Principios Del Anarquismo

TEMA 6: El Nacionalismo en el País Vasco y el Movimiento Obrero (1890-1923)


A lo largo del Siglo XIX el nacionalismo español fue incapaz de elaborar un proyecto nacional sólido y unitario, lo que explica la aparición de los nacionalismos.
El nacionalismo vasco se basó en tres elementos: el fuerismo, las guerras carlistas que acabaron con la abolición de los fueros, y el proceso industrializador que provocó la llegada masiva de inmigrantes y la rápida transformación de la sociedad vasca tradicional.

El principal causa de confrontación entre el Estado y las provincias vascas fueron los fueros. La literatura fuerista idealizaba la sociedad vasca y fue la base del primer nacionalismo vasco. Tras la derrota del carlismo en 1876 los fueristas se dividieron en dos grupos, euskaros navarros y euskaerríacosvizcaínos. Los primeros defendían la uníón vasco-Navarra para reivindicar los fueros y los segundos evolucionaron al autonomismo. La burguésía y la clase obrera optaron por apoyar otros sistemas, alejados del nacionalismo.

Los líderes nacionalistas vascos procedían del carlismo. Sabino Arana, su máximo líder e ideólogo, militó en el carísimo en su juventud. En 1895 fundó en la clandestinidad el Partido Nacionalista Vasco (PNV), partido de ideología clerical y tradicionalista.
A principios del Siglo XX, tras la muerte de Sabino Arana en 1903, el nacionalismo consiguió superar su estatus inicial de pequeño círculo clandestino ilegal y evolucionar hacia un movimiento de masas, que ha perdurado hasta nuestros días.
En su expansión contribuyeron varios factores: la prensa nacionalista que contaba con el semanario Aberri y el diario Euzkadi, la gran labor de proselitismo y la aparición de batzokis como centros de reuníón.
En 1911, se constituyó como partido con participación política, amplió su base social y destacó el sindicato vasquista Solidaridad de Obreros Vasco-Eusko Langileen Elkartasuna (SOV-ELA).
En 1915 se inició un enfrentamiento en el seno del partido, entre el sector radical aranista y el moderado o posibilita que valoraba la autonomía. Finalmente, el PNV eligió la nueva estrategia del sector moderado, y el nacionalismo, asentado en Bizkaia, se extendíó al resto de las provincias vascas, amplió sus bases sociales y se consolidó como la fuerza mayoritaria en el territorio.

Hasta finales del Siglo XIX, la lucha obrera se plasmó en movimientos de protesta de carácter espontáneos. El primer episodio de lucha obrera sucedíó en Alcoy (Alicante) en 1821 con la destrucción de máquinas de hilar. A pesar de las duras condiciones de vida de y trabajo de la clase trabajadora no fue hasta 1868 cuando surgíó un movimiento obrero organizado por la influencia de la I Internacional. 

El movimiento obrero se basó en el marxismo y el anarquismo.
El
marxismo es la más importante de las teorías socialistas. Debe su nombre a Karl Marx. La teoría marxista afirmaba que en las sociedades industriales existía una lucha de clases entre la burguésía (explotadores) y el proletariado (explotados), por lo que Marx propónía que los trabajadores llevaran a cabo una revolución para destruir el capitalismo y dar el poder a los trabajadores. Defendía la intervención política de los partidos socialistas. 

El anarquismo se opónían al Estado y rechazaba la política. Entre los anarquistas del Siglo XIX destacaron el francés Proudhon, y los rusos Bakunin y  Kropotkin.

El movimiento obrero español se inclínó desde 1868 hacía el anarquismo por la influencia de la I Internacional o Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), fundada en 1864.

En 1868, el político italiano Giuseppe Fanelli y otros activistas efectuaron una visita de propaganda por Cataluña, Valencia y Madrid, donde se formaron los primeros núcleos de la AIT. El anarquismo prendíó con rapidez por la proximidad ideológica con el republicanismo federal, ambos compartían la defensa por la soberanía popular, el anticlericalismo, el ateísmo, la fe en el progreso y en la ciencia.

El primer congreso obrero español tuvo lugar en Barcelona en 1870, donde se constituyó la Federación Regional Española (FRE) dentro de la AIT. La división interna de la AIT entre marxistas y anarquistas favorecíó la aparición de una corriente anarcosindicalista.

La lucha obrera comenzó en España en 1879, cuando Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), cuya meta era la transformación revolucionaria de la sociedad.Hasta 1887, toda asociación de trabajadores era considerada delictiva. La Ley de Asociaciones de ese año reconocíó la libertad sindical. La Uníón General de Trabajadores (UGT), organización sindical socialista, se creó en 1888 gracias a dicha ley.

Mayor éxito tuvo el anarquismo, implantado en Cataluña y Andalucía, con diversas corrientes en su seno. La corriente anarcosindicalista, la corriente revolucionaria insurreccional o anarquismo puro que defendía la acción terrorista y la corriente anarco-comunista que defendía la propiedad social de los medios de producción. 

El líder del socialismo vasco fue Facundo Perezagua, quién fundó la Agrupación Socialista de Bilbao. Posteriormente, y gracias a los buenos resultados, se fundó la Federación Socialista de Vizcaya. Los socialistas vascos se caracterizaron por encabezar numerosas manifestaciones y huelgas.

A comienzos del Siglo XX el movimiento obrero mostraba aún su debilidad numérica. Los afiliados a las sociedades obreras no alcanzaban el 5%, y solo en zonas industriales de Madrid, Barcelona, Asturias y Bizkaia superaban el 20%. Hasta los años veinte no surgen de forma clara y organizada asociaciones obreras bien diferenciadas en torno al anarquismo o al socialismo.