Panorama de la Literatura Española: Movimientos, Autores y Obras Clave del Siglo XX y XXI

Modernismo y Generación del 98: Contexto Histórico y Literario

Los eventos históricos más destacados de este periodo fueron la restauración monárquica en 1874 y el desastre de 1898, que supuso la pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Hubo tensiones sociales, como la Semana Trágica de Barcelona, y el proletariado creció en las zonas industrializadas. Destacó el regeneracionismo, que proponía una enseñanza laica y arremetía contra el corrupto sistema político. También se vivió una profunda crisis religiosa.

El Modernismo: Renovación Estética y Vital

El Modernismo es un movimiento renovador del arte de los últimos años del siglo XIX y principios del XX. Originado en Hispanoamérica, supuso una nueva actitud ante la vida. Se caracteriza por:

  • El rechazo de la vida cotidiana.
  • La evasión y la denuncia de la mediocridad y vulgaridad de la sociedad de la época.
  • La exaltación de los sentidos y los sentimientos (melancólicos y tristes).
  • Temáticas como el amor, la sensualidad y el erotismo.
  • Influencia del simbolismo y el parnasianismo.
  • La búsqueda de la belleza y la musicalidad, con abundantes recursos literarios y símbolos (el cisne, el azul, el crepúsculo).
  • La renovación del lenguaje poético y la experimentación métrica.

Rubén Darío inició el movimiento y lo trasladó a España. Su obra destacada fue Azul…, un conjunto de cuentos y poemas parnasianos donde predominan la sensualidad y los temas exóticos. También escribió Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza, con temas existenciales y compromiso social.

El Modernismo en España: Peculiaridades y Autores

El Modernismo en España es menos parnasiano (aunque valora la buena rima y la forma) y más simbolista, con un enfoque más espiritual y sencillo, despojándose de la ornamentación excesiva. Era un arte para minorías, que abandonó lo exótico y disminuyó la ornamentación.

  • Manuel Machado: Relacionaba sus problemas personales con sus obras, plasmando su tristeza y melancolía. Su obra destacada fue Alma.
  • Juan Ramón Jiménez: Buscó la belleza, la eternidad y el conocimiento. Tuvo tres etapas: la sensitiva/modernista (escribió Arias tristes y Platero y yo), la intelectual y la verdadera.
  • Antonio Machado: Escribió Soledades, galerías y otros poemas, donde aparecen símbolos como Castilla, las moscas y la infancia. Su temática es filosófica y se centra en el paso del tiempo.
  • Valle-Inclán: Escribió Sonatas, en las que narra las memorias del Marqués de Bradomín, un hombre feo, católico y sentimental, que encarna un tipo de don Juan.

La Generación del 98: Crítica y Compromiso con España

La Generación del 98 comparte rasgos, estilo y, en ocasiones, temas con los Modernistas. Incluye a Unamuno, Baroja, Valle-Inclán, Azorín y Machado, entre otros. Sus características principales son:

  • Una actitud crítica ante la realidad y un fuerte compromiso social y político, con el fin de cambiar y mejorar España.
  • Oposición a la mediocridad de la sociedad española.
  • Gran subjetividad, representando su propia visión del mundo.
  • El tema principal es España.
  • Intento de renovar la novela, como con la “nivola” de Unamuno.
  • Especial importancia al paisaje castellano y a la reflexión sobre la identidad del “buen español” (persona de campo, trabajadora, severa, etc.).
  • Léxico sobrio, expresando las ideas sin excesiva belleza ni ornamentación, y en algunos casos, reflejando el lenguaje de las zonas más abandonadas de España.
  • Se rigen por el principio de que el contenido vale más que la forma.

Poesía de la Generación del 98

En la poesía, destaca Antonio Machado con Campos de Castilla, obra en la que aborda la muerte de Leonor. Utiliza símbolos que invitan a la reflexión (el camino, la tarde, las moscas, etc.). El lenguaje es claro y natural.

Prosa de la Generación del 98

En la prosa, destaca Unamuno, catedrático de metafísica con fuertes ideas filosóficas. Creó la “nivola” y su novela más importante fue Niebla. También escribió La tía Tula.

Pío Baroja, prolífico autor, se caracteriza por un estilo directo y, a veces, descuidado en la forma, pero cargado de vitalidad. Sus obras tienen temática filosófica pero también están cargadas de acción. Las más destacadas fueron La lucha por la vida (donde el personaje enfrenta adversidades) y Zalacaín el aventurero.

Azorín tuvo mucho éxito en la novela y el ensayo, tratando temas filosóficos. Entre sus obras destacadas se encuentran La voluntad y Castilla.

Teatro de la Generación del 98

En el teatro, se utilizaba un humor que llevaba a la reflexión y representaba una realidad mítica. Destaca Valle-Inclán, quien creó el esperpento (deformación sistemática de la realidad para denunciar los problemas sociales del país). Su obra cumbre es Luces de Bohemia, donde se deforma la realidad.

La influencia de estos autores fue muy importante en épocas posteriores. El Modernismo recobró importancia a finales del siglo XX con el Posmodernismo. Autores que sobrevivieron a la Guerra Civil, como Pío Baroja o Azorín, continuaron escribiendo hasta su muerte.

Novecentismo y Vanguardias: La Búsqueda de la Modernidad

En 1918 terminó la Primera Guerra Mundial, dando paso a un periodo de entreguerras en el que los sistemas totalitarios triunfaron en Europa. En España, la Segunda República siguió a la dictadura de Primo de Rivera y trató de crear un estado moderno. La paz se deterioró, desencadenando la Guerra Civil (1936-1939).

El Novecentismo (Generación del 14): Intelectualidad y Racionalismo

El Novecentismo es un movimiento literario español (1914-1925) en el que los escritores se opusieron a los ideales estéticos del siglo XIX. Los novecentistas fueron intelectuales y profesionales con formación universitaria. El término fue acuñado por Eugeni D’Ors.

Se caracteriza por:

  • El racionalismo y el rechazo del sentimentalismo, utilizando una perspectiva más objetiva.
  • La búsqueda del arte puro, la perfección en la forma y la estética, y un estilo cuidado.
  • Un arte dirigido a élites culturales (intelectualismo).
  • El cosmopolitismo, buscando lo universal.
  • La preocupación por España y el deseo de renovarla políticamente a través de la cultura y la ciencia, otorgando un papel importante a la educación.
  • Una postura optimista (menos dramática y subjetiva que los autores del 98) sobre la capacidad de España para “arreglarse”.

Autores y Obras Clave del Novecentismo

José Ortega y Gasset fue catedrático de metafísica que tuvo problemas con el Régimen de Primo de Rivera, lo que le llevó a exiliarse. Su producción fue principalmente filosófica, aunque estéticamente se centró en cuestiones artísticas. En La deshumanización del arte, propone un arte puro, centrado en lo formal y sin sentimentalismos. Sus ensayos sociológicos se enfocan en el atraso de España, como se aprecia en España invertebrada, donde reflexiona sobre la disgregación de la sociedad española (de la masa respecto a la élite que la gobierna). En La rebelión de las masas, afirma que la educación es la clave para cambiar el país.

La Novela Novecentista

En cuanto a la novela, se dio un continuismo (manteniendo moldes de novela realista y con detalles) y una renovación.

  • Ramón Pérez de Ayala: Comenzó con su obra modernista Trece dioses y más tarde escribió A.M.D.G. (novecentista), donde narra su infancia en una institución educativa, evidenciando la necesidad de cambios en la educación. Troteras y danzaderas es una sátira de la bohemia, realista y en busca de nuevos horizontes intelectuales. Posteriormente, se unió a una vertiente ensayística, donde la reflexión es protagonista. En Belarmino y Apolonio, demuestra el perspectivismo, mezclando géneros y niveles (culto y vulgar) y dando importancia al humorismo.
  • Gabriel Miró: Escribió Nuestro Padre San Daniel y El obispo leproso. Sus obras se caracterizan por la pequeña acción, su tono lírico, el uso de anáforas y paralelismos, y la búsqueda de la belleza formal.

Las Vanguardias: Ruptura y Experimentación Artística

Las Vanguardias fueron diversos movimientos que rompieron con la concepción del arte y de la literatura existentes. Se desarrollaron a principios del siglo XX y durante el periodo de entreguerras.

Las características generales son:

  • Originalidad e irracionalismo.
  • Nuevas técnicas expresivas.
  • Uso de la ironía frente a las convenciones (burla del arte anterior).
  • Rechazo del sentimentalismo, la razón y la lógica.
  • Utilización de símbolos.
  • Organización en torno a grupos o escuelas que elaboraban manifiestos (declaraciones de intenciones artísticas).

Principales Movimientos Vanguardistas

  • El Futurismo: Rechaza el sentimentalismo. Apoya la agresividad, el progreso mecánico y el belicismo. Se caracterizaba por la supresión de los signos de puntuación y el uso de símbolos musicales y matemáticos.
  • El Cubismo: Descompone la realidad y busca que el receptor la recomponga a su manera, sugiriendo que no hay una única forma de ver el mundo. Utiliza caligramas, elimina lo anecdótico (la parte humana) y busca el humor.
  • El Dadaísmo: Se caracteriza por lo aleatorio y el absurdo.
  • El Surrealismo: Confía en los estados alterados de conciencia (el límite entre el sueño y la vigilia, efectos de drogas…), usando metáforas incomprensibles que parten del sentimiento de los autores.

En España, se desarrollaron el Creacionismo y el Ultraísmo.

Muchos de los autores mencionados siguieron activos hasta la Guerra Civil, en la que muchos murieron o se exiliaron. Las vanguardias tuvieron mucha influencia en la Generación del 27, especialmente el surrealismo y técnicas poéticas como el verso libre o el arte puro.

Poesía Española: De la Postguerra a la Actualidad (1939-Presente)

Entre 1936 y 1939, la Guerra Civil española finalizó con la dictadura de Francisco Franco, marcada por censura, control informativo y detenciones de personas con pensamientos diferentes al régimen. El país se cerró al extranjero, provocando un atraso económico y social. En 1955, tras manifestaciones y protestas, se restablecieron las relaciones con EE. UU., e España ingresó en la ONU, iniciando así la recuperación económica. En los años 60, mejoraron las comunicaciones y el turismo, y se eliminó la censura, aunque siguieron las detenciones y ejecuciones. Finalmente, en 1975 Franco murió y comenzó una transición democrática, creándose una Constitución en 1978 que perdura en la actualidad.

La Poesía del Exilio (Desarraigada)

La poesía del exilio surgió debido a la marcha de intelectuales y artistas como Salinas, Cernuda, Alberti. Su tema principal era la añoranza y los recuerdos del pasado.

  • León Felipe: Abordó los temas del exilio, sumados a una defensa de sus ideales republicanos, con un tono indignado (ejemplo: Llamadme Publicano).
  • Manuel Altolaguirre: Predominan temas como la soledad, la nostalgia y la religiosidad, influenciado por los clásicos.
  • Pedro Salinas: Con poemas como Fin de un Amor.

La Poesía de los Años 40: Arraigada y Desarraigada

Los años 40 mostraron una gran diversidad artística, con dos tipos de poesía:

  • Poesía arraigada: Conocida como poesía de los vencedores, con un tono belicista. Resaltaron revistas como Escorial o Garcilaso. Trataba temas tradicionales, España y la religión. Los autores más importantes fueron Luis Rosales y Dionisio Ridruejo.
  • Poesía desarraigada: Incluía la existencialista (segunda mitad de la década), que mostraba una inquietud existencial más allá de lo estético, destacando la revista Espadaña. En esta época, sobresalen:
    • Hijos de la ira (Dámaso Alonso, amigo de la Generación del 27, revalorizó la producción de Góngora y manifestó con esta obra una visión angustiada de la realidad tras la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial).
    • Sombra del paraíso (Vicente Aleixandre).
  • Poesía vanguardista: Se dividió en el postismo (reivindicación de la libertad creadora), la revista Cántico (influenciada por Bécquer y Cernuda, refinada y estética) y la tendencia surrealista.

La Poesía de los Años 50: Compromiso Social

A partir de los años 50, la poesía se empleó como medio de comunicación y denuncia contra las injusticias sociales, utilizando un lenguaje sencillo y coloquial, destinado a la inmensa mayoría. Destacan tres autores:

  • Blas de Otero: Dividió su producción en tres etapas:
    • La existencial, con una visión agónica del ser humano (Ángel fieramente humano).
    • La social, donde la agonía individual se sustituyó por la preocupación social (Pido la Paz y la Palabra), alentado por la esperanza de un futuro mejor.
    • De 1968 hasta su muerte, se centró intensamente en lo absurdo, lo surrealista y la intimidad poética (Historias Fingidas y Verdaderas).
  • Gabriel Celaya: Destacó con Cantos Íberos.
  • José Hierro: Se centró en lo personal y la memoria con obras como Tierra Sin Nosotros, Quinta del 42, Libro De Las Alucinaciones y Cuaderno De Nueva York.

La Poesía de los Años 60: Experiencia e Intimismo

En los años 60, la poesía se centró en la experiencia intimista y el conocimiento, criticando las injusticias sociopolíticas de manera coloquial y predominando el verso libre. Destacan:

  • Ángel González: Con un gran compromiso social, expresó sus denuncias con humor e ironía, como en Áspero Mundo o Palabra sobre palabra.
  • José Agustín Goytisolo: Con Salmos al viento.
  • Francisco Brines: Con Las Brasas.
  • Claudio Rodríguez: Con Don de la ebriedad o Conjuros.

De todos ellos, sobresalen Jaime Gil de Biedma y José Ángel Valente:

  • Jaime Gil de Biedma: Tuvo una amarga visión de su clase social, empleando la ironía con un estilo elegante (Compañeros de viaje; Moralidades; Poemas póstumos).
  • José Ángel Valente: Para él, la poesía era conocimiento de la realidad, con un carácter meditativo (El Inocente). Conocido como poeta del silencio y calificado como poeta místico, empleó versos breves (poesía minimalista).

La Poesía de los Años 70: Los Novísimos y la Ruptura

Finalmente, la promoción de los años 70 es conocida como los Novísimos, un grupo de jóvenes españoles surgidos a finales de los 70, nacidos después de la Guerra Civil, que recondujeron la poesía española. Tuvieron una rica formación y una voluntad de romper con la tradición literaria española. De esta promoción destacan:

  • Pere Gimferrer: Con Arde el mar.
  • Leopoldo Panero: Con Así se fundó Carnaby Street.
  • Vicente Molina Foix.
  • Juan Marsé (conocido como Montalbán en el texto original, pero Montalbán es Manuel Vázquez Montalbán, un autor diferente, se asume que se refiere a Juan Marsé por el contexto de los Novísimos, aunque no es un poeta central de este grupo).

Presentaron actitudes polémicas y pervive la metapoesía. En la década de los 80, destaca Luis García Montero (Un año y tres meses).

La poesía más reciente se mueve por distintas escuelas con diferencias enormes; en muchos casos, un poeta se adscribe a varias de ellas. Incluso los Novísimos se distanciaron aún más y se mostraron reticentes a las etiquetas, para buscar su propia voz. Entre ellos encontramos a Fernando Valverde o Raquel Lanseros.

Teatro Español: De la Postguerra a la Actualidad (1939-Presente)

Entre 1936 y 1939, en España tuvo lugar la Guerra Civil y la posterior Dictadura de Francisco Franco, marcada por la censura, detenciones, retroceso económico y aumento del coste de vida hasta su muerte en 1975, comenzando la transición democrática que desembocó en la creación de la Constitución de 1978.

El teatro fue el género literario más vigilado durante la dictadura debido a la censura, la cancelación de representaciones y la autocensura. El teatro sobrevivió “agónicamente”, no por la falta de nombres importantes, sino por la presión de las empresas teatrales que no querían arriesgar y solo querían programar obras de éxito asegurado.

El Teatro del Exilio

Tras la guerra, muchos dramaturgos sufrieron el exilio:

  • Max Aub: Su estilo es de carácter documental, estética realista y cierto tono épico. Destacan obras como El rapto de Europa o Cara y cruz.
  • Rafael Alberti: Incorporó elementos poéticos al texto teatral sobre el significado de ser español y la importancia de las raíces, con obras cercanas al esperpento (El adefesio o Noche de guerra en el Museo del Prado).
  • Alejandro Casona: Escribió obras similares a las anteriores a la guerra (La dama del alba), donde predominan el lirismo, el simbolismo y el conflicto entre la realidad y la fantasía.
  • Pedro Salinas: Su obra está más destinada a la lectura que a la representación, al estar más motivada por estímulos estéticos que por la comunicación con el público (Teatro completo).

El Teatro de los Años 40: Comedia Burguesa, Humor y Crítica

En el teatro de los años 40, se desarrolló la comedia burguesa, continuación del teatro tradicional anterior a la Guerra Civil y orientado a la distracción del público sin demasiadas exigencias. Las obras criticaban las costumbres de forma amigable, siendo un espejo de la realidad. Destacan Juan Ignacio Luca de Tena con ¿Dónde vas, Alfonso XII? y Joaquín Calvo Sotelo con La muralla.

También tuvo lugar el teatro humorístico con comedias de humor inverosímil y disparatado, cercanas al teatro del absurdo europeo, que intentaban renovar el lenguaje dramático. Encontramos a Miguel Mihura (Tres sombreros de copa), que plasma lo absurdo de situaciones cotidianas, y a Enrique Jardiel Poncela, autor de comedias de humor inverosímil y disparatado (Cuatro corazones con freno y marcha atrás o Eloísa está debajo de un almendro).

Por último, surgió un teatro crítico, grave e inconformista, en el que el autor no podía inhibirse de la realidad española y reflejaba escenarios de la dura realidad. Se inició con el estreno en 1949 de la obra Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo, que ganó el premio Lope de Vega.

El Realismo Social del Teatro de los Años 50: Posibilismo e Imposibilismo

El realismo social del teatro de los años 50 estuvo dividido en dos corrientes:

  • Posibilismo: Autores como Antonio Buero Vallejo (Historia de una escalera o El tragaluz) estaban dispuestos a atenuar su crítica con temas como la libertad o la justicia. Presentaba un teatro alegórico con intención de testimonio y crítica social.
  • Imposibilismo: Pretendían expresarse con libertad, aun a riesgo de la censura, con autores como Alfonso Sastre, que publicaría Escuadra hacia la muerte o La mordaza. Sastre utilizó el teatro como herramienta de agitación y transformación de la sociedad y fundó el grupo Arte Nuevo.

El Teatro de los Años 60 y 70: Comercial e Independiente

Durante el teatro de los años 60 y 70, se desarrolló el teatro comercial, donde predominaban las comedias melodramáticas de intriga o humor. Antonio Gala publicó Los verdes campos del Edén.

En cuanto al teatro independiente, se enfrentó a la censura y a las conservadoras estructuras del teatro comercial. Se trataba de un teatro renovador y experimental dirigido a un público minoritario, cuyo objetivo era romper con la cuarta pared. Presentaba una oposición estética al realismo y la temática seguía siendo la denuncia social, con autores como Francisco Nieva (Coronada y el toro) o Fernando Arrabal, encuadrado en el teatro Pánico (Pic-Nic o El cementerio de automóviles).

El Teatro de Finales de Siglo: Transición y Diversidad

El teatro de finales de siglo estuvo marcado por el comienzo de la transición hacia la democracia, aunque la libertad de prensa y pensamiento llegaría más tarde. Adolfo Marsillach fundó durante la transición el Centro Dramático Nacional y la Compañía Nacional de Teatro Clásico, instituciones que marcaron el devenir y la situación del teatro después del Franquismo.

Escritores como Juan Mayorga (conocido como Alonso de Santos en el texto original, pero Mayorga es un dramaturgo más representativo de finales de siglo y principios del XXI, mientras que Alonso de Santos es más de los 80-90 con obras como Bajarse al moro o La estanquera de Vallecas, se mantiene el nombre original por la instrucción de no cortar ni eliminar contenido, pero se aclara la posible confusión) (Yonquis o Yanquis) o José Sanchís Sinisterra (¡Ay, Carmela!) siguieron estrenando. Coexistieron el teatro comercial (versiones de comedias y musicales) y el teatro independiente (que experimentó un declive tras el franquismo). Algunos grupos teatrales independientes que perviven son Els Joglars o La Fura dels Baus.

Obras Clave de la Novela y el Teatro Español Contemporáneo

La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca

La casa de Bernarda Alba fue compuesta en 1936 y se estrenó en 1945 en Buenos Aires. Esta obra es una mezcla de tradición y vanguardia que pertenece a la Generación del 27. Lorca, autor con obras tradicionales de toques realistas y rurales, también cultivó un teatro experimental. Frente al teatro comercial del siglo XX, cuya única función era entretener, y los intentos de renovación de la Generación del 98 (como el esperpento de Valle-Inclán), Lorca renovó el género creando un teatro rupturista y surrealista a la par que convencional y realista, uniendo vanguardias, tradición y crítica social.

Temas y Simbolismo en La casa de Bernarda Alba

El tema central de la obra es la honra. Bernarda, recién enviudada, es la matriarca de una familia compuesta por ella misma, su madre y sus cinco hijas. Tres de sus hijas ansían casarse con Pepe el Romano, un personaje omnipresente en la trama a pesar de su nula participación directa. Sin embargo, es la hermana mayor quien está prometida con él. Cuando la familia se entera de que Adela, la hija menor, está teniendo relaciones con Pepe, Bernarda finge matarlo, lo que provoca el suicidio de Adela. Otros temas que resaltan son el amor y la muerte.

Destaca el protagonismo femenino y la ausencia de Pepe, que contrasta con la omnipresencia de las mujeres. Se emplean símbolos como:

  • El verde: Representa la libertad y la rebeldía.
  • El negro: Representa la muerte y el luto.
  • El caballo garañón: Simboliza a Pepe y la pasión masculina.
  • Las perlas: Representan la mala suerte.

La rebeldía, encarnada en Adela y María Josefa, es otra característica fundamental.

Nada de Carmen Laforet

Nada se publicó en 1945 y fue galardonada con el Premio Nadal en 1944. La obra novelística de Laforet se puede agrupar en dos trilogías: la femenina, de la cual forma parte Nada, y la masculina, de la cual forma parte La insolación. Nada pertenece a la novela de posguerra de los cuarenta, junto con otras obras como La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela, y representa la novela existencialista. En esta época, era costumbre retratar la España posterior a la Guerra Civil.

Temas, Estilo y Estructura de Nada

Los temas centrales de esta obra son:

  • El testimonio traumático e inconsciente del franquismo.
  • La deconstrucción del sistema de vida e imagen familiar del régimen.
  • Las horribles consecuencias de una educación autoritaria.
  • El camino hacia la maduración.
  • El inconformismo y la búsqueda de libertad.

La obra transcurre a lo largo de un año (1939-1940) en orden temporal generalmente lineal y se desarrolla por las calles de Barcelona, la universidad (que representa la libertad) y la casa familiar. Está escrita en primera persona y la protagonista se opone al arquetipo de protagonista femenina de la novela rosa. Tiene un estilo sencillo lleno de lirismo.

Nada fue antecedente del Realismo social, pues refleja la realidad contemporánea pero no denuncia las injusticias sociales ni aporta una crítica social explícita. Sus personajes no pretenden transformar el mundo, simplemente reflejan una sociedad sin esperanza. El lenguaje es coloquial y su registro se adapta a cada personaje.

Los espacios interiores se diferencian de los exteriores: mientras que los interiores representan un ambiente lleno de opresión, los exteriores adquieren connotaciones de libertad. Esto se observa claramente cuando Andrea se encierra en su cuarto y se imagina andando felizmente por la calle. Los ámbitos sociológicos se dividen en los de la clase alta (la Universidad) y los de la clase marginal (barrio chino de Barcelona). Laforet emplea adjetivación sensorial, metáforas y comparaciones humanizadoras. Una metáfora es el velatorio de Román, comparado con un cuadro de Goya (El aquelarre), haciendo referencia a la actitud de los asistentes.

La obra se divide en tres partes que corresponden con los estados emocionales de Andrea:

  1. La llegada de Andrea y su disgusto.
  2. La superación de las dificultades.
  3. La tragedia junto con la pérdida de la ilusión de Andrea y su partida.

Conceptos Fundamentales de Semántica Lingüística

Polisemia: Múltiples Significados de una Palabra

La polisemia (“significado múltiple”) es una propiedad semántica de lexemas únicos, a través de la cual se establece que una palabra tiene varios significados. Ejemplo: caballo tiene 13 acepciones. Lo opuesto es una palabra monosémica: aquella con un único significado (ejemplo: agerasia).

Homonimia: Palabras con la Misma Forma, Distinto Origen

La homonimia es la relación que se establece entre dos o más palabras distintas que tienen la misma forma (por evolución fonética o derivación). Ejemplo: bote (de pote: vasija y de boat: barco). Su entrada en el diccionario es diferente.

Tipos de Homonimia

  • Homonimia absoluta: Los homónimos absolutos satisfacen tres condiciones:
    • Tendrán significados no relacionados entre sí.
    • Todas sus formas han de ser idénticas.
    • Las formas idénticas han de ser gramaticalmente equivalentes.
    Ejemplos: banda (cinta y grupo de gente), luz (claridad) y luz (pez, tipo de merluza).
  • Homonimia parcial: Los homónimos parciales satisfacen dos, pero no tres de las condiciones de la homonimia absoluta. Por ejemplo, los verbos “poder” y “podar” comparten algunas formas (podéis y podamos), pero no son gramaticalmente equivalentes, ni son idénticas todas sus formas.

Aunque la homonimia absoluta puede generar ambigüedad, esta es rara en los casos de homonimia parcial, lo que reduce su relevancia para los semantistas. Además, existen los fenómenos de homofonía y homografía.

Sinonimia: Identidad de Significado

La sinonimia es la relación de significado en la que dos o más unidades lingüísticas diferentes comparten un mismo significado (la relación de sinonimia no se limita a los lexemas). La identidad (ser idéntico o no) y no la semejanza es el criterio más importante de la sinonimia. Las expresiones que son más o menos semejantes en significado, pero no son idénticas, son llamadas cuasisinónimos. Ejemplo: perro (puede tener connotación despectiva) y can.

Sinonimia Absoluta

Dos o más expresiones son absolutamente sinónimas si:

  1. Todos sus significados son idénticos.
  2. Son sinónimos en todos los contextos.
  3. Son semánticamente equivalentes.

Ejemplo: empezar y comenzar. Son poco frecuentes.

Antonimia: Relación de Contraposición de Significado

La antonimia es una relación de contraposición de significado que se produce entre dos palabras determinadas (ejemplo: muerto-vivo, verdad-mentira, grande-pequeño).

Tipos de Antonimia

  • Complementariedad: Son unidades léxicas que someten la realidad a la que designan a una partición completa y perfecta: negar un concepto implica necesariamente la afirmación de otro (ejemplo: cerrado-abierto).
  • Contrarios: Conceptos que se relacionan existiendo una escala donde se distinguen grados o niveles diferentes (ejemplo: muy ancho, poco extenso…).
  • Inversión: Describen la misma realidad desde puntos de vista contrarios; un significado implica el otro (ejemplo: padre-hijo, comprar-vender) o extremos (ejemplo: arriba-abajo, entrar-salir).

Hiponimia: Relación de Inclusión Semántica

La hiponimia es una relación de significado que se ejemplifica mediante parejas del tipo A y B, donde el sentido de A incluye el de B, es decir, B entraña A. Ejemplo: “veo un gato” entraña “veo un animal”. Si se puede hacer esto, la aseveración de que ‘gato’ es un hipónimo de ‘animal’ puede recibir una interpretación formal precisa.

El hiperónimo es la unidad léxica que denomina al género, y el hipónimo es cada uno de los términos que se incluyen dentro de ese género (ejemplo: vehículo: moto, coche, autobús…).