La Narrativa Española Después de 1936: Evolución y Tendencias

La Narrativa Española Después de 1936

1. Contexto Histórico y Social: El Franquismo

La dictadura de Franco comenzó en medio del aislamiento internacional y la miseria interior. En 1945, la ONU condenó el régimen franquista, pero en 1955, España ingresó en la organización y recibió ayudas económicas exteriores. Comenzaron a organizarse los movimientos de oposición, los sindicatos y los partidos clandestinos. El país mejoró su nivel de vida, pero la inflación provocó un paro laboral masivo.

En la década de 1960 se inició un plan de estabilización que saneó la economía. Se produjo un ascenso de la clase media y hubo emigración a Europa.

En la década de 1970, durante los últimos años del franquismo, España mantuvo la represión social y política del régimen, pero se abrió más a Europa.

2. Novela de los Años 40: El Existencialismo

En la inmediata posguerra se habla de la novela falangista. Los novelistas eran jóvenes falangistas que querían dejar constancia de la victoria como una hazaña heroica y salvadora.

En contraste con la novela falangista, se encuentra la novela existencialista, que se centra en expresar la conciencia del personaje o su peripecia individual en lucha con el destino o con las circunstancias cotidianas. Su marco argumental se centra en la guerra civil o en los años sombríos de la posguerra.

Camilo José Cela

De ideas y visión del mundo tremendistas, pesimismo existencial y escasa fe en la naturaleza humana. En su primera etapa existencialista, llamada tremendista, escribe La familia de Pascual Duarte, novela sobre la guerra que culpa a la República de los malos pasos de su protagonista. En su segunda etapa, paralela al realismo social, escribe La colmena, que describe su visión despiadada del Madrid de la posguerra. De su tercera etapa experimentalista destaca Oficio de tinieblas 5.

Miguel Delibes

Se mantiene en el análisis del mundo rural marginado, en la crítica de una burguesía urbana despreocupada y en el logro de un lenguaje sobrio, natural y preciso de gran belleza. Autor de una obra extensa y variada, comienza su etapa existencial con La sombra del ciprés es alargada y Aún es de día. Pronto desemboca en el realismo de ambiente rural, donde destaca El camino. También aplica el realismo al análisis de los ambientes urbanos; destacan obras como La hoja roja o Cinco horas con Mario.

Gonzalo Torrente Ballester

Su primera etapa cuenta con una novela sobre la guerra, Javier Mariño, y otras de tipo desmitificador, como Ifigenia. En su segunda etapa, realista y tradicional, destaca Los gozos y las sombras. Su tercera etapa, que mezcla la renovación estructural de la época con la fantasía, el humor y la parodia del experimentalismo, destaca La saga/fuga de J.B. En su cuarta etapa, que progresa en humor y juego literario, destaca Yo no soy yo, evidentemente.

3. El Realismo Social

Los nuevos novelistas de esta generación intentan presentar con objetividad su testimonio sobre los recuerdos de la guerra, los conflictos de la vida colectiva española, los ambientes concretos del trabajo, etc. Por un lado, suscribe un compromiso ético, un testimonio crítico y una denuncia social; por otro, recurre a las técnicas del cine y de la novela norteamericana y neorrealista italiana. Los escritores que cultivan este tipo de novela utilizan un narrador oculto.

Los principales temas del realismo social son:

  • La dura vida del obrero
  • El mundo del trabajo y las relaciones laborales
  • Novelas de tema urbano, predominando las que presentan el mundo fronterizo a la ciudad que es el suburbio, con su miseria
  • Novelas de la burguesía
  • La juventud desocupada
  • La guerra civil

Las técnicas narrativas del realismo social son:

  • Estructura del relato sencilla, perceptible en las descripciones
  • Abundancia de novelas que concentran la acción en un corto espacio de tiempo
  • Personaje colectivo, representativo, enlazado con el rechazo de la novela psicológica
  • Objetivismo y modalidad conductista
  • Desaparición del autor
  • Diálogo dominante
  • Lenguaje con estilo de crónica

Ignacio Aldecoa

Excelente novelista y un gran escritor de cuentos. Destaca por su compromiso ético, la verosimilitud de sus historias y la precisión y belleza de su prosa. En sus obras narra el dramatismo y la tensión del hombre en su lucha con la vida, el destino o el trabajo. Destacan obras como: Caballo de pica o Gran sol.

Rafael Sánchez Ferlosio

Ocupa un lugar de privilegio en la novela contemporánea con Industrias y andanzas de Alfanhuí, al mezclar realidad cotidiana y fantasía con un lenguaje poético, y El Jarama, que refleja la falta de ilusión y el sinsentido en la vida de unos jóvenes trabajadores madrileños que pasan un domingo en un merendero del río Jarama.

Juan Goytisolo

Es el autor contemporáneo más inquieto en la búsqueda de nuevos caminos para la novela: en el realismo social con Juegos de manos; en el período de renovación narrativa con Señas de identidad.

4. El Experimentalismo de los Años 60

En 1962 se publica Tiempo de Silencio de Luis Martín Santos, que supone un cambio renovador en la novela española, modifica el realismo e influye en todos los novelistas de la época: mantiene el compromiso social, la intención crítica, la denuncia de personas e instituciones y la actitud testimonial, pero sustituye las sencillas técnicas realistas por otras más complejas. Todos los ingredientes de la obra narrativa han ido siendo renovados. Las innovaciones son intensas en el campo de las técnicas. Se ha hablado de formalismo. Tal oposición es simplista: el escritor revolucionario ha de ser revolucionario en su escritura.

Destacan autores como:

  • Luis Martín Santos, con obras como Tiempo de Silencio
  • Juan Marsé, con obras como Últimas tardes con Teresa
  • Juan Benet, con obras como Saúl ante Samuel
  • Miguel Espinosa, con obras como Escuela de mandarines