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2. La novela de los cincuenta: novela social y novela neorrealista


Surge la generación de medio siglo, desarrollarán una narrativa comprometida, citan temas sociales. Camilo José Cela toma de nuevo la delantera con (La colmena), una actitud crítica, ejemplo de relato objetivista, el autor que sucede un testigo imparcial;
el tiempo queda reducido a tres días y el espacio limitado a una zona de Madrid. Esta novela social y neorrealista refleja la realidad española y sirve como instrumento de denuncia de las injusticias sociales.-Técnicas Narrativas: El objetivismo; el narrador cuenta de los hechos, sin emitir juicios de valor, actúa como una cámara cinematográfica. Predomina el diálogo (novela es El Jarama). Un protagonista colectivo: no interesa un personaje en particular. Un desarrollo breve de la acción; muchas pequeñas acciones y en reducidos espacios (Ciudades como Madrid, a veces una habitación). (En La colmena). Un lenguaje sencillo. Estas novelas pretenden reflejar fielmente la realidad.Temas: El mundo de lo cotidiano, (Los Bravos), con la monotonía y dureza de la vida del campo. El caciquismo, en (Los gozos y las sombras), (Los santos inocentes de Delibes). La soledad y la incomunicación, (Entre visillos de Ana María Matute). La visión crítica del pensamiento y la cultura de la época.-Tendencias del Realismo social: Dentro del Realismo social de los cincuenta: El Objetivismo, técnicas como el objetivismo en las descripciones, la narración en tiempos simultáneos, desaparición del narrador, técnicas cinematográfica, predominio del diálogo, condensación espacial y temporal, protagonista colectivo, linealidad relativa. El Realismo crítico, comparte esos mismos rasgos en muchas ocasiones, sus personajes encarnan los valores propios de la clase social o grupo al que representan (obreros explotados, burgueses frívolos y egoístas).-Autores y obras: Objetivistas a Rafael Sánchez Ferlosio. Difícil es encuadras la figura de Miguel Delibes, va evolucionando del Realismo de corte tradicional, La sombra del ciprés es alargada, El camino, hasta obras más próximas al Realismo social. Juan Goytisolo se considera el autor más importante de la generación. Representante del Realismo crítico. Pero la novela que recibíó el Premio Nadal y que tuvo gran repercusión es el  Jarama, de R. Sánchez Ferlosio. Cuenta un día de ocio de unos jóvenes pues apenas ocurre nada; la vida cotidiana, su vacío y vulgaridad. En la novela domina por completo el diálogo y se recrea eficazmente el lenguaje coloquial, con una técnica cinematográfica.

3. La novela de los sesenta y principios de los setenta

La decadencia del Realismo social, sustitución por una renovación de estructuras, forma, lenguaje y estilo, la llamada renovación formal de los sesenta, se ha denominado literatura experimental. No falta la intención crítica, interés del escritor en la renovación formal y en la experimentación técnica  lingüística. Indagar en la experiencia personal, 1962 con la publicación de Tiempo de silencio, de Luis Martín-Santos, el inicio del Boom hispanoamericano

-Carácterísticas de la novela experimental de los sesenta:


La trama narrativa pierde importancia, se mezclan sucesos verosímiles con otros imaginarios, fantásticos.
Los personajes sufren profundas transformaciones, un ser amorfo, sin perfiles nítidos.
El espacio tiende a reducirse. Hay cambios en el tiempo novelesco. La temporalidad se fragmenta con saltos atrás y anticipaciones prospectivas. En cuanto a la estructura, al no haber progresión lineal de la acción, estructura abierta; a veces ni siquiera hay un final definido. Empleo de las personas narrativas, pasando por el narrador omnisciente o el uso de la 2ª persona. Léxico rebuscado, uso de lenguaje coloquial y vulgar.

Recursos técnicos

Descripciones, diálogo, monólogos, se eliminan los capítulos.

Técnicas narrativas

Monólogo interior.


-Autores y obras significativas: Miguel Delibes, con (Cinco horas con Mario), largo monólogo interior en que una mujer vela a su marido recién fallecido. (Los santos inocentes), (El hereje).
Juan Benet, Torrente Ballester, Juan Goytisolo con (Señas de identidad) (Juan sin tierra


1. La poesía durante la Guerra Civil. La poesía de los años 40: Poesía arraigada y desarraigada.Entre las generaciones del 27 y el 36, Miguel Hernández, poeta del amor, dolor y del pueblo combina tradición y modernidad y es, punto de referencia para la poesía “humanizada” de posguerra. Su estilo poético se caracteriza por la originalidad de sus metáforas y el dominio de la métrica tradicional. Temas universales: la vida y la lucha por la justicia social. En varias etapas:-Primera época: pública una primera obra de estilo gongorino, “Perito en lunas”, “El rayo que no cesa”, sobresalen los sonetos. Otros temas, como el destino y la muerte “Elegía a Ramón Sijé”à muy destacada-Segunda etapa: Con la guerra, su compromiso político queda plasmado en “Viento del pueblo”. Poemas como “El niño yuntero”. Combina el verso libre y la métrica tradicional.-Tercera etapa: Los poemarios escritos en prisión. El cancionero y romancero de ausencias supone la cima poética del autor, temas como el amor, la libertad y la difícil situación de su familia, con un lenguaje intenso y depurado con estrofas muy breves. Su dramática situación personal y la cercanía de la muerte dotan a esa obra de fuerza y autenticidad.El fin de la Guerra Civil da comienzo a la dictadura, por la pobreza, y el exilio de muchos intelectuales. Los años cuarenta la poesía lírica se encuentra con un panorama de silencio, dolor y muerte. Dos tendencias fundamentales:

La poesía arraigada

Pertenecen los autores de la generación del 36, se identifican con el régimen franquista, vinculados a las revistas Garcilaso y Escorial, dirigidas por José García Nieto y Dionisio Ridruejo. Con poemas de corte tradicional, carácterísticas principales: Una visión del mundo distanciada de la realidad cotidiana, Una religiosidad en la que Dios, como elemento fundamental de orden, Una métrica clásica, Los poetas arraigados son Luis Rosales, Leopoldo Panero, Luis Felipe Vivanco o Dionisio Ridruejo.La poesía desarraigada: La creó Dámaso Alonso, es opuesta a la corriente anterior, se decanta por una mirada existencial que expresa la desorientación y el caos. Estos poetas, se reúnen en torno a una serie de revistas como Espadaña, dirigida por Victoriano Crémer y Eugenio de Nora. Carácterísticas principales: Un sentimiento de angustia y desesperación ante las circunstancias, Dios, única posibilidad de salvación del hombre, increpándole y mostrándole el sufrimiento del mundo. Un intento de solidarizarse con los que sufren. El estilo deja de ser clásico y se torna desgarrado, utilizan  un lenguaje coloquial brusco, verso libre, que refleja la angustia existencial.  Autores de diferentes épocas y procedencias: Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre (“Sombra del paraíso”,1944), Gabriel Celaya y Blas de Otero, que evolucionarán posteriormente hacia la poesía social. Otros como: Carlos Bousoño, Eugenio de Nora, Victoriano Crémer. Dámaso Alonso (“Hijos de la ira” 1944), supone un grito contra la injusticia y el sufrimiento humanos. El lenguaje es agresivo, con una combinación de símbolos y metáforas que configuran imágenes alucinantes. Poemas emblemáticos son “Mujer con alcuza”, o “Insomnio”, donde se ofrecen la visión de un Madrid poblado con cadáveres reales. Dos tendencias minoritarias: El postismo por Carlos Edmundo de Ory, y el grupo Cántico, una poesía intimista y sensual.