La Construcción del Régimen Franquista y sus Fundamentos Legales
La construcción del régimen se inició en la Guerra Civil y se fue acomodando a la situación interna. Así, desde 1936, Franco concentró todo el poder: Jefe del Estado, del Gobierno y Generalísimo de los Ejércitos. En 1937, se fundó el partido único, *Falange Española Tradicionalista y de las JONS*. Franco también tenía la potestad de promulgar decretos sin la deliberación previa del Consejo de Ministros, sin Constitución y sin libertades democráticas.
El régimen se basó en una serie de Leyes Fundamentales:
- Fuero del Trabajo (1938): Influencia fascista, estableciendo el sindicalismo vertical.
- Ley de Cortes (1942): Las Cortes carecían de potestad legislativa, ya que esta correspondía a Franco; su papel era meramente consultivo.
- Fuero de los Españoles (1945): Pretendía ser una declaración de derechos del hombre, pero estos eran muy limitados.
- Ley de Referéndum Nacional (1945): Los proyectos de ley se podían someter a referéndum, pero este no era vinculante.
- Ley de Sucesión (1947): El Estado se configura como una monarquía, pero Franco proclama que su dictadura es vitalicia y se reserva el derecho a elegir sucesor.
- Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958): Se revisaron los viejos postulados fascistas. Se conformó así un estado monárquico, católico y monopartidista.
- Ley Orgánica del Estado (1967): Separaba los cargos de Jefe de Estado y Jefe de Gobierno. El régimen se definió como una «democracia orgánica».
Administración Territorial y Centralismo
En cuanto a la administración territorial, se recuperó el centralismo. El poder de Madrid se transmitía mediante los gobernadores civiles a cada provincia, donde también había gobernadores militares. La influencia del contexto internacional tuvo gran importancia en la elaboración de las Leyes Fundamentales antes explicadas. A continuación, se detalla el contexto en el que se promulgaron estas leyes, base del Estado franquista.
Evolución del Régimen Franquista según el Contexto Internacional
1939-1945: La Etapa de la Autarquía y el Fascismo
Durante este periodo se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial (2GM). Franco, tras la reunión de Hendaya con Hitler, se proclamó no beligerante. En el gobierno había militares, católicos, carlistas y, sobre todo, fascistas, la familia más influyente por el contexto internacional. Así, se declaró la autarquía, la reforma agraria y se fundó el Instituto Nacional de Industria (INI).
En España había hambre y miseria, y la mujer era considerada menor de edad y quedaba relegada a las tareas del hogar. Esta situación de la mujer se mantuvo hasta los últimos años del franquismo.
A partir de las victorias de los aliados desde 1942, Franco practicó la neutralidad y se fue alejando del fascismo. En este contexto, aprobó la Ley de Cortes, el Fuero de los Españoles, la Ley de Referéndum Nacional y la Ley de Sucesión. Su objetivo era presentar un régimen con tintes democráticos. El nacional-catolicismo desbancaba a la Falange. Tras finalizar la guerra en 1945, el régimen de Franco quedó aislado internacionalmente y solo fue reconocido por la Argentina de Perón y Portugal. Esto provocó falta de materias primas, de fuentes de energía y de alimentos.
1953-1969: La Apertura Internacional y el Desarrollo Económico
La situación cambió debido a la Guerra Fría. Estados Unidos (EE. UU.) valoró el anticomunismo de Franco. En 1953, España pudo salir del aislamiento internacional. Firmó el Concordato con Roma y los pactos con EE. UU., por los que, a cambio de ayuda técnica y alimentos, se instalaron bases militares americanas en suelo español. Además, España entró en la ONU y en otros organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial.
En este ambiente se promulgó la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento, que consagraba una monarquía tradicional, católica, social y representativa.
En materia económica, se acabó con la autarquía, siendo el Plan de Estabilización (1959) el momento clave para el aperturismo económico. Inicialmente generó paro, pero se subsanó con la emigración a los países de Europa que se reconstruían gracias al Plan Marshall. También se abrió la economía al exterior y entró capital extranjero. Esta política saneó la economía y posibilitó el despegue económico, dirigido principalmente por la familia tecnócrata. Entre [años principios de los 60] se produjo un gran cambio: España entró en la sociedad de consumo (coches, televisión, etc.).
La Oposición al Franquismo y el Control Ideológico
Evolución de la Oposición
- Década de los 40: Maquis en Levante y Aragón e intento del PCE de penetrar en España desde Francia para organizar una sublevación.
- Década de los 50: El desánimo de la oposición es claro. El PCE se constituye en la principal fuerza de la oposición desde estos años.
- Década de los 60: La oposición se ramificó a los nacionalismos (PNV, aparición de ETA y Convergencia Democrática de Pujol), a la Iglesia (formación de sindicatos católicos, origen de CCOO y USO), los estudiantes y los liberales.
Mecanismos de Control Ideológico
El franquismo pretendió un control ideológico y político de la población. Para ello, se fundaron organizaciones como el Frente de Juventudes o la Sección Femenina. Los sindicatos verticales encuadraban a los obreros y a los estudiantes se les controlaba a través del SEU, su propio sindicato. También se impartía en los centros educativos la asignatura obligatoria de Formación Política, donde se transmitían los principios falangistas.