Diferencias entre Paleolítico y Neolítico, pintura Cantábrica y Levantina, y romanización en la Península

ESTÁNDAR 1: Explica las diferencias entre la economía y la organización social del Paleolítico y el Neolítico y las causas del cambio.

La prehistoria es el primer periodo de la Historia, que comienza con la aparición de los primeros seres humanos hace 5 millones de años hasta la aparición de la escritura hace unos 6000 años. Este periodo se subdivide en Paleolítico, Neolítico y Edad de los Metales.

El Paleolítico inicia la prehistoria y se subdivide a su vez en Paleolítico Inferior, Medio y Superior. El inferior se marca con los hallazgos de una mandíbula y dos dientes de un Antecessor arcaico o de un homínido sin identificar hace 1,3 millones de años. También se encuentran restos humanos de hace 800.000 años de Antecessor en la Gran Dolina y de Heidelbergensis en la Sima de los Huesos. El Paleolítico medio está marcado por los restos del homo neanderthalensis de hace 20.000 años. El Paleolítico termina con el Inferior, con los restos de homo sapiens.
El Paleolítico es un periodo de glaciaciones, con frío intenso y escasez de alimentos. Las sociedades eran cazadoras-recolectoras, basadas en caza, pesca y recolección. Esto promueve un estilo de vida nómada. Las personas se agrupaban en clanes reducidos sin aparentes distinciones sociales, aun así, los más fuertes se dedicaban a la caza y los más débiles (niños y ancianos) se dedicaban al cuidado y recolección. También se encuentran las primeras manifestaciones artísticas y prácticas funerarias. El periodo de transición entre el Paleolítico y el Neolítico se llama mesolítico (hace 10.000 años). En él, ocurre la última glaciación e inicia la fase climática actual, las temperaturas aumentan y con ello la población. Los grandes herbívoros desaparecen lo que causa una disminución de la caza.
El Neolítico es el segundo periodo de la prehistoria, comenzó hace 10.000 años y terminó hace 5 000. La economía era predominante productora con la agricultura de trigo y de cebada y la domesticación de pequeños animales. Por esto, la sociedad se sedentariza, y las comunidades se agrandan causando la aparición de la propiedad privada y las divisiones sociales. Aparecen técnicas de pulimentación de piedra y nuevos útiles (p.e. azada). También comienza a trabajar con cerámica lo que facilita el transporte, almacenamiento y cocción de alimentos

ESTÁNDAR 2: Identifica las diferencias entre una imagen de pintura Cantábrica y otra de pintura Levantina.

Las manifestaciones artísticas más antiguas aparecieron durante el Paleolítico Superior. En su gran mayoría son pinturas rupestres en las paredes de las cuevas. Destacan los hallazgos en
cuevas del suroeste francés y en la región cantábrica en España, siendo muy conocido el caso de las cuevas de Altamira en Cantabria.
Es difícil saber cuál era la motivación de estas obras de arte. Se han propuesto varias teorías, y entre las más aceptadas está aquella que considera a estas representaciones como figuras mágicas que formarían parte de rituales que pretenden favorecer la caza y la fertilidad. Lo que sí parece obvio es que no tenían función decorativa, pues en la época Paleolítica suelen estar en zonas de las cuevas difícilmente accesibles y nada iluminadas.
La pintura levantina es posterior, a caballo entre finales del Paleolítico y el Neolítico.


Y los mejores ejemplos se encuentran cerca de la costa mediterránea y no en el interior de las cuevas sino en sus paredes exteriores, en abrigos o en acantilados. La presencia de estas pinturas al aire libre es, quizás, un reflejo de mejores condiciones climáticas tras el fin de la última glaciación.

En las pinturas cantábricas la representación de los animales (ciervos, bisontes, caballos…) es muy realista, con representaciones casi naturalistas y muy detalladas (pelo de los animales, cuernos, patas…). usando en ocasiones las irregularidades de paredes y techos para dotar de volumen a las figuras. También han aparecido figuras de manos y signos abstractos. Domina la policromía, con preferencia por los colores rojo y negro dentro de un contorno de trazo grueso. Las pinturas cantábricas no suelen componer escenas, sino que se trata de figura aisladas, que aunque estén próximas no forman conjuntos ni presentan ningún orden.
La pintura levantina es posterior, desarrollándose desde el Epipaleolítico hasta bien entrado el Neolítico (10.000-3.000 a. de C.). Este nuevo estilo es llamado levantino porque se localiza mayoritariamente en cuevas y fundamentalmente en abrigos de la región levantina (Cogul en Lérida, Valltorta en Castellón…).
Formalmente es muy diferente a la pintura cantábrica, pues en Levante las representaciones suelen ser muy esquemáticas (frente al realismo y detallismo de las pinturas cantábricas), usando muchas veces un solo color (rojo, negro…) frente a la policromia de la pintura cantábrica, y con las figuras (animales, humanos) formando escenas, composiciones, frente a la ausencia de composición tipica de la pintura paleolitica del norte de España.
Los temas en la pintura levantina son también diferentes, dominando el carácter narrativo en forma de escenas de danza, guerra, caza o recolección (miel, por ejemplo), algunas de ellas con un gran dinamismo: mujeres danzando vestidas solo con una falda, hombres desnudos armados con lanzas y arcos, animales heridos por flechas, o muertos o caídos en una trampa… Siempre de una forma esquemática, representando sólo las líneas esenciales que permiten
identificar si se trata de un guerrero, una mujer, una cabra, un ciervo herido, un jabalí…

ESTÁNDAR 3: Define el concepto de romanización y describe los medios empleados para llevarla a cabo.

Se denomina Romanización al proceso gradual por el que los pueblos conquistados por Roma van adquiriendo sus instituciones políticas, se van integrando en su órbita económica y asimilando sus valores culturales. Es, por tanto, un proceso de aculturación (un grupo humano de manera más o menos voluntaria o forzosa acepta los elementos culturales de otro grupo humano).
En la Península no fue un proceso uniforme que afectase al mismo tiempo y de la misma manera a todos sus territorios, sino que comenzó primero y fue más intenso en la zona levantina y en el sur, territorios donde la conquista fue más fácil y su asimilación cultural más rápida y profunda, probablemente porque esta zona ibérica había desarrollado por su largo contacto con fenicios y griegos unas formas de vida urbanas y unas estructuras estatales ya muy similares a las de Roma.
En el centro y oeste el proceso de Romanización fue también intenso pero más tardío y lento que en Levante, encontrando Roma una mayor resistencia militar y cultural.


Aún más tardía y deficiente fue la romanización del norte cantábrico donde apenas había vida urbana y el proceso de aculturación nunca se completó, como demuestra la supervivencia de una lengua prerromana, el vascuence o euskera.
Los medios usados por Roma en en este proceso de asimilación similares fueron similares a los usados en otras partes del Imperio:

El ejército. Las legiones romanas reclutaban a nativos como tropas auxiliares. El contacto continuo y estrecho de estos con los legionarios hizo que el proceso de romanización comenzase ya en el mismo momento de la conquista. Los veteranos al llegar su retirada solían recibir la ciudadanía romana como premio por sus servicios. Además, alrededor de los campamentos romanos surgieron asentamientos habitados por comerciantes atraídos por la capacidad adquisitiva de los legionarios, que eran asalariados. Las mujeres y los hijos de estos soldados completaban a los pobladores de estos núcleos que en ocasiones evolucionaron hasta convertirse en ciudades, como el caso ejemplar de León, cuyo nombre deriva de la Legio VII Gemina asentada allí en el siglo I d. C

Las colonias. La creación de núcleos urbanos y territorios próximos con el título de colonia, una especie de copia de la ciudad de Roma, significaba que leyes e instituciones romanas se expandían por el Imperio. En ocasiones veteranos de las legiones recibían como premio a sus servicios tierras donde asentarse. Así nació la Colonia Emérita Augusta (Mérida), cuando Augusto decidió premiar a los veteranos de sus duras campañas cantábricas. La concesión de la ciudadanía romana a nativos. La ciudadanía daba derechos y ventajas, y su concesión aumentaba el apoyo a la dominación romana y su cultura. Solía comenzar con las élites nativas que de esta forma se convertían en entusiastas colaboradores de la romanización.
La larga presencia romana en la Península (218 a. de C. – 476 d. de C.) explica también la profunda transformación sufrida.

El latín sustituyó a las llamadas lenguas prerromanas, e incluso pronto en Hispania nacerán importantes literatos e intelectuales romanos como el filósofo Séneca o el poeta Marcial. El territorio fue reorganizado en provincias, ciudades y municipios, con gobernadores y magistrados nombrados por Roma y un número creciente de pobladores vio sus vidas regidas por las leyes de Roma.
La geografía y la economía cambiaron con la construcción de infraestructuras como el acueducto de Segovia, puentes como el de Alcántara, teatros como el de Mérida, termas, puertos, arcos de triunfo, foros, y especialmente calzadas como la Vía de la Plata o la Vía Augusta que crearon una potente red de transportes y comunicaciones de un nivel no superado en la Península hasta la era contemporánea.
Los nombres de las personas y de las ciudades se asemejaron a los romanos. Los nativos imitaron las costumbres, las ropas y las viviendas de los colonizadores. Hispania acabó por ser una de las provincias más romanizadas del Imperio, e incluso naturales de Hispania, como Trajano o Adriano llegaron a ser emperadores.
Por último, además del latín, cuyo vocabulario constituye aún la base del castellano, los romanos dejaron en la Península un potente legado religioso, primero introduciendo dioses romanos y de otras partes del Imperio, y desde el año 380 convirtiendo el Cristianismo en la religión oficial del Imperio, por orden del emperador Teodosio, también nacido en Hispania.