Fundamentos del Pensamiento Moderno: Kant y Descartes

Filosofía de Immanuel Kant

El Criticismo Kantiano: Las Preguntas Fundamentales de la Razón

El objetivo prioritario de toda la filosofía de Immanuel Kant es realizar una crítica interna de la razón para conocer su poder y sus límites. Se trata de dictaminar hasta dónde pueden llegar nuestros conocimientos. En este juicio crítico, la propia razón es juez y juzgada al mismo tiempo. La filosofía de Kant, conocida como criticismo, es, por lo tanto, el estudio de la razón y los límites del conocimiento científico.

Las Tres Preguntas Esenciales de Kant

Kant articula su filosofía en torno a tres preguntas fundamentales:

1. ¿Qué puedo conocer?

Esta pregunta aborda el problema del conocimiento y establece los límites dentro de los cuales puede existir un conocimiento científico.

  • Nosotros no conocemos las cosas tal como son, sino tal y como somos (fenómeno, no noúmeno).
  • La metafísica no es una ciencia, pues le falta el elemento empírico.
  • La razón no puede tener conocimiento científico sobre los objetos trascendentes.
2. ¿Qué debo hacer?

Esta pregunta se refiere al problema de la moralidad y establece los principios para que la razón pueda obrar correctamente.

  • Obra de modo que puedas querer que la máxima de tu acción se convierta en ley universal.
  • Obra de modo que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin y nunca solamente como un medio.
  • Cumplir con mi deber por el deber mismo.
3. ¿Qué me cabe esperar?

Esta pregunta se relaciona con el problema de la religión y la historia, y postula las condiciones necesarias para la moralidad.

  • Que Dios exista.
  • Que mi alma sea inmortal.
  • Que obtendré un premio o un castigo en virtud de mis acciones.

Kant frente al Racionalismo y el Empirismo

Toda la doctrina kantiana del conocimiento se fundamenta en la distinción de las facultades de la sensibilidad y el entendimiento, una afirmación que Kant nunca abandonó. La sensibilidad es pasiva y se limita a recibir impresiones provenientes del exterior (lo que Locke denominaba “ideas simples” y Hume “impresiones de sensación”). El entendimiento, por otro lado, posee espontaneidad, lo que significa que produce espontáneamente ciertos conceptos e ideas sin derivarlos de la experiencia.

Evolución del Pensamiento Kantiano

  1. Inicialmente, esta distinción podría tomarse como fundamento de una doctrina racionalista. Kant fue en un principio un filósofo racionalista, creyendo en la posibilidad de conocer ciertos conceptos sin derivarlos de la experiencia.
  2. Sin embargo, Kant terminó por abandonar el racionalismo. Él mismo afirmó que David Hume le había “despertado de su sueño dogmático”. Bajo la influencia de Hume, Kant llegó a la conclusión de que nuestro conocimiento no puede extenderse más allá de la experiencia.

La Ilustración y la Libertad como Meta de la Razón en Kant

Para Kant, el juicio de la razón resulta absolutamente necesario, no solo a causa de la diversidad de interpretaciones de la razón. Kant registra en su época una situación humana de minoría de edad, propiciada por la pereza y la cobardía, es decir, la falta de verdadera libertad para pensar por uno mismo.

La tarea de la crítica de la razón tendrá como objetivo primordial la realización de la libertad y la superación de sus constricciones. La construcción civil y la construcción de la conciencia implican un uso de la razón al margen de una legalidad impuesta externamente. Una crítica de la razón será la exigencia que el ser humano se impone para clarificarse sobre lo que es. Esta libertad es el motor de la crítica y apunta hacia una situación de una época ilustrada, donde el hombre se atreve a saber (Sapere aude!).

Los Juicios Sintéticos a Priori en Kant

Kant establece una distinción fundamental en los tipos de juicios:

Juicios Analíticos y Juicios Sintéticos

  • Un juicio analítico es aquel en el que el predicado está comprendido en el sujeto. Por lo tanto, basta con analizar el sujeto para comprender que el predicado le conviene necesariamente. Estos juicios no nos dan nueva información (son explicativos). Ejemplo: “Todos los cuerpos son extensos”.
  • Un juicio sintético es aquel en el que el predicado no está contenido en la noción o concepto del sujeto. Estos juicios sí dan información (son extensivos). Ejemplo: “Todos los cuerpos son pesados”.

Juicios a Priori y Juicios a Posteriori

  • Los juicios a priori son aquellos cuya verdad puede ser conocida independientemente de la experiencia. Conocemos su verdad sin necesidad de comprobación empírica. Son universales y necesarios. Ejemplo: “La suma de los ángulos internos de un triángulo es 180 grados”.
  • Los juicios a posteriori son aquellos cuya verdad es conocida a partir de la experiencia. No son universales ni necesarios. Ejemplo: “Este libro es rojo”.

La gran pregunta de Kant es: ¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori? Es decir, juicios que nos den nueva información (sintéticos) y que, al mismo tiempo, sean universales y necesarios (a priori), como los de las matemáticas y la física. La posibilidad de estos juicios es la clave para el conocimiento científico.

Filosofía de René Descartes

El Dualismo Cartesiano de Descartes

En el ámbito de la realidad, nos encontramos con el dualismo cartesiano, donde se integran como “máquinas menores” las plantas, los animales y el propio cuerpo del hombre. Si cada una de las sustancias existe con absoluta independencia, ¿cómo pueden influir una en la otra? La única respuesta que encuentra Descartes está en Dios: Dios hizo el mundo material de tal manera que sus leyes son válidas para los conceptos e intuiciones de nuestra mente.

  • El cuerpo y el alma son dos sustancias separadas que pueden existir una sin la otra.
  • El alma es una sustancia que piensa (res cogitans).
  • El cuerpo es una sustancia extensa (res extensa).

Descartes habla de la glándula pineal, ubicada en el cerebro, como la sede del alma. A través de esta glándula, se consigue la unidad, originándose una doble circulación de influencias hacia el alma y hacia el cuerpo.

Las Reglas del Método Cartesiano

Descartes propone cuatro reglas fundamentales para dirigir bien la razón y buscar la verdad en las ciencias:

1. Regla de la Evidencia

Consiste en no aceptar como verdadera cosa alguna que no se supiese con evidencia que lo es, evitando la precipitación y la prevención. Los conocimientos evidentes son aquellos que se nos presentan de manera clara y distinta, lo cual se logra a través de la intuición. Descartes advierte contra el testimonio variable de los sentidos y el juicio engañoso de una imaginación que une falsamente. La intuición nos hace evidente el objeto del conocimiento porque ella misma construye ese objetivo; por evidencia, hay que admitir aquello que se presenta a nuestra inteligencia de forma indudable.

2. Regla del Análisis

Consiste en dividir las cuestiones que han de examinarse en el mayor número de partes posibles. El análisis es reducir las ideas compuestas a ideas simples. Es decir, hay que dividir las ideas complejas en sus componentes más básicos y simples.

3. Regla de la Síntesis

Nos manda a conducir ordenadamente nuestros pensamientos, empezando por los objetos más simples y fáciles de conocer, para ascender poco a poco, como por grados, hasta el conocimiento de los más compuestos. Se trata de una suma de intuiciones parciales que podemos percibir de una manera intuitiva.

La Duda Metódica de Descartes

La primera verdad fundamental brota de la duda, poniendo todos los conocimientos en tela de juicio. Descartes quiere llegar a distinguir lo verdadero de lo falso y poder encontrar el fundamento sólido de la certeza, que es la idea clara y distinta.

Características de la Duda Cartesiana

  • Universal: Hay que dudar de todo.
  • Metódica: La duda cartesiana no es una duda escéptica (no se propone una finalidad destructiva), sino constructiva; pretende alcanzar una verdad firme de la que no se pueda dudar.
  • Teórica: En el sentido de que no debe extenderse al plano de las creencias o comportamientos prácticos.

Objetos de la Duda

  • Duda de los sentidos: Los sentidos son engañosos y es prudente no fiarse nunca de ellos.
  • Duda del mundo exterior: A veces es imposible distinguir la realidad exterior del sueño.
  • Duda de los propios razonamientos: Nuestro entendimiento se puede equivocar cuando razona, incluso en las demostraciones matemáticas (hipótesis del genio maligno).

Descartes pretende llegar a una verdad que pueda ser creída por sí misma, independiente de toda tradición o autoridad.

El “Cogito, Ergo Sum” de Descartes

Aunque es posible que las cosas sean falsas, para dudar hace falta pensar, y para pensar hace falta existir. En el “Cogito, ergo sum” (Pienso, luego existo), Descartes encuentra la idea clara y distinta, la base firme para construir todo el edificio de la filosofía. Para Descartes, el “yo” no es solo un acto mental, sino una “cosa” que duda, entiende, concibe, afirma, niega, quiere, no quiere, imagina y siente.

Características del “Cogito, Ergo Sum”

  • No es un silogismo: El silogismo sería “Todo el que piensa, existe; yo pienso, luego existo”. Sin embargo, para Descartes, es una intuición mental inmediata entre mi pensar y mi existir.
  • Es una idea clara y distinta: Una idea que se impone con evidencia inmediata, sin necesidad de ningún raciocinio.
  • Es una verdad inmutable: Es una verdad de la que no se puede dudar, el primer juicio de existencia seguro y evidente, absolutamente verdadero y el más seguro.