El Franquismo en España: Evolución y Transformaciones

Terminada la guerra se estableció el Movimiento Nacional, Franco reunía todos los poderes.

Franco sería la máxima autoridad, apoyado por el ejército y cuya imagen exterior debía girar en torno a la defensa de la religión y la lucha contra el comunismo, al nuevo régimen lo llamará Democracia Orgánica, en los años 60 se denominó Nacional-catolicismo.

Características del Franquismo

Las características del Franquismo son la gran concentración del poder en Franco, que concentró el ejecutivo, legislativo y militar, la carencia de una Constitución sustituida por las Leyes Fundamentales, la existencia de un Partido Único y la existencia de “familias políticas”.

Apoyos sociales del Franquismo

Los apoyos sociales que el Franquismo tuvo fueron los pequeños y medianos propietarios rurales, las clases medias de pequeñas ciudades, los pequeños y medianos empresarios y la oligarquía agraria, industrial y financiera. En los años cincuenta, la burguesía industrial de Cataluña y del País Vasco, y las instituciones de la Iglesia, el ejército y la Falange.

Postguerra y oposición al régimen

Durante la postguerra se opusieron al régimen los gobiernos republicanos y autonómicos en el exilio, el “maquis” liderado por el PCE hasta 1953 y la CNT dirigió la lucha urbana, los monárquicos liderados por don Juan de Borbón, quien en el MANIFIESTO DE LAUSANA de 1945 reclamaba para España la monarquía constitucional.

Imposición del régimen

El régimen se impuso mediante la represión, se aprobaron una serie de leyes, como la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939, Ley sobre la Supresión de la Masonería y el Comunismo de 1940, la Ley para la Seguridad del Estado de 1941 y la Ley de Represión del Bandidaje y el Terrorismo de 1947.


Incorporación de los tecnócratas y transformaciones económicas

En 1958 se aprobó la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento Nacional con el fin de modernizar el país económicamente y socialmente sin alterar las estructuras del régimen. Estos gobiernos se enfrentaron a las tensiones entre modernizadores e inmovilistas, oleadas reivindicativas y se produjo la desvinculación progresiva de la Iglesia tras el Concilio Vaticano II de 1962-1965.