La desasistencia de la población y la ineficacia que mostraron muchas de las actuaciones públicas permitió que se mantuvieran formas de ayuda mutua y estrategias de supervivencia al margen de las políticas sociales.
Adquirieron protagonismo tareas asignadas a las mujeres.
Seguirán teniendo como objetivos la atención, acompañamiento y cuidados de miembros de la familia o de otras personas con las que pudiera existir algún nexo.