Protoindustrialización: Transformación de una economía agraria a una industrial

La protoindustrialización es el proceso de transformación de una economía agraria a una industrial. Fue un proceso largo y lento, que no fue igual en todos los países. Pero su fin fue la aparición de la industria. Dividimos este proceso en 3 fases:

  1. Domestic system:

    Antes de la industrialización, la economía era agraria. Los agricultores, para complementar sus ingresos, aprovechaban los tiempos libres para realizar trabajos artesanales, siendo los textiles los más típicos. Este trabajo tenía ciertas ventajas, como complementar los ingresos y tener control sobre la producción, la materia prima y el precio de venta.

  2. Putting out system:

    Aparecen comerciantes que buscan ayuda con su producción artesanal. Estos proporcionan trabajo a los agricultores, les proveen de materia prima y herramientas, y los campesinos ganan un salario. La desventaja de este sistema es que los campesinos deben seguir ciertas normas y cumplir requisitos de calidad y tiempo.

  3. Factory system:

    Surge como solución al problema del putting out system, donde los comerciantes tenían que inspeccionar los productos de los agricultores, perdiendo tiempo e ingresos. A partir de entonces, se idea reunir a todos los campesinos en una fábrica, con horarios y salarios fijos. En la fábrica se reunían tanto las materias primas como las herramientas necesarias. Los campesinos abandonaban la actividad agraria y se convertían en obreros. Para los comerciantes, esto tenía ventajas, pero para los obreros, las desventajas eran la pérdida de libertad, jornadas laborales más largas y salarios bajos.

Sector textil:

El constante crecimiento de la población supone un aumento en la demanda de productos de primera necesidad. Para satisfacer esta demanda, es necesario cambiar el modo de producción e introducir máquinas. Además de aumentar la velocidad de producción, se busca una nueva materia prima textil, mejor que la lana y el lino, que sea más resistente y ofrezca más posibilidades: el algodón. Los británicos encuentran en India una industria artesanal basada en el algodón, y estos tejidos tienen gran éxito en Gran Bretaña. Pero los productores de lana y lino comienzan a protestar porque estos tejidos les hacen competencia. Se prohíbe la importación de tejidos de algodón, pero surge una solución: traer el algodón y producir los tejidos en Gran Bretaña. Se adaptan las máquinas y herramientas de lana al algodón. Sin embargo, no se produce suficiente, por lo que surge el telar mecánico, movido por la fuerza de una máquina de vapor. Esto genera un problema, ya que el proceso de hilado manual es más lento que el de tejido, por lo que se mecaniza el proceso de hilado. Este aumento de hilo deja obsoleto el proceso de tejido, por lo que se crea un nuevo telar más avanzado.

Guerra de independencia de EEUU:

Se desarrolla entre 1773 y 1783. Las causas de esta guerra son la situación de las 13 colonias y los colonos, que empeoraba con el tiempo. Reclamaban tener un representante directo en el Parlamento Británico y una reducción de impuestos. En 1773, un grupo de colonos en Boston, disfrazados de indios, tiraron un cargamento de té al mar. Ante esta acción, los británicos respondieron con una represión excesiva. Los habitantes de Boston salieron a protestar y así comenzó la lucha por la independencia. La guerra comenzó de forma desigual, con tropas británicas bien preparadas y colonos diversos y sin formación militar. Los colonos se organizaron y buscaron ayuda en otros países, como Francia y España. Tras la guerra, en 1783, surge una nueva nación, Estados Unidos, que se organiza según las ideas ilustradas. Se establece una república federal presidencialista, con un congreso, un senado y un presidente. Las ideas ilustradas se plasman en la Constitución de 1787, que establece la división de poderes, la igualdad de derechos y la soberanía nacional.

Revolución de 1820:

Afecta a España, Nápoles y Grecia. El absolutismo resultaba inviable en España debido a la situación económica y a los privilegios fiscales. Las tropas se sublevaron en Cádiz al mando del comandante Riego. En Nápoles, Portugal y Piamonte también se produjeron movimientos liberales. Las potencias autorizaron a los austriacos a destruir el movimiento liberal napolitano y apoyaron a los partidos absolutistas en España. La revuelta fue sofocada y se restableció el poder absoluto de Fernando VII. Grecia también logró su independencia.

Revolución de 1830:

Se extendió por Francia, Bélgica, Polonia, Italia y Alemania en demanda de mayor libertad política o de independencia nacional. En Francia, Carlos X se enfrentaba a un parlamento mayoritariamente liberal y adoptó medidas reaccionarias, lo que provocó una revuelta en París. Carlos X tuvo que exiliarse y se proclamó la segunda República. En Bélgica, se inició una revuelta política y nacionalista que llevó a la independencia del país. En Polonia, los alzamientos liberales y nacionalistas fueron reprimidos por las tropas rusas.

Revolución de 1848:

El desarrollo de la industrialización y el malestar social llevaron a movimientos revolucionarios en toda Europa, excepto en Gran Bretaña y Bélgica. Las causas fueron las dificultades económicas, como la enfermedad de la patata y las escasas cosechas de cereales. En Francia, la monarquía impuesta tras la revolución de 1830 era impopular y se produjo un levantamiento que llevó a la proclamación de la segunda República. En otros países, se liquidó el feudalismo y se establecieron constituciones moderadas y sistemas electorales. También se fortaleció el nacionalismo en Italia y Alemania.

Unificación alemana (1850-1871):

La unificación alemana se basó en el liberalismo, el nacionalismo y el desarrollo cultural y económico. Prusia lideró el proceso, enfrentando dificultades externas como Austria, Francia y Dinamarca, y dificultades internas como las diferencias entre los estados alemanes y las corrientes políticas conservadoras y progresistas. Como consecuencia, en 1871 se proclamó el II Reich, una monarquía constitucional basada en la confederación de los estados alemanes y con sufragio universal masculino.

Unificación italiana:

La unificación italiana se basó en el liberalismo, el nacionalismo y el desarrollo industrial. El estado líder fue el piamonte-sardo, y el líder político fue el conde de Cavour. Hubo dificultades internas, como las diferencias en el modelo de estado, y externas, como la presencia de Austria.

Marxismo:

El marxismo nace en el siglo XIX a partir de 1847, vinculado al socialismo alemán. Fue impulsado por Engels y Marx, quienes propusieron la creación de una sociedad igualitaria, con propiedad estatal. Los marxistas defienden una revolución protagonizada por el proletariado y promueven la actuación política, la teoría de la plusvalía y el materialismo histórico. El manifiesto comunista, redactado por Marx y Engels en 1847, tuvo gran influencia en la filosofía y la política. El marxismo también defendía la creación de partidos políticos obreros.

Anarquismo:

El anarquismo nace en el siglo XIX en la década de 1860. Fue impulsado por Bakunin y propone la eliminación del estado y la iglesia, que representan la máxima autoridad. Los anarquistas son contrarios a cualquier forma de autoridad y defienden una insurrección revolucionaria para acabar con el estado y sustituirlo. Se organizaron en la Primera Internacional, pero hubo enfrentamientos ideológicos entre marxistas y anarquistas. En la Segunda Internacional, participaron sindicatos y partidos socialistas, y se lograron avances significativos como el establecimiento del Día del Trabajador y la participación de las mujeres.