La Segunda República Española: Reformas y Desafíos del Primer Bienio (1931-1933)

1. El Pacto de San Sebastián y el Gobierno Provisional

Tras el Pacto de San Sebastián, las elecciones municipales de 1931 desembocaron en la proclamación de la Segunda República Española, constituyéndose un gobierno provisional cuya composición era un reflejo de dicho pacto. Este estuvo presidido por Niceto Alcalá-Zamora (de la derecha liberal republicana) y contó con figuras como Miguel Maura (republicano conservador), Alejandro Lerroux (con el Partido Radical), Manuel Azaña (de Acción Republicana) y Francisco Largo Caballero (con el PSOE). El rey renunció y se marchó al exilio.

Las primeras medidas fueron la amnistía para delitos políticos, la ocupación de las instituciones locales y provinciales, y una serie de reformas:

  • Sociales: Con el Decreto de términos municipales, la jornada laboral de 8 horas y la ley de jurados mixtos.
  • Militares: Con la Ley de Retiro, el cierre de la Academia General de Zaragoza, la supresión del sistema africano de ascensos y la reducción del número de capitanías generales. El objetivo de modernizar el ejército no acabó de cubrirse por las limitaciones del presupuesto y la necesidad de utilizarlo ante los conflictos sociales.
  • Territoriales: Se consiguió revertir la proclamación del Estado Catalán por la Esquerra Republicana, cediendo un gobierno provisional para Cataluña: la Generalitat.

El gobierno provisional tuvo que afrontar, además, diversos conflictos de carácter religioso y social.

2. Las Cortes Constituyentes y la Constitución de 1931

El 28 de junio de 1931 se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes, con una clara victoria para los partidos republicanos y socialistas. La Constitución fue aprobada en Cortes bajo un amplio consenso, definiendo un régimen democrático con los siguientes puntos:

  • Soberanía popular: Una república democrática de trabajadores de toda clase con voto femenino y amplios derechos fundamentales.
  • Derechos sociales: Derecho al trabajo, a la educación, a la salud, a la vivienda y a la propiedad, la cual se podía expropiar por utilidad social.
  • División de poderes: Cortes unicamerales con iniciativa legislativa y un Presidente de la República con amplios poderes.
  • Separación Iglesia-Estado: Estado laico con libertad de cultos y matrimonio civil, incluyendo la prohibición de ejercer la enseñanza a las congregaciones religiosas.
  • Organización territorial: Definida como un Estado integral, compatible con la autonomía de los municipios y las regiones.

3. El Bienio Reformista (1931-1933)

Con la Constitución aprobada, se mantuvieron las Cortes Constituyentes con Alcalá-Zamora como Presidente de la República y Manuel Azaña como Presidente del Gobierno, dando comienzo al Bienio Reformista. El gobierno constituyó una alianza entre los republicanos de izquierdas y los socialistas reformistas, dejando en la oposición a los radicales de Lerroux.

Principales Reformas

  • Política religiosa: Se estableció la Ley del Divorcio y la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas.
  • Educación: El objetivo era establecer el derecho universal a la educación gratuita y laica. Para la extensión cultural en áreas rurales se crearon las Misiones Pedagógicas.
  • Ámbito laboral: Se promulgaron decretos sobre la intensificación de cultivos y la regulación de los convenios colectivos.
  • Política territorial: La Constitución de 1931 definió al Estado como integral, aceptando estatutos de autonomía:
    • En Cataluña, la autonomía fue liderada por Esquerra Republicana con dos corrientes: la nacionalista radical y la republicana de izquierdas.
    • En el País Vasco, el nacionalismo vasco, foralista y católico, provocó la oposición de la coalición de gobierno.
    • En Galicia, su estatuto fue aprobado en plebiscito, pero la guerra del 36 impidió su desarrollo.
  • Obras públicas y Reforma Agraria: Se realizaron obras hidráulicas y ferroviarias. La reforma agraria se encaminó hacia la mejora técnica para aumentar la productividad y la reforma social contra la desigual distribución de la tierra mediante la Ley de Bases de la Reforma Agraria. Se puso en práctica el Instituto de Reforma Agraria (IRA), recibiendo apoyo financiero del Banco Nacional Agrario, aunque los logros fueron escasos por la complejidad del proceso.

Oposición y Conflictividad

Las reformas del gobierno de Azaña fueron rechazadas por obstáculos como la complejidad de la situación, la oposición latifundista y la falta de recursos. La oposición estuvo conformada por:

  • La CEDA de José María Gil Robles (Confederación Española de Derechas Autónomas), que buscaba modificar la Constitución.
  • El Partido Radical de Lerroux.
  • El ejército de derecha monárquica, destacando la sublevación fracasada en Sevilla liderada por Sanjurjo.
  • La Iglesia, que se oponía al laicismo.
  • La conflictividad social de la CNT y la FAI, que provocaron subversión, terrorismo, huelgas e insurrecciones, lo que llevó a aprobar la Ley de Defensa de la República.

Finalmente, Azaña pierde el apoyo del Partido Socialista que está en el gobierno, disuelve las Cortes y convoca elecciones en 1933.