Intelectualismo Moral Socrático
El intelectualismo moral es una doctrina socrática que identifica el conocimiento con la virtud. Así, el hombre sabio es virtuoso y obrará bien. Según esta doctrina, aquellas personas que actúan mal lo hacen por desconocimiento, de modo que con conocimiento podrán obrar virtuosamente. Sócrates nos dice que solo el ignorante obrará mal, pues nadie hace el mal a sabiendas. Si al ignorante le enseñamos el conocimiento de la virtud, obrará bien.
Sócrates piensa que la virtud puede y debe ser enseñada. El hombre virtuoso será feliz, puesto que obra coherentemente según el bien. También denominará ‘justo’ al hombre virtuoso.
La Filosofía de Platón: Metafísica y Epistemología
Teoría de las Ideas y Dualismo Metafísico
Las Ideas para Platón son el contenido de una definición y se les puede llamar esencia (aquello que hace que una cosa sea lo que es) o también las denominará formas. El contenido de la definición o Idea es un concepto de rasgos distintivos que ha de servir para poder decidir, ante cualquier cosa posible, si queda incluida o no en la definición. La Idea es un criterio, una norma o regla que acoge ciertas cosas y excluye otras, sirviendo para determinar si cualquier cosa posible puede incluirse como Idea o no.
El gran problema de la filosofía de Platón reside en la relación entre las cosas y las Ideas. Así, toda su filosofía aborda la cuestión de qué relación existe entre ellas y qué es anterior: ¿las Ideas o las cosas?
Diferencias entre Ideas y Cosas
Según Platón, existen enormes diferencias entre las Ideas y las cosas, que son las siguientes:
- Las Ideas no son cosas y las cosas no son Ideas.
- La captación que tenemos de las cosas, nuestra relación con ellas, es siempre una sensación, ya que las percibimos por los sentidos. Las cosas pertenecen al reino de la sensibilidad. Por otro lado, las Ideas no son sensibles, de modo que la relación que tenemos con ellas es un entender.
Las Ideas son contenidos inteligibles (a los que se accede mediante la inteligencia) y pertenecen al Mundo de las Ideas. Se puede hablar del reino o Mundo Sensible y también del Mundo de las Ideas; por lo tanto, Platón establece una duplicación de dos mundos o realidades: el sensible y el inteligible. Esta teoría la denominará dualismo metafísico (existen dos realidades: la auténtica y la falsa).
Se aprecia que a las cosas les corresponde nacer, cambiar y morir; por lo tanto, quedan afectadas por el paso del tiempo. El cambio que Platón observa en el mundo sensible es una influencia del presocrático Heráclito, quien pensaba que todo fluye. Por otro lado, a las Ideas no les corresponde cambiar, nacer ni morir, pues no quedan alteradas por el paso del tiempo: son inmutables, permanentes, inalterables, atemporales e idénticas a sí mismas (originales, únicas).
Jerarquía de las Ideas
Para Platón, las Ideas están jerarquizadas, donde la más elevada de todas es la Idea Suprema o Idea del Bien. Estas Ideas están ordenadas de tal manera que unas son más superiores que otras. La Idea más elevada es la Suprema o Idea del Bien, y después considera que le siguen:
- Las Ideas éticas (virtud).
- Las Ideas estéticas (hermosura).
- Las Ideas matemáticas (teorema).
- Las Ideas de cosas (mesa).
Esta jerarquía recibe el nombre de dialéctica, que será un método para relacionar las Ideas.
La Realidad Auténtica: Ousía
Platón se preguntará cuál es la auténtica o verdadera realidad, y considerando que existen dos mundos, nos responderá que la auténtica realidad es lo que es y la llamará ousía. El mundo sensible no es la verdadera realidad porque el mundo sensible no es el reino de lo que es, sino de lo que es y no es.
Platón nos pone como ejemplo que una tiza es grande comparada con una hormiga y pequeña comparada con una casa. Luego, la tiza es grande y no lo es a la vez. Por este motivo, la verdadera realidad es el Mundo de las Ideas.
Anterioridad de las Ideas: Teoría de la Reminiscencia
También Platón pensará en la anterioridad de las Ideas en relación con las cosas y nos dirá que nos podría parecer que la idea de belleza es el resultado de comparar diversas cosas bellas, y en tal caso podríamos pensar que habría una anterioridad de las cosas sobre las Ideas. Pero lo cierto es que para poder comparar entre sí cosas bellas, primero hay que reunirlas, y no puedes reunir cosas bellas si no posees un riguroso criterio para distinguir lo que es bello de lo que no lo es. De ahí que las cosas bellas participan de la Idea de Belleza; por lo tanto, las cosas no son anteriores a las Ideas.
Platón, para explicar que las Ideas son anteriores a las cosas, recurre a la Teoría de la Reminiscencia o Anamnesis. En ella nos indica que conocer es recordar, y para su explicación elige elementos de la religión órfico-pitagórica. Para él, el alma, antes de caer en la tierra y quedar prisionera en un cuerpo, vive en un mundo, llamado el Mundo de las Ideas o inteligible. Cuando el alma queda prisionera en un cuerpo, olvida las Ideas y queda sujeta a un cuerpo. Sin embargo, el olvido deja la posibilidad de recuerdo porque el alma, en contacto con las cosas, recuerda las Ideas que ya sabía. Así que, si las cosas nos permiten recordar las Ideas, es porque las cosas imitan a las Ideas.
El Origen del Mundo Sensible: Mito del Demiurgo
El Mito del Demiurgo (artesano sabio) explica cómo las cosas imitan a las Ideas. Platón dice que el mundo sensible ha sido organizado por el Demiurgo, quien intenta copiar el mundo sensible lo más parecido al Mundo de las Ideas. Pero no puede copiar las Ideas con perfección porque los materiales que ha de utilizar en esa obra son materiales sensibles, por tanto, de otra naturaleza que la Idea, la cual es inmutable y eterna. Así, el mundo sensible resulta ser una mala copia del Mundo de las Ideas. Es una aproximación imperfecta, pues en el mundo sensible hay continuo cambio, mientras que en el mundo inteligible hay quietud y también permanencia. Es una copia imperfecta de diferente naturaleza que el original.
El Símil de la Línea: Grados del Conocimiento
Aquí Platón expone su epistemología o teoría del conocimiento de una manera más conceptual y académica. Establece una correspondencia entre el Mundo de las Ideas y la Razón, y el Mundo Sensible y la captación por los sentidos (oscuridad, tinieblas). Platón divide el conocimiento en una línea donde distingue dos tipos de conocimiento: la doxa o opinión (se sitúa en el mundo sensible) y la episteme o ciencia (situada en el Mundo de las Ideas). Cada uno de estos tipos de conocimiento tendrá unos grados:
- Doxa (Opinión): Se divide en:
- Pistis (Creencia): Creencia que no se justifica con un razonamiento riguroso y se refiere a los objetos o seres particulares que hay en el mundo sensible, que serán su objeto de conocimiento.
- Eikasía (Imaginación): Es la imaginación o distorsión de la realidad, donde su objeto de conocimiento son sombras, copias de copias.
- Episteme (Ciencia): En el Mundo de las Ideas nos encontramos con la episteme, la cual se divide en dos grados de conocimiento:
- Dianoia (Conocimiento Discursivo): Conocimiento demostrativo, discursivo, científico, propio de las matemáticas y la geometría, donde su objeto de conocimiento son los conceptos, objetos matemáticos o geométricos.
- Noesis (Conocimiento Contemplativo): El máximo nivel de conocimiento, fruto de la contemplación de las Ideas, y de una manera particular, la Idea del Bien; su objeto de conocimiento son las Ideas.
Antropología y Política Platónica
Dualismo Antropológico: Alma y Cuerpo
En la antropología de Platón encontramos la influencia de los pitagóricos, según los cuales el alma está prisionera dentro de un cuerpo que de algún modo la esclaviza con sus exigencias y necesidades. También comparte con los pitagóricos la idea de que el alma es inmortal y tiene una naturaleza diferente del cuerpo. Por último, comparte la idea de la reencarnación. El alma constituye la parte más noble del hombre y, aunque pertenece al mundo sensible, comparte las características de los seres particulares, así que dirá que el cuerpo es material, corruptible, temporal e imperfecto. Platón dice que el alma no es una Idea, pero por su naturaleza, la cual es inmaterial e inmortal, pertenece al Mundo de las Ideas, un mundo que habitó en un ayer.
El Mito del Carro Alado
Platón, para explicar cómo el alma, que pertenece al Mundo de las Ideas, pasó de habitar aquel mundo al mundo sensible, utiliza el Mito del Carro Alado. En este mito, representa simbólicamente el alma como un carro tirado por dos caballos. Este carro va dando vueltas continuamente por el Mundo de las Ideas, y el alma, al contemplar las Ideas, se va llenando de sabiduría. Pero los caballos que tiran del carro son distintos: uno es blanco (este es dócil y se deja llevar por el conductor del carro, que es el alma, y tiende hacia el Mundo de las Ideas); el otro caballo es negro (salvaje, no obedece al auriga y tiende hacia el mundo sensible). El auriga ha de soportar una tensión constante a causa del caballo, pero llega un momento en el que no puede soportar más la tensión y se cae. En ese momento, tanto el carro como el auriga y los caballos, el conjunto del alma, caen al mundo sensible y quedan atrapados dentro de un cuerpo.
La Tripartición del Alma y su Paralelismo con la Polis
Vemos que cada elemento del Mito de Fedro representa una parte del alma humana, y esta estructura tripartita del alma es paralela a la estructura tripartita de la polis. Para Platón, el alma se divide en tres partes que todos los hombres tienen:
- Parte Racional (Auriga): Esta parte del alma, que en el Mito del Carro Alado es el auriga, se localiza en la cabeza y tiene como virtud la sabiduría o prudencia. Aquella persona que la domine será capaz de tener una personalidad y una vida equilibrada y armónica, y será llamada a gobernar la polis. Por lo tanto, su clase social será la de gobernante o filósofo, y su función política la de dirigir la polis y los asuntos del Estado.
- Parte Irascible (Caballo Blanco): En el Mito del Carro Alado es la imagen mítica del caballo blanco. Platón la localiza en una parte del cuerpo, que es el tórax, y tiene la virtud de la valentía o coraje. Aquella persona que domine el alma irascible serán aquellos que se dejarán dominar por la rabia o la ira, y por las pasiones negativas. La clase social que le corresponde es la de guardianes o guerreros; por lo tanto, su función política es la de proteger la polis de la invasión de enemigos.
- Parte Concupiscible o Apetitiva (Caballo Negro): En el Mito del Carro Alado es la imagen mítica del caballo negro. Esta parte del alma Platón la localiza en una parte del cuerpo, que es el abdomen. Aquel que domine el alma apetitiva ha de intentar tener la virtud de la templanza. Le pueden sus instintos más bajos y primarios, y se deja llevar fácilmente por los placeres corporales o los intereses materiales. La clase social que le corresponde es la de los artesanos o trabajadores; aquí encontramos a los campesinos u obreros, que son los que han de producir todo aquello que necesita la polis para su supervivencia.
Platón dirá que en la polis hay justicia cuando cada clase social cumple la función que le corresponde. Esta sería su Ciudad Ideal, que se trata de una utopía política que Platón consideró posible. Vemos que en la concepción política de Platón se puede ver permanentemente la influencia de la Teoría de las Ideas. Así, solo el que haya podido contemplar la Idea del Bien, es decir, solo quien tenga el saber, será sabio y podrá gobernar con justicia. De este modo, podemos hablar de una polis o Estado donde hay felicidad.
Teoría de las Formas Políticas
Platón considera que existen tres formas de gobierno. Así, ideó una teoría de las formas de poder o de gobierno. La forma más perfecta de gobierno es la aristocracia; después le sucede la timocracia (que es el dominio del ansia de honores y la ambición de los militares); después le sigue la oligarquía (gobierno de los ricos); a continuación, la democracia (gobierno del pueblo, que significa la igualdad de todos y la máxima libertad en la que cada uno escoge su manera de vivir); y después la tiranía (donde encontramos a un líder ambicioso y carismático que es la ruina definitiva del Estado).
Para Platón, la forma más perfecta de gobierno será una aristocracia, que será el gobierno de los mejores, tal como indica el término aristocracia, donde vemos que deriva de los vocablos griegos aristos, que significa ‘mejor’, y kratia, que significa ‘poder’. Por lo tanto, no es una aristocracia de sangre.
La Educación en la Ciudad Ideal
Platón reivindica la educación como uno de los elementos básicos para fundamentar una sociedad mejor. Todas las estrictas medidas que presenta Platón solo hay que aplicarlas a las clases superiores, es decir, a los guardianes y especialmente a los filósofos, ya que estos son los que directamente toman decisiones políticas y, por lo tanto, de su sabiduría depende el buen funcionamiento de la sociedad. Su selecta educación exige el control de lecturas y cantos, y de la práctica de la gimnasia y la música. Además, estudiarán matemáticas y astronomía. Los guardianes en la Ciudad Ideal de Platón tendrán un régimen de vida controlado por el Estado o la polis. Estos carecerán de propiedad privada y sus matrimonios serán siempre concertados.