La Segunda República Española (1931-1936)
1. Introducción y Proclamación
Tras la caída de la dictadura, el rey intentó reimplantar la Restauración. Esto era imposible porque la monarquía carecía de apoyos políticos y sociales. El general Berenguer dimitió. Su sustituto fue el almirante Aznar, quien convocó elecciones municipales para el día 12 de abril. Estas elecciones dieron el triunfo a la República.
La II República fue recibida con recelo y hostilidad por la oligarquía y las clases conservadoras. En el ámbito internacional, su establecimiento coincide con el periodo del Crack del 29, la extensión de los fascismos y el auge de los frentes populares.
2. La Constitución de 1931
El 14 de abril, el Comité Revolucionario formó el primer gobierno republicano, presidido por Niceto Alcalá Zamora. El nuevo gobierno convocó elecciones a las Cortes Constituyentes, en las que el PSOE obtuvo la mayoría.
La Constitución de 1931 estableció los siguientes puntos clave:
- Reconocimiento de la soberanía popular: Todos los poderes de la República emanan del pueblo.
- Definición del Estado: Estado español definido como República de trabajadores de todas las clases y Estado integral, compatible con la autonomía de los municipios.
- Estado laico: Separación total entre Iglesia y Estado.
- Política exterior: Renuncia a la guerra como instrumento de política nacional y compromiso de acatar las normas universales del derecho internacional.
- Cortes: Parlamento unicameral elegido por sufragio universal, secreto y directo.
- Derechos y libertades: Amplia declaración de derechos y libertades individuales.
- Instituciones: Reaparición de la Diputación Permanente del Congreso y creación del Tribunal de Garantías Constitucionales.
- Presidencia: Sistema de elección del Presidente de la República mediante votación de las Cortes y los ciudadanos.
3. El Bienio Reformista (1931-1933)
Aprobada la Constitución, Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República y Manuel Azaña, jefe de Gobierno. Este gobierno estuvo integrado solo por republicanos y socialistas y se centró en un ambicioso programa de reformas.
A) Reforma Agraria
El gobierno temporal, mediante decretos agrarios, buscó mejoras en las condiciones laborales de los jornaleros en el campo, introduciendo la ley de accidentes laborales, la jornada de ocho horas y los jurados mixtos. Sin embargo, los republicanos querían una reforma completa.
La Ley de Bases de la Reforma Agraria buscaba:
- Redistribuir la propiedad de la tierra.
- Remediar el paro.
- Racionalizar cultivos y mejorar la producción agraria.
La reforma afectó a 14 provincias latifundistas. Establecía la expropiación, mediante indemnización, de los antiguos señoríos jurisdiccionales. Se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA), encargado de elaborar el registro de tierras expropiables.
El proyecto presentó dificultades: la oposición de las derechas y la escasez de recursos. Fue un arma de doble filo, ya que los campesinos se enfadaron por la tardanza en su aplicación.
B) Reforma Militar
Manuel Azaña, como ministro de Guerra, reformó el ejército mediante decretos. Obligó a los militares a jurar fidelidad a la República y aligeró las plantillas. Cuando fue jefe de Gobierno, redujo el número de divisiones, hizo de la aviación un cuerpo independiente, reformó la política de ascensos, las formas de reclutamiento y la enseñanza militar, y derogó los fueros jurisdiccionales del ejército.
C) Reforma Autonómica
En septiembre de 1932, las Cortes aprobaron el Estatuto de Autonomía de Cataluña. El proceso para el País Vasco fue muy lento, y el de Galicia no llegó a aprobarse durante este bienio.
D) Reforma Religiosa
Se aprobó la Ley del Divorcio y se decretó la secularización de cementerios. Se disolvió la Compañía de Jesús y, en 1933, se aprobó la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas, que establecía el control de la Iglesia por el Estado, el traspaso al patrimonio estatal de una parte de los bienes de la Iglesia y el cierre de las escuelas religiosas.
E) Reforma Educativa
Se implementaron mejoras en la enseñanza primaria, creando 7.000 plazas de profesores y 6.500 nuevas escuelas. Entre 1931 y 1933 se abrieron nuevos centros de enseñanza secundaria. Se reformó la enseñanza de adultos y se introdujo la coeducación.
Oposición a las Reformas
Estas reformas generaron una fuerte oposición por parte de la Iglesia, los terratenientes y aristócratas, grupos políticos ultraconservadores como Falange y la CEDA, y sectores militares y conservadores. Finalmente, Azaña cayó por falta de apoyo político.
4. El Bienio Radical-Cedista (1933-1935)
Las fuerzas de derecha ganaron las elecciones de 1933. La izquierda perdió por su división, por el impacto del voto femenino (introducido por la Constitución de 1931) y por el desgaste del gobierno reformista. El nuevo periodo estuvo dominado por el Partido Radical de Alejandro Lerroux, condicionado por la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), cuyos miembros formaron parte del gobierno en 1934.
Este fue un periodo antirreformista en el que los lerrouxistas, bajo presión de la CEDA, comenzaron a revisar y anular las reformas del primer bienio:
- Contrarreforma Agraria: Se emprendieron medidas para limitar la aplicación de la reforma agraria.
- Reforma Militar: No se reformó la legislación orgánica y técnica de Manuel Azaña, pero se orientó la política de nombramientos y ascensos en beneficio de los militares menos afectados por la República. Los militares republicanos fueron cesados.
- Proceso Autonómico: Fue paralizado o anulado. Se suspendió el Estatuto de Autonomía de Cataluña y se pusieron obstáculos al estatuto vasco, que finalmente fue aprobado al comienzo de la Guerra Civil.
5. La Revolución de Octubre de 1934
La crisis política se agudizó cuando tres dirigentes de la CEDA entraron a formar parte del gobierno en octubre de 1934. Los sectores más radicales de izquierdas interpretaron este hecho como un triunfo del fascismo, por lo que ordenaron la huelga general revolucionaria.
La sublevación fracasó por falta de organización en la mayoría del país, excepto en Asturias, donde los mineros estaban organizados para la lucha armada. Asaltaron cuarteles de la Guardia Civil y se hicieron con el control de zonas mineras.
El gobierno encargó a Francisco Franco la solución del conflicto. El 20 de octubre, los sublevados se rindieron. En algunos lugares, el movimiento adquirió aires de guerra civil: algunos rebeldes asesinaron curas y hubo una represión brutal por parte de las autoridades republicanas.
Los conflictos aumentaron y el ejército se convirtió en la única garantía de salvar a España de la revolución. Ante la inestabilidad, Alcalá Zamora disolvió las Cortes y convocó nuevas elecciones.