Liberales isabelinos grupos sociales

1. Tradicionalismo y liberalismo
La muerte en 1833 de Fernando VII dejó planteado el grave problema de la sucesión. Unos  defendían la Ley Sálica, apoyando a Don Carlos María Isidro. Otros, amparados en la  Pragmática Sanción, apostaban por Isabel, pero al ser menor de edad, ocuparía el cargo María  Cristina de Nápoles como regente. Así nacieron carlistas e isabelinos o cristinos.
◼ Carlistas: Defensores de las prerrogativas regias. Sosténían las ideas del Antiguo 
Régimen, con pocas modificaciones. Partidarios del absolutismo, se les consideró  absolutistas o tradicionales.
◼ Isabelinos: Identificados con las ideas liberales. Necesidad de una Constitución.
Estas diferencias ideológicas dieron lugar a las guerras carlistas. En concreto fueron tres enfrentamientos armados.
1.1 Carlismo. Asentamiento geográfico e implantación
Sus ideas se fundamentaron en la Ley Sálica. Implantada por Felipe V en 1713. Rompiendo el  sistema de sucesión anterior establecido por Alfonso X en el Siglo XIII en el Código de las Siete  Partidas. Las Cortes bajo Carlos IV votaron su derogación, pero no fue promulgada. La posterior  Constitución del 12 restablecíó el modelo de Alfonso X, pero también carecía de fuerza  jurídica tras morir Fernando VII y declarar nula la Constitución. El infante don
Carlos rechazaba la Pragmática Sanción impuesta por su padre Fernando VII. A  partir de 1833 el enfrentamiento dinástico se convirtió en un enfrentamiento entre  absolutistas y liberales. Los que se agruparon en torno a la figura de Carlos defendieron el concepto ultramontano de  la religión, donde se optaba por el levantamiento armado. El carlismo tuvo una alta implantación, dándose el mayor arraigo en zonas rurales y territorios  forales ( País Vasco, Bajo Aragón (comarca del Maestrazgo) y el interior de Cataluña) Se  sumaron parte del clero, aristócratas…
1. Tradicionalismo y liberalismo
La muerte en 1833 de Fernando VII dejó planteado el grave problema de la sucesión. Unos  defendían la Ley Sálica, apoyando a Don Carlos María Isidro. Otros, amparados en la  Pragmática Sanción, apostaban por Isabel, pero al ser menor de edad, ocuparía el cargo María  Cristina de Nápoles como regente. Así nacieron carlistas e isabelinos o cristinos.
◼ Carlistas: Defensores de las prerrogativas regias. Sosténían las ideas del Antiguo 
Régimen, con pocas modificaciones. Partidarios del absolutismo, se les consideró  absolutistas o tradicionales.
◼ Isabelinos: Identificados con las ideas liberales. Necesidad de una Constitución.
Estas diferencias ideológicas dieron lugar a las guerras carlistas. En concreto fueron tres enfrentamientos armados.
1.1 Carlismo. Asentamiento geográfico e implantación
Sus ideas se fundamentaron en la Ley Sálica. Implantada por Felipe V en 1713. Rompiendo el  sistema de sucesión anterior establecido por Alfonso X en el Siglo XIII en el Código de las Siete  Partidas. Las Cortes bajo Carlos IV votaron su derogación, pero no fue promulgada. La posterior  Constitución del 12 restablecíó el modelo de Alfonso X, pero también carecía de fuerza  jurídica tras morir Fernando VII y declarar nula la Constitución. El infante don Carlos rechazaba la Pragmática Sanción impuesta por su padre Fernando VII. A  partir de 1833 el enfrentamiento dinástico se convirtió en un enfrentamiento entre  absolutistas y liberales. Los que se agruparon en torno a la figura de Carlos defendieron el concepto ultramontano de  la religión, donde se optaba por el levantamiento armado. El . Asentamiento geográfico e implantación
Sus ideas se fundamentaron en la Ley Sálica. Implantada por Felipe V en 1713. Rompiendo el  sistema de sucesión anterior establecido por Alfonso X en el Siglo XIII en el Código de las Siete  Partidas. Las Cortes bajo Carlos IV votaron su derogación, pero no fue promulgada. La posterior  Constitución del 12 restablecíó el modelo de Alfonso X, pero también carecía de fuerza  jurídica tras morir Fernando VII y declarar nula la Constitución. El infante don Carlos rechazaba la Pragmática Sanción impuesta por su padre Fernando VII. A  partir de 1833 el enfrentamiento dinástico se convirtió en un enfrentamiento entre  absolutistas y liberales. Los que se agruparon en torno a la figura de Carlos defendieron el concepto ultramontano de  la religión, donde se optaba por el levantamiento armado. El carlismo tuvo una alta implantación, dándose el mayor arraigo en zonas rurales y territorios  forales ( País Vasco, Bajo Aragón (comarca del Maestrazgo) y el interior de Cataluña) Se  sumaron parte del clero, aristócratas…
1. Tradicionalismo y liberalismo
La muerte en 1833 de Fernando VII dejó planteado el grave problema de la sucesión. Unos  defendían la Ley Sálica, apoyando a Don Carlos María Isidro. Otros, amparados en la  Pragmática Sanción, apostaban por Isabel, pero al ser menor de edad, ocuparía el cargo María  Cristina de Nápoles como regente. Así nacieron carlistas e isabelinos o cristinos.
◼ Carlistas: Defensores de las prerrogativas regias. Sosténían las ideas del Antiguo 
Régimen, con pocas modificaciones. Partidarios del absolutismo, se les consideró  absolutistas o tradicionales.


1. Tradicionalismo y liberalismo
La muerte en 1833 de Fernando VII dejó planteado el grave problema de la sucesión. Unos  defendían la Ley Sálica, apoyando a Don Carlos María Isidro. Otros, amparados en la  Pragmática Sanción, apostaban por Isabel, pero al ser menor de edad, ocuparía el cargo María  Cristina de Nápoles como regente. Así nacieron carlistas e isabelinos o cristinos.
◼ Carlistas: Defensores de las prerrogativas regias. Sosténían las ideas del Antiguo 
Régimen, con pocas modificaciones. Partidarios del absolutismo, se les consideró  absolutistas o tradicionales.
◼ Isabelinos: Identificados con las ideas liberales. Necesidad de una Constitución.
Estas diferencias ideológicas dieron lugar a las guerras carlistas. En concreto fueron tres enfrentamientos armados.
1.1 Carlismo. Asentamiento geográfico e implantación
Sus ideas se fundamentaron en la Ley Sálica. Implantada por Felipe V en 1713. Rompiendo el  sistema de sucesión anterior establecido por Alfonso X en el Siglo XIII en el Código de las Siete  Partidas. Las Cortes bajo Carlos IV votaron su derogación, pero no fue promulgada. La posterior  Constitución del 12 restablecíó el modelo de Alfonso X, pero también carecía de fuerza  jurídica tras morir Fernando VII y declarar nula la Constitución. El infante don Carlos rechazaba la Pragmática Sanción impuesta por su padre Fernando VII. A  partir de 1833 el enfrentamiento dinástico se convirtió en un enfrentamiento entre  absolutistas y liberales. Los que se agruparon en torno a la figura de Carlos defendieron el concepto ultramontano de  la religión, donde se optaba por el levantamiento armado. El carlismo tuvo una alta implantación, dándose el mayor arraigo en zonas rurales y territorios  forales ( País Vasco, Bajo Aragón (comarca del Maestrazgo) y el interior de Cataluña) Se  sumaron parte del clero, aristócratas…
1. Tradicionalismo y liberalismo
La muerte en 1833 de Fernando VII dejó planteado el grave problema de la sucesión. Unos  defendían la Ley Sálica, apoyando a Don Carlos María Isidro. Otros, amparados en la  Pragmática Sanción, apostaban por Isabel, pero al ser menor de edad, ocuparía el cargo María  Cristina de Nápoles como regente. Así nacieron carlistas e isabelinos o cristinos.
◼ Carlistas: Defensores de las prerrogativas regias. Sosténían las ideas del Antiguo 
Régimen, con pocas modificaciones. Partidarios del absolutismo, se les consideró  absolutistas o tradicionales.
◼ Isabelinos: Identificados con las ideas liberales. Necesidad de una Constitución.
Estas diferencias ideológicas dieron lugar a las guerras carlistas. En concreto fueron tres enfrentamientos armados.
1.1 Carlismo. Asentamiento geográfico e implantación
Sus ideas se fundamentaron en la Ley Sálica. Implantada por Felipe V en 1713. Rompiendo el  sistema de sucesión anterior establecido por Alfonso X en el Siglo XIII en el Código de las Siete  Partidas. Las Cortes bajo Carlos IV votaron su derogación, pero no fue promulgada. La posterior  Constitución del 12 restablecíó el modelo de Alfonso X, pero también carecía de fuerza  jurídica tras morir Fernando VII y declarar nula la Constitución. El infante don Carlos rechazaba la Pragmática Sanción impuesta por su padre Fernando VII. A  partir de 1833 el enfrentamiento dinástico se convirtió en un enfrentamiento entre  absolutistas y liberales. Los que se agruparon en torno a la figura de Carlos defendieron el concepto ultramontano de  la religión, donde se optaba por el levantamiento armado. El . Asentamiento geográfico e implantación
Sus ideas se fundamentaron en la Ley Sálica. Implantada por Felipe V en 1713. Rompiendo el  sistema de sucesión anterior establecido por Alfonso X en el Siglo XIII en el Código de las Siete  Partidas. Las Cortes bajo Carlos IV votaron su derogación, pero no fue promulgada. La posterior  Constitución del 12 restablecíó el modelo de Alfonso X, pero también carecía de fuerza  jurídica tras morir Fernando VII y declarar nula la Constitución. El infante don Carlos rechazaba la Pragmática Sanción impuesta por su padre Fernando VII. A  partir de 1833 el enfrentamiento dinástico se convirtió en un enfrentamiento entre  absolutistas y liberales. Los que se agruparon en torno a la figura de Carlos defendieron el concepto ultramontano de  la religión, donde se optaba por el levantamiento armado. El carlismo tuvo una alta implantación, dándose el mayor arraigo en zonas rurales y territorios  forales ( País Vasco, Bajo Aragón (comarca del Maestrazgo) y el interior de Cataluña) Se  sumaron parte del clero, aristócratas…
1. Tradicionalismo y liberalismo
La muerte en 1833 de Fernando VII dejó planteado el grave problema de la sucesión. Unos  defendían la Ley Sálica, apoyando a Don Carlos María Isidro. Otros, amparados en la  Pragmática Sanción, apostaban por Isabel, pero al ser menor de edad, ocuparía el cargo María  Cristina de Nápoles como regente. Así nacieron carlistas e isabelinos o cristinos.
◼ Carlistas: Defensores de las prerrogativas regias. Sosténían las ideas del Antiguo 
Régimen, con pocas modificaciones. Partidarios del absolutismo, se les consideró  absolutistas o tradicionales


1. Tradicionalismo y liberalismo
La muerte en 1833 de Fernando VII dejó planteado el grave problema de la sucesión. Unos  defendían la Ley Sálica, apoyando a Don Carlos María Isidro. Otros, amparados en la  Pragmática Sanción, apostaban por Isabel, pero al ser menor de edad, ocuparía el cargo María  Cristina de Nápoles como regente. Así nacieron carlistas e isabelinos o cristinos.
◼ Carlistas: Defensores de las prerrogativas regias. Sosténían las ideas del Antiguo 
Régimen, con pocas modificaciones. Partidarios del absolutismo, se les consideró  absolutistas o tradicionales.
◼ Isabelinos: Identificados con las ideas liberales. Necesidad de una Constitución.
Estas diferencias ideológicas dieron lugar a las guerras carlistas. En concreto fueron tres enfrentamientos armados.
1.1 Carlismo. Asentamiento geográfico e implantación
Sus ideas se fundamentaron en la Ley Sálica. Implantada por Felipe V en 1713. Rompiendo el  sistema de sucesión anterior establecido por Alfonso X en el Siglo XIII en el Código de las Siete  Partidas. Las Cortes bajo Carlos IV votaron su derogación, pero no fue promulgada. La posterior  Constitución del 12 restablecíó el modelo de Alfonso X, pero también carecía de fuerza  jurídica tras morir Fernando VII y declarar nula la Constitución. El infante don Carlos rechazaba la Pragmática Sanción impuesta por su padre Fernando VII. A  partir de 1833 el enfrentamiento dinástico se convirtió en un enfrentamiento entre  absolutistas y liberales. Los que se agruparon en torno a la figura de Carlos defendieron el concepto ultramontano de  la religión, donde se optaba por el levantamiento armado. El carlismo tuvo una alta implantación, dándose el mayor arraigo en zonas rurales y territorios  forales ( País Vasco, Bajo Aragón (comarca del Maestrazgo) y el interior de Cataluña) Se  sumaron parte del clero, aristócratas…
1. Tradicionalismo y liberalismo
La muerte en 1833 de Fernando VII dejó planteado el grave problema de la sucesión. Unos  defendían la Ley Sálica, apoyando a Don Carlos María Isidro. Otros, amparados en la  Pragmática Sanción, apostaban por Isabel, pero al ser menor de edad, ocuparía el cargo María  Cristina de Nápoles como regente. Así nacieron carlistas e isabelinos o cristinos.
◼ Carlistas: Defensores de las prerrogativas regias. Sosténían las ideas del Antiguo 
Régimen, con pocas modificaciones. Partidarios del absolutismo, se les consideró  absolutistas o tradicionales.
◼ Isabelinos: Identificados con las ideas liberales. Necesidad de una Constitución.
Estas diferencias ideológicas dieron lugar a las guerras carlistas. En concreto fueron tres enfrentamientos armados.
1.1 Carlismo. Asentamiento geográfico e implantación
Sus ideas se fundamentaron en la Ley Sálica. Implantada por Felipe V en 1713. Rompiendo el  sistema de sucesión anterior establecido por Alfonso X en el Siglo XIII en el Código de las Siete  Partidas. Las Cortes bajo Carlos IV votaron su derogación, pero no fue promulgada. La posterior  Constitución del 12 restablecíó el modelo de Alfonso X, pero también carecía de fuerza  jurídica tras morir Fernando VII y declarar nula la Constitución. El infante don Carlos rechazaba la Pragmática Sanción impuesta por su padre Fernando VII. A  partir de 1833 el enfrentamiento dinástico se convirtió en un enfrentamiento entre  absolutistas y liberales. Los que se agruparon en torno a la figura de Carlos defendieron el concepto ultramontano de  la religión, donde se optaba por el levantamiento armado. El . Asentamiento geográfico e implantación
Sus ideas se fundamentaron en la Ley Sálica. Implantada por Felipe V en 1713. Rompiendo el  sistema de sucesión anterior establecido por Alfonso X en el Siglo XIII en el Código de las Siete  Partidas. Las Cortes bajo Carlos IV votaron su derogación, pero no fue promulgada. La posterior  Constitución del 12 restablecíó el modelo de Alfonso X, pero también carecía de fuerza  jurídica tras morir Fernando VII y declarar nula la Constitución. El infante don Carlos rechazaba la Pragmática Sanción impuesta por su padre Fernando VII. A  partir de 1833 el enfrentamiento dinástico se convirtió en un enfrentamiento entre  absolutistas y liberales. Los que se agruparon en torno a la figura de Carlos defendieron el concepto ultramontano de  la religión, donde se optaba por el levantamiento armado. El carlismo tuvo una alta implantación, dándose el mayor arraigo en zonas rurales y territorios  forales ( País Vasco, Bajo Aragón (comarca del Maestrazgo) y el interior de Cataluña) Se  sumaron parte del clero, aristócratas…
1. Tradicionalismo y liberalismo
La muerte en 1833 de Fernando VII dejó planteado el grave problema de la sucesión. Unos  defendían la Ley Sálica, apoyando a Don Carlos María Isidro. Otros, amparados en la  Pragmática Sanción, apostaban por Isabel, pero al ser menor de edad, ocuparía el cargo María  Cristina de Nápoles como regente. Así nacieron carlistas e isabelinos o cristinos.
◼ Carlistas: Defensores de las prerrogativas regias. Sosténían las ideas del Antiguo 
Régimen, con pocas modificaciones. Partidarios del absolutismo, se les consideró  absolutistas o tradicionales


1. Tradicionalismo y liberalismo
La muerte en 1833 de Fernando VII dejó planteado el grave problema de la sucesión. Unos  defendían la Ley Sálica, apoyando a Don Carlos María Isidro. Otros, amparados en la  Pragmática Sanción, apostaban por Isabel, pero al ser menor de edad, ocuparía el cargo María  Cristina de Nápoles como regente. Así nacieron carlistas e isabelinos o cristinos.
◼ Carlistas: Defensores de las prerrogativas regias. Sosténían las ideas del Antiguo 
Régimen, con pocas modificaciones. Partidarios del absolutismo, se les consideró  absolutistas o tradicionales.
◼ Isabelinos: Identificados con las ideas liberales. Necesidad de una Constitución.
Estas diferencias ideológicas dieron lugar a las guerras carlistas. En concreto fueron tres enfrentamientos armados.
1.1 Carlismo. Asentamiento geográfico e implantación
Sus ideas se fundamentaron en la Ley Sálica. Implantada por Felipe V en 1713. Rompiendo el  sistema de sucesión anterior establecido por Alfonso X en el Siglo XIII en el Código de las Siete  Partidas. Las Cortes bajo Carlos IV votaron su derogación, pero no fue promulgada. La posterior  Constitución del 12 restablecíó el modelo de Alfonso X, pero también carecía de fuerza  jurídica tras morir Fernando VII y declarar nula la Constitución. El infante don Carlos rechazaba la Pragmática Sanción impuesta por su padre Fernando VII. A  partir de 1833 el enfrentamiento dinástico se convirtió en un enfrentamiento entre  absolutistas y liberales. Los que se agruparon en torno a la figura de Carlos defendieron el concepto ultramontano de  la religión, donde se optaba por el levantamiento armado. El carlismo tuvo una alta implantación, dándose el mayor arraigo en zonas rurales y territorios  forales ( País Vasco, Bajo Aragón (comarca del Maestrazgo) y el interior de Cataluña) Se  sumaron parte del clero, aristócratas…
1. Tradicionalismo y liberalismo
La muerte en 1833 de Fernando VII dejó planteado el grave problema de la sucesión. Unos  defendían la Ley Sálica, apoyando a Don Carlos María Isidro. Otros, amparados en la  Pragmática Sanción, apostaban por Isabel, pero al ser menor de edad, ocuparía el cargo María  Cristina de Nápoles como regente. Así nacieron carlistas e isabelinos o cristinos.
◼ Carlistas: Defensores de las prerrogativas regias. Sosténían las ideas del Antiguo 
Régimen, con pocas modificaciones. Partidarios del absolutismo, se les consideró  absolutistas o tradicionales.
◼ Isabelinos: Identificados con las ideas liberales. Necesidad de una Constitución.
Estas diferencias ideológicas dieron lugar a las guerras carlistas. En concreto fueron tres enfrentamientos armados.
1.1 Carlismo. Asentamiento geográfico e implantación
Sus ideas se fundamentaron en la Ley Sálica. Implantada por Felipe V en 1713. Rompiendo el  sistema de sucesión anterior establecido por Alfonso X en el Siglo XIII en el Código de las Siete  Partidas. Las Cortes bajo Carlos IV votaron su derogación, pero no fue promulgada. La posterior  Constitución del 12 restablecíó el modelo de Alfonso X, pero también carecía de fuerza  jurídica tras morir Fernando VII y declarar nula la Constitución. El infante don Carlos rechazaba la Pragmática Sanción impuesta por su padre Fernando VII. A  partir de 1833 el enfrentamiento dinástico se convirtió en un enfrentamiento entre  absolutistas y liberales. Los que se agruparon en torno a la figura de Carlos defendieron el concepto ultramontano de  la religión, donde se optaba por el levantamiento armado. El . Asentamiento geográfico e implantación
Sus ideas se fundamentaron en la Ley Sálica. Implantada por Felipe V en 1713. Rompiendo el  sistema de sucesión anterior establecido por Alfonso X en el Siglo XIII en el Código de las Siete  Partidas. Las Cortes bajo Carlos IV votaron su derogación, pero no fue promulgada. La posterior  Constitución del 12 restablecíó el modelo de Alfonso X, pero también carecía de fuerza  jurídica tras morir Fernando VII y declarar nula la Constitución. El infante don Carlos rechazaba la Pragmática Sanción impuesta por su padre Fernando VII. A  partir de 1833 el enfrentamiento dinástico se convirtió en un enfrentamiento entre  absolutistas y liberales. Los que se agruparon en torno a la figura de Carlos defendieron el concepto ultramontano de  la religión, donde se optaba por el levantamiento armado. El carlismo tuvo una alta implantación, dándose el mayor arraigo en zonas rurales y territorios  forales ( País Vasco, Bajo Aragón (comarca del Maestrazgo) y el interior de Cataluña) Se  sumaron parte del clero, aristócratas…
1. Tradicionalismo y liberalismo
La muerte en 1833 de Fernando VII dejó planteado el grave problema de la sucesión. Unos  defendían la Ley Sálica, apoyando a Don Carlos María Isidro. Otros, amparados en la  Pragmática Sanción, apostaban por Isabel, pero al ser menor de edad, ocuparía el cargo María  Cristina de Nápoles como regente. Así nacieron carlistas e isabelinos o cristinos.
◼ Carlistas: Defensores de las prerrogativas regias. Sosténían las ideas del Antiguo 
Régimen, con pocas modificaciones. Partidarios del absolutismo, se les consideró  absolutistas o tradicionales