Teatro ISABELINO

2.2 El teatro isabelino: la obra de Shakespeare


El género teatral no fue una excepción al tardío advenimiento del Renacimiento en Inglaterra. Durante la primera mitad del XVI predominó un teatro religioso de procedencia medieval. Junto a este teatro se fuero abriendo paso un teatro cortesano (culto, unversirario, con influencia humanista) y un teatro popular, que es el que acabaría triunfando y generando una nómina de autores de primer orden. Tales autores,acuya cabeza se encuentra Shakespeare, constituye el llamado teatro isabelino por coincidir con el reinado de Isabel I y extenderse a los reinado de Jacobo I y Carlos I. es decir, las dos últimas décadas del XVI y toda la primera mitad del XVII. El teatro popular inglés empezó a representarse en escenarios improvisados, como los patios de las posadas. Pero al iniciarse el ciclo isabelino ya existían locales expresamente construídos para tal fin. Del mismo modo que en los corrales de comedias españoles, el público de estos teatros era heterogéneo, pero con un predominio del estamento popular, que imponía sus gustos al margen de los preceptos y normas clasicistas, reclamando diversión y emoción.


Características del teatro isabelino. En líneas generales este teatro desobedece o no sigue los preceptos clásicos y así, por ejemplo, transgrede la regla de las tres unidades (unidad, tiempo y lugar); se mezclan los géneros, así como los personajes nobles con los plebeyos. Finalmente, era frecuente en una misma obra la alternacia del verso (verso blanco ) y la prosa. Sobre la mencionada mezcla de géneros debe quedar claro que, en unas obras predomina el elemento trágico o el cómico, por lo que, junto a las muy abundantes tragicomedias, podemos hablar de obras que se deben considerar tragedias y otras que son claramente comedias. Por último, circunscritas al drama o a la tragedia, abundan las piezas de tema histórico, principalmente, de los antiguos reyes ingleses, que generaron un gran interés del público por un pasado nacional pasado agitado. Autores importantes del ciclo isabelino son, junto a Shakespeare: Thomas Ñyd, Christopher Marlowe, Benjamin Jonson, John Fletcher, William Rowley y Thomas Middleton


El teatro de Shakespeare


Las treinta y siete obras conocidas del autor están consideradas por muchos como el legado más importante de las letras inglesas a la literatura universal. Su singularidad no estriba en los planteamientos o la estructura con que construía sus obras, ni en la originalidad de los temas abordados, que tomaba casi siempre de obras anteriores, sino en estas aportaciones: -Un estilo versátil y rico capaz de reflejar la expresión más exquisita y el gracejo del habla popular, puesto al servicio de una gran capacidad para expresar cualquier emoción humana. -Creó personajes universales, al encarnar las pasiones más intensas pero sin reducirlos a meros prototipos; antes bien, resultan personajes vivos e individuaslizados. -En particular debe resaltarse la creación del personaje cómico o clown (bufón), comocontrapunto de los persoanjes más graves. Sin perder su comicidad y sin dejar de aliviar la tensión de las situaciones más dramáticas, en Shakespeare adquieren las intervenciones del clown gran hondura filosófica, de modo que el humor es, con frecuencia, más amargo que burlesco. Las comedias. Están elaboradas a partir de los elementos del enredo de raíz clásica e italiana (malentendidos, disfraces, intrigas de giros inesperados, etc.). En ellas estudia todas las clases sociales, pero los personajes no son meros estereotipos sino criaturas individualizadas. Destacamos: La fierecilla domada, Sueño de una noche de verano, El mercader de venecia. Los dramas históricos.


Ante la demanda del público por conocer el pasado cruento del país, Shakespeare escribió diez piezas históricas que son un estudio de las ambiciones humanas relacionadas con el poder, más que precisas reconstrucciones de episodios concretos del pasado. Destacamos: Ricardo III, EnriqueVI, Ricardo II. Junto a elllas, también sondeó Shakespeare los entresijos del poder en la antigua Roma y como en los dramas ingleses, lo que menos interesaba es lo puramente histórico sino la profundidad de los conflictos internos del personaje. Obras: Julio César, Tito Andrónico. Las tragedias. Tal vez en estas se muestre el genio de Shakespeare con más brillo y a su vez, son las que le han dado más gloria. Innumerables son las versiones y adaptaciones que sus grandes tragedias han tenido en los escenarios y en el cine. En sus tragedias suele mezclar el verso y la prosas y en su lenguaje caben desde la expresión más exquisita hasta el registro más familiar, plagado de exabruptos y crudeza. Obras: Romeo y Julieta (la pasión amorosa frente al peso de las convenciones socialesa; El rey Lear (el Bien y el mal, la fidelidad frente a la ingratitud, la lucidez y la locura); Otelo (el poder destructivo de los celos); Macbeth ( la ambición desmedida y sus nefastas consecuencias; la traición y la deslealtad); Hamlet (la duda entre acción y reflexión, la venganza, la locura).