Problemas y regiones de la industria española

Deficiencias y problemas del sector industrial español

La industria española tiene algunos problemas estructurales que dificultan las ventas y la restan competitividad:

  1. El peso del sector industrial es reducido tanto en PIB como en la población ocupada. Se crean pocas empresas por falta de espíritu empresarial.
  2. La mano de obra: por un lado se ha reducido debido a la deslocalización de muchos sectores. Por otro lado se reduce el empleo de trabajadores manuales que se constituyen por robots y aumenta el empleo de trabajadores cualificados. Además, el mercado laboral se regulariza aumentando los trabajadores sin regulación y con mayor precariedad.
  3. La reducida dimensión de las empresas españolas: predominan las pymes, casi el 90% menos de 250 trabajadores. La mayor parte son pequeñas empresas, menos de 50 trabajadores. Esta situación dificulta la competencia y la innovación. Sus productos son más caros, invierten poco en investigación y tienen dificultades para acceder a la financiación y al mercado exterior. Las grandes empresas son pocas y están a distancia de las grandes de la Unión Europea. Por otra parte, del proceso creciente de internacionalización de la economía española aumenta la inversión extranjera en España y cada vez son más las empresas españolas que estarán fuera de nuestras fronteras.
  4. La deficiente inversión en investigación, desarrollo e innovación: esto provoca la dependencia tecnológica del exterior. España crea poca tecnología a causa de la insuficiente inversión en investigación. Un instrumento para el fomento de la I+D+i son los parques tecnológicos y científicos vinculados a ámbito universitario y de investigación que buscan aproximar la investigación al desarrollo industrial.
  5. Expresiva orientación de la industria al mercado interior: España, aunque está entre los países industrializados, posee una productividad y una competitividad inferior al de los países más avanzados.

Principales regiones y ejes de desarrollo industrial

La característica más destacada en este campo de la industria española es el desequilibrio existente entre los diferentes territorios. España presenta una periferia industrializada en el cuadrante del noroeste y una amplia área interior que es casi un desierto industrial en el que destacan algunos enclaves, como Valladolid. Estos desequilibrios retroalimentan otros tipos de desequilibrios, como los demográficos, los equipamientos de las distintas regiones. La localización de la industria es el resultado de toda una serie de factores que se han ido conformando a lo largo del tiempo. Ahora adquieren importancia el acceso a la innovación y a la información, las buenas infraestructuras del transporte, y la mano de obra cualificada. Han producido dos procesos: a. por una parte se han trasladado las industrias desde el centro de las grandes ciudades hacia sus periferias. B. y por otra se mantiene el proceso de concentración en las áreas centrales de las industrias punta.

Áreas industrializadas desarrolladas

Los principales centros de la industria española están constituidos por Madrid y Barcelona. Se caracterizan por su alta densidad industrial, su diversificación sectorial, disponen de una gran dotación de transportes y comunicaciones, han perdido tejido industrial por la reconversión de los sectores industriales maduros, pero han experimentado una revitalización por la implantación de sectores de alta tecnología y de las sedes sociales de las grandes empresas nacionales y multinacionales. Todo ello ha dado lugar a un cambio del paisaje industrial con la sustitución de la gran fábrica por nuevas construcciones.

Madrid

Ocupa un lugar hegemónico en el panorama industrial español. Lo han hecho posible la centralidad política y administrativa, la acumulación de capitales externos, su importancia demográfica como mercado de trabajo y de consumo, el ser el principal nudo de comunicaciones del país, y la existencia de centros de investigación e innovación tecnológica. Posee una industria muy diversificada. Los sectores de menor complejidad no lógica se extienden por la zona sur del área metropolitana: Villaverde, Getafe, Leganés, Alcorcón, Parla. En las zonas norte: Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, 3 Cantos, y este corredor del Henares hay una mayor presencia de las industrias de alta intensidad tecnológico.

Cataluña

Es la región con mayor producción industrial y la más antigua de las regiones industriales españolas. Cuenta con ventajas por su amplio mercado de trabajo, buena red de abastecimiento de materias primas, una fuerte demanda local, buenas infraestructuras. Su tejido industrial alcanza una amplia diversificación: transformados metálicos, química ligera y la textil. Es también importante la presencia de industrias con un elevado componente tecnológico. La mayor concentración industrial se da en torno a Barcelona, llega a los valles de Llobregat y de Besos.

El Valle del Ebro y el eje del Mediterráneo

Se explican por contar con una buena red de autopistas que los vertebran y conectan a los centros más importantes con las zonas más industrializadas de España y del sur de Europa, la existencia de una base manufacturera previa, antiguos polos de desarrollo, un régimen foral favorable, una industria rural dispersa o relacionada con una antigua tradición artesanal. Este conjunto de condiciones ha traído en los últimos años numerosas empresas multinacionales. La industria se encuentra muy dispersa con concentraciones industriales importantes en Valencia y Cartagena en el eje Mediterráneo y en Zaragoza en el corredor del Ebro.

Áreas industriales desarrolladas en declive

Corresponden a espacios industriales afectados por la reconversión industrial, lo que los ha llevado a un declive. Son las zonas industriales del Cantábrico y algunos núcleos aislados. Se caracterizan por ser zonas muy especializadas en sectores industriales maduros afectados por la crisis, predominar la gran fábrica, el medio ambiente está deteriorado, paisajes negros por la abundancia de industrias contaminantes, un crecimiento urbano desorganizado, elevada densidad de fábricas y almacenes, en ocasiones mezclados con áreas de vivienda, son espacios poco atractivos. La desindustrialización de estas zonas ha traído un importante incremento de las tasas de paro y el declive demográfico. Algunas zonas han protagonizado en los últimos años la revitalización industrial, como el País Vasco.

Áreas de industrialización inducida y escaso

El resto del territorio español está constituido por enclaves industriales aislados. Distinguimos dos grupos bien diferenciados: a. las áreas de industrialización inducido, fruto de la planificación pública, se incluye en Castilla y León, el litoral Atlántico gallego y Andalucía. La actividad industrial de la mayoría de estas áreas tiene su origen en los polos de desarrollo de los años 60, pues en algunos enclaves industriales desarrollados por las ventajas de su situación en la costa o por las comunicaciones. Estas áreas cuentan también con algunas industrias en las capitales provinciales o con industrias tradicionales dispersas y pequeñas. b. las áreas de industrialización escasas, son Castilla La Mancha, Extremadura, Baleares y Canarias. En ellas predominan los sectores tradicionales en empresas medianas y pequeñas de baja competitividad.