El Renacimiento: Orígenes y Fundamentos
La palabra Renacimiento se refiere a la recuperación de los valores y las formas de la antigüedad clásica, un movimiento cultural y artístico que se gestó durante el siglo XV.
El Arte Renacentista en el Quattrocento (Siglo XV)
Principios Estéticos y Teóricos
La aparición del humanismo y el sentido antropocéntrico del arte en las cortes italianas del siglo XV marcó un punto de inflexión. Los artistas de este periodo combinaron las impresiones ópticas del mundo visible con un profundo sentido de estructura interior, lo que derivó en el desarrollo de la teoría de las proporciones, la perspectiva y la anatomía. La armonía y dignidad de estas estructuras se manifiestan en los logros conseguidos por figuras como Brunelleschi en Florencia y Alberti en Mantua.
Escultura del Quattrocento
La recuperación de los valores clásicos en la figura y en el relieve se observa claramente en los célebres relieves de Ghiberti para las puertas del Baptisterio de la Catedral de Florencia. Es fundamental señalar la personalidad de Donatello, sus innovadores aportes a la técnica escultórica y la importancia que adquirió la escultura ecuestre en el Renacimiento.
Pintura del Quattrocento
En el ámbito de la pintura, Fra Angélico permite estudiar el intimismo religioso y avances técnicos cruciales como la perspectiva lineal, el sentido del dibujo y el color característicos de la pintura renacentista. Asimismo, se destaca la gravedad psicológica de Masaccio y su plasticidad; el uso magistral de la luz como elemento expresivo en la obra de Piero della Francesca, y el dibujo ondulante y nervioso que define el estilo de Botticelli.
El Arte Renacentista en el Cinquecento (Siglo XVI)
La Época de los Genios y la Disolución de la Armonía
El siglo XVI italiano es ampliamente reconocido como la “época de los genios”. Sin embargo, en este periodo, la delicada belleza entre efectos ópticos y estructuras, así como la síntesis entre lo clásico y lo cristiano, comienza a disolverse. Las nítidas composiciones piramidales y las proporciones naturales son progresivamente sustituidas por composiciones más nerviosas, a menudo carentes de espacios definidos y atestadas por imágenes turbulentas, artificialmente alargadas y coloreadas, donde triunfa la característica “figura serpentinata“.
Arquitectura del Cinquecento
Los logros arquitectónicos más significativos de este periodo se aprecian a través de los edificios diseñados por maestros como Bramante, Miguel Ángel y Palladio.
Escultura del Cinquecento
El valor incalculable de la escultura de Miguel Ángel y la notable evolución de su estilo se evidencian al considerar sus principales obras, que marcan un hito en la historia del arte.
Pintura del Cinquecento
Respecto a la pintura, se pone especial énfasis en la obra de los grandes maestros, advirtiendo las claras diferencias entre el diseño más estructurado de la escuela romana y la pintura colorista de la escuela veneciana, ejemplificada magistralmente en la obra de Tiziano.
El Renacimiento en España: Tendencias Arquitectónicas
En el siglo XVI español, la arquitectura desarrolló tendencias distintivas: el plateresco, el purismo y el clasicismo herreriano.
El Papel Fundamental de los Mecenas
Los mecenas eran protectores de artistas que financiaban sus obras, desempeñando un rol indispensable. Sin la figura de los mecenas, la eclosión y el desarrollo del Renacimiento habrían sido imposibles.
Principales Características del Renacimiento
- La individualidad del hombre: El ser humano se convierte en el centro del universo, adquiriendo una importancia primordial.
- Recuperación del mundo clásico: Fue un movimiento cultural que recuperó los valores y formas de la antigüedad clásica. Los hombres de letras tomaron la antigüedad clásica como punto de referencia y apoyo moral para su modo de pensar y escribir, mientras que los artistas añadieron la autoridad de la naturaleza y los avances de la ciencia.
- Vuelta a la naturaleza: En el arte, esto significó una renovación y la búsqueda de nuevas técnicas para plasmar con mayor fidelidad la realidad, con el fin de crear una belleza en la obra de arte que fuera divina, por ser eterna y bella.
- Rápida propagación: Su veloz difusión por Italia y el resto de Europa demuestra que la situación general estaba lo suficientemente madura para el cambio.
- Importancia intrínseca de la obra de arte: La obra de arte adquiere valor por sí misma, persiguiendo la belleza formal estética física, lo más parecido a la realidad.
- Tendencia a la universalidad: Se observa una captación de la idea de sociedad en un movimiento evolutivo constante.
- Individualismo y dignidad humana: Se sustituye la jerarquía medieval por un individualismo donde el hombre es reconocido por sus acciones, reivindicando así la dignidad humana. Sin embargo, esta perfección humana partía de niveles sociales altos, por lo que no supuso una auténtica revolución mental, siendo un movimiento laico pero cristiano, de vanguardia pero siempre mirando a la antigüedad clásica.
Transición y Evolución Estilística: Del Renacimiento al Manierismo
El Quattrocento: Nacimiento del Arte Renacentista
Durante el Quattrocento, el arte renacentista nace en Florencia. Este fue un período de profundo interés por el realismo, en el que a veces se manifestaba una cierta contradicción entre los temas representados. Coincide plenamente con el desarrollo del Humanismo.
El Cinquecento: Idealismo y Expansión
En el Cinquecento, se observa una clara tendencia hacia el idealismo y una perfecta concordancia entre los temas. Roma sustituye a Florencia como principal foco artístico, y durante el siglo XVI, el Renacimiento se extiende por toda Europa occidental.
El Manierismo: Ruptura y Complejidad
Posteriormente, aparece un estilo diferente que rompe con la tradición renacentista: el Manierismo. Este estilo, desarrollado en Italia en el siglo XVI, se caracteriza por el uso de figuras exageradas, con posturas forzadas, un tratamiento irreal del espacio y una aparente elección arbitraria del color. Supone un rechazo al equilibrio y la claridad del Renacimiento, buscando composiciones más dramáticas y complejas, así como efectos más emotivos, de mayor movimiento y contraste. El Manierismo anticipó el Barroco, que se desarrollaría hacia el año 1600.