Proclama de los sublevados

TXT06- Proclama de los sublevados en cadiz

Clasificación

Fragmento de la proclama de los sublevados en Cádiz el 19 de septiembre de 1868. Es un texto histórico de naturaleza político-circunstancial y de carácter público que los instigadores del pronunciamiento militar que destronó a Isabel II difundieron por toda España.  Se enmarca históricamente hacia el final del reinado de Isabel II, años de malestar social y desprestigio tanto del gobierno como de la propia reina.

Al pié del texto aparecen los generales firmantes de la proclama, aunque el autor material es el civil Abelardo López de Ayala, célebre dramaturgo liberal, ministro de Ultramar en el primer gobierno de Amadeo I. También ocupará este ministerio durante la Restauración, entre otros cargos. Entre los militares firmantes encontramos a los generales  Prim y Serrano y al almirante Topete, destacados protagonistas de la revolución.

 El texto será conocido como “¡Viva España con honra!”, por la frase con la que concluye.

Análisis

La idea principal del texto es el llamamiento a la desobediencia de los ciudadanos al gobierno de Isabel II por su comportamiento anticonstitucional. Las ideas secundarias desarrollan las diferentes  explicaciones que justifican tal petición, las demandas que presentan y los diferentes apoyos con los que cuenta la insurrección.

En primer lugar la reiterada violación del la Constitución de 1845 hecha a medida de los moderados



A esto añade la desnaturalización del voto, ya que además de estar manipulado, el sufragio era tan restringido que sólo podía votar el 1% de la población. Denuncian también la corrupción administrativa y el saqueo del erario público,

No olvidan la lesión de los derechos de los ciudadanos, como la supresión de la libertad de prensa y la tiranía en la enseñanza

A estas acusaciones les sucede una serie de “queremos” que, lógicamente, constituye una declaración de objetivos que pongan fin a las arbitrariedades denunciadas

Pera conseguir estos objetivos propone la formación de un gobierno provisional que encabece una verdadera regeneración del país y que aúne todas las fuerzas del país que apoyen esta iniciativa: liberales, clases acomodadas  y burguesía. Además confían en contar con el apoyo de  la iglesia.

La proclama finaliza con una llamada a las armas y con el grito “¡Viva España con Honra!” con que se conoce el texto

 Contexto histórico

En el último período del reinado de Isabel II, entre 1863 y 1868, se produjeron una serie de crisis económicas y políticas que mostraban, por una parte, las deficiencias del sistema liberal y, por otra, la debilidad de la economía capitalista en España, patente en la triple crisis financiera, industrial y de subsistencias.

Los grandes negociantes reclamaban un gobierno que tomase medidas para salvar sus inversiones en Bolsa, los industriales exigían proteccionismo, y los obreros y campesinos denunciaban su miseria.



Ante la imposibilidad de acceder al poder por los mecanismos constitucionales, el Partido Progresista, dirigido por Prim, se negó a participar en las elecciones y defendió la conspiración como único medio para llegar al poder. En la misma posición se situaba el Partido Demócrata, de modo que ambos partidos firmaron el Pacto de Ostende (1866) con la finalidad de acabar con los moderados en el poder y poner fin a la monarquía isabelina, dejando la decisión sobre la nueva forma de gobierno –monarquía o república –  en manos de unas Cortes constituyentes. A dicho pacto se sumaron los unionistas (1867)

La Revolución se inició en septiembre de 1868, cuando la escuadra de Cádiz dirigida por el brigadier Juan Bautista Topete se sublevó contra Isabel II. Prim, exiliado en Londres y Serrano, desterrado en Canarias, se reunieron con los sublevados y consiguieron el apoyo de la población gaditana, tras la publicación de un manifiesto que pedía a los ciudadanos que acudiesen a las armas para defender la libertad el orden y la honradez.

El gobierno de la reina Isabel envió desde Madrid un ejército para hacer frente a los sublevados

El primer objetivo de las nuevas Cortes será redactar una nueva Constitución que sería aprobada el 1 de junio de 1869.

La constitución del 69 defendía la monarquía democrática. Había que buscar un rey para España. Entre los distintos candidatos al trono triunfa el apoyado por  Prim, Amadeo de Saboya, joven y con auténtico sentido del constitucionalismo monárquico.



 Los dos años del reinado de Amadeo de Saboya se vieron marcados por las dificultades constantes

Privado de todo apoyo, Amadeo de Saboya renuncia al trono el 11 de febrero de 1873.

Tras un año de inestabilidad política en la que se suceden en la presidencia del gobierno cuatro

presidentes

el general Pavía dio un golpe de Estado, invadiendo el Congreso con fuerzas de la Guardia Civil. Se estableció un  gobierno

provisional presidido por el general Serrano, quien disolvió las Cortes y estableció una dictadura, lo que significó de hecho el fin de la República.

Éste se consumó unos meses después, cuando el 29 de diciembre de 1874, el general Martínez Camposse pronunció en Sagunto proclamando a Alfonso XII rey de España

Conclusión

El texto es interesante porque muestra los motivos por los que se produce la sublevación de 1868 así como las intenciones de los sublevados

La revolución de 1868 se produce por el agotamiento y la impopularidad del moderantismo y de la monarquía de Isabel II y por la situación de crisis económica del capitalismo español.

Con ella se inicia el Sexenio Democrático o Revolucionario, período en el que se desarrolla el primer intento de establecer en España una democracia en los términos en los que ésta era entendida en el siglo XIX, es decir, basada en el sufragio universal masculino

Ahora bien, las dificultades de este período fueron extraordinarias y la experiencia democrática del Sexenio fracasó por la constante inestabilidad política y social.

El Sexenio vino a demostrar la debilidad de los apoyos sociales e institucionales con que contaba la democracia en España.