Los reinos cristianos en la Edad Media: organización política, régimen señorial y sociedad estamental
La organización política de los reinos cristianos peninsulares durante la Edad Media era diversa e independiente, aunque existía una tendencia a la disgregación impulsada por la nobleza feudal. En la zona cantábrica se encontraba el Reino Asturleonés (que abarcaba desde el oeste de Galicia hasta el Condado de Castilla), el Condado de Castilla y el Condado de Portugal; estos dos últimos acabarían convirtiéndose en reinos independientes. En la zona pirenaica se desarrollaron el Reino de Pamplona (posteriormente Navarra), el Condado de Aragón (que también se convertiría en reino) y los Condados Catalanes, que fueron afirmando su independencia frente a la influencia musulmana y carolingia (Marca Hispánica).
La organización política, social y económica predominante fue el régimen señorial (feudalismo). Este sistema se basaba en relaciones de dependencia personal entre señores y vasallos: el señor ofrecía protección y tierras (feudo) a cambio de la fidelidad, auxilio militar y consejo del vasallo. La sociedad feudal estaba jerarquizada en tres estamentos, agrupados en dos grandes grupos:
- Privilegiados: Gozaban de exenciones fiscales y derechos señoriales. Incluían a:
- La nobleza: Dedicada a la guerra, poseía grandes señoríos. Se distinguía entre alta nobleza (duques, condes, marqueses) y baja nobleza (hidalgos, caballeros).
- El clero: Dedicado a la oración y la cultura. También poseía señoríos y cobraba el diezmo. Se dividía en alto clero (obispos, abades, a menudo de origen noble) y bajo clero (curas, monjes, más cercanos al pueblo).
- No privilegiados (Tercer Estado o pueblo llano): Constituían la mayoría de la población y sostenían económicamente al reino con su trabajo e impuestos. El grupo más numeroso era el de los campesinos, dependientes de los señores, aunque existían campesinos propietarios de pequeñas tierras (alodios). También incluía a artesanos y burgueses en las ciudades.
La economía era fundamentalmente agraria, con técnicas de cultivo rudimentarias (rotación bienal o trienal, barbecho) y bajos rendimientos. La ganadería también era importante, destacando la ovina trashumante en Castilla, organizada en el Honrado Concejo de la Mesta. La artesanía se desarrollaba en las ciudades (gremios), destacando centros como Burgos o Barcelona (textil). El comercio experimentó un crecimiento, impulsado por las ferias (como las de Medina del Campo en Castilla) y las rutas marítimas (controladas por la Corona de Aragón en el Mediterráneo).
Los conflictos sociales fueron frecuentes, impulsados por diversas causas:
- La desigualdad social del feudalismo generó revueltas campesinas contra los abusos señoriales (como el conflicto de los Remensas en Cataluña o las revueltas Irmandiñas en Galicia).
- Los intentos de la monarquía por imponer su autoridad sobre la nobleza feudal.
- Las luchas entre facciones urbanas por el control político y económico de las ciudades (como el conflicto de la Biga y la Busca en Barcelona).
- Las tensiones religiosas entre cristianos, judíos y musulmanes.
Organización política de la Corona de Castilla, de la Corona de Aragón y del Reino de Navarra al final de la Edad Media
Al final de la Edad Media (siglos XIV-XV), los reinos peninsulares habían consolidado sus estructuras políticas:
La Corona de Castilla
Compuesta por los reinos de León (con Galicia) y Castilla, fue unificada definitivamente bajo el rey Fernando III en el siglo XIII, tras un proceso previo de uniones y separaciones. En Castilla, el rey gozaba de amplios poderes (potestad legislativa, judicial, militar y fiscal) y la monarquía tendió a fortalecer su autoridad. Se desarrollaron importantes códigos legales como Las Partidas de Alfonso X y el Ordenamiento de Alcalá de Alfonso XI. Sin embargo, la nobleza mantuvo una gran influencia, como demostró la guerra civil del siglo XIV entre Pedro I y su hermanastro Enrique de Trastámara, que instauró la dinastía Trastámara.
Las principales instituciones castellanas fueron:
- Consejo Real: Órgano asesor del rey, con funciones gubernativas y judiciales.
- Audiencia (o Chancillería): Máximo tribunal de justicia.
- Hacienda Real: Encargada de la recaudación de impuestos.
- Cortes de Castilla y León: Asamblea consultiva formada por representantes de la nobleza, el clero y las ciudades. Su función principal era votar impuestos extraordinarios y presentar peticiones al rey.
- Ejército permanente: Se fue consolidando progresivamente.
La Corona de Aragón
Era una confederación de territorios (Reino de Aragón, Principado de Cataluña, Reino de Valencia y Reino de Mallorca), cada uno con sus propias leyes, instituciones y Cortes. El modelo político era el pactismo: el poder del rey estaba limitado por los fueros y las Cortes de cada reino. La Corona orientó su expansión hacia el Mediterráneo, incorporando Sicilia, Cerdeña y Nápoles. Tras la muerte sin descendencia de Martín I el Humano, el Compromiso de Caspe (1412) eligió como sucesor a Fernando I de Antequera, de la dinastía Trastámara.
Las instituciones aragonesas más destacadas fueron:
- Cortes: Existían Cortes privativas en Aragón, Cataluña y Valencia, con poder legislativo y fiscal.
- Diputaciones del General (o Generalitat): Comisiones permanentes de las Cortes (una por cada territorio) encargadas de velar por el cumplimiento de lo acordado y administrar ciertos impuestos.
- Justicia Mayor de Aragón: Institución específica del Reino de Aragón, encargada de la defensa de los fueros y de mediar en conflictos entre el rey y la nobleza.
- Virrey: Representante del rey en cada territorio cuando este estaba ausente.
- Consejos municipales (Consells): Con amplia autonomía en las ciudades.
El Reino de Navarra
Se consolidó como reino independiente tras la muerte de Alfonso I de Aragón. Su expansión territorial quedó limitada por Castilla y Aragón, y en el siglo XIII perdió Guipúzcoa y Álava, quedando sin salida al mar. Para mantener su independencia, buscó alianzas con Francia, y dinastías francesas ocuparon el trono navarro. Los navarros defendieron sus instituciones propias:
- Fuero General: Compilación de sus leyes y costumbres.
- Cortes de Navarra: Con funciones similares a las de otros reinos.
- Cámara de Comptos: Tribunal de cuentas encargado de fiscalizar las finanzas reales.
Los Reyes Católicos: unión dinástica e instituciones de gobierno
El matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón en 1469 sentó las bases para la unión dinástica de ambas Coronas. Isabel se proclamó reina de Castilla en 1474, lo que provocó una guerra civil (1474-1479) contra los partidarios de su sobrina, Juana ‘la Beltraneja’, apoyada por Portugal y Francia. La victoria de Isabel se consolidó en el Tratado de Alcaçovas (1479) con Portugal. Ese mismo año, Fernando heredó el trono de Aragón.
La Concordia de Segovia (1475) estableció las bases del gobierno conjunto, pero la unión fue meramente dinástica: cada reino (Castilla, Aragón, Cataluña, Valencia) conservó sus propias leyes, instituciones, Cortes, moneda, fronteras y aduanas. Solo compartían los mismos monarcas y una política exterior y religiosa común (con la creación de la Inquisición en 1478 como única institución presente en ambas Coronas). La unión fue desigual, ya que Castilla era más grande, poblada, económicamente dinámica y con una estructura política más centralizada y favorable al autoritarismo real. Por ello, el nuevo Estado Moderno impulsado por los Reyes Católicos se articuló fundamentalmente sobre las bases castellanas.
Los Reyes Católicos se propusieron varios objetivos:
- Unificación territorial de la Península Ibérica: Conquistaron el Reino nazarí de Granada (1492), recuperaron el Rosellón y la Cerdaña (1493), completaron la conquista de las Canarias (1496), incorporaron Navarra a Castilla (1512, aunque manteniendo sus fueros) e intentaron la unión con Portugal mediante política matrimonial.
- Unificación religiosa: Creación del Tribunal de la Santa Inquisición (1478) para perseguir la herejía, expulsión de los judíos (1492) y conversión forzosa de los mudéjares (musulmanes en territorio cristiano), que pasaron a ser moriscos (1502 en Castilla).
- Consolidación de una monarquía autoritaria: Buscaban imponer el poder real sobre la nobleza y el clero.
Para fortalecer su poder, reorganizaron y crearon diversas instituciones de gobierno:
- Consejos: Órganos especializados de asesoramiento y gobierno. Se reorganizó el Consejo Real de Castilla (principal órgano de gobierno), y se crearon otros como el Consejo de Aragón, el Consejo de la Inquisición y el Consejo de las Órdenes Militares. Los secretarios reales, a menudo juristas de formación universitaria, ganaron influencia.
- Justicia: Se reorganizaron las Audiencias y Chancillerías (Valladolid y Granada) como tribunales superiores en Castilla. En la Corona de Aragón se mantuvieron sus propias instituciones judiciales (Justicia Mayor, Audiencias de Zaragoza, Barcelona y Valencia).
- Administración territorial: Se generalizó la figura del Corregidor en las ciudades castellanas, como delegado del poder real. En la Corona de Aragón y en los territorios exteriores (Nápoles, Sicilia, América) se nombraron Virreyes.
- Hacienda: Se reorganizó la recaudación de impuestos mediante la Contaduría Mayor de Hacienda y la Contaduría General de Cuentas.
- Ejército permanente: Se consolidó un ejército profesional al servicio de la monarquía.
- Santa Hermandad (1476): Cuerpo armado financiado por los municipios castellanos para mantener el orden público y la seguridad en los caminos.
No establecieron una capital fija; la corte era itinerante.
Exploración, conquista y colonización de América: Consecuencias para España, Europa y América
Tras el primer viaje de Cristóbal Colón en 1492, patrocinado por los Reyes Católicos, se inició un rápido proceso de exploración, conquista y colonización del continente americano.
Exploración y Conquista
Las exploraciones continuaron con los siguientes viajes de Colón (exploración de las Antillas, costas de Venezuela y Centroamérica). Posteriormente, la exploración y conquista fue llevada a cabo principalmente por particulares que firmaban capitulaciones de conquista con la Corona, que les otorgaban derechos sobre los territorios a cambio de incorporarlos a Castilla y evangelizar a sus habitantes. Entre las expediciones más importantes destacan:
- Vasco Núñez de Balboa: Cruzó el istmo de Panamá y descubrió el Océano Pacífico (Mar del Sur) en 1513.
- Hernán Cortés: Lideró la conquista del Imperio Azteca en México (1519-1521), aprovechando las divisiones internas y factores culturales. Fundó el Virreinato de Nueva España.
- Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano: Protagonizaron la primera vuelta al mundo (1519-1522), demostrando la esfericidad de la Tierra.
- Francisco Pizarro y Diego de Almagro: Conquistaron el Imperio Inca en Perú (1531-1533), ejecutando al emperador Atahualpa. La búsqueda de riquezas (mito de ‘El Dorado’) y las disputas internas llevaron a guerras civiles entre los conquistadores.
Colonización
La Corona justificó la conquista con el objetivo de evangelizar a los indígenas, considerados súbditos de Castilla. La organización económica y social de las colonias se basó en la explotación de los recursos y de la mano de obra indígena a través de sistemas como:
- La encomienda: Asignación de un grupo de indígenas a un colono (encomendero) que debía protegerlos y evangelizarlos a cambio de su trabajo o tributos. En la práctica, derivó en formas de explotación y trabajo forzado.
- La mita: Sistema de trabajo forzado por turnos, especialmente en las minas (como las de Potosí y Zacatecas), adaptado del sistema incaico.
Las duras condiciones de trabajo y, sobre todo, las enfermedades traídas por los europeos (viruela, sarampión) provocaron una catástrofe demográfica entre la población indígena. Las Leyes de Burgos (1512) y las Leyes Nuevas (1542) intentaron, con éxito limitado, regular el trato a los indígenas y limitar los abusos.
Consecuencias
Para América:
- Demográficas: Drástico descenso de la población indígena. Mestizaje. Llegada de esclavos africanos.
- Económicas: Explotación de recursos (metales preciosos, agricultura de plantación) en beneficio de la metrópoli. Imposición de una economía colonial dependiente.
- Políticas: Destrucción de las estructuras políticas y sociales precolombinas. Imposición de la administración española (Virreinatos, Audiencias, etc.).
- Culturales: Imposición del castellano, la religión católica y la cultura europea, aunque con pervivencia y sincretismo de elementos indígenas.
Para España y Europa:
- Económicas: La llegada masiva de metales preciosos (oro y plata) provocó la ‘**Revolución de los Precios**’ (fuerte inflación) en el siglo XVI. Financió las guerras de la Monarquía Hispánica, pero perjudicó a la producción artesanal castellana (menos competitiva) y favoreció la importación. El comercio con América (monopolizado por Sevilla a través de la Casa de Contratación) se convirtió en un factor clave, introduciendo nuevos productos en Europa (patata, maíz, tomate, cacao, tabaco) y llevando productos europeos a América (trigo, vid, aceite, ganado). Fomento del contrabando.
- Políticas: España se convirtió en la principal potencia europea en el siglo XVI. Las riquezas americanas financiaron su hegemonía, pero también sus costosas guerras.
- Demográficas: Emigración hacia América (principalmente castellanos).
- Culturales y científicas: Ampliación del mundo conocido. Avances en geografía, cartografía, biología. Debate sobre la legitimidad de la conquista y los derechos de los indígenas (derecho de gentes), con figuras como Fray Bartolomé de las Casas.
Los Austrias del siglo XVII: Gobierno de validos y la crisis de 1640
El siglo XVII en España estuvo marcado por el gobierno de los llamados ‘Austrias Menores’: Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665) y Carlos II (1665-1700). A diferencia de sus predecesores, estos monarcas delegaron las tareas de gobierno en validos o ‘privados’, hombres de su confianza personal, generalmente miembros de la alta nobleza.
El Gobierno de Validos
Los validos gobernaban al margen de los Consejos tradicionales, utilizando Juntas más reducidas. Su gestión a menudo se caracterizó por el nepotismo, la corrupción y la lucha por el poder entre facciones cortesanas. Los validos más importantes fueron:
- Con Felipe III: El Duque de Lerma y, brevemente, su hijo, el Duque de Uceda.
- Con Felipe IV: El Conde-Duque de Olivares y, tras su caída, Luis de Haro.
- Con Carlos II: Se sucedieron varios (Nithard, Valenzuela, Juan José de Austria, Duque de Medinaceli, Conde de Oropesa).
Políticamente, persistió la tensión entre las tendencias centralizadoras castellanas y el mantenimiento de los fueros de la Corona de Aragón.
La Crisis del Siglo XVII
El siglo XVII fue un periodo de profunda crisis para la Monarquía Hispánica:
- Crisis demográfica: Causada por grandes epidemias de peste, continuas guerras, la expulsión de los moriscos y la emigración a América.
- Crisis económica: Malas cosechas, decadencia de la artesanía (especialmente la textil castellana), disminución de la llegada de metales americanos y sucesivas bancarrotas de la Hacienda Real.
- Crisis social: Empobrecimiento general de la población, aumento de la mendicidad y el bandolerismo, y polarización social.
Principales Reinados y Acontecimientos
Felipe III (1598-1621)
Su valido, el Duque de Lerma, aplicó una política exterior pacifista (*Pax Hispanica*), firmando la paz con Inglaterra (1604) y la Tregua de los Doce Años con las Provincias Unidas (Holanda) (1609), debido al agotamiento financiero. La decisión interna más trascendental fue la expulsión de los moriscos (1609-1614), con graves consecuencias demográficas y económicas, especialmente en Valencia y Aragón.
Felipe IV (1621-1665)
Su valido, el Conde-Duque de Olivares, intentó devolver a España su prestigio internacional y fortalecer la monarquía con un ambicioso programa de reformas. Su objetivo era lograr una mayor centralización y que todos los reinos contribuyeran al esfuerzo bélico de la monarquía (inmersa en la Guerra de los Treinta Años, 1618-1648). Su proyecto clave fue la Unión de Armas (1626), que pretendía crear un ejército permanente sostenido por todos los reinos, pero fracasó por la oposición de la Corona de Aragón.
La Crisis de 1640
Las exigencias fiscales y militares de Olivares, en el contexto de la guerra contra Francia, provocaron una grave crisis interna en 1640:
- Revuelta de Cataluña (Guerra de los Segadores, 1640-1652): El rechazo a la Unión de Armas y los abusos de las tropas castellanas alojadas en Cataluña para luchar contra Francia desencadenaron una sublevación (Corpus de Sangre, junio de 1640). Los catalanes buscaron el apoyo de Francia y nombraron conde de Barcelona a Luis XIII. La guerra terminó con la reintegración de Cataluña a la monarquía hispánica, con la promesa de respetar sus fueros.
- Rebelión de Portugal (1640-1668): Aprovechando la crisis, la nobleza portuguesa proclamó rey al Duque de Braganza (Juan IV). La larga guerra concluyó con el reconocimiento de la independencia de Portugal (Tratado de Lisboa, 1668).
- Hubo también conatos de rebelión en Andalucía, Aragón y Nápoles.
La crisis provocó la caída de Olivares en 1643 y evidenció la imposibilidad de imponer el modelo centralista. España perdió la hegemonía europea en favor de Francia (Paz de Westfalia, 1648; Paz de los Pirineos, 1659).
Carlos II (1665-1700)
El último Austria, ‘el Hechizado’, fue un rey débil y enfermizo. Su reinado se caracterizó por la continuación de la decadencia, las luchas por el poder entre facciones nobiliarias y las derrotas militares frente a la Francia de Luis XIV. Su muerte sin descendencia en 1700 desencadenó la Guerra de Sucesión Española.
La nueva Monarquía Borbónica: Los Decretos de Nueva Planta, modelo de Estado y alcance de las reformas
La llegada de la dinastía Borbón con Felipe V (1700-1746, con breve interregno de Luis I en 1724) y Fernando VI (1746-1759), tras la Guerra de Sucesión Española (1701-1714), supuso un cambio fundamental en la estructura del Estado español, implantando un modelo de absolutismo monárquico y centralización de inspiración francesa.
Los Decretos de Nueva Planta
Fueron el instrumento jurídico fundamental para la unificación y centralización del Estado. Promulgados por Felipe V entre 1707 y 1716 como represalia por el apoyo de los territorios de la Corona de Aragón al archiduque Carlos durante la Guerra de Sucesión:
- Abolieron los fueros, leyes e instituciones propias del Reino de Valencia, Reino de Aragón, Principado de Cataluña y Reino de Mallorca (Cortes, Diputaciones/Generalitat, Justicia Mayor, sistema fiscal propio, etc.).
- Impusieron la organización político-administrativa de Castilla en estos territorios.
- Supusieron la creación de un Estado unificado y centralizado bajo las leyes de Castilla, aunque pervivieron algunos particularismos (como el derecho civil en Aragón y Cataluña).
- Solo Navarra y las Provincias Vascas conservaron sus fueros por haber apoyado a Felipe V en la guerra.
- Se implantó también la Ley Sálica (de origen francés), que dificultaba el acceso de las mujeres al trono.
Reformas Administrativas y Modelo de Estado
Se estableció un modelo de monarquía absoluta donde el rey concentraba todos los poderes. Las reformas buscaron racionalizar y hacer más eficaz la administración:
- Administración Central:
- Se suprimieron los Consejos territoriales (excepto el de Indias, aunque perdió peso). El Consejo de Castilla se convirtió en el principal órgano consultivo del rey para todo el reino.
- El poder ejecutivo se concentró en las Secretarías de Estado y del Despacho (antecedente de los ministerios), dirigidas por Secretarios nombrados directamente por el rey. Las principales fueron Estado, Gracia y Justicia, Guerra, Marina e Indias, y Hacienda.
- Cortes: Las Cortes de los distintos reinos desaparecieron, integrándose en las de Castilla, que pasaron a llamarse Cortes Generales del Reino. Su función quedó reducida a la jura del heredero y a peticiones simbólicas, perdiendo su poder legislativo y fiscal.
- Administración Territorial:
- Se dividió el territorio en provincias (similares a las actuales, aunque llamadas a menudo intendencias).
- Al frente de cada provincia se situó un Capitán General como máxima autoridad militar y gubernativa (sustituyendo a los antiguos virreyes, salvo en América).
- Las Reales Audiencias, presididas por el Capitán General, administraban justicia en nombre del rey.
- Se extendió a todo el territorio la figura del Corregidor castellano para el gobierno de las principales ciudades.
- Administración Local y Hacienda:
- Se introdujo la figura del Intendente (de origen francés), un funcionario real con amplias competencias económicas, fiscales y de fomento en cada provincia.
- Se intentó reformar la Hacienda para hacerla más eficaz. En los territorios de la Corona de Aragón se implantó un impuesto único y global (equivalente, catastro, talla, única contribución) como castigo y para simplificar la recaudación.
- Se intentó extender un sistema similar a toda España con el Catastro de Ensenada en Castilla (durante el reinado de Fernando VI), que buscaba registrar la riqueza de los súbditos para establecer un impuesto único y proporcional. Sin embargo, la oposición de los estamentos privilegiados impidió su aplicación general.
El objetivo general de estas reformas era fortalecer el poder real, modernizar el Estado y mejorar la economía, sentando las bases del Estado contemporáneo en España.
Ideas fundamentales de la Ilustración. El despotismo ilustrado: Carlos III
La Ilustración en España
La Ilustración fue un movimiento intelectual y cultural europeo del siglo XVIII (‘Siglo de las Luces’) basado en la confianza en la razón, el pensamiento crítico, el método científico y la idea de progreso. Consideraba la educación como el motor para mejorar la sociedad y alcanzar la felicidad humana.
En España, la Ilustración tuvo un desarrollo más tardío y moderado debido al peso de la Iglesia, el conservadurismo de la nobleza, la debilidad de la burguesía y el analfabetismo. Aun así, hubo un importante grupo de ilustrados españoles (Feijoo, Campomanes, Jovellanos, Floridablanca, Aranda, Celestino Mutis, Moratín) que analizaron los problemas del país (atraso económico, desigualdad social, ignorancia) y propusieron reformas. Los principales canales de difusión fueron las Academias (Real Academia Española, de la Historia, de Bellas Artes), las Sociedades Económicas de Amigos del País (que fomentaban la agricultura, la industria y el comercio locales) y la prensa periódica.
El Despotismo Ilustrado: Carlos III (1759-1788)
Carlos III es el máximo exponente del Despotismo Ilustrado en España. Este sistema político combinaba el mantenimiento del poder absoluto del rey con la voluntad de impulsar reformas inspiradas en las ideas ilustradas para modernizar el país y mejorar el bienestar de los súbditos, bajo el lema ‘Todo para el pueblo, pero sin el pueblo’. Carlos III, que ya había reinado en Nápoles, se rodeó de ministros y consejeros ilustrados como Esquilache (inicialmente), Campomanes, Floridablanca, Conde de Aranda, Olavide y Jovellanos.
Principales Reformas de Carlos III
- Reformas sociales: Se declararon honestas todas las profesiones (1783), buscando dignificar el trabajo manual y comercial. Se limitaron algunos privilegios de la Mesta y se intentaron proyectos de reforma agraria (aunque sin tocar la estructura de la propiedad). Se promovió la colonización de nuevas tierras (como en Sierra Morena, bajo la supervisión de Olavide).
- Reformas religiosas (Regalismo): Se reforzó el control del poder real sobre la Iglesia (nombramiento de cargos eclesiásticos, control de la Inquisición). La medida más drástica fue la expulsión de los jesuitas (1767), acusados de instigar motines y de excesivo poder e influencia.
- Reformas económicas:
- Fomento de la agricultura (nuevos cultivos, proyectos de regadío).
- Creación de Reales Fábricas para producir bienes de lujo o estratégicos (tapices, porcelana, armas) y fomento de la industria privada (proteccionismo moderado).
- Impulso al comercio: mejora de infraestructuras (caminos reales, canales como el Canal de Castilla), liberalización del comercio de granos (1765, aunque provocó motines por la subida de precios) y liberalización del comercio con América para todos los puertos españoles (1778), acabando con el monopolio de Cádiz (que había sustituido a Sevilla). Creación del Banco de San Carlos (1782), antecedente del Banco de España.
- Reformas culturales y educativas: Se impulsó la educación primaria, se reformaron las universidades y los Colegios Mayores (controlados por la nobleza y el clero), y se fomentó la ciencia y la cultura a través de las Academias y las Sociedades Económicas.
El Motín de Esquilache (1766)
Fue una revuelta popular que estalló en Madrid y se extendió a otras ciudades. Sus causas fueron complejas:
- Malestar popular por la carestía y subida del precio del pan (malas cosechas y liberalización del comercio de trigo).
- Oposición a las reformas de Esquilache (ministro italiano de Hacienda y Guerra) por parte de los grupos privilegiados.
- Xenofobia contra los ministros extranjeros.
- El detonante fue un decreto que prohibía el uso de capas largas y sombreros de ala ancha (chambergo) por razones de orden público.
Consecuencias: El rey destituyó a Esquilache, anuló el decreto y frenó temporalmente el ritmo de algunas reformas. Sin embargo, tras el motín, Carlos III continuó su política reformista con ministros españoles como Aranda y Floridablanca. El impulso reformista se agotaría en el reinado de su sucesor, Carlos IV, debido al temor generado por el estallido de la Revolución Francesa (1789).