La Superación de la Modernidad: Razón Vital en Ortega y la Voluntad de Poder en Nietzsche

I. José Ortega y Gasset: La Superación de la Subjetividad

Cada época tiene una tarea fundamental que acometer. La tarea propia de la época de Ortega era, en su opinión, superar los principios de la modernidad y la renovación política y social en España.

La Crítica a la Modernidad y la Razón Vital

El principio básico de la modernidad que ha de ser superado es la subjetividad, desarrollado por el racionalismo que culmina en Hegel. Consiste en afirmar que el elemento fundamental de la realidad es el sujeto o conciencia.

Ortega propone una idea de razón sujeta a su momento histórico y al servicio de la vida, por lo que la filosofía de Ortega supone una superación tanto del realismo como del idealismo. Frente a estas tendencias tradicionales, Ortega adopta una postura intermedia, un equilibrio entre el sujeto y el objeto, entre el yo y las cosas. Este equilibrio se hace manifiesto en la expresión: el yo y la circunstancia, un yo concreto, inmerso en su momento histórico, en su época, su cultura y sus circunstancias particulares.

La correlación yo-circunstancia es la vida, que Ortega convierte en la realidad radical. El problema básico que ha de resolver todo ser humano es qué hacer con su vida en las circunstancias que le han tocado.

La Vida como Realidad Radical

Realidad radical significa que lo primero a lo que se enfrenta el ser humano es la vida inmersa en su circunstancia o mundo. La vida es la de cada uno, de la que tenemos conciencia inmediata. Vivir es no solo darnos cuenta de nosotros mismos, sino del mundo que nos rodea.

Características de la Vida

  • La vida es fatalidad y libertad. Es fatalidad en la medida en que somos arrojados a un mundo o circunstancia que no hemos elegido, es decir, se nos impone. Pero es libertad porque la circunstancia o mundo que nos toca vivir nos ofrece un marco de posibilidades entre las que tenemos que elegir y tomar decisiones. La vida de cada uno es responsabilidad suya.
  • La vida es un quehacer permanente, es futuro, un proyecto. El ser humano está continuamente tomando decisiones que afectan a su futuro, a su proyecto. El hombre es lo que aún no es, es lo que proyecta, lo que puede llegar a ser. Por lo que el hombre no tiene naturaleza sino historia.

Ideas, Creencias y Perspectivismo

Con la razón construimos descripciones y explicaciones sobre la realidad que sirven como convicciones que Ortega denomina ideas y creencias. Las ideas son más conscientes y explícitas que las creencias, que arraigan más profundamente. Las creencias determinan de forma más clara que las ideas la perspectiva que cada época tiene del mundo, defendiendo una concepción de la verdad como perspectiva. Ortega afirma que la verdad es un punto de vista verdadero, pero parcial e incompleto. Cada época, cada sociedad e incluso cada individuo tiene su perspectiva condicionada por sus circunstancias.

II. Friedrich Nietzsche: Voluntad de Poder y el Superhombre

Para superar la muerte de Dios y el nihilismo hay que destruir los antiguos y decadentes valores del rebaño, y crear nuevos valores.

La Voluntad de Poder

La Voluntad de poder constituye el núcleo de la interpretación del mundo de Nietzsche. Es un principio básico y primordial que impulsa a todos los seres no solo a conservarse en la existencia, sino a autoafirmarse y ser cada vez más. Nietzsche cree que en todas las cosas encontramos un deseo o voluntad por la existencia, desde el nivel inorgánico hasta el ser humano.

Características de la Voluntad de Poder

  • Irracionalidad: Mediante la razón hemos intentado someter a un orden la realidad, la Voluntad de poder, algo que en sí mismo es incomprensible, pues consiste en un eterno fluir caótico de opuestos, un conflicto cuyo denominador común es el anhelo por afirmar su ser.
  • Inconsciencia: La Voluntad de poder no es consciente.
  • Ausencia de finalidad: La realidad no tiene sentido; no hay función alguna ni propósito.

No hay que confundir la Voluntad de poder con la noción de voluntad humana libre que desea y dirige conscientemente la conducta del hombre. Para Nietzsche, en este concepto de voluntad insisten teólogos y sacerdotes para inculcarnos el sentido de pecado.

El Eterno Retorno

Aplicado a la Realidad

El concepto del Eterno Retorno se opone a cualquier concepción lineal y progresiva del tiempo, y consiste en aceptar que todos los acontecimientos del mundo y todas las situaciones pasadas, presentes y futuras se repetirán eternamente. Para Nietzsche, el mundo es eterno, sin embargo, espacialmente finito; por tanto, llegará un momento en que todo se habrá dado y vuelva a repetirse.

Aplicado al Ser Humano

El Eterno Retorno obliga a adoptar una nueva actitud a la hora de valorar. Se trata de tener la voluntad, de desear o querer que así sea, lo cual nos conduce al amor fati (amor al destino): amar, valorar lo hecho y desear que cada instante se repita eternamente.

La idea del eterno retorno divide a la humanidad en dos:

  1. Los esclavos, para los que la vida no es más que dolor.
  2. El hombre superior, el hombre trágico, aquel que dice sí a la vida incluso en la desdicha y la vive plenamente.

Puedes hacer lo que quieras, pero lo que hagas has de quererlo de verdad, pues retornará infinitas veces.

La Metáfora del Superhombre

Con la metáfora del Superhombre, Nietzsche se refiere al advenimiento de una nueva humanidad que asume la idea del eterno retorno y adopta una actitud de entusiasmo ante la vida. El Superhombre supera la muerte de Dios y es capaz de crear nuevos valores.

Para llegar al Superhombre, la humanidad ha de pasar por tres estadios que simbolizan tres formas diferentes de afrontar la vida:

1. El Camello (Obediencia)

Representa la obediencia, la resignación, la obligación y el sacrificio. Es el hombre débil que no soporta la vida e inventa un supramundo donde refugiarse y dar sentido al sufrimiento. Es el ser humano surgido con Platón y el judeocristianismo.

2. El León (Rebeldía)

Simboliza la rebelión. Frente al «tú debes» del camello, opone un «yo quiero». Es el coraje de la voluntad de destruir los valores del hombre débil, pero es incapaz aún de crear nuevos valores. Es el intelectual ateo de la Ilustración.

3. El Niño (Afirmación)

Es la transformación del león en niño, que expresa la afirmación entusiasta de la vida. El niño ya es capaz de superar el nihilismo de la pérdida de valores tras la muerte de Dios y crear nuevos valores. El niño es el Superhombre.