Obras más importantes de virgilio

La poesía épica de carácter narrativo cuenta con un lenguaje solemne las hazañas legendarias de héroes o los orígenes míticos de un pueblo.
La épica surge en las culturas primitivas vinculada con la tradición oral: son composiciones que se transmiten oralmente, generalmente con acompañamiento musical y que no tienen ni un único
autor ni un texto fijo. Este es el caso de los poemas homéricos. Precisamente la enorme influencia que ejerce en toda la civilización occidental la cultura griega hace que, a partir de la Ilíada y la Odisea, la épica se convierta en un género literario con carácterísticas bien definidas. Surge de esta forma el poema épico culto, producto de la
voluntad de su autor que elige el tema y utiliza conscientemente los recursos estilísticos
a su alcance. A este último tipo de poesía pertenecen todas las obras épicas de la literatura latina.
En Roma Livio Andrónico, poeta del siglo III a. J.C., tradujo, o más bien realizó una versión libre de la Odisea en versos saturnios. Esta obra, que dio a conocer los poemas de Homero en Roma, ejercíó una enorme influencia y fue utilizada en las escuelas. 
Desde época muy temprana los autores latinos sustituyen los elementos míticos y legendarios por sus propias gestas históricas como tema de sus poemas épicos. El primer poeta que escribe una obra de estas carácterísticas es Nevio, que a fines del siglo
II a. De J.C. Publicó con el título de Bellum Punicum un poema en versos saturnios sobre la primera guerra púnica en la que había participado personalmente. Entre los poetas que cultivaron el género épico con anterioridad a Virgilio destaca por su importancia Ennio, con quien la épica latina se consolida definitivamente. Su poema Annales es considerada como la epopeya nacional romana hasta la aparición de la

Eneida


Era una obra en 18 libros, de los que sólo se conservan fragmentos, sobre la historia de Roma hasta su época. Su importancia en el desarrollo del género es grande, no sólo porque fue el primero en utilizar el hexámetro, verso tomado del griego y del que la épica toma el nombre, sino también porque fue el creador de un lenguaje épico en Roma. 

2. Virgilio
Publius Vergilius Maro constituye una de las cimas de la literatura latina,
siendo uno de los autores clásicos que ejercíó una influencia más duradera. Nacíó en una aldea cerca de Padua en año 70 a. De J.C. Y pertenecíó a una familia de clase media. Fue educado en Cremona y Milán, estudiando con posterioridad filosofía y retórica en Roma. Murió en Brindis, el 19 a. De J.C., al regreso de un viaje a Grecia que había
realizado para conocer “in situ” los lugares en los que se desarrollaba la Eneida.
Vivíó una época de profunda crisis en el mundo romano y asistíó a los cambios que
supuso el gobierno de Augusto, colaborando activamente y de buen grado en ellos.
Pertenecíó al círculo de Mecenas, el gran amigo de Augusto y protector de artistas que
colaboró con él en el intento de renovación de las costumbres y tradiciones romanas
antiguas.

2

La Eneida
Virgilio dedica los diez últimos años de su vida a escribir la Eneida, un poema
épico en hexámetros, que se convertiría en la cima de la poesía épica latina. Al parecer
el deseo de Mecenas era que el poema se hubiera centrado en la figura del propio
emperador; el logro de Virgilio fue prescindir de la glorificación personal y unir los
destinos de Roma y de Augusto en la glorificación de los orígenes míticos de la ciudad.
Para ello se sirve de la leyenda de Eneas, padre mítico de Roma y, al mismo tiempo,
antepasado divino de Augusto. 
El tema central del poema es, pues, la leyenda de Eneas, el héroe troyano que sobrevivíó
por mandato de los dioses a la destrucción de Troya y, tras un largo viaje, fundó un
asentamiento troyano en Italia. La intencionalidad política de la Eneida es evidente ya
en la elección del tema. Escogiendo la leyenda de Eneas como fundador de Roma,
Virgilio relacionaba ésta definitivamente con la cultura griega. Por otra parte, se hacía
descender "la gens Iulia", a la que Augusto pertenecía, de Iulo, el hijo de Eneas; de esta
forma, como según la leyenda Eneas era hijo de la diosa Venus, se establecían unos
orígenes divinos para el emperador. Virgilio presentaba así el régimen de Augusto como
el heredero natural del glorioso pasado romano: Roma y Augusto quedaban de esta
manera identificados y unidos de forma mucho más sutil y eficaz. 
Como obra literaria la Eneida es un poema de una extraordinaria complejidad. Sin duda
Virgilio se inspiró en los poemas homéricos, pero también se aproxima a la épica
arcaica de Ennio y de Nevio, que habían ensalzado a los héroes de su historia nacional
mezclando hechos históricos con aspectos legendarios. Virgilio logra unir en el poema
el presente y el pasado, la historia y la leyenda con gran habilidad; las hazañas de
Augusto aparecen en el poema, no expuestos directamente como materia narrativa, sino
en forma de disgresión profética o fabulosa: en el libro I, Júpiter pasa revista a la
historia de Roma hasta la época de Augusto; en el libro VI la sombra de su padre,
Anquises revela a Eneas el destino de Roma como dominadora y civilizadora de
pueblos; por último, Virgilio aprovecha el recurso épico a la descripción de las armas,
tomado directamente de Homero, para realizar una descripción de la historia de Roma
que culmina con la victoria de Accio y el triunfo de Octavio Augusto.
La Ilíada y la Odisea le sugirieron la composición del poema en dos partes: los seis
primeros libros, en los que se narra la peregrinación de Eneas desde la destrucción de
Troya hasta su llegada a Italia, recogen el modelo de la Odisea; los otros seis, que
recogen las alternativas en la lucha por la conquista de Italia, recuerdan a la Ilíada.
Virgilio, aún reconociendo su deuda con Homero, supo imprimir a su obra un profundo
sello de "romanidad": pretendíó reflejar los principios de la restauración religiosa y
moral que se estaba realizando durante el Principado de Augusto.
El poema comienza cuando Eneas y sus compañeros llevan ya algunos años vagando en
busca de la tierra donde, según el mandato de los dioses, han de fundar una nueva
ciudad. Eneas, con los Penates de la destruida Troya, con su padre Anquises y su hijo
Ascanio vaga, asistido por su madre Venus, durante mucho tiempo por el mar, cuando
una tempestad los arroja a las costas de África. Allí se está levantando Cartago, la futura
rival de Roma. Recibido hospitalariamente por la reina Dido, Eneas hace un relato de la
destrucción de Troya y de los acontecimientos posteriores. Narra a continuación
Virgilio los amores de Eneas y Dido, que se ven obstaculizados por Júpiter, quien