Teatro en la época de Franco

Contexto histórico y cultural->


Tras la Guerra Civil, se instauró en España un régimen autoritario bajo el mandato del gnrl Franco que durará hasta su fallecimiento en 1975. Se pueden distinguir cuatro períodos:

1.-

Reconstrucción nacional (1939-1942): España se alinea con Alemania e Italia al inicio de la Segunda Guerra Mundial.

2.-

Aislamiento internacional (1943-1952): como consecuencia de esos apoyos, España es expulsada de las Naciones Unidas. Sin embargo, durante la Guerra Fría Estados Unidos la comienza a ver como una aliada frente al avance del comunismo y la apoya con un crédito.

3.-

Apertura al exterior (1953-1965): España firma el Concordato con la Santa Sede y los acuerdos con Estados Unidos. En 1955 reingresa en la ONU.

4.-

Desarrollo económico y modernización (1966-1975): a partir de los años 60 se da un gran despegue económico y turístico. Franco comienza a preparar su sucesión en la persona del príncipe don Juan Carlos.Desde el punto de vista literario, este período tiene unos rasgos muy particulares: ruptura con las tendencias literarias previas, exilio de numerosos escritores, censura frente a las críticas políticas, morales o religiosas por su influencia sobre los ciudadanos, aislamiento de los movimientos literarios occidentales y centralismo cultural: se prohíbe el uso público y literario de las lenguas peninsulares no castellanas.

El teatro del exilio->aunque el teatro del exilio tiene en común el tema del recuerdo de España, se pueden distinguir cuatro corrientes principales:

1.-

Teatro político: denuncia la tiranía. Su principal representante es Rafael Alberti, con Noche de guerra en el Museo del Prado.

2.-

Teatro realista


Con un cierto grado de compromiso social (San Juan, de Max Aub, quien tematiza su experiencia de la Guerra).

3.-

Teatro existencialista: trata temas como la felicidad, el amor, la muerte… Pedro Salinas es su representante.

4.-

Teatro simbolista: cuyo representante es Alejandro Casona, renovador del teatro con obras como Nuestra Natacha.

El drama burgués->


Bajo la influencia de Benavente se da un teatro de evasión, afín al Régimen. Es un teatro bien elaborado, en sus tramas y en sus diálogos. Sus temas costumbristas encierran una lección moral con un final feliz y con personajes de la burguésía en espacios elegantes. Entre los autores de este teatro destacan José María Pemán, Juan Ignacio Luca de Tena o Joaquín Calvo Sotelo (con La muralla).

Teatro del humor->


También contribuye a alejar las preocupaciones sobre la realidad. Es el caso de Alfonso Paso en obras como Usted puede ser un asesino. Otros autores, como Enrique Jardiel Poncela escriben un teatro cómico innovador precursor del teatro del absurdo en Eloísa está debajo de un almendro, o Los ladrones somos gente honrada; por su parte, Miguel Mihura, que ya había iniciado la renovación del teatro con Tres sombreros de copa, además edita revistas como La codorniz, cuna del mejor humor español.
Miguel Mihura->nacíó en Madrid en 1905 y murió en 1977. Se dedicó al dibujo de historietas cómicas y fundó la famosa revista La codorniz. Estrena en 1952 Tres sombreros de copa, obra que rompe con el teatro cómico anterior por medio del humor trágico, la ironía de los valores sociales y el ridículo. El tema de la libertad aparece en obras como Sublime decisión o en Ninette y un señor de Murcia.

Teatro realista y comprometido->


Con Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo se inicia en los 50 el teatro realista de compromiso político y social. Para Buero Vallejo, el teatro debe jugar con la censura para sugerir la lucha contra la injusticia por medio de personajes simbólicos o históricos; sin embargo, Alfonso Sastre buscará un teatro de agitación social en obras como Escuadra hacia la muerte. Otros autores, como Lauro Olmo, José Martín Recuerda o José Mª Rodríguez Méndez, seguirán esta línea dramática con temas realistas, personajes poco complejos desde el punto de vista psicológico, lenguaje sencillo y directo:.
Antonio Buero Vallejo->nacíó en Guadalajara en 1916 y murió en Madrid en 2000. Combatíó en el bando republicano y fue condenado a muerte al final de la Guerra Civil (se le conmutó la pena en 1946). Su teatro intenta remover la conciencia española por medio de la muestra de la tragedia del individuo. En sus obras de crítica social analiza la sociedad con sus injusticias, mentiras y violencias, como en Historia de una escalera de 1949, en Hoy es fiesta y otras. Su teatro simbolista presenta las limitaciones humanas a través de problemas físicos, como en En la ardiente oscuridad. Sus dramas históricos buscan también reflexionar sobre la realidad contemporánea, como en Un soñador para un pueblo o El concierto de san Ovidi.

Teatro poético->


Con un lenguaje poético y con el simbolismo de una atmósfera irreal y mágica, Alejandro Casona escribe obras como La dama del alba. También Antonio Gala cultiva un teatro en el que la frustración y la soledad aparecen de modo recurrente.

Teatro experimental->


A finales de los 60 algunos autores quieren conectar con las innovaciones escénicas europeas: Samuel Beckett o Ionesco en el teatro del absurdo; Antolin Artaud en el teatro de la crueldad; o el teatro independiente de Els Joglars o Els Comediants. Francisco Nieva une la innovación al conocimiento de la tradición literaria en obras como Pelo de tormenta. Fernando Arrabal hace un teatro llamado “teatro pánico” caracterizado por la búsqueda de nuevos elementos formales como en Pic-nic.