Crónica literaria y perspectivismo: Análisis de la obra ‘Crónica de una Muerte Anunciada’

Cronica literaria y perspectivismo:

La obra ‘Crónica de una Muerte Anunciada’ es una novela corta publicada entre dos novelas extensas, que fueron ‘El Otoño del Patriarca’ y ‘El Amar en Tiempos de Cólera’. La acción principal polariza todos los elementos de la narración y esto se cumple en la Crónica. Esta novela se escribe en un momento en el que Marquez está dedicado al periodismo. Por tanto, vemos el por qué de que parezca que simula una descripción periodística, una crónica, como su título indica. El mismo autor decía que era una perfecta unión entre periodismo y literatura. Los críticos han señalado las semejanzas de esta novela con la crónica histórica, el reportaje periodístico, la novela policiaca y la crónica periodística. Con la crónica histórica tiene en común solamente la base real de los acontecimientos narrados y se diferencia en casi todo lo demás. Del reportaje periodístico utiliza técnicas de documentación y entrevistas a los protagonistas y testigos de los hechos. En relación con la novela policiaca hay que decir que la novela tiene muchos elementos comunes con este tipo de novelas, como asesinos, víctimas, violencia, tensión y suspense. El suspense tiene un significado especial ya que el lector sabe desde la primera línea que Santiago Nasar va a morir. Está claro que ni el móvil del crimen, ni los personajes tienen que ver con la novela policiaca, ya que solamente hay conexión en el mantenimiento del enigma sobre la culpabilidad o inocencia de Santiago de Nasar. En la crónica periodística se debe evitar la presentación de opiniones subjetivas, así como las hipótesis atrevidas. En esta crónica se funden narración objetiva y la fabulación narrativa, la realidad y la ficción y esto se parece a las antiguas crónicas históricas. No es solo una crónica informativa, sino una obra literaria en la que se recoge una minuciosa cronología de los hechos y se desarrolla una narración, además de estar presente una elaboración literaria muy cuidada. Esto se observa en los siguientes rasgos del estilo, modelo de tragedia y final folletinesco.

ESTILO

La obra presenta un estilo lingüístico propio de la información periodística, un lenguaje directo. Se limita a narrar los hechos como corresponde a una crónica periodística que parte de un hecho real. Aunque por otra parte se advierte un estilo que intenta enmarcar los hechos dentro del ‘realismo mágico’ de la novela contemporánea sudamericana. La crónica se convierte de este modo en literatura, porque los hechos se mitifican. Algunas exageraciones propias de ese mundo ‘mágico’, como la diarrea padecida por Pablo Vicario en la cárcel, que rebosó 6 letrinas portátiles, o las dos mil cartas sin respuesta escritas por Ángela a su frustrado marido.

EL MODELO DE LA TRAGEDIA

Aunque el argumento de la obra se construye sobre un hecho real, el autor ha conseguido, mediante la alteración de los elementos, darle algo de grandiosidad que le acerca al ámbito de la tragedia. La manera de matar a Santiago de Nasar es tan cruel que le ha obligado a hacer que los asesinos fueran matadores de cerdos. Los cuchillos se transforman en las herramientas del sacrificio. Para conseguir el horror máximo, Santiago Nasar tiene que ser inocente, y para completar ya la trama trágica, el inocente debe ser entregado a los hermanos Vicario por su propia madre en un error de esta. FINAL FOLLETINESCO. Márquez ha contado en varias ocasiones que la idea de transformar sus recuerdos del hecho real que aconteció en novela le vino cuando se enteró de que los esposos separados la misma noche de bodas estaban viviendo juntos en Manaure. Este final convierte a la historia trágica en una historia de amor con final de folletín.

Técnica perspectivista:

En otro orden de cosas, desde el punto de vista de la perspectiva, hay que decir que desde el principio aparece un narrador en primera persona que va a llevar el relato. Muy pronto también se proporciona al lector la situación del narrador: es un cronista que ha vuelto al pueblo con intención de contar los hechos sucedidos años antes (hechos en los que también participó). Esta doble condición de narrador y personaje le lleva a emplear la forma autobiográfica que resulta especialmente convincente y con especial referencia a la realidad, ya que aparece su familia. Lo importante es que el narrador, en su afán por reconstruir el pasado, usa varias fuentes que presentan a la narración distintas perspectivas. La primera es el sumario. Aparece citado nada más empezar la novela hablando de las coincidencias funestas. Después se le cita una docena de veces más, casi siempre bajo la fórmula de ‘decía sumario’. También se cita el informe de la autopsia, y al inicio de la historia las cartas que la madre del cronista le escribe al colegio que sirven para crear un cierto misterio e interés. El narrador-cronista se vale también de sus propios recuerdos, pero la fuente que más caracteriza a la obra son las manifestaciones de un extenso número de testigos presenciales. Cuando el narrador se sirve de lo que sabe o recuerda de la historia utiliza la tercera persona y adopta un enfoque omnisciente. En general, puede verse que en los pasajes narrativos es donde la voz del narrador se manifiesta con algo de objetividad; en cambio, en las descripciones está mucho más impregnada de subjetividad y fantasía. Las descripciones de Santiago de Nasar y su familia, por ejemplo. En los diálogos hay muchos fragmentos de estilo directo con acotaciones del narrador, aunque a veces se utilicen formas indirectas.