a gozar de la juventud antes de que el tiempo marchite su belleza.

Innovaciones Métricas y Estilísticas

Uno de los ideales que persigue el artista del Renacimiento es la búsqueda de la autenticidad y para ello utilizarán un verso amplio, el endecasílabo. Además, la nueva métrica presenta una gran variedad: el encabalgamiento y la utilización de poemas en endecasílabos como el soneto y estrofas como la octava real y la lira. Fray Luis de León desarrolla el tópico del Beatus Ille.

La Celestina: Un Hito de la Literatura Española

Apenas se conservan documentos escritos de teatro medieval; es probable que durante la Edad Media se hicieran representaciones de contenido religioso en las iglesias. El primer texto, el Auto de los Reyes Magos, data de mediados del siglo XI. Hubo un gran vacío de textos teatrales hasta el siglo XV, cuando surgieron obras teatrales cortesanas y religiosas. Se escribía en latín un tipo de teatro de influencia italiana que se desarrollaba en los círculos universitarios. La comedia humanística, a la que pertenece La Celestina, no se representaba, sino que se escribía para ser leída en público.

En 1499 apareció publicada la Comedia de Calisto y Melibea. Su autor, Fernando de Rojas, encontró escrito el primer acto de la obra y decidió continuarlo. Muchos críticos afirman que Rojas fue el único autor, mientras que otros postulan la existencia de dos autores en La Celestina. La primera versión tenía 16 actos y se titulaba Comedia de Calisto y Melibea; posteriormente, al añadirle 5 actos más (sumando 21), pasó a llamarse Tragicomedia de Calisto y Melibea y, finalmente, La Celestina, debido a la enorme personalidad de su protagonista.

Argumento de La Celestina

El joven Calisto, apasionado y egoísta, no soportaba que le llevasen la contraria y fingía con tal de conseguir sus propósitos. Se enamora de Melibea, pero esta lo rechaza. Aconsejado por Sempronio, Calisto contrata a Celestina, una mujer orgullosa de su vida y de su oficio. Es cruel, pero es el único personaje independiente que se deja llevar por la pasión amorosa.

Celestina recibe por sus servicios 100 monedas de oro y una cadena muy valiosa, que niega compartir con los criados de Calisto, Pármeno y Sempronio. Estos matan a Celestina y son ajusticiados. Elicia y Areúsa, por perder a sus amantes, contratan a un matón, Centurio, para que asesine a Calisto. Sin embargo, Calisto cae de la tapia y muere. Melibea, después de enterarse, se suicida. Su padre, Pleberio, se queja de los estragos del amor y condena a su esposa y a él a la soledad.

Miguel de Cervantes y la Revolución Narrativa

Miguel de Cervantes revolucionó ambos tipos de narraciones: por un lado, acabó con las novelas de caballerías gracias a su obra cumbre, Don Quijote de la Mancha; por otro, fue el primero en escribir narraciones breves originales, las Novelas Ejemplares, publicadas en 1613. Otras obras narrativas de Cervantes son La Galatea (1585) y Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617).

Don Quijote de la Mancha: Parodia y Contraste

En Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes realizó una parodia de las novelas de caballerías, poniendo como protagonista a un hidalgo enloquecido por la lectura de estas obras, a quien hizo vivir aventuras en La Mancha. Esto supuso una inversión de todos los elementos estructurales de las novelas de caballerías. A continuación, se presenta un contraste entre ambos tipos de narraciones:

  • Narrador: El narrador en las novelas de caballerías finge haber encontrado un manuscrito en una lengua exótica; Cervantes, por su parte, finge haber encontrado el manuscrito en árabe.
  • Protagonista: El protagonista de la novela de caballerías es un caballero joven, noble y rico; Don Quijote de la Mancha es un hombre de 50 años y no es rico.
  • Dama: La dama en las novelas de caballerías es joven y bella; mientras que en Don Quijote es una campesina de la edad de Don Quijote, llamada Dulcinea del Toboso.
  • Escenario y Aventuras: Las novelas de caballerías presentan aventuras y guerras en tiempos lejanos y países exóticos; en Don Quijote de la Mancha, la acción transcurre en la vida cotidiana del siglo XVI en La Mancha, Aragón y Cataluña.

Estructura y Personajes de Don Quijote

Don Quijote de la Mancha se divide en dos partes. En la primera, el protagonista emprende dos viajes: en el primero va solo, es armado caballero en una ceremonia y regresa apaleado; en el segundo, convence a Sancho Panza para que lo acompañe y es aquí donde imagina que los molinos de viento son gigantes. Estas aventuras están encaminadas a conseguir la fama y el amor de Dulcinea. Al final, sus allegados lo convencen y lo devuelven a casa.

En la segunda parte, Don Quijote y Sancho se hacen famosos. En la tercera salida, Don Quijote empieza a ver la realidad tal cual es; sin embargo, quienes lo rodean se la cambian. Los Duques se ríen de Sancho, haciéndole creer que es gobernador de una ínsula. Al final, Sansón Carrasco se disfraza de caballero y vence a Don Quijote, diciéndole que vuelva a su aldea, donde finalmente muere.

Don Quijote es Alonso Quijano, un hidalgo de La Mancha que enloquece de tanto leer novelas de caballerías. Él cree que puede ser un caballero, aunque la realidad se impone a sus fantasías. Sancho es el escudero de Don Quijote, un aldeano que lo acompaña en sus aventuras. Él le advierte del peligro que corre con sus locuras. Poco a poco, evoluciona y se acerca al universo mental de Don Quijote.

El Quijote es un canto a la libertad, que se aprecia en la actitud de las mujeres. Al leerlo, asistimos a la literatura dentro de la literatura y surge la amistad entre dos personas totalmente diferentes. En El Quijote aparecen todos los registros y niveles de habla de la época; el estilo de Cervantes es sencillo y claro, y la obra pretende divertirnos, por lo que es una novela de humor.

Jorge Manrique y la Lírica del Siglo XV

El siglo XV fue una época muy inestable, tanto desde el punto de vista político como social. Desapareció el sistema feudal. La figura del rey se debilitó y aumentó el poder de la burguesía. En Castilla, las guerras civiles entre nobles y monarcas aumentaron el clima de inseguridad. Posteriormente, Castilla y Aragón unieron sus destinos, aunque no sus leyes. El matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón propició que, juntos, culminaran la Reconquista.

La Lírica Culta y el Amor Cortés

En esta época, paralela a la lírica de tipo popular, se desarrolló la lírica culta, escrita por trovadores. Estos hombres cultos, normalmente nobles, escribían en romance y componían sus propias canciones y letras. Además, crearon poesías amorosas refinadas y complejas, definiendo un nuevo concepto de relación amorosa: el Amor Cortés, en el que el vasallo se entregaba a la dama.

La lírica castellana es la más tardía; no se puso por escrito hasta el siglo XV. Recoge canciones de tipo popular y cultas, escritas por trovadores, como canciones de amor en las que el caballero se queja de los desprecios de la amada.

Jorge Manrique y las Coplas por la Muerte de su Padre

Uno de los autores más representativos fue Jorge Manrique. Soldado y poeta de cancionero, fue reconocido como un gran poeta y escribió, para honrar a su padre, las célebres Coplas por la Muerte de su Padre.

Estructura y Temas de las Coplas

Esta obra está compuesta por 40 coplas y se estructura en tres partes temáticas:

  • I. La Vida Eterna: Reflexiona sobre la brevedad de la vida, la importancia de lo material y el poder igualitario de la muerte.
  • II. La Vida Mortal: Jorge Manrique habla de la fugacidad de las cosas y de cómo “andamos y corremos” hacia la muerte. En esta estrofa, vemos la alegre y alborotada vida de la corte y una reflexión personal.
  • III. La Fama: El autor nos presenta a su padre como lo que fue: un noble castellano que dedicó su vida al oficio de las armas y al cuidado de los suyos.

Estilo y Métrica

Estas coplas emplean un lenguaje literario claro y cercano, que sigue la naturalidad, sobrio y directo. Utilizan recursos propios de la poesía popular como el paralelismo, la antítesis y la anáfora.

La métrica de las coplas, con una estructura de ocho sílabas que se mezcla con las de cuatro (ya utilizadas anteriormente), es la copla manriqueña, a la que Jorge Manrique terminó de darle la forma definitiva.

La copla de pie quebrado mezcla versos de cuatro y ocho sílabas, con rima consonante. Se forma por la unión de dos sextillas, cada sextilla con una rima diferente (rima sextillana), y la segunda rima es aguda. Las Coplas de Jorge Manrique tuvieron un éxito inmediato por su uso del lenguaje y otras muchas características. Fueron utilizadas como ejemplo por otros grandes poetas, como Federico García Lorca, y traducidas al latín y a otros idiomas.