Introducción
Entre septiembre de 1923 y enero de 1930, la Dictadura de Primo de Rivera protagonizó un breve y peculiar episodio en la Historia de España. Además del propio rey Alfonso XIII, contó con el respaldo del Ejército, la burguesía y numerosos políticos e intelectuales, como Ortega y Gasset. Inicialmente, se planteó como una solución drástica, donde Primo de Rivera encarnaría el papel de “cirujano de hierro”, como lo había descrito Joaquín Costa años antes. La idea era “reparar” la maquinaria del Estado durante un paréntesis transitorio, para luego regresar a la “normalidad” del régimen de la Restauración. Casi siete años después, al dimitir en enero de 1930, Primo de Rivera, ese hombre sencillo y apolítico, comprendió el error de sus expectativas iniciales.
Causas de la Dictadura
Diversas causas e influencias confluyeron para el establecimiento de la Dictadura:
- Contexto internacional: El triunfo de la Revolución bolchevique en Rusia (1917) y el auge del fascismo de Mussolini en Italia (1922) influyeron en el panorama español.
- Agotamiento del sistema político: La Restauración se encontraba en crisis tras el ocaso político de Antonio Maura (Partido Conservador), a raíz de la Semana Trágica de 1909, y el asesinato de José Canalejas (Partido Liberal) en 1912.
- Pujanza del movimiento obrero y guerra social: La Revolución Rusa radicalizó al PSOE, del cual surgió el PCE en 1921. En Cataluña, especialmente en Barcelona, se vivió una intensa “guerra social” entre organizaciones obreras y la patronal. Los anarquistas participaron en la Semana Trágica, la huelga general de 1917 y la huelga de La Canadiense en 1919. La CNT llevó a cabo atentados contra la patronal, a lo que esta respondió con cierres patronales y la creación del Sindicato Libre. El gobierno de Eduardo Dato promulgó la Ley de Fugas. En este contexto, murieron el propio Dato y Salvador Seguí. En Barcelona, se contabilizaron más de 300 asesinatos.
- Auge de los nacionalismos periféricos: Si bien surgieron a finales del siglo XIX, los nacionalismos periféricos cobraron fuerza a principios del siglo XX. En Cataluña, frente a la Lliga Regionalista, emergió un nacionalismo más radical (Estat Català, Acció Catalana). La presentación de la Triple Alianza nacionalista en Barcelona, el 11 de septiembre de 1923, con incidentes contra símbolos españoles, pudo precipitar el golpe de Primo de Rivera dos días después.
- Desastre de Annual (1921): La muerte del general Silvestre y más de 10.000 soldados españoles a manos de Abd-el-Krim conmocionó al país. El debate sobre las responsabilidades salpicó al Ejército, los partidos dinásticos y al rey Alfonso XIII. El golpe de Estado, apoyado por la Corona, paralizó las investigaciones del Expediente Picasso.
El Directorio Militar (1923-1925)
El 13 de septiembre de 1923, Primo de Rivera declaró el estado de guerra y exigió plenos poderes al rey, quien aceptó al día siguiente. En esta primera etapa, se suspendió la Constitución y se intentó abordar problemas como el caciquismo, el orden público, los nacionalismos y la cuestión marroquí. Las medidas contra el caciquismo tuvieron escasa eficacia. Para garantizar el orden público, se impuso la censura de prensa, se prohibieron huelgas y manifestaciones, y se ilegalizó la CNT. En cuanto a los nacionalismos, Primo de Rivera incumplió sus promesas iniciales y reprimió las expresiones nacionalistas. La cuestión marroquí se resolvió con el desembarco de Alhucemas en 1925.
El Directorio Civil (1925-30)
Tras el éxito en Marruecos, Primo de Rivera decidió permanecer en el poder, con la intención de construir un nuevo Estado. Formó un gobierno civil y utilizó la Unión Patriótica y una Asamblea Nacional Consultiva. En el ámbito económico y social, se promovió un sistema corporativo con la colaboración de la UGT. La gestión de Calvo Sotelo permitió un ambicioso plan de obras públicas, impulsado por Benjumea, que incluyó carreteras, ferrocarriles, viviendas y obras hidráulicas. Se impulsaron también los transportes y las comunicaciones, como Iberia, la SER, Correos y Telégrafos, y la Compañía Telefónica Nacional de España. Se crearon la CAMPSA y se celebraron exposiciones internacionales. En la temporada 1927/28, comenzó la Liga Nacional de Fútbol.
La Caída de la Dictadura
En sus últimos años, la Dictadura enfrentó la oposición del Ejército, intelectuales, universidades, republicanos, nacionalistas y anarquistas. La crisis económica de 1929 agravó la situación. La retirada del apoyo del rey fue decisiva para la dimisión de Primo de Rivera en enero de 1930.
Hacia la Segunda República
Tras la dimisión de Primo de Rivera, el rey encargó al general Berenguer la formación de un gobierno para restaurar la legalidad constitucional. Las fuerzas antimonárquicas firmaron el Pacto de San Sebastián en agosto de 1930. Tras el fracaso de la insurrección de Jaca, el almirante Aznar convocó elecciones municipales para el 12 de abril de 1931. El triunfo de la izquierda en las principales ciudades se interpretó como un rechazo a la Monarquía, dando paso a la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931.