Objetivos de la desamortización de Mendizábal

3-LAS DESAMORTIZACIONES
España era un país fundamentalmente agrario donde casi el 70% de la población se dedicaba a la agricultura. La mayor parte de las tierras estaban en manos de nobleza e Iglesia; las cultivaban campesinos que practicaban una agricultura de subsistencia con técnicas tradicionales.El principal problema era la falta de modernización. Los ilustrados ya habían detectado que la clave estaba en que la propiedad de las tierras estaba inmovilizada. La mayoría de las tierras no se podían vender ni comprar, estaban amortizadas o en manos muertas al estar vinculadas al linaje o a las instituciones. 
-En el Siglo XIX los liberales abordaron la llamada reforma agraria liberal que consagró los principios de la propiedad privada y de libre disposición de la tierra.
Se adoptaron tres grandes medidas: la disolución de los señoríos y los derechos jurisdiccionales, la desvinculación de la propiedad y la confiscación y venta en pública subasta de las tierras de manos muertas.
-Los precedentes de las desamortizaciones se remontan al reinado de Carlos IV y de José I, a las Cortes de Cádiz y a las del Trienio. Se produjo la Desamortización de Mendizábal (1836) fue una desamortización eclesiástica: las tierras del clero regular fueron expropiadas por el Estado que las vendíó a particulares en subasta. 
-La desamortización de Mendizábal tuvo éxitos en sus objetivos a corto plazo: permitíó disminuir la deuda pública, armar un ejército contra el carlismo
-Durante el Bienio Progresista se realizó una segunda desamortización. La desamortización general de 1855, conocida como la Desamortización de Madoz (1855) afectó a las tierras comunales de los Ayuntamientos. Los objetivos a medio plazo eran disminuir la deuda pública y financiar la Ley General de Ferrocarriles. Se consiguieron buena parte de los objetivos previstos. 

Las desamortizaciones supusieron una importante movilización de la propiedad agraria: el 40% de la tierra cambió de manos. Los compradores fueron sobre todo nobles terratenientes o burgueses. Ambos se fundieron en un grupo social: la burguésía agraria.Significaron un deterioro económico para muchos campesinos. Se mantuvo la distribución geográfica anterior.
-En conclusión, se mantiene el problema agrario, los rendimientos de la tierra siguen siendo bajos y el campo sigue reteniendo una numerosa población jornalera en situación de miseria. La conflictividad social y el “hambre” de tierras serán una constante.  

4-LOS INICIOS DE LA INDUSTRALIZACIÓN (1830-1875)
-La Revolución Industrial en España fue tardía y limitada.. En el resto de España continuó predominado una industria tradicional. Las causas de esta escasa industrialización fueron: La inestabilidad política.La escasez de capital. La falta de transformaciones agrarias previas.Un mercado pobre e irregular. Los orígenes de la industrialización española se encuentran en el nacimiento del sector textil en Cataluña. Surgíó sobre la base previa de una industria algodonera artesanal consolidada a lo largo del Siglo XVIII. El despegue tiene lugar desde 1830 gracias a la supresión de los gremios, la escasez de mano de obra que favorecíó la mecanización, la abundancia de capitales repatriados de las colonias, los precios más bajos y la política proteccionista de los gobiernos liberales, que les permitíó disponer en exclusiva del mercado nacional.
-La siderurgia encontró mayores dificultades para su desarrollo.Entre 1825 y 1850, la siderurgia se desarrolla en Andalucía con los primeros Altos Hornos en Marbella. Contaba con mineral de hierro de gran calidad, pero con el tiempo dejó de ser competitivo al carecer de carbón mineral y tener que utilizar carbón vegetal, mucho más caro y con menor poder calorífico.Desde 1875, ya durante la Restauración, surgirá el foco vizcaíno. Vizcaya consiguió la hegemonía gracias a contar con hierro de calidad y a la iniciativa de la burguésía de Bilbao que intercambió el hierro vizcaíno por carbón inglés e instaló altos hornos modernos 
-La expansión del ferrocarril en España se retrasó con relación a los principales países europeos del momento. Los primeros intentos por impulsar el desarrollo del ferrocarril en España se remontan a la Real Orden de 1844, aprobada durante la Década Moderada. Con la Ley General de Ferrocarriles de 1855 el gobierno apoyó la construcción de nuevas vías gracias a los beneficios obtenidos por la Desamortización de Madoz. La crisis financiera de 1866 supuso la paralización de nuevas líneas.
-La Ley General de Ferrocarriles de 1855 determinó las carácterísticas de la red ferroviaria española. Se evitó un aumento de la  demanda interior sobre el sector siderúrgico o de maquinaria para construir la red, perdíéndose una oportunidad para incentivar el crecimiento industrial de España.