La Dictadura Franquista en España: Orígenes, Ideología y Legado (1939-1975)

Introducción al Franquismo: Dictadura y Transformación en España (1939-1975)

Francisco Franco, vencedor de la Guerra Civil española, fue Jefe del Estado español del régimen político dictatorial instaurado a raíz de aquella contienda (1936-1939), que duró hasta su muerte en 1975. Esta etapa, conocida como la época franquista, estuvo completamente determinada por su líder, el Caudillo o Generalísimo.

La dictadura de Franco iría evolucionando con el tiempo, pero en ningún momento perdió el control del régimen que había instaurado. Las características de su dictadura fueron:

  • La justificación de su poder no se basaba en la voluntad popular, sino en la victoria militar de 1939.
  • Él asumía el poder ejecutivo, pero también controlaba el legislativo y el judicial.
  • Su convencimiento de que no debía responder de su gestión ante ningún organismo o institución (solo «ante Dios y la Historia»).

Durante 36 años, el Franquismo transformó las estructuras económicas y sociales de España (modernizándose, primero lentamente y luego de forma rápida en los últimos 15 años). No ocurrió lo mismo con las estructuras políticas; el régimen iría evolucionando, pero nunca dejó de ser una dictadura conservadora.

A partir de 1973, el Franquismo entró en una fase de descomposición que discurrió paralela al declive físico de Franco. Dos años después de la muerte del dictador, apenas quedaría nada del régimen.

Cultura y Represión durante el Franquismo

En el ámbito cultural, el primer periodo del Franquismo se caracterizó por la persecución de intelectuales, profesores y artistas defensores de la República, así como por un estricto control sobre la prensa, la literatura, el cine y cualquier medio de difusión. En el segundo periodo de la dictadura, irían apareciendo personas opuestas al régimen, y las universidades se convirtieron en focos antidictatoriales. En los últimos años, el mundo intelectual y estudiantil se mostró contrario a Franco y a lo que este representaba.

Ideología y Transformaciones Institucionales del Régimen Franquista

Durante esta larga etapa, la antigua clase dominante (terratenientes, nobleza, clero y burguesía) recuperó el poder político, económico y social que había estado en peligro durante la II República. Durante el Franquismo, los trabajadores fueron privados de los derechos y medios de defensa adquiridos en la República (sindicatos de clase, partidos de izquierda y derechos de huelga, manifestación, asociación y reunión).

El deseo de un régimen político fuerte, que impusiera orden y disciplina tras la reciente experiencia republicana, estaba muy arraigado en gran parte de la población española. Esto, junto a la falta de libertades y la represión policial (con 50.000 ejecutados y 300.000 presos políticos), explica la débil oposición al régimen, que solo a partir de los años 70 adquiriría una base social relevante.

Fundamentos Ideológicos del Franquismo (hasta los años 50)

Hasta los años 50, los fundamentos ideológicos fueron:

  1. Tradicionalismo. Se condenaba la democracia, el liberalismo y el comunismo, ideologías consideradas extranjeras y ajenas a la tradición española.
  2. Nacionalismo español. Se promovía la unidad de la nación española y la persecución de los nacionalismos periféricos, como el catalán y el vasco.
  3. Catolicismo a ultranza (nacionalcatolicismo). No solo el Estado se declaró confesionalmente católico, sino que además tuvo en la Iglesia su mejor coartada justificativa (Franco era «Caudillo por la gracia de Dios»).
  4. Elementos que imitaban al fascismo italiano, pero solo en los primeros años (saludo con el brazo en alto, himnos, estética). Tras la derrota de los regímenes fascistas en la II Guerra Mundial (1945), el Régimen se fue desprendiendo poco a poco de su componente fascista inicial.
  5. Militarismo. Muchos ministros y otros altos cargos de la Administración franquista en los primeros años fueron militares. Se ensalzaba la vida militar por lo que esta representaba de orden, disciplina y jerarquía.

Instituciones Clave del Franquismo

El Franquismo tuvo que crear instituciones que sustituyeran a las anteriores de la II República.

El Partido Único

El Partido Único (inicialmente Falange Española Tradicionalista y de las JONS, más tarde Movimiento Nacional) tuvo al principio un papel destacado en la vida política, social y cultural. En estos primeros tiempos, el régimen franquista se autodenominó nacionalsindicalista.

A partir de 1942-43, cuando la Segunda Guerra Mundial empezaba a decantarse hacia el bando aliado, cambió su denominación por democracia orgánica, a la que habría que dotar de unas instituciones que pudieran ser aceptables para los previsibles vencedores, los aliados. El Régimen pretendía desmarcarse del nazismo alemán y del fascismo italiano, y acentuar su carácter católico y anticomunista.

Las Leyes Fundamentales del Franquismo

En ausencia de una Constitución, tuvo que crear paulatinamente un cuerpo legislativo de leyes superiores, con rango constitucional: las Leyes Fundamentales. Son siete:

  • Fuero del Trabajo (1938): Privaba a los trabajadores de derechos sindicales propios de una democracia y pretendía reglamentar la economía a través de la acción del Estado. Establecía un sindicato único controlado por Falange.
  • Ley Constitutiva de las Cortes (1942): Establecía unas Cortes unicamerales compuestas por unos 500 procuradores que no eran elegidos libremente por los ciudadanos, sino que lo eran por desempeñar un cargo importante o bien designados directamente por el Generalísimo (50 en total).
  • Fuero de los Españoles (1945): Terminada la Segunda Guerra Mundial, era necesario «maquillar» el régimen para que fuese aceptado por las potencias democráticas occidentales. Esta ley y la siguiente perseguían ese objetivo. El Fuero de los Españoles era, en teoría, un catálogo de derechos, pero en la realidad consagraba el carácter autoritario del Franquismo.
  • Ley de Referéndum (1945): Su finalidad era demostrar al mundo que en España estaba establecido el sufragio universal. La consulta a la nación solo podía ser realizada a propuesta del Jefe del Estado y únicamente se ejerció dos veces.
  • Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947): Definía a España como «un estado católico, social y representativo» constituido en reino (sin rey). Franco era el Jefe de Estado perpetuo y, además, tenía derecho a nombrar a su sucesor.