La Segunda República Española: Transición, Reformas y Conflictos (1931-1939)

De la Dictadura a la República: El Fin de la Monarquía

El gobierno fue encargado a Dámaso Berenguer. Pero el regreso al régimen anterior a la dictadura no fue posible porque:

  • Los partidos dinásticos perdieron la estructura organizativa y se desprestigiaron.
  • El monarca se impopularizó; se veía al rey como dictador y responsable de la situación.
  • Las fuerzas dinásticas se unieron en el Pacto de San Sebastián.

El Pacto de San Sebastián: Unificación Republicana

Alianza entre republicanos y monárquicos convertidos a la república (Alcalá-Zamora, Maura, Indalecio Prieto y Ortega y Gasset) que acordaron la suspensión de la monarquía, la proclamación de la república y la creación de un gobierno provisional que asumiría la formación de las Cortes Constituyentes encargadas de aprobar la Constitución y el Estatuto de Autonomía catalán. El PSOE y la CNT se adhirieron. La estrategia para derribar la monarquía debería haber coincidido con la insurrección de algunas unidades militares próximas a los republicanos y con una huelga general para acentuar la agitación social. Pero Fermín Galán y Ángel García Hernández se adelantaron en Jaca (Huesca); les vencieron rápidamente y fueron juzgados en consejo de guerra y ejecutados el día 14. Al día siguiente, algunos representantes del gobierno provisional ilegal de la República fueron detenidos y encarcelados. El intento de promover la huelga no resultó y las conspiraciones continuaron sin éxito.

La Proclamación de la República Española

A principios de 1931, la conflictividad social continuaba, mientras los monárquicos solicitaban un periodo constituyente. El 14 de febrero, Dámaso Berenguer dimitió, dejando a Juan Bautista Aznar, quien convocó elecciones municipales para el 12 de abril. Los partidos firmantes del Pacto de San Sebastián presentaron las elecciones como un referéndum sobre la monarquía. A pesar de que en el campo ganaron los monárquicos, los resultados fueron favorables a la República. El 14 de abril se formó el Gobierno Provisional de la República, presidido por Alcalá-Zamora. En Cataluña, Francesc Macià proclamó la República Catalana dentro de la Federación Ibérica. Alfonso XIII se exilió. La Segunda República era ya un hecho recibido con alegría en el pueblo.

Periodos Clave de la Segunda República

  • Bienio Reformista (1931-1933)
  • Bienio Conservador (1933-1936)
  • Frente Popular (febrero de 1936-1939)

Bienio Reformista (1931-1933)

Gobierno Provisional (14 de abril – 28 de junio de 1931)

Presidente: Alcalá-Zamora. Ministro de Guerra: Manuel Azaña. Se convocaron elecciones para el 28 de junio. Se realizaron reformas:

Reforma del Ejército:

Para reducir el número de efectivos, se ofreció jubilación anticipada para jefes y oficiales con sueldo íntegro. Se ofreció salida a los militares cuyas convicciones eran contrarias a la República. Manuel Azaña clausuró la academia militar de Zaragoza, dirigida por Franco, y anuló los ascensos por méritos o elección, lo que provocó malestar entre algunos militares. Se creó la Guardia de Asalto como un cuerpo policial moderno y republicano para la ciudad.

Relación con la Iglesia:

Se mantuvo expectante y neutral por recomendación papal. El arzobispo de Toledo, Pedro Segura, creó una pastoral defendiendo la monarquía e hiriendo a la República. Pidieron su destitución, pero esto creó un problema, pues le apoyaron más obispos. La quema de edificios religiosos el 11 de mayo fue más grave; fue provocada por una provocación monárquica al poner la marcha real en la calle. Los republicanos, en venganza, quemaron 107 edificios religiosos. Esto produjo que los católicos se opusieran a la República. Maura pidió ayuda al ejército para parar la quema, pero Azaña se negó para no provocar víctimas civiles. Esto produjo la división social y fue un paso para la Guerra Civil.

Reforma Educativa:

Se decretó la creación de 6750 escuelas y de 7000 plazas nuevas de maestros, cuyos sueldos subieron, además de una red de bibliotecas.

Reforma Agraria:

España, al proclamarse República, era netamente agraria; la población activa vivía del campo. Los objetivos del primer bienio eran una reforma agraria con el fin de crear una clase de pequeños propietarios entre los jornaleros sin tierras a costa de los latifundios improductivos. Se realizaron proyectos como el de una comisión técnica que centró esto en las tierras del sur y que supusieran un asentamiento anual de 60000 a 70000 campesinos sin tierras. Esto se financiaba con un impuesto progresivo sobre la renta. Se puso una jornada de 8 horas de trabajo en el campo. Los propietarios rurales debían tener las tierras cultivadas; de lo contrario, las tierras yermas pasarían a ser usufructuadas por jornaleros.

Gobierno del Periodo Constituyente (28 de junio – 9 de diciembre de 1931)

Las elecciones del 28 de junio dieron el triunfo a las fuerzas de izquierda y centro. El PSOE obtuvo 116 diputados, el Partido Republicano Radical de Lerroux 90 diputados y el Partido Republicano Radical-Socialista de Marcelino Domingo 52 diputados. La derecha desorganizada pasó a ser minoría. Destacaron los partidos agrarios en Castilla o Acción Nacional, junto con grupúsculos declaradamente antirrepublicanos o monárquicos. Las Cortes surgidas de las elecciones del 28 de junio redactaron una nueva Constitución que fue aprobada el 9 de diciembre. La nueva Constitución reflejó los valores laicos e izquierdistas de la mayoría:

  • Extensión y organización: 9 títulos y 125 artículos.
  • Constitución laica y aconfesional.
  • El Estado no ayuda a organizaciones religiosas.
  • Prohíbe la educación por parte de confesiones religiosas; se disuelve a los jesuitas.
  • Sufragio: Universal, se permite el voto a la mujer por primera vez.
  • Derechos, libertades y deberes: Derechos individuales, modernizó los de constituciones anteriores.
  • Permite los estatutos de autonomía.

Este anticlericalismo se explica porque creían que la Iglesia tenía la culpa del atraso español. Se definía el Estado como: España, República de Trabajadores.

Gobierno Constitucional (9 de diciembre de 1931 – noviembre de 1933)

Alcalá-Zamora, elegido presidente de la República, encargó a Azaña la formación del gobierno y aplicar la nueva Constitución. Continuó con las reformas del gobierno provisional: agraria, militar y el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Con la Ley de Reforma Agraria, muchas hectáreas de tierra quedaron a disposición del Estado; la distribución entre los campesinos fue lenta y no se consiguió generar el número de propietarios previsto. Este fracaso de la reforma, por incompetencia del Estado y por la prisa por solucionar el complejo problema, fue un motivo de decepción para los campesinos. La reforma agraria asustó a los propietarios, quienes decían que era una ley revolucionaria. Además de la oposición de los católicos, la República también se vio conmocionada por la agitación en los sectores del campo andaluz en 1931 y 1933 y por el intento del golpe de estado de José Sanjurjo el 10 de agosto de 1932. Aunque se supieron resolver los conflictos, los hechos daban la razón a Joaquín Maurín, quien en 1931 dijo que la Constitución republicana sería un breve armisticio del que nadie se sentía satisfecho.

El Estatuto de Autonomía Catalán:

La República Catalana, proclamada por Francesc Macià el 14 de abril de 1931, fue rápidamente derogada. Se acordó redactar un Estatuto de Autonomía, aprobado por las Cortes el 9 de septiembre de 1932. Cataluña quedaba constituida como una región, mantenía control del Estado en enseñanza, aunque podía crear escuelas propias y se daba al gobierno central la facultad de suspender el estatuto. Se recogían amplias competencias legislativas en derecho civil propio, régimen administrativo interno, atribuciones judiciales y orden público. Otras competencias como defensa, aduanas y asuntos exteriores seguían estando reservadas para el gobierno central. El 20 de noviembre de 1932 se celebraron elecciones al parlamento catalán; volvió a ganar Francesc Macià, elegido presidente, y ocupó el cargo hasta su muerte, el 25 de diciembre de 1933.

Bienio Conservador (1933-1936)

Azaña cayó en septiembre de 1933 como consecuencia de las desavenencias políticas entre los partidos que le apoyaban y de su incompatibilidad con Alcalá-Zamora. Ante la dificultad de formar nuevo gobierno, disolvió las Cortes y convocó elecciones para el 19 de noviembre.

El Ascenso de la Derecha al Poder

Durante el bienio reformista, la derecha española se reorganizó en dos grupos. Uno se oponía a la República, integrado por monárquicos, carlistas y fascistas como JONS y también por la Falange a partir de octubre de 1933. El otro grupo aceptaba la República para transformarla en sentido conservador y no se pronunciaba sobre la forma de Estado; destaca la CEDA, creada en febrero de 1933, cuyo dirigente era José María Gil-Robles. Durante la campaña electoral, quedó patente la división social. Los socialistas presentaban a Gil-Robles como fascista y anunciaban una revolución en caso de ganar la derecha. Esta censuraba la obra revolucionaria de los socialistas y azañistas del gobierno anterior y presentaba un programa: revisión de la Constitución (puntos laicos y progresistas), supresión de la reforma agraria y amnistía para delitos políticos (excarcelación de Sanjurjo). Las elecciones de 1933 fueron favorables a la derecha y el centro debido al absentismo de sindicatos obreros, al despiste político de los partidos en el poder y a la reorganización de los partidos censurados durante el bienio reformista. El presidente de la República encargó la formación del gobierno a Lerroux, líder radical. La CEDA apoyó, aunque no formó parte. Pero el entendimiento entre radicales y la derecha de Gil-Robles era difícil. Se iniciaba el periodo del Bienio Conservador o Bienio Negro.

La Revolución de Octubre de 1934

Meses después del triunfo de la derecha, PSOE y UGT hicieron una insurrección armada acompañada de una huelga general. La conspiración se justificó porque, por un lado, Hitler ascendió al poder en Alemania en enero de 1933 y, por otro lado, hubo persecución de socialistas en Asturias en febrero de 1934. El motivo que justificó el estallido de la revolución fue la entrada de miembros de la CEDA en el gobierno de Lerroux el 4 de octubre. Los partidos de izquierda identificaban a la CEDA con el fascismo. Temiendo que Gil-Robles diera un golpe de estado desde el poder, el 5 de octubre la UGT hizo un llamamiento a la huelga general; la CNT no se sumó. La insurrección armada solo triunfó dos semanas en Asturias; varios comités de obreros tomaron el poder por la unidad de fuerzas obreras. La Revolución Asturiana fue reprimida por Franco. Los demás focos de la huelga fueron controlados rápidamente por el ejército y la insurrección fracasó, y los dirigentes obreros fueron detenidos o se exiliaron. La Revolución de Octubre de 1934 tuvo eco en Madrid, donde hubo luchas en barrios obreros, y en Cataluña, donde Companys proclamó el 6 de octubre el Estado Catalán de la República Federal Española. La falta de apoyo de los anarcosindicalistas y del catalanismo conservador hizo fracasar el levantamiento. La política represiva contra los obreros sublevados se extendió a Cataluña con la detención de Companys y de su gabinete y con la supresión de su régimen autonómico.

A raíz de la crisis de 1934, los gobiernos de centro-derecha quedaron erosionados políticamente. La represión, patente en las personas encarceladas, los juicios, las prohibiciones de prensa, etc., despertaron simpatía popular hacia los presos y perseguidos. Las actuaciones del gobierno durante 1935 fueron impopulares:

  • La Ley Agraria, que deshacía algunas conquistas del bienio anterior.
  • El bloqueo en las Cortes del Estatuto de Autonomía Vasco, que había sido aprobado el 5 de noviembre de 1933.
  • Nombramientos de militares poco partidarios de la democracia, como Franco.

En septiembre de 1935, el gobierno de Lerroux se vio obligado a dimitir como consecuencia del escándalo de corrupción del estraperlo. Los gobiernos que le sucedieron fueron breves debido a la falta de consenso entre las fuerzas parlamentarias. El presidente de la República disolvió las Cortes y convocó elecciones el 16 de febrero de 1936.

El Frente Popular (Febrero de 1936 – 1939)

Las elecciones de 1936 dividieron la opinión pública en dos bloques:

  • La izquierda, unida en coalición con el nombre de Frente Popular, reunía desde republicanos de Azaña hasta los comunistas.
  • La derecha no se pudo presentar unida, y la CEDA de Gil-Robles fue el partido con más candidatos.

El Frente Popular obtuvo el 34,3% de los votos, y la derecha en coalición con el centro el 33,2%. Sin embargo, la ley electoral, que otorgaba el 75% más de los escaños a la lista ganadora (aunque solo fuera por un voto), permitió al Frente Popular obtener la mayoría. A principios de marzo de 1936 se produjeron los primeros contactos entre generales para preparar un alzamiento militar contra la República, que se llevaría a cabo en julio. El orden público, meses anteriores a la guerra, estaba bastante deteriorado. La conspiración militar obedecía a motivos más profundos que venían de lejos:

  • La resistencia a las reformas y a la descentralización autonómica.
  • El miedo a la revolución que proponían abiertamente los sindicatos y los partidos de izquierda (PSOE).

La insurrección del mes de octubre de 1934 ya había sido un aviso bastante claro de estos propósitos.