Cronología Esencial de la Historia de España: Prehistoria, Al-Ándalus y el Imperio (Hasta el Siglo XVI)

I. La Prehistoria y los Pueblos Prerromanos

Paleolítico y Neolítico: Los Orígenes de la Península Ibérica

Durante el Paleolítico (2.500.000 a. C. – 9.000 a. C.), el ser humano utilizaba piedra tallada, vivía de la caza, la recolección y el carroñeo, era nómada y descubrió el fuego. En este periodo se produjo el proceso de hominización, con restos importantes en Atapuerca (Homo antecessor y heidelbergensis). Su arte rupestre fue naturalista y policromado, destacando las cuevas de Altamira y Tito Bustillo.

En el Neolítico (6.000 – 2.500 a. C.) surgió la agricultura, la ganadería y el sedentarismo; aparecieron la cerámica, la rueda y la división del trabajo. En la península destacaron la cerámica cardial y los sepulcros de fosa, así como el arte levantino, con figuras humanas estilizadas en escenas de caza y danza.

Pueblos Prerromanos y Colonizaciones del Mediterráneo

En el primer milenio a. C. convivieron diversos pueblos prerromanos:

  • Tartessos: Asentados en el suroeste, ricos en metales y gobernados por Argantonio.
  • Íberos: Ubicados en el levante, eran agrícolas y comerciantes, autores de obras como la Dama de Elche.
  • Celtas: De origen indoeuropeo, asentados en castros del norte y la meseta, con arte como los Toros de Guisando.

De la fusión entre íberos y celtas nacieron los celtíberos. A ellos se sumaron las colonizaciones:

  • Fenicias: (Gadir, Malaka), que trajeron la escritura y el olivo.
  • Griegas: (Ampurias, Rhode), que aportaron el alfabeto y la moneda.
  • Cartaginesas: (Cartagena, Ibiza), centradas en el control del comercio.

II. Hispania Romana y el Reino Visigodo

La Hispania Romana: Conquista y Romanización

Roma conquistó la península entre el 218 a. C. y el 19 a. C., tras vencer a Cartago en la Segunda Guerra Púnica y finalizar las guerras cántabras bajo Augusto. Las guerras lusitanas y la resistencia de Numancia fueron hitos importantes.

La romanización impuso el latín, el derecho, las ciudades, la religión romana y después el cristianismo, además de una economía agrícola basada en trigo, vid y olivo. Se construyeron grandes obras públicas como el Acueducto de Segovia o el Puente de Alcántara, y destacaron hispanos como Séneca, Lucano y el emperador Trajano.

La Monarquía Visigoda: El Reino de Toledo

Con la caída del Imperio Romano, los visigodos fundaron el reino de Toledo tras ser expulsados de la Galia en 507. Su monarquía era electiva y débil frente a nobles y obispos, con instituciones como el Aula Regia y los Concilios de Toledo.

Leovigildo y Recaredo unificaron el territorio y la religión al adoptar el catolicismo en el III Concilio de Toledo (589), y Recesvinto promulgó el Fuero Juzgo como código legal único. San Isidoro de Sevilla destacó en el ámbito cultural con su obra Etimologías, mientras que en arte sobresalen las iglesias de San Pedro de la Nave y San Juan de Baños y las coronas votivas del Tesoro de Guarrazar.

III. La Edad Media: Al-Ándalus y los Reinos Cristianos

Al-Ándalus: Evolución Política

En el año 711, los musulmanes dirigidos por Tariq y Muza cruzaron el Estrecho de Gibraltar y vencieron al rey visigodo Don Rodrigo en la Batalla de Guadalete. Conquistaron casi toda la Península salvo el norte, donde Pelayo resistió en Covadonga (722).

Al-Ándalus pasó por distintas fases:

  1. Emirato Dependiente de Damasco (714–756).
  2. Emirato Independiente de Córdoba (756–929) con Abd al-Rahman I.
  3. Califato de Córdoba (929–1031) con Abd al-Rahman III y Al-Hakam II, época de máximo esplendor.

Tras su caída, se fragmentó en reinos de taifas; llegaron los almorávides (s. XI) y después los almohades (s. XII). Finalmente, quedó solo el reino nazarí de Granada (1237–1492), con Boabdil como último rey, conquistado por los Reyes Católicos.

Al-Ándalus: Economía, Sociedad y Cultura. El Legado Judío

La economía era muy rica: agricultura de regadío con norias, nuevos cultivos (naranja, arroz, algodón, caña de azúcar, especias), gran desarrollo artesanal (textil, cerámica, metalurgia) y comercio activo con monedas como el dinar y el dírham.

La sociedad era jerárquica y multirreligiosa:

  • Árabes y bereberes dominaban.
  • Los muladíes eran cristianos convertidos al islam.
  • Los mozárabes, cristianos en territorio musulmán.
  • Los mudéjares, musulmanes que vivían en zonas cristianas.

Los judíos tuvieron gran importancia económica, científica y cultural. En cultura, el árabe fue la lengua culta; se tradujeron obras griegas e hindúes, y destacaron filósofos como Averroes, Avicena, Maimónides e Ibn Zuhr. En arquitectura sobresalen la Mezquita de Córdoba, la Alhambra y la Giralda.

Los Reinos Cristianos: Evolución de la Conquista y Organización Política

La resistencia comenzó con Pelayo en Covadonga (722), origen del reino de Asturias, que luego se extendió a León y Castilla. Surgieron también Navarra, Aragón y Portugal. La Reconquista tuvo cuatro etapas:

  1. (s. VIII–X) Ocupación del Duero.
  2. (s. XI–XII) Expansión hacia el Tajo y el Ebro, destacando la conquista de Toledo (1085).
  3. (s. XIII) Conquista del Guadalquivir y Levante, con la victoria de Las Navas de Tolosa (1212).
  4. (s. XIV–XV) Conquista de Granada (1492).

Los reinos cristianos se organizaron como monarquías feudales con el rey, la nobleza y el clero. En Castilla la monarquía fue fuerte, mientras que en Aragón existió el sistema pactista, donde las Cortes tenían más poder.

Modelos de Repoblación y Organización Estamental

La repoblación fue el reparto de tierras conquistadas. Se utilizaron distintos modelos según la zona:

  • Presura: (Ocupación libre por campesinos) en el valle del Duero.
  • Modelo Conceji: (Fueros y cartas pueblas concedidas por el rey) en la zona central.
  • Modelo de Repartimiento: (Entrega de tierras a nobles, órdenes militares o la Iglesia) en el sur.

La sociedad estaba dividida en estamentos: nobleza y clero (privilegiados) y el pueblo llano (trabajadores). Aumentó la importancia de la burguesía urbana y convivieron minorías como judíos y mudéjares.

La Baja Edad Media en las Coronas de Castilla y de Aragón y en el Reino de Navarra

Los siglos XIV y XV estuvieron marcados por una crisis demográfica (Peste Negra), crisis económica (malas cosechas, hambre, presión fiscal) y crisis política (guerras civiles y conflictos sociales).

  • Castilla: Tras unificarse con León, se expandió hacia el sur y Canarias, pero sufrió guerras internas entre Enrique IV, la nobleza y revueltas del pueblo como la de los irmandiños.
  • Aragón: Se expandió por el Mediterráneo (Baleares, Cerdeña, Nápoles, Sicilia), tuvo conflictos sociales (Busca y Biga) y la llegada de la dinastía Trastámara (Compromiso de Caspe, 1412).
  • Navarra: El matrimonio de Juana con Felipe IV de Francia provocó dependencia de Francia; más tarde Blanca de Navarra se casó con Enrique IV de Castilla y el reino vivió conflictos entre agramonteses y beamonteses.

IV. La Época de los Reyes Católicos y la Expansión Global

Los Reyes Católicos: Unión Dinástica e Instituciones de Gobierno

En 1469 se casaron en secreto Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Tras la muerte de Enrique IV en 1474, Isabel se proclamó reina de Castilla, iniciándose una guerra de sucesión contra Juana “la Beltraneja”. Con el Tratado de Alcaçovas (1479) se reconoció a Isabel como reina.

La unión de Isabel y Fernando fue dinástica, no territorial: cada reino mantuvo sus leyes, fronteras e instituciones, consolidada con la Concordia de Segovia (1475). Su reinado marcó el paso de una monarquía feudal a una monarquía autoritaria, fortalecida con instituciones clave:

  • Consejo de Castilla: Concentración de poder frente a la nobleza.
  • Corregidores: Control municipal.
  • Santa Hermandad: Seguridad rural.
  • Tribunal de la Inquisición: Persecución de falsos conversos.
  • Hacienda: Recaudación centralizada.
  • Chancillería de Valladolid: Justicia superior.
  • Creación de un ejército permanente.

La Guerra de Granada y la Uniformidad Religiosa

La Guerra de Granada (1482–1492) culminó la Reconquista. Los Reyes Católicos expulsaron a Boabdil, último sultán nazarí, tras un conflicto con capitulaciones que respetaban religión y propiedades musulmanas. No obstante, el Cardenal Cisneros ordenó el cierre de mezquitas y quema de coranes, provocando la rebelión mudéjar. Muchos musulmanes fueron forzados a convertirse, pasando a ser moriscos. En 1492 también se decretó la expulsión de los judíos.

Exploración, Conquista y Colonización de América (1492-Siglo XVI)

En 1453, la toma de Constantinopla por los turcos cerró el comercio hacia Oriente. Cristóbal Colón, convencido de llegar a Asia navegando por el Atlántico, presentó su plan a los Reyes Católicos, quienes lo aprobaron mediante las Capitulaciones de Santa Fe (1492). Zarpó con tres carabelas y llegó el 12 de octubre de 1492 a la isla de Guanahaní, después a Cuba y La Española. Portugal aceptó limitar sus derechos con el Tratado de Tordesillas (1494), que dividió las zonas de exploración.

La conquista se desarrolló durante el reinado de Carlos I. Entre los exploradores más importantes destacaron:

  • Hernán Cortés (Imperio azteca).
  • Francisco Pizarro (Imperio inca).
  • Núñez de Balboa (océano Pacífico).
  • Alvarado (América Central).
  • Juan Sebastián Elcano (primera vuelta al mundo).

La colonización se basó en la encomienda, que otorgaba tierras y población indígena a los colonos a cambio de su evangelización. Sin embargo, se produjeron abusos denunciados por fray Bartolomé de las Casas, lo que llevó a las Leyes Nuevas de 1542, que prohibieron la esclavitud indígena, aunque se intensificó el tráfico de esclavos africanos. Para los pueblos indígenas, la conquista implicó profundos cambios sociales y culturales: mestizaje, cristianización y transformación económica. Para Castilla significó una gran expansión política y económica gracias a recursos como oro, plata y productos agrícolas americanos.