Movimientos rectos

Tema 2. El Novecentismo y las Vanguardias

El periodo comprendido entre 1914 (comienzo de la Primera Guerra Mundial) y 1925 engloba a todos aquellos autores posteriores a la Generación del 98, los cuales tenían las mismas preocupaciones que sus predecesores, pero girando en un tono más intelectual y menos subjetivo, es decir, debe ser un arte puro alejado de sentimientos personales, más deshumanizado. Se concibe una nueva literatura desde el punto de vista más elitista pues está pensado para minorías. Supone pues una ruptura total con el pasado (ramplonería del Realismo, los excesos modernistas, el sentimentalismo ROMántico, la subjetividad del 98). El estilo buscará el equilibrio y el gusto por la metáfora.

NOVECENTISMO

Un grupo de intelectuales hacia 1914 encabezan esta reforma literaria extremando el intelectualismo, elitismo y la búsqueda del arte puro. Verán en Europa el modelo para mejorar España y reformarla. El estilo se depurará en la búsqueda de la serenidad y el equilibrio

Por esto, el principal género que se cultivó fue el ensayo.
Se va a manifestar el liderazgo de Ortega y Gasset con su “Revista de Occidente” y su libro La deshumanización del arte en el que propone un alejamiento de los temas humanos, un estilo artificioso con una propuesta elitista para minorías. En su obra España invertebrada declarará su europeísmo y tratará los problemas de la desuníón de la nacíón española. Cultivarán este género también Gregorio Marañón (Don Juan) o Egugenio d´Ors (Tres horas en el museo del Prado)

En cuanto al género novelístico, se abandona la novela realista y sentimental y experimentan con el lirismo, el humor o el intelectualismo.
Gabriel Miró con su obra El obispo leproso intenta despertar un mundo lleno de percepciones sensoriales, utilizando la acción solo para dar entrada al elemento descriptivo y a un estilo elaborado y lírico.
Ramón Pérez de Ayala con un estilo de gran elegancia escribe una serie de novelas en las que aprovecha para añadir continuas digresiones sobre temas variados. Destaca su obra autobiográfica Troteras y danzaderas osu novela intelectual Tigre Juan.Ramón Gómez de la Serna con El torero Caracho y otras obras nos presenta un mundo irracional lleno de incoherencias con un estilo imaginativo y humorístico.
Wenceslao Fernández Flórez, quien cultivó la novela humorística de ambiente gallego como El bosque animado.

Es de consideración especial la influencia actual y posterior del modelo poético de Juan Ramón Jiménez, abriendo camino con su poesía pura en la que se aleja de los ropajes modernistas para buscar un tipo de poesía sencilla con la que nombrar la esencia de las cosas. Su anhelo de perfección solo puede ser apreciado por las élites. Se distinguen tres etapas en su poesía:  una primera etapa sensitiva o modernista (Arias tristes); una segunda etapa intelectual en la que abandona el sentimentalismo y depura su estilo hasta lograr la pureza de la poesía (Diario de un poeta recién casado) y una tercera etapa suficiente que comienza con el exilio en el año 36 hasta su muerte y en la que aparecen como temas fundamentales el amor y la muerte y un sentimiento de fusión con la naturaleza (Animal de fondo)

VANGUARDIAS

Las vanguardias son movimientos minoritarios que surgen a principios del Siglo XX con un aire renovador, rupturista y provocador, es decir, su objetivo era innovar en la producción artística. Estas surgen y desaparecen con rapidez aunque la que más perduró fue el Surrealismo.
En España tendrá su auge en los años comprendidos entre 1910 y 1925 aproximadamente, aunque serán de indudable influencia en generaciones siguientes, sobre todo en la del 27. Las principales Vanguardias, también llamados “Ismos”, fueron: el Cubismo, el Expresionismo, el Surrealismo, el Futurismo y el Dadaísmo.

Ramón Gómez de la Serna se encargará de difundir estas corrientes renovadoras, sobre todo a través de sus Greguerías (pequeñas composiciones poéticas a las que definíó como metáfora más humor) y a través de revistas como “La Gaceta literaria”, “Prometeo”o Proclama futurista a los españoles” y tertulias literarias como las del café Pombo. Así surgen en España, por un lado, el Creacionismo que es una corriente literaria que pretende dotar de importancia al poema en sí, eliminando cualquier atisbo de sentido o significado del mismo. Se defiende la capacidad creadora de las imágenes, las cuales se yuxtaponen. Dentro de esta corriente destaca el escritor chileno Vicente Huidobro con su obra Altazor, quien diría que “cada autor es un pequeño Dios”. Esta frase resume la filosofía de esta corriente, que afirma que la poesía debe seguir una corriente natural y no imitar otras realidades. Por otro lado, aparece el Ultraísmo, movimiento que no se ajusta a un tema ni un mensaje determinado, emplea constantemente la metáfora aunque con un sentido irracional, los poemas se escriben creando estructuras caligrámicas al estilo cubista, de tal manera que se componen mediante verso libre, estos poemas además incluyen temas que reflejan el mundo moderno, comprendiendo temas sobre deportes, maquinaria y cine. Destacarían los autores Rafael Cansinos-Assens, Guillermo de la Torre y Gerardo Diego.
Por último, el Surrealismo, que aboga por la rehumanización del arte y se caracteriza por recoger emociones, angustia y rebeldía ante la sociedad moderna. Este movimiento tendrá una fuerte influencia en la Generación del 27 en cuyos autores destacan las imágenes irracionales, sin lógica, pero cargadas de emoción (Poeta en Nueva York de García Lorca o Sobre los ángeles de Rafael Alberti)