Nietzsche: Crítica Radical a la Filosofía Occidental, los Sentidos y la Moral

Fragmento de “El crepúsculo de los ídolos” de Nietzsche

Resumen del Fragmento

Este fragmento, que inicia con “¿Me pregunta usted…” y concluye con “…si fuera real”, pertenece a la obra El crepúsculo de los ídolos de Friedrich Nietzsche. En él, Nietzsche emprende una crítica contundente a una característica fundamental de los filósofos: su supuesta falta de sentido histórico, su rechazo al cambio y su tendencia a conceptualizar todo lo que les rodea. Acusa a estos pensadores de buscar la inmutabilidad, descalificando los datos sensibles como falsos e inmorales, y de crear un mundo “verdadero” para justificar su propia ignorancia. Asimismo, critica su negación de la muerte, el cuerpo y la vejez, considerándolos fuentes de engaño que conducen a una falsa realidad.

Los Sentidos y el Cuerpo en la Filosofía de Nietzsche

Desde Parménides y Platón, se ha sostenido que los sentidos nos engañan respecto a un mundo verdadero. Según Platón, los sentidos nos muestran cambio y pluralidad, por lo que debemos rechazar ambas cosas para eliminar el engaño. En su confrontación con la filosofía tradicional y los valores de la cultura occidental, Nietzsche dirige sus ataques contra dos objetivos centrales:

  1. La imposición de la razón, hecha por Platón, como única vía para acceder al conocimiento y a la verdad, con su consiguiente rechazo de la vía de los sentidos y el cuerpo.
  2. La transformación que de este planteamiento se hizo en el cristianismo, con la separación y jerarquización valorativa entre lo espiritual-divino y lo corpóreo-humano.

Para Nietzsche, la razón es la causa de que falseemos el testimonio de los sentidos y la que nos fuerza a designar unidad, identidad, causa, ser, etc., a lo que estos nos muestran. Sospecha que la filosofía, hasta ahora, no ha sido más que una mala comprensión del cuerpo. En este sentido, la muerte de Dios provocará un vuelco significativo en la historia, y afirma que “la moral cristiana finge mentirosamente un ‘alma’, un ‘espíritu’, para arruinar el cuerpo”.

La existencia humana no puede hacer frente a la perfección de Dios, y el ser humano se ve obligado a renunciar a sí mismo, marcando su vida por la decadencia. Asimismo, Nietzsche afirma que el cuerpo nos integra en la realidad, posibilita el conocimiento del mundo y de nosotros mismos, y es manifestación de la voluntad de poder.

Crítica de Nietzsche a los Filósofos y la Moral Tradicional

En su obra El crepúsculo de los ídolos, Nietzsche denuncia el fin del equilibrio dionisíaco-apolíneo, atribuido a factores que, al ensalzar el instinto apolíneo y relegar el espíritu dionisíaco como algo antinatural, producirán la decadencia del hombre y de la cultura occidental. Nietzsche afirma que Platón y Sócrates fueron los grandes corruptores de la filosofía. Al introducir la dialéctica y la racionalidad como únicos caminos hacia la virtud, rechazaron el instinto dionisíaco y consideraron que el espíritu apolíneo, racional y mesurado, era el único propio de los seres humanos. Nietzsche sostiene que Sócrates marcó una época de profunda perversión en la historia de los valores, una perversión surgida del invento del “bien en sí” y del “espíritu puro”, que desvalorizaron este mundo y favorecieron la aparición del espíritu de decadencia, del temor a los instintos, del odio y el miedo a la vida. Además, Platón defendía que el desarrollo de la dialéctica nos aproximaba al mundo de las Ideas, rechazando el mundo sensible y cambiante que, según Nietzsche, es el auténticamente real.

La Ilusión del Ser Estático y la Moral Antinatural

Así, el mundo inteligible se convirtió en el mundo verdadero, accesible solo al sabio y al virtuoso. Se creó la ilusión de que lo que cambia “no es”, mientras que lo inmutable es lo auténticamente real; de esta manera, se originó el concepto del ser estático, que solo puede ser aprehendido por la razón, menospreciando los sentidos, que se quedan atrapados en el ilusorio mundo del devenir y la opinión. Por eso, Nietzsche recupera el pensamiento de Heráclito, el único que defendió que el ser inmutable es una ficción vacía y admitió como real lo que se presentaba cambiante ante los sentidos; para él, el mundo “aparente” era el auténticamente real.

Por su parte, el principal error de la moral tradicional es su “antinaturalidad”, es decir, ir en contra de la vida, de la naturaleza. La base de esta moral de resignación es el platonismo: el mundo de las Ideas platónico sirve de “más allá” para los cristianos, de tal manera que acaba convirtiéndose en la metafísica cristiana. El centro de gravedad de estas ideas no se sitúa en esta vida, sino en otra vida del “más allá”, en el mundo de las Ideas. Por tanto, Nietzsche critica la moral porque mata la vida, lo único real, considerándola ficción, falsedad, calumnia.

Tipos de Moralidad según Nietzsche

Nietzsche distingue dos tipos de moral:

  • La moral de los señores: Una moral que ama la vida, el poder, la grandeza y el placer. Es la moral del superhombre, la que anhela la muerte de Dios.
  • La moral de los esclavos: Representa los valores del judaísmo y que hereda el cristianismo: el dolor, la humildad, la amabilidad, la compasión, la resignación, la paciencia, el sacrificio.

Tras examinar la historia de la cultura occidental, se constata que los valores de los débiles, de la moral de los esclavos, han prevalecido sobre los de superación, sobre la moral de los señores. Para superar la decadencia de los valores cristianos, Nietzsche propone una nueva moral en Occidente: la moral de la vida (la vida es voluntad de poder), que busca sustituir los valores cristianos por el superhombre, libre de toda servidumbre religiosa y de todo dogmatismo cristiano. Su objetivo es establecer una moral de exaltación de la vida en su completo desarrollo, en su creatividad y destrucción naturales, en el originario devenir del ser.

Nietzsche y la Crítica a la Verdad y el Lenguaje

Por otro lado, es crucial mencionar su crítica al problema de la verdad y el lenguaje. El concepto intenta significar muchas cosas, prescindiendo arbitrariamente de las diferencias individuales. Del platonismo se ha heredado la idea de que el concepto provoca la representación universal de una especie de forma original que sirve para conocer una multiplicidad de cosas. El conocimiento utiliza los conceptos como ejes de coordenadas de la realidad. La tradición occidental afirma que las formas de la realidad corresponden exactamente a los conceptos que la mente humana ha ido forjando. Nietzsche pone en duda que los conceptos aprisionen la verdadera realidad del ser, que es devenir y cambio. El ser humano solo puede escapar de la gran mentira del lenguaje olvidándose de sí mismo y convirtiéndose en el hombre intuitivo, estético, que desarrolla su creatividad artística. A través del arte podemos huir de la falsedad de los conceptos, ya que el hombre intuitivo es el único que puede situar el arte por encima de la vida.

Contexto Biográfico y Obra de Friedrich Nietzsche

Friedrich Nietzsche nació en 1844 en la ciudad de Röcken, en el seno de una familia profundamente religiosa. Es uno de los filósofos más influyentes y polémicos de la historia de la filosofía. Fue, ante todo, un filósofo y un gran conocedor de la cultura clásica. Hijo y nieto de pastores protestantes, proclamó el ateísmo y dirigió contra el cristianismo uno de los ataques más contundentes que jamás se le hayan hecho.