De la Gran Guerra a la Gran Depresión: Claves Económicas del Período de Entreguerras

1. La Primera Guerra Mundial (1914-1918)

Causas del conflicto

Las causas económicas de la Gran Guerra son un tema de debate. Entre ellas destacan:

  • La rivalidad comercial e industrial entre Gran Bretaña y Alemania en un contexto de creciente proteccionismo.
  • La competencia por el control colonial y los recursos.

Sin embargo, la fuerte integración económica de la primera globalización sugiere que las causas políticas fueron determinantes, especialmente la dinámica de búsqueda de hegemonía en las relaciones internacionales.

La economía de guerra

La duración y los devastadores efectos de la Primera Guerra Mundial dieron lugar a la aparición de la economía de guerra, caracterizada por una movilización masiva de recursos y factores productivos desde el uso civil hacia el militar. Esto implicó una profunda intervención del Estado en la economía:

  • Control de sectores estratégicos y cartelización de la gestión privada.
  • Control del sector exterior: se reguló el comercio exterior bajo un estricto proteccionismo y se suspendió el patrón oro, abandonando la convertibilidad y la libertad de movimientos de este metal.
  • Financiación del conflicto: los Estados recurrieron a diversas fuentes para sufragar los costes bélicos, lo que generó una fuerte inflación.
    • Aumento de la oferta monetaria mediante emisiones de papel moneda (aunque de forma relativamente controlada).
    • Recurso a la deuda pública a través de la emisión de bonos.
    • Solicitud de créditos a otros Estados aliados.

Además, se produjo un notable desarrollo científico y tecnológico en el equipamiento militar, muchas de cuyas innovaciones tuvieron un uso civil posterior.

2. Consecuencias Económicas de la Guerra y Reconstrucción

Pérdidas y consecuencias directas

  • Pérdidas directas: destrucción masiva de capital humano y físico.
  • Pérdidas demográficas: agravadas por la epidemia de gripe de 1918.
  • Pérdidas de capital: deterioro del stock de capital físico por la destrucción directa y la escasa renovación durante el conflicto. A pesar de ello, la recuperación fue rápida tras el fin de la guerra.

Consecuencias financieras y estructurales

  • Financieras: se produjeron procesos de inflación generalizados. La economía internacional quedó desarticulada con el fin del patrón oro, y surgieron graves problemas por las deudas entre Estados aliados y las reparaciones de guerra exigidas a los vencidos.
  • Cambios en la estructura económica internacional: Estados Unidos pasó de ser un país deudor a convertirse en el principal acreedor mundial, consolidándose como el nuevo centro financiero global.
  • Sobreproducción agrícola: aumentó la producción agraria en países exportadores de materias primas para satisfacer la demanda de los países en guerra, lo que condujo a una sobreproducción y una posterior deflación de precios.

Consecuencias sociopolíticas

El período de entreguerras se caracterizó por una profunda crisis o, como mínimo, grandes dificultades del sistema político liberal. Esto favoreció la aparición de movimientos de masas contrarios a dicho sistema:

  • La Revolución Soviética y el temor a su extensión por Europa.
  • El auge del fascismo y las dictaduras.
  • La debilidad de la República de Weimar en Alemania.

Las consecuencias de la paz

Los tratados de paz impuestos por los vencedores en la Paz de París tuvieron profundas repercusiones.

Consecuencias políticas

Siguiendo los 14 puntos del presidente Wilson, se produjo la desarticulación de los grandes imperios (austrohúngaro y turco) y la aparición de nuevos Estados en Europa central y oriental.

Consecuencias económicas

La creación de nuevas fronteras supuso la desarticulación de un mercado y un espacio económico que antes estaba unificado (en comercio, moneda y legislación). Alemania, en particular, sufrió la pérdida de territorios en Europa y de todas sus colonias.

Consecuencias financieras

  • Las reparaciones de Alemania: A través de la «cláusula de culpabilidad de guerra», los aliados europeos exigieron a Alemania el pago de reparaciones por el coste total de la guerra. La imposición de una cifra desorbitada (33.000 millones de dólares oro) generó un profundo sentimiento de humillación en Alemania.
  • Las deudas entre los aliados: Gran Bretaña concedió créditos a sus aliados hasta 1917, año en que fue sustituida por Estados Unidos. Las deudas totales ascendían a unos 23.000 millones de dólares, la mitad de los cuales se adeudaban a Estados Unidos. Esto generó un conflicto de intereses:
    • Estados Unidos: era partidario de no exigir reparaciones a Alemania, pero sí exigía la devolución íntegra de los créditos concedidos a sus aliados europeos.
    • Aliados europeos: deseaban imponer duras reparaciones a Alemania para reconstruir sus economías, pero al mismo tiempo esperaban la condonación de sus deudas con Estados Unidos.

3. La Reconstrucción del Patrón Oro

Para la mayoría de los países, la vuelta al patrón oro era una garantía de estabilidad monetaria tanto interna (control de la emisión monetaria) como externa (reactivación de la inversión y el comercio internacional). Durante la guerra, los países beligerantes sufrieron inflación, déficit en su balanza de pagos y abandonaron el patrón oro, lo que provocó la devaluación de sus divisas frente al oro y al dólar (que mantenía su convertibilidad). Para regresar al sistema, era necesario recuperar las reservas de oro en los bancos centrales y controlar la inflación.

3.1. La hiperinflación alemana (1923)

La hiperinflación es un proceso de inflación muy elevada, causado por un aumento descontrolado de la velocidad de circulación del dinero, que provoca la pérdida total de sus funciones. En Alemania, desde el final de la guerra, el déficit presupuestario permanente y la presión por el pago de las reparaciones llevaron a un aumento constante de la emisión monetaria, creando una espiral inflacionista.

En 1923, la invasión de la cuenca del Ruhr por parte de Francia y Bélgica para cobrar las reparaciones en especie, y la decisión del gobierno alemán de financiar la resistencia pasiva mediante la emisión masiva de dinero, desataron la hiperinflación.

Consecuencias y estabilización

  • Consecuencias sociales: Mientras empresarios y trabajadores podían actualizar precios y salarios casi a diario, el ahorro acumulado y las rentas fijas de la clase media quedaron completamente destruidos. La devaluación del marco dificultó enormemente las exportaciones.
  • Plan de estabilización monetaria: Se implementó un plan que incluía la emisión de una nueva moneda temporal (Rentenmark), un presupuesto equilibrado con un drástico ajuste del gasto público, y la obtención de créditos internacionales (Plan Dawes) para reajustar los pagos de reparaciones.

Tras la estabilización, Alemania volvió al patrón oro, pero su economía quedó en una situación de fuerte dependencia de los créditos e inversiones de Estados Unidos.

3.2. La vuelta al patrón oro en Gran Bretaña y Francia

Gran Bretaña

Gran Bretaña había perdido su hegemonía económica durante la primera globalización. Su inflación era superior a la de Estados Unidos, lo que restaba competitividad a sus productos y había devaluado la libra esterlina frente al dólar. En 1925, se planteó un debate sobre cómo volver al patrón oro:

  • Opción 1: Volver a la paridad anterior a la guerra, lo que suponía una revaluación de la libra.
  • Opción 2 (defendida por Keynes): Fijar una paridad inferior (devaluar la libra) para mantener la competitividad de las exportaciones.

El gobierno británico, en lo que se conoce como el “error de Churchill”, optó por la primera opción por razones de prestigio internacional y para proteger los intereses de los inversores británicos en el exterior. La consecuencia fue una drástica caída de las exportaciones. Para compensar el déficit comercial, se aplicó una política de deflación, con descensos salariales y subidas de los tipos de interés, lo que provocó una huelga general en la minería y un escaso dinamismo económico durante los años 20.

Francia: la estabilización del franco

En 1926, Francia volvió al patrón oro, pero optó por una estrategia radicalmente opuesta a la británica: devaluó el franco drásticamente respecto a su paridad de preguerra debido a la alta inflación acumulada. Como consecuencia, sus exportaciones ganaron una enorme competitividad, lo que impulsó un fuerte dinamismo económico durante la década de 1920.

4. La Expansión de los Años 20

4.1. El crecimiento económico

Tras la guerra, se produjo una rápida recuperación de los niveles productivos y se reanudó el crecimiento, que fue especialmente intenso entre 1924 y 1929. Sin embargo, el impacto fue desigual según los países y sectores.

Agricultura

Sufrió problemas de sobreproducción en los países exportadores (Estados Unidos, América Latina) debido al aumento de los cultivos durante la guerra y a la mejora de la productividad en los países desarrollados (mecanización, fertilizantes artificiales).

Industria

Experimentó importantes cambios estructurales con la profundización de la Segunda Revolución Industrial, sobre todo en Estados Unidos. Surgieron nuevos sectores industriales, destacando el impacto del automóvil y sus industrias vinculadas (petróleo, carreteras, talleres), junto con los electrodomésticos. La extensión de la electrificación permitió la mecanización de procesos a gran escala, y la generalización de cambios organizativos como la cadena de montaje disparó la productividad y dio origen al consumo de masas.

  • Estados Unidos: Lideró el crecimiento de los nuevos sectores y el desarrollo del consumo de masas.
  • Francia y Alemania: También impulsaron los nuevos sectores industriales.
  • Gran Bretaña: Mostró un escaso dinamismo, anclada en sus sectores tradicionales y con dificultades para exportar.

4.2. La economía internacional

Hubo intentos de recuperar las relaciones económicas internacionales, pero con importantes limitaciones y desequilibrios.

Comercio internacional

La tasa de crecimiento del comercio internacional fue inferior a la del aumento de la producción mundial, a diferencia de la primera globalización. Esto se debió al aumento del proteccionismo, con Estados Unidos a la cabeza. Los exportadores de materias primas (América Latina) sufrieron déficits en sus balanzas de pagos, que solo podían cubrir con créditos de Estados Unidos.

Migraciones

Se puso fin a la era de las migraciones masivas. Estados Unidos estableció restricciones y cuotas en la década de 1920 por temor a su impacto en los salarios, y otros países receptores como Argentina siguieron su ejemplo.

Inversiones de capital

Las inversiones se reanudaron tras la vuelta al patrón oro, pero con cambios significativos:

  • Origen: El liderazgo pasó a Estados Unidos (50% del total), mientras que Europa (Gran Bretaña, Francia) aportaba el otro 50%.
  • Destino y tipo: Las inversiones estadounidenses se dirigieron a corto plazo y con fines especulativos (bolsas, tipos de cambio) y también como inversión directa de corporaciones multinacionales (Ford, General Motors) que aumentaron su presencia en Europa. Esto generó una creciente dependencia de América Latina y Alemania de los créditos e inversiones de Estados Unidos.

5. La Crisis de 1929 y la Gran Depresión de los Años 30

Las depresiones económicas se caracterizan por una caída de la actividad económica debido a un desplome de la demanda agregada (consumo e inversión), lo que antes de los años 70 generaba espirales deflacionistas. La depresión de los años 30 fue única por:

  • Su extraordinaria gravedad y duración (en países como Estados Unidos, hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial).
  • Su impacto global, afectando a casi todos los países.
  • Sus consecuencias sociales: desempleo masivo, extensión de la pobreza y aumento de la desigualdad.
  • Su legado político: impulsó el papel del Estado en la economía y fue el origen de las políticas keynesianas.
  • El caso de la URSS: en contraste, inició un período de crecimiento acelerado mientras el sistema capitalista se hundía.

5.1. Los problemas de la economía norteamericana

Existen diversas interpretaciones sobre las causas de la Gran Depresión:

  • Causas en la economía internacional: La Primera Guerra Mundial creó graves desequilibrios, con países dependientes de créditos externos para cubrir sus déficits.
  • Causas estructurales: Las limitaciones de la demanda efectiva frente al rápido aumento de la capacidad productiva, debido a una redistribución de la renta a favor de los beneficios empresariales en detrimento de los salarios.
  • Causas monetarias: Una política restrictiva de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, que los mantuvo altos al inicio de la crisis.

Ya antes de 1929, la economía norteamericana mostraba tendencias depresivas en sectores como la agricultura o el inmobiliario (burbuja en Florida), y la demanda de automóviles comenzaba a caer. Sin embargo, nada indicaba que se fuera a producir una depresión de tal magnitud sin la crisis financiera de 1929. De hecho, la crisis ya había comenzado en otros países como Alemania, que vio cómo las inversiones estadounidenses se reducían para dirigirse al mercado bursátil.

5.2. El crac de la Bolsa de Nueva York y la crisis financiera

Desde 1928, se aceleró un proceso especulativo en la Bolsa de Nueva York. Las causas fueron:

  • La aparición de un mercado bursátil de carácter masivo, gracias al aumento de la renta y a la tradición inversora.
  • El desarrollo de grandes corporaciones que recurrían a la bolsa para financiar su expansión.
  • El desarrollo tecnológico en las comunicaciones, que facilitaba las operaciones.

El crac de octubre de 1929 (días 24 y 29) provocó el hundimiento de los valores bursátiles, que continuaría hasta 1933 (con caídas de hasta el 85%). El apalancamiento financiero (compra de acciones a crédito) multiplicó las pérdidas. De la crisis bursátil se pasó a una crisis bancaria a partir de 1931:

  1. La demanda de liquidez por parte de los agentes económicos llevó a retiradas masivas de depósitos.
  2. Los bancos sufrieron la pérdida de valor de sus carteras (créditos fallidos).
  3. Se extendió la desconfianza, provocando pánicos bancarios y quiebras masivas.

El sistema financiero estadounidense, muy atomizado y sin seguros de depósitos, era especialmente vulnerable. La actuación de la Reserva Federal fue contraproducente: subió los tipos de interés y se negó a actuar como prestamista de última instancia.

5.3. La depresión económica en Estados Unidos

La crisis financiera se trasladó a la economía real a través de la caída de la demanda agregada:

  • Caída del consumo privado: Las pérdidas en bolsa y la desconfianza en los bancos (efecto riqueza negativo) provocaron una contracción brusca y continuada del consumo.
  • Caída de la inversión: Las empresas vieron bloqueada su financiación por la caída de la bolsa y la restricción del crédito bancario.

Esto generó rápidamente una espiral deflacionista: la caída de la demanda provocaba deflación, lo que reducía los beneficios empresariales, disminuía la inversión, aumentaba el desempleo y provocaba descensos salariales, retroalimentando la caída de la demanda. La depresión económica se prolongó hasta 1933 con una caída radical de todas las variables:

  • Caída del PIB: Entre un 25% y un 30%.
  • Descenso de los niveles de vida: Los precios agrarios se desplomaron (hasta un 80%), la producción industrial se hundió (la de automóviles cayó un 70%) y los salarios reales descendieron.
  • Aumento del paro: Alcanzó el 25% en un país que partía del pleno empleo y carecía de seguros de desempleo, lo que generó un círculo vicioso de pobreza.
  • Conflictividad social: Se multiplicaron las ejecuciones hipotecarias, el chabolismo y las protestas de desempleados.

5.4. La difusión internacional de la depresión

La crisis se difundió desde Estados Unidos al resto del mundo, generando una crisis económica global a través de varios canales:

  • Reducción de créditos internacionales y retirada de capitales: Afectó gravemente a Alemania y Latinoamérica.
  • Aumento del proteccionismo: El arancel Smoot-Hawley de 1930 en Estados Unidos fue extremadamente proteccionista, cerrando el mayor mercado mundial y provocando reacciones en cadena en otros países.

La consecuencia fue el colapso de la economía internacional y el fin de la globalización. El comercio internacional se hundió, la inestabilidad financiera se disparó y en el verano de 1931 una crisis financiera en Europa central (quiebra del Creditanstalt en Austria) se extendió a Alemania, agravando la recesión y favoreciendo el ascenso del nazismo. Se generalizaron las políticas de “empobrecer al vecino”:

  • Abandono del patrón oro: Iniciado por Gran Bretaña en 1931 y culminado por Estados Unidos en 1933, permitió aplicar políticas monetarias expansivas y devaluaciones competitivas.
  • Proteccionismo extremo: A los aranceles se unieron medidas como cupos y controles de cambios, desintegrando el mercado mundial.