El Teatro Español del Siglo XX: Movimientos y Autores Clave
Federico García Lorca: De las Farsas a las Tragedias Rurales
Primera Etapa: Farsas y Obras Poéticas
En las farsas para personas, una pequeña obra maestra es La zapatera prodigiosa, que trata la insatisfacción amorosa. En El amor de don Perlimplín y Belisa en su jardín, el esposo viejo se enamora de la esposa con la que se ha casado por conveniencia y, tras encarnarse en el joven con el que Belisa le engaña, se suicida para así perdurar en el corazón de su esposa. Cómico y poético. El realismo queda fuera.
Segunda Etapa: Influencia Vanguardista y Comedias Imposibles
Una segunda etapa es la de influencia vanguardista, marcada por una doble crisis: por un lado, su homosexualidad; por otro, ciertas críticas que le hacen replantearse la búsqueda de un nuevo lenguaje. Todo ello da lugar en teatro a lo que él llamó comedias imposibles, que, si bien no son absolutamente surrealistas, albergan una descifrable coherencia. Rompe la linealidad de la historia y se adentra con expresión metafórica en el subconsciente de los personajes. Ejemplo: El público (1933).
Tercera Etapa: Tragedias Rurales y Compromiso Popular
En la tercera y última etapa, Lorca da un giro decisivo cuya importancia radica en hermanar rigor estético y alcance popular. Son los años de La Barraca, compañía de teatro universitario. Defiende sobre todo a las personas marginadas (mujeres, niños, negros, gitanos…). A esta etapa corresponden sus tragedias de ambiente rural, mucho más convencionales en las formas. Se equilibran el lenguaje poético y la acción dramática, y los asuntos se toman de la realidad. Se centran en el desarrollo de la personalidad y los problemas de personajes siempre femeninos. Hay pocos personajes principales (mujeres) y también coros al estilo griego. Los temas son: la tensión entre el amor y las determinaciones culturales, la frustración vital de las mujeres o la presencia del poder en la vida privada. Las fuerzas naturales imponen un destino trágico: Amor y Muerte. Ejemplo: Bodas de sangre.
El Teatro de Humor y el Absurdo
Mayor interés tiene el **Teatro de Humor**. Desarrollan un humor cercano al teatro del absurdo. Se alejan del realismo por el predominio de lo inverosímil, la fantasía, lo insólito y lo absurdo. Las características de este teatro incluyen:
- La complejidad de la puesta en escena.
 - La riqueza de incidentes.
 - La multiplicación de tramas paralelas.
 - El uso del tema amoroso para plantear situaciones insólitas.
 
Sin embargo, ese humor inverosímil no tuvo tanto éxito de público, por lo que los autores evolucionaron hacia un humor más convencional. Principal exponente: Miguel Mihura.
Teatro Comprometido: Alfonso Sastre
El principal representante es **Alfonso Sastre**. Ha defendido toda la vida un teatro comprometido en el que la ideología política y el compromiso social se impongan a la mera finalidad estética. El arte teatral debía ser combativo, un medio de agitación social y de compromiso revolucionario. En sus obras plantea problemas éticos sin presentar soluciones, tales como: la culpabilidad, la responsabilidad individual, la lucha contra la injusticia y sus implicaciones personales, o la reacción colectiva y sus peligros. En los años 50, predomina el tema de las consecuencias del poder injusto sobre los individuos y las posibilidades de rebelión del ser humano. El drama más conocido es Escuadra hacia la muerte, donde unos soldados cumplen una misión suicida en una supuesta Tercera Guerra Mundial.
El Teatro Pánico de Fernando Arrabal
**Fernando Arrabal** (1932) crea su llamado **Teatro Pánico**, escrito y estrenado en París con rasgos tomados del surrealismo y de otros teatros anteriores radicales. Sobresale en él una actitud de rebeldía ante la sinrazón del mundo. Se mezclan elementos esperpénticos, absurdos, surrealistas y poéticos. Subyace en todo el gusto por la provocación, la crítica a la convención, a la España negra, al conservadurismo formal e ideológico, y una exaltación de la libertad casi anárquica. Un pesimismo existencial planea sobre todas sus obras, que se centran en: la incomunicación humana, la soledad y el exilio, la absurdidad de la guerra o el derrumbe de las estructuras cohesionadoras de la sociedad. Ejemplo: Pic-nic.
Francisco Nieva: Antirrealismo y Divisiones Temáticas
**Francisco Nieva** (1924-2016). En su obra se encuentra lo superrealista, fantástico, onírico e imaginativo. Es un teatro decididamente antirrealista, en el que cobran gran importancia los elementos escénicos (vestuario, maquillaje, luces, sonidos…). Divide su obra en:
Teatro de crónica y estampa
Es el más realista. Ejemplo: Sombra y quimera de Larra.
Teatro de farsa y calamidad
Obras de corte más tradicional, con sobreabundancia de elementos literarios, y de lo irracional, imaginativo, misterioso y romántico. Ejemplo: Maldita serán coronada y sus hijas, una crítica compleja a la España de posguerra, la hipocresía y la mentira.
Teatro furioso
Dramas cercanos al esperpento, con un lenguaje barroco. Los personajes no son individuos, sino prototipos. Las obras son prácticamente ceremonias o fiestas, al estilo del espectáculo barroco. No hay verosimilitud ni acción continuada, sino escenas sueltas de aire carnavalesco. No transmite contenido ideológico organizado, sino todo tipo de elementos no convencionales: lo marginal, lo heterodoxo, lo escatológico, lo erótico, lo prohibido, la liberación del subconsciente. Un ejemplo es La carroza de plomo candente.
Antonio Buero Vallejo: Simbolismo, Realismo y Posibilismo
El Simbolismo en la Obra de Buero
El simbolismo de **Buero Vallejo** nace del realismo. Su realismo descriptivo se carga de significados simbólicos con los que el autor busca, por una parte, enriquecer el texto y, por otra, potenciar el mensaje que quiere transmitir. Los espacios escénicos también actúan como símbolos (ejemplo: la celda de La Fundación). En estos espacios aparecen sonidos (el pitido del tren en El Tragaluz), objetos e incluso animales (el ratoncito de La Fundación).
Los personajes son también simbólicos, separados en activos y contemplativos. El sueño, la alucinación y la locura tienen un papel simbólico, al igual que las taras físicas, que no solo expresan las limitaciones humanas en general, sino también la soledad del individuo. Otro símbolo clave es la oposición entre luz y oscuridad: la luz simboliza la justicia, la verdad y la liberación del individuo; por ello, los personajes que carecen de luz deben luchar para salir de la oscuridad en la que están perdidos.
Crítica Social y Posibilismo
Buero Vallejo ofrece una lúcida crítica de la sociedad española. Sus características temáticas incluyen:
- Injusticias, mentiras y violencias.
 - Compromiso con los que sufren injusticias, con los débiles y el pueblo llano.
 - Denuncia del poder abusivo, el egoísmo, la codicia, la violencia y la injusticia.
 - Los personajes son sociales e históricos, representando problemas genéricos, nunca solo individuales.
 - Un tema común: “la lucha del hombre, con sus limitaciones, por la libertad”.
 
Una clara intención de testimonio y crítica social: Historia de una Escalera inició la etapa realista en el teatro (muestra el amor vencido por el interés entre los vecinos, conflicto que se reproduce en sus hijos). Buero mantuvo la polémica del **posibilismo**, defendiendo un teatro que pudiera burlar la censura para llegar al público sin renunciar a su compromiso social y político. Otra forma de criticar la sociedad y sortear la censura fue escribir dramas históricos, que disfrazaban la sociedad actual con ropajes del pasado. A Buero le interesaba reflejar la lucha del ser humano contra las injusticias y su compromiso con temas universales que se resumen en el individuo con sus miedos, contradicciones, debilidades y su solidaridad hacia los demás.