Novela vanguardista

La novela a principios de siglo:


en la novela de principios del SXX se distinguen 2 tendencias narrativas. Por una parte se observa la pervivencia de la tendencia realista y naturalista y la utilización de sus carácterísticas literarias, bien en autores realistas que continúan su labor en estos años(Blasco Ibáñez, Galdós, Emilia Pardo), bien en el surgimiento de nuevos autores que asumen la técnica y la temática realista(Concha Espina, Ricardo León), incluso por el cultivo de la novela erótica y galante que continúa en la línea del Naturalismo más superficial(Felipe Trigo, Zamacois). Sin embargo, en esta época cuando ya se produce una reacción contra la tendencia narrativa de la 2mitad de SXIX surgiendo así nuevas propuestas y modelos narrativos que reforman completamente el panorama de la novela española en el 1tercio del SXX. Tendencias:

Novela de la Gen 98(1900-15):

La novela vive un proceso de ruptura, una expresión de la crisis social, política e ideológica,así se publican en 1902 Amor y Pedagogía de Unamuno, Camino de perfección de Baroja, La voluntad de Azorín y Sonata de otoño de Valle-Inclán que se caracterizan por una voluntad de innovación en los temas y formas narrativos desde una perspectiva subjetiva y personal. Los temas son el descubrimiento del alma de España por medio del paisaje de Castilla, la historia, la literatura y por otro lado el tema existencial que se centra en conflictos psicológicos. La técnica narrativa ya no refleja la realidad y expone las ideas bajo un prisma subjetivo. Las principales diferencias con respecto al Realismo son:-La historia pierde relevancia.-El tema principal es la visión de la realidad que tiene el autor.-El simbolismo ya que los personajes expresan la crisis de la sociedad burguesa y la decadencia..-La introspección con personajes masculinos y se ofrecen inquietudes y angustias del mundo contemporáneo.-El fragmentarismo ya que la narración suele fragmentarse en estampas.-La técnica descriptiva es subjetiva. LA Caracterización estilística que se ve afectada por el deseo de renovación estilística y el rechazo a la expresión retoricista. Tienden a la precisión léxica, a jugar con el narrador y el punto de vista y se experimenta con el tiempo y el ritmo narrativo. Unamuno y Baroja son los grandes narradores pero hay que mencionar algunas novelas de Valle-Inclán y Azorín. Valle-Inclán evoluciona desde una novela narrativa y destacan las cuatro Sonatas caracterizadas por la belleza de la prosa en las que se reconocen la musicalidad, sensorialidad propios del mundo. Escribíó La guerra carlista(1908-09), una trilogía donde recrea históricamente la España tradicional enfrentada a la liberal. Al final se decanta por la novela satírica y destaca Tirano Banderas y El ruedo ibérico. Azorín con tema central la reflexión del tiempo y la vida como transcurso a la muerte con una gran melancolía. Su obra narrativa se caracteriza por el tiempo como repetición, la literatura como fuente de inspiración con análisis de los clásicos literarios, la reivindicación de los pequeños detalles con la voluntad de eternizar el instante con un léxico preciso y por último la ausencia de la acción. La voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo.

Novela novecentista(1914):

constituye un puente entre la gen de fin de siglo y las vanguardias y tuvo un gran predominio el ensayo. Adopta una estética marcada por el intelectualismo, el lenguaje cuidado y difícil con un fino humor irónico donde se da más importancia a la forma que al argumento o contenido. Ramón Pérez de Ayala cuya obra ha sido calificada como novela experimental e intelectuales donde se acerca al ensayo y caben destacar Troteras y danzaderas, Belamino y Apolonio, Los trabajos de Urbano y Simona… Gabriel Miró cuyas obras son llamadas novelas líricas con las que crea mundos de percepción sensorial donde ve la realidad y la recrea con sus impresiones donde priman las emociones estéticas y se basan en impresiones, destaca el lenguaje depurado y difícil. Las cerezas del cementerio, Nuestro Padre San Daniel y El obispo leproso.

Novela vanguardista(1915):

se identifica con el formalismo y la experimentación ya que se trata de una novela intelectual y deshumanizada que juega con la realidad y la fantasía. Cabe destacar a Gómez de la Serna con greguerías y a Proust con su ritmo narrativo. En estas novelas la acción es sustituida por muchas situaciones, la historia se desarrolla en la urbe cosmopolita y los argumentos van entre realidad, fantasía, además manifiestan la inclinación por el hedonismo y los personajes viven su mundo interior. Gómez de la Serna: su literatura es un juego de incoherencias que las aproxima al irracionalismo. Escribíó obras en las que el argumento y la acción son muy leves y son sustituidas por múltiples situaciones, greguerías y digresiones sobre cualquier tema. Los temas que más relevancia hacen son los imperativos carnales y la obsesión por la muerte. Caben destacar La viuda blanca y negra, Senos, Palmira, La Nardo… Con las que crea una línea divisoria entre realidad y ficción.

Novela de la Gen de 27:

fue un grupo poético de teatro y novela influidos por las teorías de Ortega y Gasset(1925) con una deshumanización del arte. Los autores hacen un tipo de novela que renueva las estructuras y se recupera la exigencia. Entre los rasgos cabe destacar la intensa subjetividad y abstracción y sobre todo lo que la novela busca es la experimentación ya que son novelas que se conciben como un juego intelectual no comprometido. Además se muestra una evasión de la realidad por metáforas e imágenes. Benjamín Jarnés se caracteriza por la fragmentación y virtuoso estilístico con una descripción amorosa y un ritmo lento. Entre sus obras destacan Locura y muerte de Nadie y Paula(1929) y  Lo rojo y lo azul(1932). Otros autores: Antonio Espina, Max Aub, Francisco Ayala y Rosa Chacel.

Novela social de preguerra:

se inserta en una estética de rehumanización y se centra en la exposición de conflictos humanos, de contenido social y político. El tema se centra en las luchas e injusticias sociales y en la penosa situación de campesino y obrero. Su objetivo es dar testimonio de unas situaciones sociales y políticas concretas. La 1 novela de este ciclo es El blocao de Díaz Fernández(1928) a la que siguen otras muchas como Los pobres contra los ricos(1933) y La turbina(1936) de Domínguez Benavides, Un hombre de 30 años(1933) de Carranque de Ríos e Imán(1930) y Siete domingos rojos(1932) de Ramón J. Sender.